domingo, 30 de junio de 2013

DICTADORES Y DICTADURAS || Pero, ¿quién manda aquí? | Sociedad | EL PAÍS

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Pero, ¿quién manda aquí?

Los expertos cada vez coinciden más en la opacidad del poder

Lo que no saben con certeza es si se debe a un ocultamiento voluntario o a un caos disperso que dificulta su identificación



¿Ejercen el poder quienes están investidos de él por los ciudadanos?

En la Roma imperial estaba claro. Mandaba el césar. Cuando se oscurecieron las cosas en la Edad Media, la tarta se fue repartiendo. Al irrumpir la Edad Moderna, los reyes tomaron las riendas, bien arropados por una corte de aristócratas y clérigos. Tras la revolución francesa, llegó la burguesía… ¿Y ahora? ¿Quién manda aquí? ¿Quién sostiene los hilos de una sociedad global, tecnologizada y mareada por los cada vez más incomprensibles tecnicismos que gobiernan nuestras vidas? ¿Ejercen el poder quienes están investidos del mismo por los ciudadanos? ¿Funcionan los lobby? ¿Son los poderes fácticos los de siempre o se abren paso nuevos y pujantes grupos emergentes? ¿Quiénes son y cómo actúan?

El veterano periodista Carlos Elordi se ha planteado la pregunta en su libro ¿Quién manda en España? (Roca Editorial). Su análisis aborda el andamiaje salido de la transición y lo enfrenta a una grave crisis. Según Elordi, aquello no fue una ruptura, sino una especie de remiendo que ante el embate de lo que nos arrastra hoy, no resiste. “Existe un mito, el consenso de que en España se produjo un cambio sustancial en la Transición. No es del todo exacto. Hay que matizarlo para empezar por la cabeza: la estructura de poder de la dictadura había llegado a la conveniencia de que el relevo se produjera por medio de la figura del rey…”.

El rey. Con la implantación de la democracia y la aparición del juego político abierto a la ciudadanía, los manuales, la Constitución, las tertulias radiofónicas y televisivas trataban con respeto la figura del nuevo jefe del Estado, investido de un poder apenas simbólico. Sin embargo, muchos analistas afirman hoy que don Juan Carlos manda mucho más de lo que teóricamente se planteaba. Así lo sostienen Eduardo Punset, que fue ministro con Unión de Centro Democrático (UCD) y hoy se ha convertido en una especie de gurú televisivo y en un autor best seller; Miguel Herrero de Miñón, antiguo líder en Alianza Popular, hoy miembro del Consejo de Estado, o el propio Elordi.

El poder autonómico. Tanto Elordi como el filósofo Daniel Innerarity apuntan a otro aspecto que surgió de la transición y hoy se encuentra en pleno desmadre: el llamado poder autonómico. “Los barones que reclaman al socaire de lo que demandan en Cataluña, sobre todo, más parcelas hasta vaciar de contenido al poder central”, asegura Elordi. En medio de ese sándwich se encuentra muchas veces encerrado el Gobierno central. “El Gobierno manda, si quiere mandar”, asegura Herrero de Miñón. Es decir, muchas veces, las atribuciones concretas del poder se desarrollan según el carácter de los propios gobernantes. Es tan sutil y tan etéreo como eso.

Europa. El vacío de contenido muchas veces llega por dentro y por fuera. Desde Europa también, obviamente se acentúa el bocadillo en que muchas veces se encuentra el poder central: “La intrusión y condicionamiento de Europa hacia nuestras políticas es una realidad que ha venido para quedarse”. Pero es una realidad desequilibrada. “Inevitablemente, desde el momento en que compartimos un proyecto común. Su falta de reciprocidad tiene que ver con la débil institucionalización del poder en la UE, donde la falta de procedimientos equilibrados para la toma de decisiones produce un hueco aprovechado por Alemania”, cree el pensador.

La Iglesia y la banca. Hay quienes sostienen que en España mandan los poderes políticos afianzados, los económicos sobre todo en torno a la banca y algunos seculares como la Iglesia. ¿Sucede esto en el resto de Occidente? Pues con sus más y sus menos. “Con la salvedad en lo económico de países como Italia”, asegura Elordi. Aunque allí la Iglesia también tenga presencia, el poder económico está más repartido: “En España manda la banca. En Italia, dentro de esa esfera, además de la banca mandan algunas familias empresariales”. Por no hablar de la mafia y de esta en connivencia con poderes políticos e intereses de todo tipo, como se ve en el proceso que se ha abierto este mismo mes en dicho país.

Las fronteras globales. Innerarity sostiene que las fronteras globales entre el poder son más bien confusas desde la caída del muro de Berlín. “Nos encontramos en un momento un tanto extraño porque conviven dos fenómenos: por un lado hay una dispersión del poder, ya no polarizado como durante la guerra fría, y una vez desvanecida la ilusión de que la caída del bloque soviético posibilitaría la hegemonía americana. Si nos mantenemos en el registro de la política, el surgimiento de nuevas potencias y focos de poder lo ha fragmentado mucho más de lo que lo estaba a finales del siglo XX”, asegura el filósofo, autor del libro Un mundo de todos y de nadie.

Innerarity se queja: “Adolecemos de una falta de institucionalización o gobernanza global que no termina de conformar una forma política (democrática, legítima, conforme a derecho) a las decisiones globales. Por ejemplo: el escaso avance en las conferencias del cambio climático, las asimetrías y falta de autoridad en la ONU... Pero todo lo anterior vale para el interior del sistema político porque si consideramos todos los sistemas que tienen algún tipo de poder (económico, informativo, religioso...) el poder político no es el poder central en nuestras sociedades”.

¿Cuál es entonces? “Fundamentalmente sufrimos una economía desbocada y una política impotente. Probablemente sea este nuestro principal desafío: cómo recuperar una capacidad de la política para acompañar los procesos de cambio social, lo que hoy en día no puede llevarse a cabo de una manera autoritaria”. El tiempo que intrínsecamente compone a cada uno de ellos cuenta a la hora de poder establecer un orden en ese sentido: “Los sistemas autónomos como el financiero, por ejemplo, son más inteligentes, adaptativos y veloces que los lentos y rituales procedimientos políticos tradicionales”. Y así, en cierto sentido, nos comen.

Poderes opacos. ¿Son más opacos los poderes para hacer eso o sencillamente más avispados dinámicos y ventajistas? Eduardo Punset no cree en la opacidad del poder actual: “Cualquier tiempo pasado fue peor”, afirma. Lo que no significa que no utilice técnicas espurias para imponerse. “La mentira pura y dura. Nos han dicho que la crisis es planetaria como si Neptuno, Urano o Saturno pudieran ser responsables del déficit que nos agobia”. ¿Cómo podemos detectarlas los ciudadanos? “Aceptando que no estamos divididos en izquierdas o derechas irremediablemente, sino en aquellos que no han cultivado el pensamiento intuitivo y emocional y los que ya están aplicando —aunque son muy pocos— las bases del aprendizaje social y emocional”, afirma el responsable del programa Redes.

Micropoderes. Pero el reparto no queda ahí. El filósofo José Luis Pardo, apunta a una proliferación de micropoderes. “Lo más curioso de nuestro tiempo es que el poder a la vez se ha multiplicado y se ha vuelto más homogéneo. Se ha multiplicado en el sentido de que, como advertía Michel Foucault, las sociedades se han llenado de micropoderes en apariencia técnicos o administrativos la mayoría de ellos, y en todo caso de una lógica muy diferente a la de los cuatro clásicamente modernos, digamos, los tres de Montesquieu más la prensa, y a veces incluso con lógicas muy diferenciadas entre ellos”. La cuestión, según Pardo, “queda en dominar o ser dominado”. Pero también en la habilidad de cada cual para moverse en cada dimensión. “Eso se ha convertido en un asunto aparentemente más técnico que político, más de know how que de representatividad democrática”.

Las redes sociales. Lo fascinante de una película como La red social, de David Fincher, ese retrato shakespeariano de Mark Zuckerberg, creador de Facebook, era la constatación y la descripción al desnudo de la generación que hoy por hoy detenta una pujanza emergente y dominante dentro de las nuevas tecnologías. Pero eso ocurre en Estados Unidos.

“En España no existen esos grupos de poder emergentes”, cree Elordi. “Si los hay son bullentes, pero no han llegado al punto de cocción”, sostiene Herrero de Miñón. “Las redes sociales son sin duda uno de esos nuevos micropoderes situados en un limbo de indefinición normativa”, afirma Pardo. No hay duda de que su irrupción está cambiando las formas de relación entre quienes ejercen el poder y los ciudadanos, que se muestran más vigilantes sirviéndose de ellas, según Innerarity: “La principal novedad es el surgimiento de una opinión pública mundial que vigila, observa y valora los acontecimientos. La superposición del espacio de las nuevas tecnologías al espacio público tradicional tiene el efecto de hacer que la escena política sea más observada, desde cerca y a partir de todos los ángulos posibles (las filtraciones de Wikileaks o del espionaje americano) no hablan de la fortaleza del poder sino de su fragilidad y de la contestación que despierta. Las tecnologías de la comunicación y la información posibilitan una vigilancia democrática que era impensable en otras épocas de asimetría informativa. El propio Innerarity, en Un mundo de todos y de nadie trata de mostrar que la sociedad observadora es más vigilante: “Plantea nuevas exigencias de transparencia, pero debe aprender a gestionar esos entornos informativos abiertos en los que el problema ya no es tanto la ocultación como la interpretación de la realidad”.

