“¿Vamos a dejar que los gobiernos actúen cuando quieran o les vamos a obligar?”
Unicef y Oxfam aglutinan a diferentes actores de la sociedad civil española para tratar de encauzar la Agenda 2030 tras el hastío por la ausencia de implicación gubernamental
Madrid
No hay más tiempo para excusas. Esta es una de las conclusiones a las que llegaba el Foro Internacional: Diálogo Político y Social para la Implementación de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, auspiciado por Oxfam Intermón y Unicef, durante la jornada del miércoles 28 de septiembre en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. En lo que se ha constituido como el primer espacio de reflexión sobre esta agenda que se celebra en España, la necesidad de un compromiso real por parte de los políticos e inversión privada, tanto como de la participación de la sociedad civil, se han postulado como los pilares básicos para impulsar la consecución de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS).
Un año después de que 193 países firmaran los ODS en la Asamblea General de la ONU, España sigue sin definir ninguna medida que indique una hoja de ruta concreta para construir, aplicar y monitorear estrategias que permitan alcanzar los 17 objetivos y 169 metas del acuerdo global. Mientras tanto, tal y como señala el informe Un año de Agenda 2030 en España: Mucho por hacer, presentado durante el foro por sus organizadores, las consecuencias sociales son devastadoras. “El 28,6% de los españoles vive en riesgo de pobreza o exclusión social, uno de cada tres en el caso de los niños (34,4%)”. Datos vertiginosos que se suman al hecho de que “el 20% de los españoles acumula una riqueza que multiplica por 86 la del 20% más pobres”, que “más del 13% de las personas con empleo están en riesgo de pobreza o exclusión social”, o que tengamos la sexta diferencia salarial de género (del 18,8%) más alta del conjunto de la UE. Para ello, ambas organizaciones proponen una serie de medidas que podrían mitigar la pobreza y la exclusión social para tres millones de personas para 2020.
Ha sido “un año perdido”, denunciaban Chema Vera y Javier Martos, directores de Oxfam Intermón y el Comité Español de Unicef, respectivamente. “No se ha conseguido nacionalizar la Agenda”, apuntaba Vera, advirtiendo que esto tendrá efectos fatídicos para los españoles, entre los que 13 millones ya viven en riesgo de exclusión social y pobreza, sobre todo a causa de la precariedad laboral. Un año de pasividad política que el Gobierno justifica por su interinaje y el hecho de estar en funciones. Sin embargo, tal como atestiguaba Mario Rodríguez, Director Ejecutivo de Greenpeace España, durante la Master Class organizada por la tarde: “El Planeta no está en funciones y la sociedad tampoco”.
Ante la pasividad política, urge sensibilización y acción ciudadana:
La transversalidad de los ODS y las alianzas entre los diferentes actores responsables de su cumplimiento, caló al auditorio des del primer panel de la mañana, cuando se pudo escuchar a representantes de México, Finlandia o Francia dar ejemplos de iniciativas adoptadas por sus gobiernos en esta materia. Pero fue en las charlas sobre infancia e igualdad de género, migración, sostenibilidad y cambio climático, y cooperación, donde el debate se mostró más acalorado y adquirió una llamada a la acción más clara.
Un año después de que 193 países firmaran los ODS en la Asamblea General de la ONU, España sigue sin definir ninguna medida concreta para alcanzar los ODS
“Seremos juzgados por lo que estamos haciendo”, sentenciaba Sergio Barciela, del equipo de migración y el área de desarrollo social de Cáritas, en referencia a la vulneración sistemática de los derechos de los migrantes. El experto apuntó a la necesidad imperiosa de trabajar con políticas que amparen a los migrantes y a los refugiados en nuestras fronteras, a la vez que mejoren el desarrollo y la paz en sus países para que no se vean forzados a migrar, mientras subrayaba: “Estamos en el top 10 del sufrimiento de las personas”. Para él, la explicación de que el Gobierno no preste suficiente atención a estos temas se debe a que los ciudadanos no están suficientemente informados, y por tanto, no exigen más a los gobernantes para que legislen y actúen. “Tenemos que cambiar el corazón de la ciudadanía”, concluyó.
Mario Rodríguez, de Greenpeace, se sumaba al debate interpelando al auditorio: “¿Vamos a dejar que los gobiernos actúen cuando quieran o les vamos a obligar?”. Para el ecologista, la falta de voluntad es evidente en la agenda política, por lo que propuso una ruta alternativa que asegure la consecución de los ODS ante la emergencia de que “cada vez más, vivimos en un planeta insalubre”.
La intervención de Soumya Chattopadhyay, investigador asociado senior del Overseas Development Institute, fue muy interesante en cuanto advirtió la necesidad de analizar los datos sobre desigualdades. Según el experto en desarrollo, las tendencias históricas de desigualdad global entre países se han reducido, en parte, debido al crecimiento de China y Japón. Pero ahora, las desigualdades aumentan dentro de los estados. Lo cual instaría a un reenfoque de todas las políticas de cooperación.
Por la tarde, una mesa con distintos representantes políticos de los cuatro partidos mayoritarios cerraría las jornadas, conviniendo con el reconocimiento de la lamentable inexistencia de un organismo capaz de coordinar la Agenda 2030 en España. Discrepando en si habría que reformular los organismos existentes o crear un nuevo órgano interministerial capaz de cumplir con la función de garante de los ODS, los cuatro ponentes se dedicaron a tirar pelotas en los tejados de los demás. Quién ciertamente levantó indignación entre el público fue Gonzalo Robles Orozco, senador y secretario sectorial del PP, con unas declaraciones que “pasaban la pelota” a la ciudadanía diciendo: “Los partidos somos el reflejo de la sociedad. Nos movemos muchísimo por los temas por los que la sociedad nos presiona. ¿Qué vais a hacer para que este tema sea importante para nosotros?”.
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