domingo, 31 de marzo de 2013

DE CORRUPCIONES Y CORRUPTOS ► La enfermedad del clientelismo | Opinión | EL PAÍS

La enfermedad del clientelismo | Opinión | EL PAÍS

LA PÁGINA CUARTA

La enfermedad del clientelismo

En sociedades con frágiles mecanismos democráticos, al individuo sin capital social no le queda más remedio que conectarse a redes de influencia buscando atajos para superar sus carencias. Y se impone la corrupción


EVA VÁZQUEZ

Si según Karl Popper una sociedad abierta se caracteriza por ser “una asociación de individuos libres que respetan los derechos el uno del otro dentro del marco de la mutua protección proporcionada por el Estado y que logra, mediante la toma responsable y racional de decisiones, una vida más humana y rica para todos”, entonces España ha fracasado estrepitosamente.

Dejando de lado lo engorroso de la definición (incluida quizá la traducción del propio articulista), lo que ponen de manifiesto los últimos acontecimientos de presunta corrupción que han indignado hasta el límite a la opinión pública española (empezando con Iñaki Urdangarin, pasando por Amy Martin y Carlos Mulas y acabando con Luis Bárcenas) es que vivimos en un coto cerrado en el que los mayores enemigos de las sociedades abiertas, los Gobiernos, las partitocracias y las oligarquías económicas, han sabido sacar provecho de un viejo patrón organizativo de las sociedades mediterráneas llamado clientelismo, o caciquismo en su versión más castiza.

El clientelismo es, no nos engañemos, una variante o sucedáneo de la corrupción. Es una forma de organización social que se salta las fronteras geográficas, llamado rousfeti en Grecia y de la misma forma en Italia y Portugal, y une en un mismo destino a los países del sur de Europa y a los latinoamericanos. La principal consecuencia que el clientelismo tiene en la vida de los ciudadanos es que el acceso a determinados recursos es controlado por una serie de patrones, cuya condición viene determinada por tratarse de políticos, detentadores de poder económico o ambas cosas a la vez, que reparten dádivas a sus clientes a cambio de su apoyo. Es un fenómeno social con raíces profundas en nuestro país, heredado de los tiempos feudales en que una mayoría de la población campesina dependía de los latifundistas.


La pertenencia o proximidad a un partido facilita en España llegar a determinados puestos

La longevidad del fenómeno clientelista en una sociedad como la española solo puede explicarse como una carencia de capital social (usando el término del sociólogo francés Pierre Bourdieu, referido a la suma de los recursos con los que cuenta cada individuo en virtud de sus relaciones personales) de una mayoría de la población que carece de acceso a los centros de poder mediante un mercado libre, unas instituciones políticas representativas o un sistema legal igual para todos. Al individuo sin capital social no le queda más remedio que conectarse a redes de influencia buscando un atajo que le permita saltarse las barreras sociales. Este atajo puede consistir en entrar a formar parte de un partido político o, si se ofrece la posibilidad, aprovechar las conexiones familiares que uno tiene a mano.

El clientelismo, en suma, vendría a ser una respuesta a la persistencia de tradicionales estructuras sociales jerárquicas que alienan al individuo y caracterizan a las sociedades cerradas. Esta cruda naturaleza de las desigualdades sociales se expresa incluso en Norteamérica, paradigma de las sociedades abiertas, con el famoso dicho It is not what you know, it is who you know (“No es lo que uno sabe, sino a quién conoce”) que en román paladino vendría a equivaler que un buen enchufe vale más que una carrera.

En las sociedades regidas por una lógica clientelista los niveles de protesta tienden a ser más bien escasos. El individuo acepta las situaciones injustas, tiende a desconfiar del Estado y de las instituciones y a buscar la solución individual renunciando a la lógica, la racionalidad o la aplicación de las leyes. La lógica clientelista salpica a la sociedad en su conjunto y no solamente a los políticos o los empresarios. De la misma forma que determinadas empresas que querían beneficiarse de subvenciones o fondos públicos se aliaron con uno de los “patronos”, por ejemplo Iñaki Urdangarin o Luis Bárcenas and company, para compartir juntos el botín, el resto de los ciudadanos también tratan de saltarse las reglas del sistema. Que tire la primera piedra, por ejemplo, quien no ha conocido a alguien en lista de espera que, tras ponerse en contacto con un familiar o un conocido, ha logrado ser operado antes, pasando por encima de aquellos que se encontraban por delante de él en la misma lista desde la absoluta comprensión de sus allegados.

Lo cierto es que la vida de las empresas y cualquier organización en nuestra sociedad depende en gran medida de sus relaciones con el Gobierno o los partidos políticos que han asumido muchas de las funciones de los patrones individuales en el pasado. De hecho, los partidos políticos que, no olvidemos, se financian en buena parte con el dinero de los ciudadanos, son la piedra angular del clientelismo. No dejan de ser el equivalente contemporáneo, en términos de movilidad social, de lo que era el clero y la milicia en tiempos pasados al estar en muchos casos integrados por personas de escasa formación que ven en la política una posibilidad de progreso social en ausencia de otro tipo de méritos.


La pertenencia a Europa no ha significado que se impongan sus estándares de razón y legalidad

No era este necesariamente el caso de Carlos Mulas y Irene Zoe Alameda. Muy al contrario, ambos tienen doctorados en universidades de prestigio y son beneficiarios directos del célebre cierre de clase weberiano, es decir, del afán de las clases privilegiadas de subir los requisitos para poder pertenecer a ellas que en España hoy día se traduce, debido al descrédito de la universidad local, a que las familias pudientes manden a estudiar a sus chicos a universidades de élite generalmente norteamericanas para seguir manteniendo las distancias sociales. Para qué engañarse, cualquiera mínimamente versado en el mundo académico norteamericano sabe que obtener un doctorado en una universidad de prestigio, sobre todo si se viene del extranjero, depende tanto de los méritos académicos como de la solvencia económica. Pero incluso teniendo en cuenta sus favorables circunstancias de partida, Mulas y Alameda entendieron que la pertenencia o proximidad a un partido era un camino mucho más corto de acceder a determinados puestos adjudicados por criterios más políticos que profesionales (como por ejemplo el de director de la sede del Instituto Cervantes en Estocolmo o el de asesor del FMI). En lo que su caso no se distingue en absoluto de muchos otros es en la lógica cínica (alguno de los artículos de Amy Martin versaba sobre el hambre en Somalia) y familiarista (enchufar a la mujer) típica de las maniobras clientelares.