Por el lenguaje los dominarás. Quien entiende, manda. Al comprender se articulan conceptos. Mientras se lanzan esos conceptos, muchos de ellos incomprensibles para el ciudadano medio, se va articulando una manera de dominación. Cuando te lo hacen una vez, pasa. A la enésima, se genera una enorme desconfianza. Ocurre sobre todo en la economía. Desde el momento que algunos trileros de guante blanco inventaron las preferentes o las subprime hasta que quienes invirtieron en ellas perdieron sus ahorros, pasó el tiempo justo para que alguien se quedara con todo. La desconfianza está servida. Y llega el caos…

Innerarity lo analiza atinadamente: “Puede ser interpretada como una reacción de los inversores contra un sistema financiero opaco, cuya magnitud no terminan de comprender. La economía no es, ciertamente, una realidad simple, pero cuando la complejidad inevitable se transforma en opacidad sospechosa, los actores se bloquean y los mercados dejan de funcionar. Podríamos hablar en este caso de una opacidad ideológicamente producida. El hecho mismo de presentar los asuntos financieros como algo excesivamente técnico y complejo ha facilitado una transferencia de autoridad hacia los supuestos expertos y ha devaluado la de los gobernantes. Esto ha despolitizado tales asuntos y ha sustraído decisiones relevantes de la pública discusión”.

Y así vamos.


el dispreciau dice: estamos lejos de la Roma imperial, sin embargo la corrupción política ha contribuido a que las sociedades humanas se desmadren... sí, pero... ¿quién es el verdadero responsable de esta tragedia del Siglo XXI?... bien, los políticos son lacayos de las corporaciones bancarias, de medios, industriales, o de cualquier cosa... y las banderas de los países son subsidiarias de las banderas de las corporaciones, las que a su vez no tienen fronteras... sin embargo, sucede que las corporaciones contienen funcionarios serviles y obsecuentes a un poder intangible y perverso en esencia... traducido, las clases políticas de cualquier índole o factor responden a los cinismos corporativos, por lo tanto son funcionales a las depredaciones que necesitan de las ausencias de los estados. En dicho contexto, exacerbado hasta el hartazgo, las sociedades humanas, ciudadanos, no tienen cabida alguna ya que están a merced de fuerzas ocultas, que sirven para sostener un modelo económico quebrado, el que a su vez se oculta tras lavados que aportan "caja negra"... de allí que se hipotequen los futuros de todos... ya que el supuesto "modelo" está consumido y evaporado desde hace mucho tiempo, y todos los seres humanos están parados sobre una cáscara. La exclusión masiva no es una casualidad, antes bien es una causalidad de las necesidades corporativas... ya que ellas no existen sin los mercados virtuales... y detrás, las urgencias inducidas no permiten ver cuánto daño se esboza tras bambalinas. Las ideologías han caducado... no hay izquierdas ni derechas... no hay demócratas ni republicanos, ya que cualquiera responde a un "gobierno" intangible que dispone por las suertes de todos y de cualquiera... curiosamente, la cadena de mando conduce un un foco demasiado reducido de opiniones... por excelencia vacías de contenidos... sin alma... sin espíritu... impersonales desde siempre... que miran sin ojos y escuchan sin oídos... que sobrevive gracias a las obsecuencias de pobres diablos que se arrodillan al sólo efecto de aparecer en alguna foto de la historia malhabida de estos últimos trescientos años... La humanidad está transitando una dictadura global, prolijamente deformada a los ojos de los anónimos, los muchos, los desconocidos a los que se les han asaltado los destinos y se les han hipotecado sus futuros, incluyendo en ellos a los que aún no nacen... dicha dictadura global necesita de idiotas dictadores regionales... y eso es lo que está sucediendo... alcanza con ver a Dilma en contra de los brasileños... las gentes de cualquier nacionalidad están sometidas y esclavizadas por ese poder invisible, depredador de las vidas ajenas. Estos dictadores "democráticos" no conducen a ninguna parte... necesitan saquear para alimentar al demonio al que le han vendido el alma... por ello, la humanidad se está viendo a sí misma con sus días contados... el demonio no mide las consecuencias... y sus súbditos, los demonios de segunda, tampoco. JUNIO 30, 2013.-

sábado, 29 de junio de 2013

LOS ANILLOS DE LA TIERRA || La ONU alerta del peligro de la basura espacial para las comunicaciones terrestres | Ciencia | elmundo.es

La ONU alerta del peligro de la basura espacial para las comunicaciones terrestres | Ciencia | elmundo.es

Hay unos 500.000 desechos

La ONU alerta del peligro de la basura espacial para las comunicaciones terrestres

Recreación artística de la basura espacial. | ESARecreación artística de la basura espacial. | ESA
Efe | Viena
Actualizado sábado 29/06/2013 17:46 horas
 

Las conexiones telefónicas internacionales, las señales televisivas y ciertos servicios de internet dependen de satélites que se encuentran amenazados por la enorme cantidad de basura espacial que orbita alrededor de la Tierra.

Expertos de Naciones Unidas y de la agencia espacial estadounidense NASA han alertado del creciente peligro de la chatarra espacial, incluso para la vida de los astronautas de la Estación Espacial Internacional.

"La basura espacial es un peligro para todos nuestros sistemas de funcionamiento por satélite", explica la directora de la Oficina de Naciones Unidas para el Espacio Exterior, la astrofísica malasia Mazlan Othman. Subraya que "todo lo que sube al espacio al final se convierte en basura, y eso es un gran problema", y destaca que "ya hubo colisiones de satélites que crearon mucha basura en el espacio".

Carcasas de cohetes, satélites abandonados y chatarra procedente incluso de misiles orbitan alrededor de la Tierra a gran velocidad, a unos siete kilómetros por segundo, lo que amenaza también el futuro de la exploración espacial.

En total hay unos 500.000 desechos espaciales de diverso tamaño, aunque los más peligrosos son los alrededor de 20.000 de al menos diez centímetros de longitud. "Incluso si la humanidad dejase de enviar artefactos al espacio, el problema seguiría aumentando porque las piezas allí arriba continúan chocando y multiplicándose", lamenta Othman.

Fragmentos peligrosos

Una sola colisión entre dos satélites o grandes trozos de chatarra puede generar miles de pequeñas piezas, cada una de ellas capaz de destruir otros artefactos espaciales. De momento no existe la tecnología para limpiar el espacio de esta amenaza y lo único que se puede hacer es tratar de que los lanzamientos espaciales sean lo más limpios posibles.

"Lo que podemos hacer es alentar a todos los países a que tomen medidas para minimizar la emisión de basura espacial, a veces no es posible evitarla, pero sí minimizarla", indica la experta. Según la astrofísica, "la tecnología no está todavía desarrollada y puede ser muy cara. No sabemos aún cómo vamos a eliminar esta basura ni dónde se podría dejar si se bajase a la Tierra".

También los satélites que proveen los sistemas de localización global -como el estadounidense GPS, el europeo Galileo y el Glonass ruso- y las previsiones meteorológicas, entre otros, corren peligro.

Incluso los fragmentos menores son peligrosos por la velocidad de vértigo a la que se desplazan y porque resultan difíciles de localizar antes del impacto. "Esa basura es muy difícil de detectar y puede ser muy dañina, aunque sean fragmentos muy pequeños, porque se mueven a una velocidad de unos siete kilómetros por segundo", explica Lindley Johnson, director del Programa de Objetos Próximos a la Tierra de la NASA.

Astronautas amenazados

En los últimos años los astronautas de la Estación Espacial Internacional han tenido que buscar varias veces refugio en las naves Soyuz acopladas a ella, por el peligro de la cercanía de chatarra espacial de gran tamaño. También supone un riesgo para el trabajo de los astronautas en el exterior de sus naves, ya que cualquier impacto de basura espacial, incluso de trozos muy pequeños, puede afectar a los trajes presurizados con trágicos resultados.

Johnson abunda en que por el momento lo único que se puede hacer es "tratar de que los lanzamientos espaciales sean lo más limpios posibles", con una tecnología que retenga los componentes físicos que se desprenden durante el ascenso.

El experto de la NASA asegura que existen varios proyectos privados en marcha que investigan cómo capturar esos desechos. "Lo primero que hay que eliminar son las piezas más grandes, como los cuerpos de proyectiles y los satélites que han dejado de funcionar", resalta Johnson, aunque aún no existe una fecha fija sobre cuándo esta tecnología podrá usarse de forma práctica.

En 2007 China destruyó con un misil su satélite climatológico Fengyun 1C, lo que generó una nube de miles de fragmentos peligrosos, y uno de ellos colisionó con un satélite ruso a principios de este año.

El pasado mayo el nanosatélite Pegaso, el primero fabricado en Ecuador y lanzado en abril, chocó con un fragmento de un cohete soviético de 1985 y desde entonces no se puede recuperar su señal.

Fuentes cercanas a la ONU, que han pedido el anonimato, consideran que debe buscarse una solución a este creciente problema, dado que potencias emergentes como China o India tienen ambiciosos proyectos espaciales, por lo que la basura en órbita y sus consecuencias pueden multiplicarse.

Según las previsiones de la Agencia Espacial Europea, la chatarra espacial se triplicará en los próximos 20 años.

Hay unos 500.000 desechos

La ONU alerta del peligro de la basura espacial para las comunicaciones terrestres

Expertos de Naciones Unidas y la NASA alertan de la amenaza de la chatarra espacial, incluso para la vida de los astronautas en la ISS.

el dispreciau dice: la basura espacial que envuelve a la Tierra, pone en evidencia la irreponsabilidad de las potencias tecnológicas para encarar dicha investigación... una vez más, queda demostrado que los discursos no hacen a los resultados... una vez más, queda demostrado que las ciencias de conveniencias sólo contribuyen a la expansión económica de grupúsculos cuyos cinismos se traducen en desprecios hacia la raza humana... las potencias económicas exhiben una perversidad que hipoteca el futuro y el destino de los "otros", aquellos que aún teniendo voz... no son escuchados, porque los intereses pesan, tanto como las ignorancias que caracterizan esta etapa de la humanidad. JUNIO 29, 2013.-

RETROCESOS DRAMÁTICOS || A pasar el mono en casa | Sociedad | EL PAÍS

A pasar el mono en casa | Sociedad | EL PAÍS

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A pasar el mono en casa

Los recortes presupuestarios cierran centros para drogodependientes, narcosalas y comunidades terapéuticas

Solo uno de cada seis fallecidos en el mundo por consumo de drogas recibió tratamiento el año previo, según la ONU



Centro de Toxicómanos del Proyecto Hombre en Cataluña. / Susana Saez
Es difícil encontrar una parcela del sector sociosanitario en la que no haya recortes. La prevención y atención a las drogodependencias no son una excepción. El cierre de centros, comunidades terapéuticas y narcosalas, así como la reducción de las plantillas y los programas de concienciación, es un goteo constante. Algunos expertos del sector alertan ya de que podría desmoronarse la red asistencial creada en los años ochenta como respuesta al boom del consumo de heroína. Esta droga tan destructiva dejó de ser la más consumida hace años, pero el problema de las adicciones no ha desaparecido, solo ha cambiado de cara. Y los profesionales advierten de que necesita una respuesta distinta de la tijera.

El presupuesto del Plan Nacional sobre Drogas baja un 20% tras caer otro 28,5%

“Estaría muerta”. Así de tajante es Clara (nombre supuesto) cuando imagina su situación si hubiera seguido enganchada al alcohol. A los 22 años se refugió en la bebida, según cuenta. Después llegaron otras sustancias más fuertes, sobre todo, cannabis y cocaína. Así pasó 13 años, gastando su sueldo “en la noche”. Y un día pidió ayuda. “Por mis hijos”, recuerda. Lleva ocho años sin probar una gota tras su paso por una comunidad terapéutica en Aragón. Ahora, ese centro público que le “devolvió la vida”, el primero que abrió en esa comunidad en 1986 y situado en El Frago, se enfrenta a los recortes, que ya han mermado la plantilla. Y pesa sobre él la posibilidad de cierre. “Se produciría siempre que exista una alternativa” en la región, dicen fuentes de la Consejería de Sanidad. “Si lo quitan, le estarán quitando a la gente la oportunidad de cambiar su vida como hice yo”, advierte Clara.

El pasado 26 de junio se celebró el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. Pero hay poco que celebrar. El consumo va en aumento. Así lo constata el Informe Mundial sobre las Drogas de 2013, publicado por Naciones Unidas. El número de consumidores en el mundo ha aumentado un 18% desde 2008, en gran parte, por el aumento de la población, señala el documento.

Autonomías y municipios tienden a derivar este servicio hacia ONG

Como si de una balanza se tratase, mientras algunas sustancias pierden fuerza en el mercado, como la heroína, otras toman impulso, sobre todo el alcohol y los hipnosedantes, tal como refleja la última encuesta EDADES del Ministerio de Sanidad. “Con la crisis, el adicto no deja de consumir, pero busca sustancias más baratas”, alerta Ignacio Calderón, director de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
En un contexto de multiplicación de sustancias, la atención a los drogodependientes no goza de su mejor momento. “Existe una laguna de prestación de servicios”, alerta la ONU. De los 211.000 fallecidos por causas relacionadas con las drogas en el mundo en 2011, “tan solo uno de cada seis había recibido tratamiento en el año precedente”, dice el informe. En España, la tijera amenaza la red asistencial y de prevención, precisamente las vías más importantes para solucionar el problemas de las adicciones, según manifestaron los encuestados para el informe EDADES.

Con 3,6 millones de euros menos, el presupuesto de 2013 del Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD), dependiente del Ministerio de Sanidad, es casi un 20% inferior al de 2012, año en el que ya había sufrido un recorte del 28,5%. Una merma que el subdirector general del PNSD, José Oñorbe, asegura que se compensa con el presupuesto que se obtiene por la venta de bienes decomisados en la lucha contra la droga. Aunque reconoce que la mayor parte de esta partida se destina a campañas de prevención y no a la atención, “que es competencia de las comunidades autónomas”.

La respuesta mayoritaria de las Administraciones autonómicas y locales a los problemas económicos es prestar el servicio de atención a la drogodependencia a través de ONG. Presumiblemente más baratas. Las entidades no lucrativas han hecho esta labor desde hace décadas de manera complementaria al sistema público. Este engranaje mixto funcionaba. Pero ahora las organizaciones se enfrentan a una carga de trabajo creciente y con menos presupuesto. Algunas, ahogadas, han tenido que cesar sus programas.

La masificación y las largas listas de espera ponen en riesgo el sistema

Miguel del Nogal, psicólogo experto en la atención de drogodependientes, viene observando un deterioro del sistema desde hace tres años. “No solo por los cierres, también se está sanitarizando la terapia”, explica. El tratamiento de las adicciones ideal es bio-psico-social, con psicólogos, terapeutas, educadores, asistentes sociales, además de médicos, explica Del Nogal. Pero la austeridad va en dirección contraria. En El Frago ya no tienen un equipo multidisciplinar. “A los interinos, psicólogos y psiquiatras, los echaron”, asegura un trabajador de esta comunidad que prefiere permanecer en el anonimato.

Esta deriva “afectará a la calidad”, alerta Del Nogal. “Sin psicólogos, el sistema se queda cojo”, alerta. En su opinión, el tratamiento bio-psico-social es “más necesario que nunca”. Y explica: “Para la heroína hay un antagónico, la metadona, que no es una droga, pero la sustituye. Eso no existe para otras drogas”. No lo hay para la cocaína, la droga ilegal más consumida en España, según un estudio publicado por Proyecto Hombre con datos de sus pacientes de 2012. Un 31,4% de las personas que atienden son adictas a esta sustancia.

Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza Salud Pública e investigador de tratamientos con heroína, comparte la opinión de Del Nogal. “El gran problema es pensar que la droga se puede tratar solo con fármacos. Los adictos necesitan apoyo psicológico, social y legal, que es lo que se está quitando”, añade. Esta terapia funciona incluso con los heroinómanos. Lo dice con los datos de sus investigaciones en las manos. “Vimos que uno de cada tres pacientes en los que la metadona había fracasado hasta cinco y seis veces tenían éxito tras recibir este tipo de ayuda, individual y grupalmente”, resume.

“Los adictos tardan 10 años en pedir ayuda, es clave la fácil accesibilidad”

Mucha terapia fue precisamente lo que salvó a Antonio José, sevillano de 26 años. “Tomaba de todo. Cocaína, porros, alcohol, pastillas… Empecé con el éxtasis a los 15 años”, relata. Este joven recuerda su adolescencia como “una pesadilla”. “Te alejas de las personas que más quieres, solo pensaba en ganar dinero para comprar más drogas. Por eso empecé a trapichear”, continúa. Hace seis años decidió pedir ayuda y ya lleva dos sin probar ninguna droga. “Tampoco alcohol y eso que trabajo en un bar”, afirma orgulloso.

La travesía de la abstinencia de Antonio José no ha sido fácil. Ha necesitado cuatro años de charlas, recaídas, sentimientos de fracaso y reinicios. Pero contó con el apoyo de su “familia” de Arpial, una asociación andaluza sin ánimo de lucro que hoy atiende a más de 200 chavales, y que también afronta serios problemas económicos. “Hemos tenido recortes desde que nacimos”, relata el presidente, Pedro Catalán. Para combatir las dificultades presupuestarias recurren a voluntarios, entre ellos Antonio José. Este joven se siente “muy orgulloso” de su gesta, pero afirma que él no podría haber dejado las drogas solo. No cree que nadie pueda. “Eso es una mentira que creamos en nuestra mente”, responde.
En Andalucía, los trabajadores de entidades del sector se han manifestado contra lo que califican de “desmantelamiento” de los programas de atención a las adicciones. La dotación autonómica para estas organizaciones ha bajado un 45% en 2013.

“Si les dices que vuelvan en un mes, no lo harán”, dice un psicólogo

La precariedad se convierte en la tónica de muchas ONG. En casi todas las autonomías. La Asociación Ferrolana de Drodependencia (Asfedro), en Galicia, estaba a punto de la quiebra tras 28 años de trabajo. La Xunta ha tenido que adelantarles la asignación de 2013 para salvarles del concurso de acreedores. Otras organizaciones no tienen ese respiro. Por eso han protestado en las calles contra el estrangulamiento de su red asistencial en esa comunidad. En Asturias, la Fundación ADSIS denuncia dificultades para continuar su programa por un espacio libre de drogas en la cárcel de Villabona y ha iniciado una recogida de firmas en Change.org para que no desaparezca.