La indignación creciente de la opinión pública española no es solo un suceso puntual como respuesta a unos acontecimientos de corrupción y nepotismo que se acumulan en tiempo de crisis acuciante. Es sobre todo una reacción de hartazgo y de decepción ante una realidad indubitable: España sigue siendo una sociedad cerrada y dual como siempre ha sido aunque de vez en cuando se den algunos Antonios Alcántara (el personaje de Imanol Arias en Cuéntame lo que pasó). Si alguna vez hubo un ascensor que permitía el ascenso (y se supone que la caída también) social de los individuos, este se averió hace mucho tiempo. España sigue pareciéndose al reino en el que, parafraseando a la reina del relato Alicia en el País de las Maravillas, da igual que uno corra lo más rápido que pueda, ya que hay muchas posibilidades de permanecer en el mismo lugar.

El viejo sueño de que la pertenencia a Europa impondría unos estándares en los que regiría la razón y la legalidad en nuestra sociedad parece haberse desvanecido. Ni siquiera la dictadura de la eficacia que parecía traer aparejada la globalización ha logrado alterar el sistema de relaciones que rige en nuestras instituciones. Desafortunadamente, como afirma el politólogo italiano Caciagli, el clientelismo tiene raíces profundas. Implica “un lenguaje, unos ritos, unos valores y símbolos, pautas de comportamiento y redes de relaciones aceptadas por una comunidad que comparte una mentalidad”. Se adapta bien a la mentalidad posmoderna siempre en búsqueda de soluciones flexibles orientadas a satisfacer las necesidades individuales, al declive de las ideologías, a la fuerza de lo local y a la personalización de la política. El cerrojo está bien echado y sus beneficiarios lo saben.

César García es profesor en la Universidad Pública del Estado de Washington. Es autor de American psique (Editorial Lo Que No Existe).

el dispreciau dice: la corrupción está instalada en la sociedad humana porque ha sido impuesta por el marketing corporativo a efectos de resolver los problemas que surgen de los mecanismos de regulación... ello ha abierto puertas a la corrupción política que, incapacidades mediante, se ha visto favorecido por una caja antes impensada, pero suculenta. De allí en más se ha asumido como un mecanismo de gestión, y en estos días, cualquier país del primer mundo, está alienado detrás de las corrupciones y sus dividendos. De allí las estrategias del FMI, del Banco Mundial y de cuanto organismo internacional actúe como mediador o como juez que establece los mecanismos de "condenas"... de allí también, que la corrupción política sea el paisaje más común en la Europa Medieval, incluyendo el Vaticano, en EEUU, en China o en cualquier ángulo donde se junten un político y un empresario... El problema entonces, no es del tercer mundo y tampoco de los gobiernos que en él residen parados sobre democracias efímeras o utópicas. El problema es mundial y se lo quiere sectorizar en las pobrezas, las marginalidades y en los cinismos que los conducen... pero la realidad es bien distinta... y no hay imperio que no esté involucrado en la corrupción, llámese drogas, llámese tráfico de personas, llámese tráfico de armas, tráfico de influencias... o lo que se quiera, total todo sirve al marketing estratégico de las corporaciones, que así como compran ciencias para vender espejos de colores, también compran políticas públicas para que no vean nada o hagan menos... resultados a la vista, siempre aparecen genios repartiendo culpas a los infelices, en este caso el tercero o cuarto mundos... pero en verdad, la corrupción siempre, siempre, comienza en las fuerzas supremas, descendiendo a criterio y necesidad... ya que la clase política es esencialmente idiota por naturaleza, y nunca ve nada, porque en sus fibras está en el NO aprender lección alguna y en repetir siempre el mismo error, disfrazado de derecha, de izquierda, de demócrata, o de republicano. Entonces, para hablar de corrupción, hay que comenzar por sincerar el imperio... sin ello, echar culpas no aparece demasiado prudente. Y en este mundo humano, lo que se vende fácil, es mentira. Marzo 31, 2013.-

jueves, 28 de marzo de 2013

DE REBAÑOS Y PASTORES ► Papa Francisco: El Papa Francisco pide a los sacerdotes que sean 'pastores con olor a oveja' | elmundo.es

Papa Francisco: El Papa Francisco pide a los sacerdotes que sean 'pastores con olor a oveja' | elmundo.es

Papa Francisco

Semana Santa

El Papa Francisco pide a los sacerdotes que sean 'pastores con olor a oveja'

El Papa, durante la celebración de la misa Crismal. | ReutersEl Papa, durante la celebración de la misa Crismal. | Reuters
  • Continúa con una práctica que comenzó como cardenal en Buenos Aires
  • Celebra la misa de este día en una cárcel, hospital u hospicio
Francisco, el Papa de los pobres que se niega a vivir en el apartamento pontificio, a usar la limusina y que esta tarde durante los ritos de Jueves Santo le lavará los pies a 12 reclusos de un centro de menores, le pide a sus sacerdotes que también ellos prediquen con el ejemplo. El Pontífice, en una misa esta mañana ante 1.600 religiosos (entre cardenales, obispos, presbiteros y sacerdotes) les ha invitado a que vayan a las "periferias donde hay sufrimiento" y sean "pastores con olor a oveja".

La homilía de la misa de esta mañana, en la que los sacerdotes renuevan las promesas que hicieron en el momento de su ordenación, ha dado pie a Francisco para lanzar una fuerte admonición contra cierto tipo de religioso que ha sucumbido a la mundanidad y a la buena vida.

El Papa ha clamado contra ese sacerdote "que no sale de sí y que en vez de mediador se va convirtiendo poco a poco en intermediario, en un gestor (...) que ya tiene su paga, (...) en una especie de coleccionista de antigüedades o bien de novedades". El Pontífice tiene muy claro cómo quiere que sean sus sacerdotes: "Pastores con olor a oveja, pastores en medio de su rebaño".

Francisco ha comenzado su sermón subrayando que Jesús iba al encuentro de los pobres, los cautivos, los enfermos, los que están tristes y solos. Y ha destacado que los sacerdotes deben de hacer exactamente lo mismo.

"Nuestra gente agradece cuando el evangelio que predicamos llega a su vida cotidiana, cuando baja hasta los bordes de la realidad, cuando ilumina las situaciones límites, las periferias donde el pueblo fiel está más expuesto", ha señalado.

El Papa ha hecho un fortísimo llamamiento a los sacerdotes para que salgan y experimenten lo que se vive "en las periferias donde hay sufrimiento, sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones".

Francisco ha señalado que el sacerdote que sale poco de sí "se pierde lo mejor de nuestro pueblo, eso que es capaz de activar lo más hondo de su corazón". Y ha criticado con dureza a ese religioso que al no salir al encuentro de los demás "en vez de en mediador, se va convirtiendo poco a poco en intermediario, en gestor".

"Todos conocemos la diferencia: el intermediario y el gestor ya tienen su paga", y puesto que no ponen en juego la propia piel ni el corazón, tampoco reciben un agradecimiento afectuoso que nace del corazón. De aquí proviene precisamente la insatisfacción de algunos, que terminan tristes y convertidos en una especie de coleccionistas de antigüedades o bien de novedades, en vez de ser pastores con «olor a oveja», pastores en medio de su rebaño, y pescadores de hombres


el dispreciau dice: tengo la esperanza, genuina por cierto, que Francisco I quiebre la historia de los mil años pasados en la Iglesia Católica, esa Iglesia que se encaramó sobre la humanidad para juzgarla y hacer de la inquisición su mecanismo de subsistencia, dando lugar a los demonios que la anidaron, diezmándola, empobreciéndola de valores, y regresándola a los años previos a los moabitas, a los esenios y al propio Jesús y sus setenta y tres apóstoles, una historia cierta y prolijamente borrada de las escrituras, debido a las vanidades y a las soberbias de cardenales, obispos y sacerdotes, convertidos en dioses mentirosos, que han borrado con sus codos aquello que recitaban desde los púlpitos. Como buen dispreciau, como mejor marginado, como persona que he sido negada y hasta olvidada, creo en los rebaños... y también en sus pastores... como vínculo eterno e indisoluble... ya que allí residen las significancias de esta gracia que hemos dado en llamar VIDA. Marzo 28 y hasta Marzo 31, 2013.-
Antes de irme, gracias a los 160 mil lectores de LOS MARGINADOS... y a los 5,5 millones de lectores de los blog´s de SALUD.

http://wwweldispreciau.blogspot.com || LOS MARGINADOS >> HASTA EL 01 DE ABRIL DE 2013

el dispreciau no se actualizará hasta el 01 de abril de 2013... a todos sus lectores, y seguidores, cristianos  o no cristianos, les deseo unas felices pascuas...
que DIOS los bendiga, y por favor, desplieguen una oración por FRANCISCO I... lo merecemos.
LOS MARGINADOS

LOS MIEDOS || Sembradores de miedo | Opinión | EL PAÍS

Sembradores de miedo | Opinión | EL PAÍS

EDITORIAL

Sembradores de miedo

Facturar las crisis bancarias a los depositantes como regla es un error contrario al euro


Si el formato del rescate de Chipre, con una cuantiosa quita en los depósitos superiores a 100.000 euros, se convierte en modelo general para futuras crisis bancarias en la Unión Europea, es como para inquietarse gravemente por el futuro de la unión monetaria. Que ello está en los planes de los dirigentes comunitarios lo apuntó primero el torpe e incompetente presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, un individuo que no duda en conculcar las directivas europeas que debe aplicar, por lo que su continuidad supone un peligro para la eurozona. Pero la propia Comisión confirmó que el principio de la inseguridad de los depósitos forma parte de sus borradores para el fondo de resolución bancaria, un organismo clave, junto al de supervisión, para la futura unión bancaria.

La propuesta supone, formulada con carácter general, un error. Es lógico que en caso de quebranto de un banco sus accionistas pierdan todo su capital, y enseguida sus bonistas. Pero incluir sin más a los depósitos en la secuencia de activos responsables carece de sentido jurídico, porque un depósito difiere esencialmente de una inversión. Por eso solo puede someterse al riesgo de pérdida en casos especialísimos, como el de Chipre, pues la cuantía, el tipo de interés con que se remuneraban y otras circunstancias venían a equipararlos entre sí.

También resulta peligroso su impacto económico, pues la expropiación de depósitos, o su sola contemplación, es susceptible de sembrar el pánico y la tormenta financiera en el área del euro. Además, una norma así puede atentar contra la neutralidad debida y distorsiona el mercado, al desviar a los clientes hacia cierto tipo de bancos de determinados países.
El coste de las crisis bancarias debe recaer primero sobre sus responsables y dueños, antes que sobre el contribuyente. Usar la base de pruebas del caso chipriota para colgar ese coste del bolsillo de los depositantes —primero de los modestos y al cabo solo de los más ricos— no solo es imprudente, también es inmoral. Y acudir a este sendero como atajo para diluir la recapitalización directa de bancos, la potencia del fondo europeo de rescate y la ambición de la unión bancaria en ciernes, minimizando la ineludible mutualización de responsabilidades, sería una marcha atrás imperdonable.