Las grandes ONG tampoco se salvan de los recortes. La Fundación Atenea cuenta con un tercio menos de presupuesto para sus programas dirigidos a drogadictos, según su vicepresidente, Alfonso Ramírez. “Se ha producido un descenso de la alarma social y la percepción de riesgo. Y como esto es una cuestión política, hay la tentación de no prestarle atención”, opina. “Pero la demanda no ha dejado de existir”, añade.

Francisco Recio, director de Proyecto Hombre, una de las mayores organizaciones del sector, que atiende a 20.000 pacientes al año, coincide en el diagnóstico. “Ahora hay más personas que abusan de las drogas, pero ya no están en la calle con una jeringuilla. Ha pasado a ser un problema privado, invisible. Y los políticos se centran en cuestiones que producen alarma social, como ocurrió en los ochenta”, afirma. Si se cierra el grifo de la financiación pública, dice, es lógico que las organizaciones cierren centros. O busquen fondos privados. “Pero nuestro sector tampoco despierta solidaridad para conseguirlos”, añade.

Hay más consumo de drogas pero al no verse en la calle no causa alarma

Los profesionales concuerdan en señalar que los cierres y la reducción de recursos humanos ponen en riesgo un modelo consolidado. Nadie se queda sin asistencia, repiten, pero las listas de espera de los centros que quedan aumentan considerablemente. “Se masifican y baja la calidad”, alerta el psicólogo Miguel del Nogal. Joan Carles March reconoce que cuando pregunta a sus pacientes en qué les afecta la crisis, “casi todos se quejan de retrasos y menor accesibilidad a la asistencia”. En opinión de Del Nogal, estas dificultades se traducen en más recaídas de los pacientes que, por sus características, requieren de un seguimiento estrecho para que no abandonen la terapia. “Se trata de poder atenderles en ese momento en el que piensan ‘si por una vez más no pasa nada”, explica. “La atención a los drogodependientes se basa en la motivación. Cuando dan el paso de pedir ayuda, hay estrategias para que vengan y continúen la terapia. Pero si les dices que vuelvan en un mes, es muy probable que no lo hagan”, añade. La fácil accesibilidad a los recursos es clave si se tiene en cuenta que los adictos tardan de media 10 años en pedir ayuda profesional, según el estudio de Proyecto Hombre.

Una vía para evitar las esperas es acudir a centros privados, pero no están al alcance de todos, menos aún con la crisis. Bien lo sabe Carmelo Ciudad. Tiene un familiar a su cargo adicto a las anfetaminas que recibe terapia en una comunidad terapéutica, separado de su entorno. De no haber una red pública, este profesor no cree que hubiera podido costear a su allegado un tratamiento privado. “Si estos enfermos no están en un centro especializado, tendrán que estar en otro sitio. Un hospital o la cárcel. Eso tampoco es rentable”, opina.

Los recortes en las ayudas sociales dificultan aún más la reinserción

Cruz Roja es otra de las grandes ONG que ha sufrido la tijera. Desde enero cuenta con dos centros menos en la Comunidad de Madrid, que no renovó el convenio con la organización. La medida, que afectó también a otras dos entidades, obligó a derivar a 1.200 pacientes a centros públicos ya existentes. Jesús Hernández, responsable del Plan de Salud de Cruz Roja, cree, sin embargo, que la crisis tiene otros efectos negativos sobre los pacientes, mayores incluso que los ocasionados por los cierres. En este sentido, pone el foco en “los recortes asociados a las rentas básicas de inserción o el acceso al trabajo de estas personas”. Unos factores que, dice, pueden agravar la situación de exclusión del colectivo.

El estigma es, sin duda, una segunda carga contra la que tienen que luchar los enfermos. Tras su pelea contra las drogas, Antonio José asegura que todavía es “el drogadicto que hacía cosas malas” en su pueblo. Él no quiere hacer borrón de su pasado —“no tengo que olvidar de dónde vengo”, dice—, pero necesita mirar al futuro. Ahora solo piensa en conservar su empleo y formar una familia con su novia. Clara también siente el peso del rechazo. “No me avergüenzo porque he salido”, dice. Pero prefiere mantener el anonimato para proteger a sus hijos. “Mucha gente no sabe lo que me ha pasado”.
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el dispreciau dice: como Usted sabe, como yo sé, como el otro sabe, como todos sabemos, intuimos, vislumbramos... el negocio de la planetario de la droga, está protegido por los estados ausentes y sus cajas negras, así como por las corporaciones y sus otras cajas negras (incluyendo los bancos), y desde luego también protegido y sostenido por las agencias de seguridad, alentando un sistema perverso que se alimenta de las miserias humanas propias y de los otros... mucha responsabilidad tienen los gobiernos europeos medievales, sus clases políticas, pero para ser justos, no se salva ningún estado ausente, ningún modelo político, ninguna clase política... las que luego hacen alarde de democracias y otras falsas repúblicas. Hace rato que se viene conversando cómo hacer para quitar cobertura a los enfermos crónicos, cómo dismunir estructura asistencial, y cómo hacer para quitar definitivamente los derechos de salud a las gentes... y desde luego, las clases políticas son tan incapaces como miedosas, así es que no se animan a arrasar con lo poco que queda... mucho más si se tiene en cuenta que dos tercios de la humanidad no tienen acceso alguno a cobertura de salud ninguna... y peor aún, mucho más si se tiene en cuenta que el tercio restante, tiene deficiencias crecientes, y carencias recurrentes a través de la aplicación de mecanismos que quitan, niegan, demoran, tratamientos imprescindibles... incluyendo en ello una prolija manipulación en la calidad de las vacunas, cada vez con más efectos adversos graves, cada vez con más efectos nocivos dilatados en el tiempo, de los que nadie se hace cargo porque el negocio es monumental, aún cuando sea para pocos. En dicho pozo van cayendo los adictos a las drogas, al tabaco, al alcohol, o a cualquier cosa provista y protegida por esos mismos estados ausentes... una vez más el espanto gana espacios... en desmedro de las gentes, cada vez más marginadas. Lo que esta clase política mundial está haciendo con las poblaciones humanas es un delito de lesa humanidad... y deberá ser castigado como tal, ya que intrínsecamente constituyen actos terroristas que intentan reducir población humana, así de sencillo. JUNIO 29, 2013.- 

viernes, 28 de junio de 2013

ENTRE MARX Y MAFALDA || La segunda juventud de Marx | Sociedad | EL PAÍS

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La segunda juventud de Marx

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En el 15-M los referentes van desde Hessel a Mafalda



Manifestación del Primero de Mayo en Madrid. / Cristóbal Manuel
El libro más vendido de la historia es la Biblia. El segundo es el Manifiesto comunista, de Karl Marx, una obra que ha visto resurgir sus ventas en los últimos años. Lo mismo sucede con El Capital, otra obra del filósofo alemán que vende cientos de miles de ejemplares en todo el mundo en versiones que sorprenderían sobremanera a su autor. En España, acaba de llegar a las librerías una edición de El Capital en versión manga (Herder), traducción de un volumen japonés del que se han vendido la friolera de 120.000 ejemplares. Se trata de una adaptación libre en la que se ha inspirado el director chino de teatro He Nian para convertirlo en un musical.


‘El Capital’ en versión manga ha vendido 120.000 ejemplares en Japón

Reaparecen, además, obras centradas en analizar la figura del pensador, como la biografía Karl Marx: A Nineteeth-Century Life, que acaba de publicar el profesor de la Universidad de Missouri Johathan Sperber. Y a ambos lados del Atlántico asistimos a representaciones de Marx en el Soho, del estadounidense Howard Zinn, una obra en la que el filósofo es enviado por error al SoHo neoyorquino de finales de los noventa en lugar de al Londres de la revolución industrial. El actor Brian Jones ha llevado esta obra durante los últimos años a decenas de salas universitarias (en abril la representó en el Massachusetts College of Liberal Arts) en EE UU y en Madrid se estrenó recientemente la versión adaptada Marx en Lavapiés.

La imagen y el pensamiento del pensador alemán, casi desterrados de los círculos políticos, académicos y culturales tras la caída soviética, resurge en un momento en el que una severa crisis promueve la búsqueda de respuestas alternativas al capitalismo convencional. Sin embargo, cuando de lo que hablamos es de grandes movimientos sociales como el 15-M o los Indignados, Marx comparte cartel con una ecléctica lista de referentes filosóficos y morales, que abarcan desde los documentales de Michael Moore hasta la película Inside Job, pasando por las obras de autores como Stéphane Hessel y José Luis Sampedro, el creador de cómics Ivà (Historias de la puta mili) o personajes como Mafalda.