Casi como las demás empresas, los bancos han de poder quebrar, desguazarse o recapitalizarse, según convenga en cada caso, y sin predeterminación. De lo contrario, el incentivo a la gestión irregular o disparatada (el riesgo moral) se dispara. De hecho, muchos bancos echan el cierre cada año en muchas partes del mundo, notoriamente en Estados Unidos. Pero a nadie se le ocurre, como al lenguaraz presidente del Eurogrupo, aterrorizar a clientela y mercados. No lo hizo el Gobierno holandés cuando capotaba el ING, ni el alemán cuando inyectó 18.200 millones de euros del contribuyente para salvar al gigantesco Commerzbank.


el dispreciau dice: así como los realitys han impuesto la costumbre del conflicto en escena, en escenario, como mecanismo de vida, de ocupar espacios, de despreciar a los otros para recibir un premio por exhibir y demostrar la condición de imbécil... así como hay guiones televisivos que, por carencia de ideas, han establecido la guerra entre los sexos, los ninguneos, y las burlas, como herramientas de vida que dan sustento a los ignorantes e incapaces... del mismo modo, los estados ausentes y las corporaciones vacías, han inventado las crisis para robar las ilusiones y las esperanzas a las personas que viven de sus esfuerzos y sus voluntades, y no tienen más que eso (esfuerzos y voluntades, o bien voluntades y esfuerzos). Desde hace algunos años han ido acostumbrando a la población mundial a un estado de crisis secuencial, perfectamente diseñado bajo las estrategias sostenidas por el FMI, el Banco Mundial, los socios y miembros de Davos, y numerosos inútiles que viven como parásitos de la humanidad... chupándoles las sangres a través de destinos hipotecados. Tuvieron éxito en su primer intento que trajo como consecuencia a la Segunda Guerra Mundial... después del hecho aberrante, descubrieron que la venta de armas servía a las finalidades corporativas, a lo que más tarde agregaron el tráfico de esclavos (negocio que se ha ido ampliando), y el suculento negocio de la producción y tráfico de drogas, cuyos lavados permiten subsistir a los reinos quebrados, a los virreinos asociados, y a diversos hados que se han ido consumiendo las democracias, las repúblicas, y hasta las dictaduras, imponiendo el modelo del "infierno para todos", aquí mismo en la Tierra. Dado que últimamente las fórmulas no les están brindando los resultados esperados, se están ensañando con los "descartables" de la población mundial, e intentan imponer el miedo como mecanismo de supervivencia de los espíritus más despreciables, los banqueros, los agentes de bolsa, los funcionarios de corporaciones, los funcionarios obsecuentes de gobiernos esencialmente aberrantes, los funcionarios de organismos internacionales que regulan para asaltar y luego negar... y agréguele Usted los etcéteras que desee... todos, bien conocidos y hasta bien identificados. Sucede que cuando las gentes, es decir, "los descartables"... ya no tienen nada que perder... los miedos se evaporan... y no habiendo miedos, las reacciones sociales se encadenan hasta exterminar a los esclavizadores... así ha sido siempre... y así se repetirá esta vez... aún cuando los ignorantes en uso y abuso del poder, no lo crean. Marzo 28, 2013.-

miércoles, 27 de marzo de 2013

ENTRE EL HAMBRE Y LA VERGÜENZA || “He visto familias que pasan hambre por vergüenza” | Sociedad | EL PAÍS

“He visto familias que pasan hambre por vergüenza” | Sociedad | EL PAÍS

“He visto familias que pasan hambre por vergüenza”

El Defensor del Pueblo andaluz publica un libro sobre sus experiencias con los excluidos



José Chamizo de la Rubia, sacerdote español, Defensor del Pueblo Andaluz desde 1996 hasta la actualidad. / BERNARDO PÉREZ

Días atrás José Chamizo hizo lo que no había hecho nunca en sus 16 años como Defensor del Pueblo andaluz. Apagó el ordenador y se fue a estirar los nervios. Por primera vez en 16 años se sintió sobrepasado con el encadenamiento de mensajes en los que bajo la desesperación del remitente se traslucía la amenaza de suicidio.

A la oficina de un Defensor siempre llegan gritos desesperados. Haya vacas flacas o vacas gordas. Y el sacerdote José Chamizo de la Rubia (Los Barrios, Cádiz, 1949) conoce otros tiempos duros, en los ochenta, en los noventa. Que su experimentada voz sostenga que esta crisis es diferente encoge más que las tinieblas que periódicamente el comisario Olli Rehn promete a los españoles. Que no se le ve fin. Que cada día que pasa pisa más firme, como si hubiera venido para quedarse. Que se está llevando por delante a la clase media. “Veo cómo familias típicas con dos hijos universitarios están bajando la escalera hacia la exclusión y entrando en depresiones terribles porque creen que su vida ha sido un fracaso”.

De gentes así, venidas a menos, y de gentes casi nunca idas a más habla en su libro ¿Quién ha dicho que vivir sea fácil? (Espasa), una mezcla de memorias, reflexiones y guía sobre su trabajo con presos, menores, prostitutas, mayores, discapacitados, inmigrantes y todos los desheredados de la tierra. Si piensan que tal combinación deriva en un océano de lágrimas, se equivocan. Chamizo conjura ese riesgo con su habitual humor, que logra arrancar risas con la peripecia de Manuel, un sin techo que le pide trabajo durante años y se indigna cuando el Defensor le encuentra un empleo para recoger fresas en Huelva porque él aspira a algo de ocho a tres.

Hubo tiempos en los que hasta un mendigo soñaba con ser funcionario por las mañanas. Ahora Chamizo negocia con los bancos salidas para desahuciados y atiende a pudorosas clases medias: “Tienen que pedir ayuda si la necesitan. No es un tópico, hemos encontrado familias que pasaban hambre porque les daba vergüenza pedir”.

Nuevos caballos de batalla. “A mi vida le da sentido servir a la gente, ya sea como defensor, párroco o en una ONG, a las que sin duda volveré”, cuenta antes de que se incorpore al almuerzo su adjunto, Luis Pizarro. Tampoco le da grandes vueltas al futuro porque siempre le ha salido por la tangente. Se veía como profesor de Teología —se licenció en Historia de la Iglesia en Roma— y un toxicómano, Rafi, le torció el rumbo mientras se estrenaba como cura en una parroquia del Campo de Gibraltar, una comarca gaditana diezmada por la heroína en los ochenta. “Vivir es apasionante, pero complicado. Yo también he tenido épocas de dificultades personales y económicas, aunque luego la vida se ha ido organizando”.

Tampoco pensó que se convertiría en Defensor del Pueblo andaluz en 2006 y ahí sigue, aunque ahora con carácter interino, quizás el peaje de haberle espetado a los políticos en junio pasado: “La gente está hasta el gorro de todos ustedes”. En su boca, que se ha distinguido por una diplomacia de filigrana vaticana, sonó a filípica sobrenatural. “Soy consciente de que el tiempo termina, pero me gustaría irme cuando se acabe la fase más aguda de la crisis”. En broma, o tal vez no, sentencia: “He nacido para esto”.


el dispreciau dice: a alguien le sirve, estoy convencido de ello... entiendo que no son muchos, pero seguramente les sirve... les sirve dominar a través de las pobrezas, de las marginaciones, de las indigencias, y mucho más, si cualquiera de ellas se asocia con la ignorancia, ya que ésta (ignorancia) se asocia con la violencia, tal útil para los fines políticos de imponer miedos a través de la inseguridad ciudadana, por ende social, por ende jurídica... entonces, ya son unos cuantos a los que les sirve el "modelito". Más hambre... más dominados... gentes atrapadas en sus vergüenzas, en temores a ser despreciados por terceros que nunca faltan, hipócritas que hacen el ridículo viviendo en él... cínicos que hacen del cinismo un culto... te sonrien... pero en cuanto te alejas dos pasos hacen de tu vida una caldera, descalificando, difamando, ya que ése es el negocio que los mantiene con vida. Raro este mundo humano... sucede que antes, no hace tanto, no eran "tantos" los que estaban marginados, empobrecidos por inducción de los estados ausentes, pero resulta que ahora, a pesar de las falsas y falaces estadísticas de las Naciones Unidos... más de dos tercios de la población mundial padecen algún tipo de esclavitud, o están sometidos a algún tipo de dominación, sea por hambre, sea por falta de agua, sea por carencia de recursos suficientes para poder acceder a la salud o a la educación, o a ambas... pero no es lo único, claro está, les quitan los techos, les roban las casas, les hipotecan los futuros, les condicionan los destinos... y cuando te "afanan" (roban) la dignidad... detrás no queda nada. Se ve lo ve en la Argentina como en España, se lo ve en Venezuela como en cualquier país de la América Central, en México, en Brasil, y desde luego en Asia, en África, en... y Dios mío, qué asco todo esto!. Al mundo le queda apenas un tercio de población incluída en el sistema económico perverso, inventado por el FMI y sus socios corporativos, mafias de billetes falsos y títulos robados... se habla de capitalismo, pero en verdad es no más que un mecanismo de dominación imperial, sólo que esta vez el imperio no tiene nombre de país... son personas sin escrúpulos que viven de las incapacidades de las clases políticas, de las corrupciones de los reyes, los virreyes, los príncipes, los duques, los condes... todos ellos cazadores de especies indefensas y en extinción... incluyendo en ellas, al propio humano. Usted pensará...madre mía!, visión apocalíptica... NO, antes bien, es una visión bien real... que no se siente, ni se ve, ni tampoco se percibe, hasta que uno la padece, la sufre en carne propia, sin atenuantes. La raza humana viene perdiendo humanismo... viene perdiendo "sociedad"... viene perdiendo "tribu"... viene perdiendo vínculos... viene perdiendo valores... al sólo efecto de darle de comer a las corrupciones corporativas y políticas que funcionan en bloque protectivo. Para ello, la humanidad viene ganando exclusión, viene ganando hambre, viene ganando ignorancia... es decir, viene ganando todo aquello que la hace perder y verse dominada. ¿Sirve?... NO a la humanidad... SÍ a algunos perversos en uso y abuso de la injusticia reinante. Esta crisis es un invento de las conveniencias... NO más que eso... la avaricia es una pobreza mayúscula, al igual que la angurria o el desprecio... cuidado poderes!, las gentes se han dado cuenta y están reaccionando, y cuando la reacción se encadena y se desata... es imparable... aún cuando "compren" custodias y logren obsecuencias militares. Marzo 27, 2013.-

martes, 26 de marzo de 2013

FRACASOS E INCAPACIDADES || “La falta de vivienda y el paro son un fracaso para la democracia” | Sociedad | EL PAÍS

“La falta de vivienda y el paro son un fracaso para la democracia” | Sociedad | EL PAÍS

“La falta de vivienda y el paro son un fracaso para la democracia”

El juez Luis Jimena lamenta que España sea uno de los pocos países que no han ratificado la Carta Social Europea



Luis Jimena, presidente del Comité Europeo de Derechos Sociales. / THIERRY MONASSE (EUROPOLITIQUEPHOTO.EU)
España está retrocediendo en derechos sociales más que sus socios comunitarios. Lo dice Luis Jimena, encargado de velar por ellos en Europa. Jimena, catedrático de Derecho Constitucional y juez, preside desde 2009 el Comité Europeo de Derechos Sociales, un organismo perteneciente al Consejo de Europa que defiende la democracia en 47 Estados del continente. Jimena esgrime la Carta Social Europea como respuesta a la crisis y lamenta que España sea uno de los pocos países que no la han ratificado.