La obra ‘Marx en el Soho’, de Howard Zinn, retorna a las salas en varios países

En lo académico, hay autores que llegaron al marxismo en los sesenta y setenta y siguen considerándolo una herramienta válida para interpretar la realidad. Entre ellos figura Juan Ramón Capella, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Barcelona, que sostiene que “el marxismo resulta clave para entender el presente”. Una tesis similar a la del historiador Carlos Martínez-Shaw o el filósofo francés Jacques Rancière. Otros han descubierto a Marx tras una larga trayectoria en la otra orilla. El economista grecoaustraliano Yanis Varoufakis, profesor en la Universidad de Texas tras ser asesor de George Papandreu cuando este gobernaba, declaró recientemente: “La única forma en que he podido hacerme inteligible el mundo es a través de los ojos metodológicos de Marx. Hecho que basta para hacer de mí un teórico marxista”. En una línea similar estaría el filósofo italiano Gianni Vattimo, que llega al marxismo desde el cristianismo y Heidegger.
En los antípodas se sitúan autores como Miquel Porta Perales, autor del libro La tentación liberal, quien sostiene que “el marxismo, como teoría de interpretación y transformación del mundo, entró en crisis hace décadas: el materialismo dialéctico es una entelequia; el materialismo histórico, una manera más de aproximarse a la historia; la lucha de clases, una pugna que busca más trabajo y mayor salario; el proletariado, un ente que desea integrarse en una prosperity capitalista hoy en crisis; la democracia real, una forma de despotismo; la sociedad sin clases, el paradigma de la sociedad cerrada”. Pese a su dura diatriba, Porta Perales reconoce que el marxismo retorna “porque ofrece certeza antiliberal y confort radical: la certeza que permite confirmar ¡por fin! la verdad última del capitalismo explotador; el confort que se obtiene al proponer ¡por fin! una alternativa al sistema”.
El economista Joaquín Trigo, del Instituto de Estudios Económicos, que en su juventud se sintió atraído por el marxismo, sostiene hoy que carece de vigencia y que Marx “nunca estuvo en una fábrica”, así que sus análisis ni sirven ahora, ni servían antes.


El teórico no tuvo en cuenta cuestiones como la ecología o el género

Joana García Grenzner, feminista vinculada a los Indignados, sostiene que el marxismo sí sirve para cubrir un vacío a la hora de analizar la realidad social y económica. Grenzner toma a Marx como una de sus referencias a pesar de que apenas trató dos de los asuntos centrales para ella: el feminismo y el ecologismo. La activista insiste en que sus opiniones son solo suyas y no representan a ningún movimiento. Una precisión que también hacen varios adheridos al 15-M en Barcelona, que para pronunciarse sobre este asunto tuvieron que celebrar una asamblea para recoger opiniones, todas “individuales”.

Según estos activistas, su acercamiento al marxismo es indirecto. “Tenemos en común la crítica al capitalismo”, dicen Paco y Pepe. Cuando repasan los autores que les han influido citan a Sampedro, Hessel, Chomsky, Orwell, Huxley y Kropotkin. Un miembro de la asamblea cita también a Marx y Trotsky. Paco destaca la fuerte influencia para él de las historias antimilitaristas de Ivà, las tiras de Mafalda o un libro como La economía no existe (Los libros del lince), del periodista Antonio Baños.
Varios de los participantes en el debate señalaron que sus principales fuentes de inspiración son la calle, los movimientos sindicales y vecinales, la plataforma antidesahucios y las redes sociales, además de las llamadas “primaveras árabes”. “Bebemos más de los autores underground que de los clásicos”, “los clásicos son muy duros”, dice Pepe.

“Lo que le da sentido es la lucha contra la injusticia”, dice Manuel Cruz

La dificultad que algunos de estos textos suponen para parte del público fue algo que tuvo en cuenta la editorial Nórdica Libros a la hora de publicar el Manifiesto Comunista en versión ilustrada, uno de los libros más vendidos en la feria del libro de Madrid de 2012. Según su editor, Diego Moreno, “uno de los motivos por los que publicamos el libro es la vigencia de muchos de sus apartados, pero también queríamos hacer una edición que llegase a un público amplio. Se trata de uno de los clásicos del pensamiento occidental. Queríamos alejarnos de los prejuicios que sienten muchos”. Su colega, Raimund Herder, afirma: “Hemos editado libros como Comunismo Hermenéutico de Gianni Vattimo y Santiago Zabala o la versión manga de El Capital porque, 23 años después del fracaso soviético, tenemos que reconocer que su oponente, el liberalismo, también ha fracasado, con consecuencias fatales para la sociedad, la democracia, la ecología”. “Vattimo no propone volver al comunismo o un marxismo metafísico, señala, sino recuperar sus ideas aún vigentes”.

El aparente reverdecer de Marx ha sido reseñado por autores como Stuart Jeffries, columnista del diario británico The Guardian, que tituló uno de sus recientes artículos casi con una declaración: Por qué el marxismo renace de Nuevo. El escritor Jonathan Sperber se preguntaba en sus mismas páginas: ¿Es Marx aún relevante? Y la respuesta era afirmativa, con mención especial de su valía para entender las crisis recurrentes del capitalismo.

Según el catedrático Juan Ramón Capella, “los instrumentos de análisis de Marx, en general, siguen siendo válidos”. En particular, para explicar “tres fenómenos: las crisis cíclicas del capitalismo, la concentración del poder económico y la contrarrevolución política, consecuencia de la caída del beneficio capitalista”. El profesor considera que no hay que tomar a Marx como un dogma: “Él conoció la primera revolución industrial y nosotros estamos en la tercera”. Además, “era un convencido del progreso técnico y no vio algunos de los peligros del desarrollismo. Por ejemplo, no comprendió la elasticidad indefinida de las necesidades humanas”. Pero la idea que expresa el lema “socialismo o barbarie” sigue siendo válida, opina. “La barbarie es una sociedad sin reglamentar, a merced solo del mercado”, señala, para concluir: “Hay quien defiende el ultraliberalismo con el argumento de que el Estado no entiende de economía. Bueno, el mercado tampoco”.

“Ofrece certeza antiliberal y confort radical”, afirma Miquel Porta Perales

Que Marx permite formular respuestas a los retos actuales es algo que sostienen también el catedrático Carlos Martínez-Shaw, el economista Carlos Berzosa, el filósofo Manuel Cruz o el dirigente del PCE José Luis Centella, entre otros. Según Berzosa, “Marx nunca ha perdido vigencia, aunque sí ha habido intentos de anularlo, de relegarlo a la historia”. Tras el hundimiento del socialismo real, señala, “se le atacó con el argumento de que había perdido vigencia, pero hoy podemos ver la importancia de sus análisis”. Berzosa, como Capella, no pretende que Marx acertara en todo. “Hay que leer a Marx de forma abierta, porque él no tuvo en cuenta aspectos como la ecología o la lucha de género”. En un sentido similar se expresa Centella. “Marx no es un catecismo ni una máquina de dar respuestas, pero nos permite entender que la crisis no es cosa de unos golfos, sino que está vinculada a la estructura económica del capitalismo”.

Manuel Cruz, profesor de Filosofía en la Universidad de Barcelona, reflexiona: “La crisis del marxismo suele presentarse como algo evidente, a partir del fracaso del denominado socialismo real. Pero el marxismo no es solo eso. No caben descalificaciones genéricas: quienes cuestionen la cientificidad de los análisis marxianos vienen obligados a demostrar científicamente su falsedad o sus errores”. En su opinión, “el elemento que proporciona sentido y coherencia al marxismo es el impulso moral por acabar con la injusticia. Por eso no tiene derecho a reclamarse del marxismo ni el marxista de salón ni el oscuro burócrata del aparato de partido, sino quien, desde el conocimiento y la voluntad de transformar, posee también la sensibilidad que le hace vivir como intolerable el sufrimiento humano provocado por un orden social injusto”.

Carlos Berzosa: “Nunca ha perdido vigencia, aunque se intenta anularlo”

Para Albert Recio, profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, “Marx no solo no ha caducado, es un gran clásico y está ganando vigencia y aceptación social debido a la crisis”. Sus ideas valen especialmente para explicar “los conflictos de clase, la crítica al capitalismo y el empleo del ejército industrial de reserva”, expresión que Marx emplea para referirse a los parados. En El capital, no deja de anotar la relación directa entre el salario y el número de personas en paro. En cambio, dice Recio, “Marx no vio la importancia de las estructuras nacionales, un asunto que llevó a la segunda generación de marxistas [Lenin y Rosa Luxemburgo, sobre todo] a abrir el debate sobre el imperialismo”. Tampoco pudo atisbar “la cuestión ecológica por su visión del progreso tecnológico ni la importancia real de las relaciones de género, pese a que Engels sí hizo algunas aproximaciones”. Donde el marxismo sigue en franco retroceso, apunta Recio, es en la Academia “dominada por el pensamiento neoliberal, que ha emprendido una fuerte ofensiva contra las visiones críticas hacia el capitalismo”.

Joan Coscubiela, diputado por ICV, y Fernando Lezcano, portavoz de CC OO, recurren al pensador italiano Antonio Gramsci para referirse a la “hegemonía” de las ideas liberales. Según Coscubiela, “la ofensiva de la derecha en los ochenta colocó al marxismo a la defensiva”. “La sociedad vio cómo todo se convertía en producto a merced del mercado. Hasta la educación o la sanidad”. Lo peor, asegura, es que aquella gran ofensiva ideológica hizo mella en “cierta izquierda”. Cree Coscubiela que un momento culminante de la rendición ideológica de la izquierda se aprecia en la renuncia del PSOE al marxismo, a propuesta de Felipe González: “Es el gran triunfo de una derecha que obliga a la izquierda a renunciar a su ideología”. Lezcano lo resume así: “La derecha consigue hacer creer a la mayoría de la población que sus valores son los valores de toda la sociedad. Que No caben otros”.