Pregunta. ¿Por qué es tan desfavorable para el ciudadano la normativa española de vivienda?
Respuesta. No tiene en cuenta los parámetros europeos. Si el banco y el deudor no lo han pactado expresamente, y este último no puede pagar la hipoteca, no solamente pierde la casa sino que el Tribunal Supremo ha interpretado que tiene que responder de por vida, hasta que salde la deuda. Es una auténtica barbaridad que no se concibe en otros países. ¿Cuál es el problema? Es de cultura jurídica. A veces, la judicatura española, lo tengo que decir así, no conoce los parámetros europeos. El Tribunal Constitucional o el Tribunal Supremo no siempre tienen una visión continental.

P. ¿Están quedando los derechos sociales en un plano secundario?
R. Desgraciadamente sí, y somos responsables todos. Los derechos sociales cuestan dinero y son los primeros afectados por la crisis. Pero ¿cuánto cuesta organizar una campaña electoral? Y nadie piensa en suprimir las elecciones porque entonces nos cargamos la democracia. Pues lo mismo: si reducimos el derecho a la vivienda, al trabajo, también nos cargamos la democracia.

P. ¿Se está retrocediendo en España?
R. Sí. Nunca hemos visto un problema tan acuciante como el de la vivienda. O el del paro. Esos porcentajes son un fracaso absoluto para la democracia.
Hace falta una buena distribución de recursos. Vemos que no hay dinero para derechos como la dependencia y en cambio estamos pagando millones de euros en condenas por intereses de demora en la compra de medicamentos.

P. ¿Qué opina de los recortes sanitarios?
R. La carta social europea dice que los cuidados básicos para la salud, no solamente en caso de urgencias, constituyen un derecho de la persona, con independencia del estatuto que tenga, regular o irregular. Y, por tanto, eso es obligatorio en España.

P. Es decir, que las restricciones a los inmigrantes sin papeles son reprobables con los estándares europeos.
R. La Carta Social es clara: recoge el derecho a la salud. El Tribunal Constitucional puede y debe aplicarla.

P. Los recortes se presentan como un mandato de Bruselas.
R. Cuando los Estados dicen que recortan porque lo impone Europa, realmente no están siendo consecuentes. El Comité Europeo de Derechos Sociales ha condenado a Grecia por la reforma laboral de 2010, que permite rescindir contratos fijos sin indemnización durante el primer año.

P. Eso también es posible ahora en España.
R. Sin pronunciarme sobre la reforma laboral en España, lo que es válido para Grecia es válido para otros países europeos.

P. ¿Se está aprovechando la crisis para aplicar reformas que obedecen a ideología?
R. Sí. La crisis es cíclica; los problemas económicos son recuperables. Sin embargo, la pérdida de valores sociales hace muy difícil recuperar a las generaciones perdidas. Y estamos perdiendo una generación con las altísimas tasas de paro juvenil que hay.


el dispreciau dice: la clase política terrestre, esto es los políticos de cualquier clase y factor tienen como denominador común, no leer la realidad, no tener capacidad de lectura de los mensajes sociales, y mucho menos de proceder libres de soberbias y corrupciones, algo que parece caracterizar al poder en manos de los humanos. Podría aseverarse entonces, que desde el imperio romano el poder en manos de humanos, no ha servido para nada, porque en esencia los políticos no han aprendido nada de nada... es correcto, pero no alcanza. Tampoco han aprendido los militares, tampoco los sacerdotes, tampoco los empresarios, tampoco los dueños corporativos, todos insisten con el "error" como consigna de vida, total... después... piden disculpas, y ya está... salvada el alma. Mentira, una más... Las democracias actuales... tienen muchas deudas... demasiadas... la mayoría de ellas cometidas por insistencia en el modelo del ninguneo. A la democracia, en su actual versión del ninguneo, no le importa ciudadano alguno, tampoco sus garantías individuales, mucho menos sus derechos humanos y ciudadanos... los hechos están a la vista:
- a las gentes les quitan sus casas... no sus propiedades, sus "casas"!... el techo como símbolo del abrigo y el ser cobijado...
- a las gentes les quitan sus accesos a la salud... imponiéndole cuotas según el rango de enfermedad... intentando imponer el modelo que permite que sólo se curen los que tienen con qué... aberrante!
- a las gentes les quitan sus accesos a la educación... ¿razones?... la ignorancia habilita a la violencia, y ésta al sometimiento... traducido: estas democracias, mentirosas, esclavizan!
- luego, a las gentes les quitan sus posiciones laborales... ¿motivos?... si no tienes en qué ocuparte,
los juegos de la mente comenzarán a traicionarte... por ende, estas falsas democracias podrán atropellarte, para luego dominarte!
puede decirse que estas democracias han fracasado... no como teorías, sí como ejercicios del poder, en uso y abuso de corruptos, personas sin vergüenzas, sin escrúpulos, cínicos por excelencia, hipócritas... a lo que agregaría: "sin alma".
a esas mismas gentes, esas mismas democracias, les han hipotecado sus futuros, haciendo lo propio con sus vidas, con la vida de sus hijos y sus nietos, asumiendo y/o partiendo de la premisa que "todos son esclavizables"... y así está el mundo... la Europa Medieval salva bancos, no personas... los jueces salvan dueños corporativos, no personas... y desde luego, el método se impone como modelo, porque sirve a los fines de la dominación.
La democracia ha fracasado, sí, y junto con ella ha fracasado todo el modelo contenido, por ende lo han hecho los políticos, los empresarios, los curas, los rabinos y todos los sacerdotes del occidente inquisidor, los jueces, los banqueros, los...
conclusión: los fracasos... son plena responsabilidad de los incapaces que conducen... que ami mejor saber y entender, cometen terrorismos de estados al proceder a través de delitos de lesa humanidad, porque sus hechos afectan a la humanidad como raza.
Marzo 26, 2013.-

lunes, 25 de marzo de 2013

Idiocracia | El Mundo por dentro y por fuera | Blogs | elmundo.es

Idiocracia | El Mundo por dentro y por fuera | Blogs | elmundo.es

El Mundo por dentro y por fuera

Idiocracia

Rosa Díez escribe hoy en el periódico un artículo necesario. Doblemente. Lo necesitaba su partido, al que a veces confunden y que a veces se deja confundir. Y lo necesitaba la opinión pública, si es que la opinión pública sigue leyendo diarios. Buena parte de la inteligencia española está sometida al escrache repugnante del populismo perón. A mi juicio, sereno y objetivo, España es en estos momentos la prueba más concluyente de la llamada Idiocracia. Están naciendo demasiados tontos. Y no solo se trata de que la selección natural no presione lo suficiente. Tampoco la selección cultural. Hay una complacencia general ante la idiocia. Para muestra concluyente la prensa socialdemócrata. Ayer tuvo que retirar un artículo andaluz que llamaba hitler a Merkel. Y a esta hora de la mañana están evaluando qué hacen con la virgen menstrual de los lunes. Los dos ejemplos no pueden ni siquiera evaluarse moralmente. La moral necesita un texto, una estrategia, una alfabetización. No. Solo son productos de la blandura selectiva nature/nurture.

A continuación va la descripción de la idiocracia que Douglas T. Kenrick publicó en Edge. Para Kenrick la idiocracia debería preocuparnos seriamente. Y no consta que haya hecho un estudio de campo en España.

«La película Idiocracia no era precisamente digna de un premio de la academia, pero comenzaba con una premisa interesante: dado que no hay una fuerte selección natural para el CI alto en el mundo moderno, hay menos personas inteligentes teniendo hijos que inteligentes teniendo hijos. Extrapolando esa tendencia a 500 años, los productores de la película retrataban un mundo poblado por zopencos. ¿Existe esa posibilidad?

Hay varios motivos de preocupación. Para empezar, es correcto asumir que la selección natural es muy agnóstica en lo relativo a la inteligencia. A nosotros, homínidos de cerebro grande, nos gusta pensar que el poder de procesar mucha información en nuestras cortezas hipertrofiadas acabará permitiéndonos resolver los grandes problemas de los tiempos modernos, permitiendo a su vez a nuestros descendientes seguir adelante en el futuro lejano. Pero no necesariamente. Los dinosaurios eran mucho más inteligentes que las cucarachas, y los Australopithecus eran einsteinianos en comparación con ellos, sin embargo las cucarachas tienen un recorrido mucho más largo, y se prevé que duren más que el Homo sapiens.

Y consideremos algunos fenómenos locales más históricos:
1. Aun corrigiendo los otros factores, las personas que viven en familias más numerosas tienen menor CI.
2. En el mundo moderno, las personas con menos educación se reproducen antes, y tienen familias más numerosas que las personas con un nivel alto de educación.
3. Las personas con menos educación son más propensas a tener creencias religiosas conservadoras que las personas con más educación.
4. La religiosidad conservadora se asocia con la oposición al control de la natalidad y el aborto. Jason Weeden tiene datos que indican esto: está de hecho muy cerca del centro de la división entre la izquierda liberal y la derecha conservadora.
5. Algunas religiones conservadoras, como la iglesia LDS [La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días] fomentan activamente las familias numerosas.
6. Otras religiones conservadoras, como la iglesia católica romana, fomentan indirectamente las familias numerosas prohibiéndoles casi todos los métodos de planificación familiar.
7. Las familias más numerosas tienden a ser más pobres, y la pobreza provoca una pubertad y una reproducción más tempranas (bastantes investigaciones recientes sugieren que este fenómeno está vinculado a pautas en la historia vital biológica, y que se desarrolla al margen de cualquier normativa de la religión o la cultura locales). Todos estos factores se mezclan para dar como resultado que los jóvenes más pobres y con menos educación sean más propensos a seguir de esa manera, y produce una siguiente generación (ligeramente más numerosa) de jóvenes pobres menos educados.
8. Ahora la gente con buena formación intelectual tiene familias menos numerosas, y como las mujeres con educación superior esperan más para empezar a reproducirse, pierden muchas veces su periodo fértil, y no tienen hijos.

Durante el siglo XX, el CI ha tendido generalmente a aumentar (un fenómeno llamado "efecto Flynn", por el investigador que lo descubrió). Se han propuesto varias hipótesis para este fenómeno, incluida la de una mejor educación y unas familias más reducidas. Pero los factores que he enumerado arriba podrían establecer un curso en la dirección opuesta, dándole la vuelta al efecto Flynn.

Y hay otro irónico giro en potencia. Si la población de individuos menos educados y religiosamente conservadores aumenta, y sigue votando a quienes han estado votando, es probable también que la financiación para la educación y la investigación científica disminuya. Una población menos educada podría contribuir no solo a un cambio al alza en el tamaño de la población, sino también a una espiral económica hacia abajo, por motivos vinculados con algunos descubrimientos fascinantes de Heiner Rindermann y James Thompson.

Estos investigadores estudiaron las consecuencias económicas de las variaciones en el CI en 90 países, analizando el CI medio de la población de cada país en conjunto, así como el CI medio de la "élite intelectual" (el 5% de la población en lo más alto), y el 5% más bajo de la población. Al igual que los países varían en su distribución de la riqueza, también varían en su distribución del CI. Canadá y EEUU, por ejemplo, son idénticos en el CI de sus más inteligentes (120), pero el 5% más bajo de Canadá es 5 puntos más inteligente que el 5% más bajo de los americanos (75 frente a 80).