el dispreciau dice: ha quedado demostrado que las derechas no sirven, como también ha quedado demostrado que las izquierdas tampoco lo hacen, así como ha quedado demostrado que el capitalismo es una fábrica de daños sociales, y así como ha quedado demostrado plenamente que los estados políticos son fábricas de corrupciones en serie, transformando los derechos sociales en factores esclavizantes... la sociedad humana necesita un cambio de fondo, de contenidos, una ratificación de los valores éticos y de los otros filosóficos, ya que de lo contrario se extinguirá irremisiblemente consumida por los conflictos que suelen alimentar a las miserias humanas enquistadas en las derechas y las izquierdas, en las corporaciones y en los estados ausentes, que han asumido roles persecutorios a cambio de no hacer nada por nadie... mientras los políticos asaltan a la consciencia pública, se dedican a depredar todo lo que encuentran a su paso, para luego hacer discursos vacíos sobre el azul del cielo o el calor del SOL... y no da para más... Marx tiene algunas buenas razones... no más que eso... mientras que Mafalda es una expresión genuina de la inteligencia social, de las observaciones, las lecturas intermedias... de ambas apreciaciones puede salir algo muy bueno... algo así como que nadie es dueño de nadie... algo así como que sólo los estados pueden ser responsables por los recursos de todos los seres humanos... algo así como que ningún puesto político puede ser ocupado por más de cuatro años terrestres... algo así como que ningún funcionario puede permanecer en el mismo puesto por más de aquellos cuatro años terrestres... algo semejante a que todos, absolutamente todos, alguna vez deben ceder sus tiempos para contribuir a fines sociales genuinos, necesidades ciertas, ayudas prudentes, sin necesidad de mentir caridades como hacen muchas organizaciones de la propia Iglesia Católica, que viven a ultranza de los pobres que ellos mismos contribuyen a fabricar, para luego vestirse de solidarios... y también, exigir la misma condición efímera a jueces, a educacdores, a sanadores... ya que de lo contrario, muchos se adueñan de sus posiciones y se las creen... imponiéndose por desprecio del prójimo, algo que no debiera suceder jamás... ya que a nadie le sirve tener políticos inmortales desgobernando a gentes libradas a sus suertes, mientras engordan haciendo nada por nadie... los ejemplos sobran desde "típodas" hasta las "antípodas"... repletas de inútiles con forma humana, disfrazados de agoreros economistas del FMI, o bien haciendo alarde de democracias inexistentes, de repúblicas tramposas y otras tantas mentirosas, que no son más que dictaduras carentes de ideas, aunque sí desbordantes de avaricias y de angurrias, envidias por saquear al inconsciente colectivo... y hasta aquí llegamos... La tormenta esbozada ayer conlleva una tensión donde convergen energías sociales invisibles, químicas de las personas, y tiempos vencidos... donde ya no hay más lugar para las políticas conocidas ni tampoco para las economías perversas de los protocolos de los sabios de Sion, devenidos en pseudo dioses de barro. JUNIO 28, 2013.-

jueves, 27 de junio de 2013

TORMENTA Y TENSIÓN ► [Henciclo] interruptor - Sturm und Drang entreverado - la columna de H enciclopedia

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interruptor_Sturm und Drang entreverado



  EL PRESIDENTE Y SU RELATIVISMO INFANTIL

Sturm und Drang entreverado

Aldo Mazzucchelli


El señor Presidente comenzó su
período de gobierno en aquel discurso grávido, abrumado de futuro y promesas, ante la Asamblea General, diciendo que el problema central del país era la educación. Difícil no estar de acuerdo, al menos de una manera vaga y general
—aunque yo pienso, más bien, que el problema central de la educación es el país. En cualquier caso, no hay duda de que ambas cosas son “centrales”. La propuesta y la apuesta del Presidente era importante, y era buena. El Presidente no se equivocó cuando apuntó allá. Ya se sabe que un país sin ciudadanos mental y espiritualmente autónomos y sin mano de obra calificada crece solamente hasta donde sus ciudadanos se lo permiten. Varios economistas han venido advirtiendo en los últimos tiempos que en ese aspecto estamos golpeando ya la cabeza contra el cielo raso.

La apuesta de Mujica, como tantas otras, fue la correcta. Salvo que hoy, más de medio período de gobierno más tarde, la educación pública está en el mismo estado ideativo de las últimas décadas, pero peor, puesto que cada vuelta de la misma sanata de siempre reduce su contenido y credibilidad un poco más. El mismo entrevero educativo de siempre se compone de repetidas cosas que, por conocidas, más vale obviar. Se agrega ahora cinco docentes expulsados de sus sindicatos, porque, en la bruma de una “teoría” clasista sacada de quicio, un “jerarca”, aunque lo sea de ANEP, es más o menos lo mismo que el propietario de un medio de producción. Como si el Estado fuera una usina compareciente en multitud dispersa de galpones. En esa teoría el “jerarca”, en lugar de ser un igual pero más formado y con más cojones, por lo que ha asumido más responsabilidad, es meramente “el que manda”, el poderoso, y aquel a quien, en consecuencia (porque el dogma pseudodemocrático del Uruguay de hogaño es una versión warped del gauchazo “naides es más que naides”) hay que odiar, segregar, cuya voz se debe suprimir. Más o menos de espaldas, o al menos de refilón a todo ello, una sociedad civil harta, buscando a toda costa pasarse, en una patera si es preciso, a la educación privada.

Así como el Presidente no se equivocó al definir el rumbo, tampoco se equivocó al evaluar, por ejemplo en abril del 2012, que en materia pedagógica la antigua nave del Estado (últimamente se percibe un gusto especial por las metáforas fosilizadas, gastadas, rancias) se había ido, una vez más, a pique. “Invertimos mal el presupuesto que hemos destinado a la educación” dijo, y reconoció un “fracaso” en ese ámbito.

La situación a esa altura se volvía melancólica, si no desopilante. Declarado el naufragio educativo por parte del capitán, ¿qué hacemos los uruguayos? ¿Abandonamos el barco a nado? ¿Nos mudamos a otra lengua y otra historia? ¿Inauguramos escuelas particulares en la cocina de nuestras casas para que nuestros hijos estudien en el mayor de los solipsismos? ¿Dedicamos más recursos a la conexión a internet[1] e inscribimos a nuestros hijos en algún MOOC de Harvard o Stanford o Cambridge, para que aprendan, además de matemáticas y ciencias en serio, algo de lengua y de historia, aunque sea ajenas, puesto que es gratis? ¿Declaramos que, puesto que nosotros no podemos hacerlo bien, la educación no existe y no es importante?

El Presidente ha venido elaborando, en general en público, el naufragio oficial. Naufragio de cuyas causas seguramente no se sabrá ajeno, considerando cuánto ha hecho desde los años sesenta para dinamitar la lógica racionalista, ilustrada y, si bien limitada, al menos honestamente consciente de sus limitaciones, del Uruguay pre-tupamarodictatorial. Aunque, hay que reconocerlo también, es claro que Mujica es ciudadano de los que no solo ha reconocido en su fuero íntimo mucho del disparate anterior, sino que además tiene la valentía y la sabiduría de decirlo en público. En esa elaboración pública de un duelo (que de todos modos debiera ser una cuestión más personal o generacional, que pública y oficial), uno de los momentos de mayor lucidez de nuestro Presidente fue cuando anotó algo, sobre lo que también se advertía hace casi un año, en una columna anterior de interruptor. Algo tan obvio que había desaparecido de las discusiones, esto es, que los problemas de la educación no pueden seguir achacándose sin más a “la educación”.

Dijo el Presidente: “no le pidamos a la enseñanza que corrija males colectivos que son hijos de la civilización y de la marcha de nuestra sociedad”, agregando luego, entre otros aciertos, que no acepta que “los problemas sociales o la falta de valores se la atribuya a la enseñanza, teniendo en cuenta que somos los individuos los que no aceptamos ninguna responsabilidad como propia, sino que siempre la culpa la tiene el otro”. Claro que estas declaraciones, so pena de volverse flagrantemente autocontradictorias, deben hacer la salvedad de que algo de la responsabilidad del fracaso educativo tiene que ser asumida por los educadores. Caso contrario, ahora serían los educadores quienes declararían que “la culpa la tiene el otro”.

Tiene razón una vez más Mujica, que si bien no arregla nada, al menos no se equivoca en varios de sus diagnósticos sobre males con los que el Estado, generalmente se piensa, debiera tener algo que hacer. Efectivamente, un problema de la “discusión educativa” local del que se notifica en público el Presidente es mantener el supuesto de que “la educación” es algo así como una de los tantos galpones que el Estado administra y que debería hacer andar bien. No se diferencia tal concepción insular e instrumental de la educación de la que tienen los sindicatos respecto del Estado y sus dependencias como un conjunto más de fábricas de la época de la revolución industrial, donde los jerarcas son patrones. Para la concepción más ventilada en público en los últimos años, “la Educación” (ya tal nominalización aparaguada de un problema más complicado que el genoma genera escalofríos) es como “la Ancap” o “la Ose”, un área más o menos física del Estado compuesta de edificios, papeleras, baños, tizas, pantallas, rotafolios en desuso, bustos de Artigas, cuadros de Varela, banderas de a tres, plantas languidecientes, educandos y educadores, y empleados de varia condición, donde simplemente si se apretase algunas clavijas, sacaríamos mejores notas en el próximo PISA.

Una inocultable metáfora materialista y utilitarista subyace a tal desesperante “discusión educativa” criolla, que se muerde la cola y es incapaz de avanzar un paso más allá del diagnóstico autoflagelante “estamos cada vez peor”. Sin embargo, como se sabe hace muchas décadas y como Mujica viene a reconocer ahora oficialmente, la educación tiene un problema más importante que ella misma, y ese problema es la sociedad. El país. Es el país en sus creencias y en sus automatismos mentales y de valores lo que hace que un docente no pueda hacer mucho más que reproducir tales condiciones de origen, salvo que se le permita incidir decisivamente en el contexto. Dicho de otro modo, que la escuela se convierta en el grupo de referencia prioritario de los ciudadanos que tienen, en sus familias y sus culturas de base, un conjunto de valores, digamos “diversos” respecto de los que inspirase la reforma de Varela y sus centenarias secuelas, valores que conspiran directa y militantemente contra los resultados escolares deseados.

Mujica y la gente educada
Al tiempo que el Presidente dice cosas trágicamente acertadas acerca de todo lo que no es capaz de hacer el Estado que él dirige para mejorar el naufragio educativo, el Presidente compensa el acierto con algunos errores escandalosos, que se pueden resumir en uno solo: subirse al carro de la cosa facilonga dominante, y darle palo a los educados, a los que despectivamente llama de “intelectuales”, y ya que está a los universitarios en general, sean científicos, escribanos, agrónomos, abogados. La sombra que subyace a las repetidas intervenciones del Presidente en estos asuntos puede interpretarse de varias formas, y cada una es peor que las otras. Una de esas posibles interpretaciones es que Mujica quiere congraciarse con la barra de los que no han accedido a la educación superior, y usa para ello el argumento tribal número uno: nosotros contra ellos. Otra interpretación es que el Presidente, admitiendo el naufragio educativo, quiere hacernos creer a todos que el problema después de todo, puesto que no hemos sabido solucionarlo, debe ser obviado por la sociedad en su conjunto, algo como: “no sabemos ya como enseñar lengua ni ciencias, ¿y qué? Somos unos crack igual, y la vamos a sacar adelante por otro lado, como siempre lo hemos hecho.”Otra lectura es que él ha visto, igual que hemos visto todos, que hay algunos profesionales que obran mal. Es notablemente equivocado hacer inducción sobre esa base y cargarle la cuenta a todos los profesionales universitarios,  como parece hacer Mujica cada tanto.

La mejor de las interpretaciones posibles de estos incidentes sería que Mujica desea darle más importancia relativa a las profesiones manuales y a los oficios (y más reconocimiento público a sus practicantes), en detrimento de un exceso de abogados y otras profesiones liberales. En línea con eso estaría por ejemplo la creación de la universidad tecnológica. Emite así un discurso de valoración relativa mayor de unos sobre otros. Si ese es el asunto, el Presidente puede tener razón en el objetivo que busca, pero su camino es tan errado —no hace falta oponer lo que no se opone, y mucho menos denigrando a una parte de la ciudadanía en el camino— que destruye toda viabilidad para lo que quiere.

El Romanticismo que el alma pronuncia
El grupo de alemanes luego conocido por el mote de Sturm und Drang empezó a desarrollar por los 1770s, con Herder y Goethe primero y luego con muchos otros, una corriente opositora a las pretensiones de universalidad que cuajaban ya hace tiempo en racionalismo, ciencia e ilustración. La Ilustración tuvo el sueño de identificar en la naturaleza estándares que organizasen la aparente diversidad de la empresa humana en líneas seguras y estables.

Como lo resume Erich Auerbach en un famoso artículo sobre Vico (“Vico y el historicismo estético”), hubo muchas opiniones acerca de qué sería tal “naturaleza”, la que se identificó a veces con la humanidad primitiva y originaria, a veces, en el otro extremo, con la Razón iluminada. De lo que no cabía dudas era que se buscó construir un proyecto que hiciese abstracción, aunque sea momentáneamente, de las diferencias locales y las microscopías individuales, para hacer posibles bases para proyectos comunes. 
 
La reacción romántica ante el racionalismo cobró potencial para ser, a lomos del historicismo que inauguró, a veces fuerza terriblemente conservadora, al introducir las ideas de evolución orgánica y natural en la historia misma, lo cual habilitó a ver algo naturalmente bueno en toda resistencia, en nombre de lo primigenio, la tierra y el pueblo, al progreso impulsado por la razón. De la noción correcta (también historicista) de que cada momento histórico y cada cultura tiene su propia forma de dignidad, apreciable por sí misma, hubo derrapes a una actitud valorativa donde todo lo primitivo o lejano se idealizaba y se usaba como fuerza de choque contra cualquier cosa que políticamente se considerase enemiga en el presente. Lo que también daría, por ejemplo, fundamento para los nacionalismos europeos radicales (paneslavismo, pangermanismo, etc.) que invocaban un pasado esencializado en raza e idealizado en general, y que desembocarían luego en fascismo y nazismo. 

Pero, pese a su costado problemático, el romanticismo es una actitud con la que es muy fácil sintonizar, y por buenas razones. Sirve a la individuación y a la búsqueda personal, ayuda a desconfiar de la autoridad, promueve la creatividad, defiende al distinto, y al prorizar siempre lo posible por sobre lo real, da esperanzas en que siempre se puede ir más allá y hacer algo mejor, al tiempo que acuna las fealdades del hoy en un ayer siempre más hermoso. Encima, no apoya ningún sistema de reglas sino que muestra con claridad el carácter hasta cierto punto convencional y por tanto “falso” de cada uno de ellos. Tiene todas esas ventajas y, en la lucha con los valores aparentemente rígidos del racionalismo ilustrado, tiene todas las de ganar, porque es más simpático al sujeto de a pie y su épica individual. Es, en eso, indudablemente más útil para despertar el aplauso de la tribuna que las áridas líneas geométricas de la Ilustración, que raramente representen a alguien.

Así las cosas, puede aventurarse que las robinsonadas educativas y antiuniversitarias de Mujica son una floración más de la vieja cultura anarca y romántica que lo ha nutrido desde el principio, así como es difícil no ver que mientras el Uruguay real (es decir, el privado y el que, desde dentro del Estado, no se ha desconectado del mundo exterior) crea, crece, y se va convirtiendo en sí mismo al ritmo de los medios y las necesidades contemporáneas, hay otro Uruguay gigantesco que se resiste a patadas y a escupitajos a escuchar nada que no sea la misma sanata romántica de siempre. Entonces, al promover tales valores románticos, de un relativismo a esta altura infantil, el Presidente le echa nafta al fuego del fracaso educativo. Queriendo “educar al pueblo en sus propios términos”, despreciando la Universidad y pasando señales entreveradas respecto del fracaso educativo, no se da cuenta que es precisamente más interesante ahora prestar atención al lado antipático e iluminista del proyecto moderno (es decir, antiguo), porque es en él donde hay un par de verdades viejas que servirían ahora para una cantidad de cosas. 

No se trata de imponer autoridad arbitraria, ni de volver al pasado, sino de que Uruguay se proponga a sí mismo un mínimo de organización y objetivos comunes a toda la sociedad (id est: universales), sin los cuales, garantido, no  hay ningún sistema educativo que funcione. Los consabidos Finlandia o Chile, y muchos otros, tienen mejores resultados porque tales sociedades, con los problemas que tengan, no están aun en una fase tan avanzada del relativismo solipsista a la uruguaya, en el que buena parte del país se mira el ombligo intrigado acerca de cómo se dará la “próxima fase del proceso de cambios”, cuál será el “tipo de sociedad a construir”, y otras pamplinas por el estilo en las que solo puede creer un grupo de gente a quien el Estado le ha dado una beca para que pierdan contacto con toda coordenada de tiempo y espacio. Me refiero no a un científico loco o un profesor de Humanidades, sino a un empleado del Correo, de Afe, del Gas, de la Intendencia Municipal de Montevideo, y de muchas entidades similares a esas, los que sumados son un porcentaje sustancial de nuestra fuerza de trabajo, y los que van componiendo el núcleo duro de la doxa uruguaya.

Mujica, al devanar su romanticismo fundamental mientras la educación pública se pulveriza, confunde aserrín con pan rallado: el presidente en tanto individuo y luchador social podrá tener todo el amor que quiera por el Romanticismo y sus derivaciones, reverenciar el trabajo manual y la repentización del genio frente a la necesaria formalidad del hombre común que busca hacerse camino con esfuerzo y disciplina en el mundo del saber abstracto, y se puede reír cuanto quiera de las formas, sobrar a los formales que aun quieren hacer las cosas de acuerdo a ciertas reglas, y darle palo a los tragas y los educados. Pero, en tanto Jefe de Estado, no tiene derecho a permitir que esa dimensión personal oriente sus funciones ni su pensar educativo. Si el Presidente cree que ha fracasado, no tiene que decirlo en público despertando lástima o conmiseración, o risa, o animando algún tipo de reacción personal (“qué honesto que es el Presidente”, o “mirá qué capo como se ríe de los perejiles que la yugan de ocho a siete”). Tanto o más que un presidente honesto, se precisa uno serio, que entienda la diferencia entre su peripecia y la de su país, y que deje de llevarse puestas las tareas colectivas, reduciéndolas a una épica de boliche en la que si todos nos vemos identificados, todos nos perdemos también. 

El Estado no puede ser Romántico, salvo que quiera acabar en fascismo y en desastre. La Razón, que es bastante mala para guiar una  vida individual, es todavía insustituible para funcionar a nivel institucional garantizando, con la fuerza de la regla y la aspiración de universalidad, las avivadas de los sujetos particulares que siempre van a querer sacar ventaja particular de lo que es común y general. El contagio que viene trasladando semejantes reacciones emocionales y formas de ver personales y subjetivas a asuntos que son de todos y deberían entenderse, a toda costa, de modo objetivo, es uno de los venenos más conspicuos que viene, con la filosofía de entrevero del Pepe, remachando desde arriba el fracaso educativo en el Uruguay.

Nota:
[1]Este tema de invertir más en internet es, en el Uruguay, una licencia poética. El monopolio y las prioridades de Antel en este asunto, aun con su inversión para conectar todos los hogares a fibra óptica, arroja como resultado hoy, en la conexión de mi casa a tal fibra óptica, una velocidad de bajada de 1,5 mbps a las 3 de la mañana, y de 0,3 mbps a las nueve de la noche. Un mes atrás, la conexión en otra casa en el exterior del país que cuesta menos de cuarenta dólares al mes y también he medido, con el mismo instrumento, arroja constantemente valores de 25 a 45 mbps. El lector desconfiado puede probar sus propias velocidades gratuitamente aquí, y fiscalizar con números los servicios del Estado, algo que hay que empezar a hacer mucho, pero mucho más en serio.


el dispreciau dice: me gusta el idioma alemán, ese mismo que a otros asusta por sus complejidades gramaticales... será porque en la adolescencia tuve que estudiar latín, lengua a la que no odiaba en lo absoluto... o un poco de griego, que tampoco me asustaba... en fin, luego de dar vueltas por el mundo se me han ido pegando muchos "apegos" lingüísticos y culturales, mucho más si se acercan al imperio austro-húngaro donde me he sentido, a pesar de ser argentino, como en casa, siendo uno más del paisaje... algo que me ha hecho suponer que anduve por allí en alguna vida anterior... más allá de las alteraciones, tristes por cierto, de esta etapa de la civilización humana, suelo ver con espanto cómo la sociedad humana viene en caída libre... por algún artilugio tejido en la ecuación donde se despejan los sentidos sociales, sus valores, la educación y la cultura, la salud y la enfermedad (sembrada intencionalmente para engordar negocios raros), los puestos laborales transformados en esclavitudes o en quitas de dignidades, los techos hipotecados y los otros asaltados por los bancos, y hasta las ideas manipuladas por los medios devenidos en jueces... ello me hace pensar en una tormenta global donde las tensiones van enrareciendo la atmósfera hasta licuarla en un océano de indignaciones, derivado en un tsunami de apasionadas pasiones arrasando con cuanto político se le ponga en el camino, al mejor estilo de la revolución por los Zares, o bien al mejor estilo de una renovada Revolución Francesa, devorando a la inquisición reinante en los estados ausentes. Veo la indignación de Brasil y pienso: "esto no da para más"... y veo la guerra ideológica de nuestro país, y pienso "ninguna de las partes hace foco en el problema"... peor aún si miro a la Europa Medieval, donde el desconcierto reina de la mano de las recetas del FMI... y ni qué hablar si miro hacia el sueño americano convertido en la pesadilla de corporaciones que no entienden que se terminó el tiempo. Hay un empecinamiento en sostener los roles ganados al precio que sea, sin atender que los prójimos tienen sus propios roles, sin atender que las sociedades humanas (no aquella que dibujan los intereses y sus conveniencias) tienen inteligencia propia expresada a través de la cultura, entendiendo por ello no a la cultura de las editoriales y sus editores, sino a la cultura del pensamiento colectivo enlazado vaya a saber por qué artilugio. La cuestión global es que la tensión social está aumentando al modo de una olla a presión, con tapa al vacío y con válvula tapada... las corporaciones quieren seguir vendiendo soja... mientras que las sociedades humanas se han empobrecido por defecto de derechos humanos y ciudadanos, exterminados gracias a la sociedad del pensamiento relativo entre las corporaciones y las clases políticas vacías... diseñando un "algo" indefendible e indefinible que "no da para más". Traducido, el modelo europeo del colonialismo industrial no le ha servido a la humanidad... como tampoco le ha servido el modelo del sueño de pocos americanos convertido en pesadilla para muchos americanos y no americanos... como tampoco ha servido el comunismo social de los chinos... y como mucho menos han servido los modelos esclavistas de India, Corea, China, Japón y todo aquel rincón del mundo de los parias disfrazados de exitosos laburantes... ni qué hablar de los petrodólares y las primaveras musulmanas, transformadas en hogueras con inocentes dentro. ¿Sirve?... NO sirve... lo cual demuestra que fabricar pobres, marginados e indigentes para salvar bancos, tampoco sirve... lo cual demuestra que sostener corporaciones quebradas con mercados inexistentes, tampoco sirve... lo cual demuestra que el negocio de la droga en manos chinas, mexicanas y colombianas, tampoco es como lo cuentan, sino mucho peor... lo cual demuestra que el tráfico de personas no tiene sentido alguno, salvo para un grupúsculo de inútiles que viven sin hacer nada... lo cual demuestra que los estados ausentes no son más que recaudadores funcionales a algún reino desconocido, que tampoco cumple ninguna función, por ende no haciendo nada por nadie. En este contexto la tormenta que se avecina es grande, podría decirse que es "global"... ya que son más las cosas que no tienen sentido que aquellas que aún lo tienen... y no hace falta ser un genio para vislumbrar un muy cercano final, hordas humanas arrasando con cuanto estado existe a pesar de su ausencia. Curiosamente, la humanidad ha abandonado la línea socio-cultural para exaltar a los individuos en sus individualidades, por ende los vínculos entre las personas ha pasado a ubicarse en un décimo segundo plano, sin encajar en ninguna parte... tanto es así que las relaciones humanas, además de ser efímeras se han transformado en utópicas, plenas de segundas intenciones, usos, abusos, desprecios, y oportunismos inconducentes... no obstante ello, el ser humano está condenado a ser social, al menos eso consta en todas y cada una de las sagradas escrituras... pero cuando salgo a la calle, miro con espanto que la tribu está siendo exterminada por inducción... y me pregunto: ¿dónde irá a parar la humanidad sin un sentido social de la vida?... ¿qué será de la humanidad si sigue alentando los individualismos feministas y machistas?... ¿qué será de la humanidad si sigue exacerbando las competencias que aportan mucho a los bolsillos de pocos y nada a los valores de los muchos?... indudablemente este modelo económico ha caducado y sistema político ha vencido... y la humanidad debe concertar una renovación sin conflictos, antes que sea demasiado tarde, que no haya más nada qué decir... y que los mentores de esta tragedia, se rasguen las vestiduras pidiendo perdón por lo que hicieron al futuro de sus propias descendencias. Las tormentas pasan, sí, pero si guardan mucha tensión o si duran mucho, terminan cambiando el concierto de los paisajes... para siempre. JUNIO 27, 2013.-

miércoles, 26 de junio de 2013

SALVAR A LAS BALLENAS... ► Australia cuestiona ante el Tribunal de Justicia de la ONU que Japón cace ballenas

Australia cuestiona ante el Tribunal de Justicia de la ONU que Japón cace ballenas

Australia cuestiona ante el Tribunal de Justicia de la ONU que Japón cace ballenas

Arranca la vista oral sobre la demanda australiana, presentada en 2010, que denuncia la captura nipona de cetáceos en la Antártida con fines comerciales


Miembros de una flota de barcos balleneros miden el perímetro de un cachalote. Regresaron a Japón tras la caza de 158 ballenas. / AP

La caza de ballenas en la Antártida llega este martes al Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de la mano de Australia, que ha denunciado a Japón ante los jueces de la ONU por comerciar con la carne de cetáceo y pide que se ponga fin a esta práctica. Tokio, de su lado, asegura que sus incursiones en la Antártida, iniciadas en 1987, son legales y responden a fines científicos. Ambas partes se verán las caras durante las vistas orales del contencioso, al que se ha sumado Nueva Zelanda en apoyo de la postura australiana.

Japón es uno de los principales socios comerciales de Australia, detalle que la delegación de Canberra ha subrayado en su alegato inicial con la siguiente frase: “Diferimos en un solo extremo, la caza de ballenas, para la que pedimos una definición exacta de lo que constituye un interés científico. Porque Japón ejerce una actividad comercial enmascarada. Pero atesoramos nuestra buena sintonía”. De ahí que la demanda, interpuesta en 2010, haya sido justificada como la “mejor manera de resolver diferencias entre dos países amigos”. Ambos pertenecen a la Comisión Ballenera Internacional (CBI), creada en 1946 por la Convención Internacional que regula la caza y comercio de cetáceos. Tanta cercanía no ha suavizado, sin embargo, el malestar de Tokio por haber sido arrastrado ante el TIJ. A su vez, Nueva Zelanda hubiera preferido que el litigio se resolviera por medios diplomáticos.

La defensa de las ballenas a escala internacional se remonta a 1972, cuando la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo, aprobó una propuesta de moratoria de una década en la caza comercial. Así podría recuperarse la población de cetáceos amenazados de extinción. En 1982, la propia CBI decidió por fin detener la caza comercial imponiendo la moratoria, que entró en vigor en la temporada 1985-1986. A pesar de ello, Japón siguió cazando al acogerse al artículo VIII de la propia Convención, que permite la captura con fines científicos. Aunque no participan en este diferendo, también Noruega e Islandia promueven actualmente la caza controlada para usos comerciales.

Según la Comisión Ballenera, unos 1.600 ejemplares son cazados al año a pesar de moratoria comercial de 1986. Desde entonces, más de 33.000 ejemplares han perecido en el mundo a manos de los arpones balleneros. Entre 2008 y 2009, Japón capturó 1.004 cetáceos, 681 en aguas de la Antártida, dice la CBI. Si bien el caso puede tardar años en resolverse, la decisión del TIJ contribuirá a sentar las bases jurídicas para regular de una vez, y sin fisuras, la caza mundial de ballenas.