Los análisis de Rindermann y Thompson les llevaron a esta conclusión: tener una clase intelectual con un alto CI ?mucha gente con logros en ciencia, matemáticas, tecnología e ingeniería? se traduce directamente en una mayor riqueza para un país. Para ponerlo en términos puramente económicos, el aumento de 1 punto en el CI en el ciudadano medio eleva el PIB medio de un país en 229 dólares, mineras que el incremento de 1 punto en el CI en la élite intelectual vale 468 dólares.

Una clase intelectual de alto rendimiento también se relacionó con unas instituciones económicas y políticas más desarrolladas y libres, lo que a su vez fomentaba más desarrollo de los "recursos cognitivos" del país, lo que Rindermann y Thompson llamaban "círculo virtuoso". Un entorno de libertad se convierte en un catalizador de la productividad creativa entre los innovadores con alto CI, que a su vez se ven libres para replantearse las viejas formas de hacer las cosas, y expandirse en nuevas arenas científicas. Esto a su vez inspira nuevas tecnologías, así como más formas y más nuevas de hacer negocios, y un mejor clima para que crezca la siguiente generación de innovadores.

Así que en la medida en que una creciente parte antiintelectual de la población logra recortar los fondos para la educación y la investigación científica, cortan efectivamente el sistema que alimenta lo que ha sido la máquina de "capital humano" más productiva del mundo. Según mis colegas de otros países, el sistema educativo americano tiene fama de tener un nivel mediocre hasta el nivel universitario, pero se considera el mejor cuando se trata de la formación del más alto nivel, con gente en todo el mundo desesperada por venir a EEUU para recibir la mejor formación de doctorado del planeta. Por tanto, recortar los fondos para la educación superior y la investigación científica (mucha de la cual la están realizando nuestros mejores estudiantes de posgrado en las principales universidades), parece una política destinada a socavar la riqueza económica del país de maneras permanentes.

Las políticas que perjudican a la flor y nata intelectual socavan por tanto el crecimiento económico, y contribuyen indirectamente a la amenaza económica que inspira a los más pobres con menos educación a reproducirse antes y más prolíficamente.»
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Cortesías

domingo, 24 de marzo de 2013

ANTIMODELOS ► Infancias robadas | El País Semanal | EL PAÍS

Infancias robadas | El País Semanal | EL PAÍS

REPORTAJE

Infancias robadas

Esta es la historia de niñas a las que arrebataron su infancia para convertirlas en esposas.

Una práctica ilegal que se lleva a cabo en lugares como el subcontinente indio.

Allí se concentran la mayoría de los matrimonios infantiles del mundo.


Una pareja india va a pasar su primera noche juntos, pero ninguno de los dos está feliz. / Zigor Aldama


Sansita Devi corre a por el pequeño espejo de mano. Tras un frugal desayuno llega el momento del día que más disfruta. Se sienta en un taburete, frente a la vivienda de adobe que ocupa su familia, y espera a que llegue su madre. La mujer, con una sonrisa condescendiente, se acuclilla y prepara el polvo rojo del tika que le pondrá en la frente. Es solo un punto entre ceja y ceja y una línea vertical al comienzo de la raya del pelo, pero Devi se siente mucho más guapa. “Y más mayor”. Lo que desconoce esta niña nepalesa de siete años es que el ritual matinal que tanto adora es, en realidad, la certificación de que está casada.

Claro que no puede recordar la ceremonia que sus padres organizaron cuando tenía solo tres años. “Sé que no es correcto casar a los hijos tan pequeños, pero no tenemos alternativa. Cuanto más mayores son ellas, más dote tenemos que pagar, así que lo mejor es hacerlo cuanto antes”, explica el padre, Ram Iqbal Malik, un joven de 25 años perteneciente a la casta intocable dom. Él tampoco recuerda cuándo lo casaron, pero es evidente que sus progenitores no perdieron el tiempo: su hija mayor, Anita, tiene ya 10 años.

Malik concertó los matrimonios de Sansita y de Anita el mismo día. “Había ido a la boda de unos vecinos y, después de haber bebido bastante, empecé a hablar con un hombre que tenía dos hijos varones. La diferencia de edad con mis chicas no es muy importante, y me pareció que la familia tiene una buena calidad de vida, así que decidimos casar a las dos parejas en la misma ceremonia para ahorrar”.

Eso sí, antes de sellar las uniones, Malik puso como condición que las niñas permanezcan en el hogar paterno hasta que alcancen la adolescencia. “Porque recuerdo lo difícil que fue para mi mujer dar a luz la primera vez –tenía 12 años– y porque una ONG local nos informó de los peligros que corrían las niñas si se marchaban ya a casa de sus maridos”. Los resume Bimal Kumar Phnuyal, director de Action Aid Nepal, ONG hermanada con la española Ayuda en Acción: “En primer lugar, abandonan su educación para dedicarse, generalmente, a las labores de la casa o del campo; en el hogar de la familia política están expuestas a todo tipo de violencia doméstica, incluido el abuso sexual; su vida, incluso, corre peligro por la elevada tasa de embarazos prematuros que se dan en estos casos”.


La marca del ‘tika’ en la frente certifica que Sansita está casada. Hoy tiene siete años. Contrajo matrimonio a los tres

Según la legislación que regula el matrimonio en Nepal, aprobada en 1971, la unión de menores de 18 años es ilegal. Y cualquier funcionario del Registro Civil que inscriba a una pareja sin seguir esta normativa puede ser encarcelado durante un máximo de seis meses y condenado a pagar una multa de hasta 5.000 rupias (unos 45 euros). Pero basta con un vistazo al embarrado poblado de la familia de Malik, situado en el distrito oriental de Bara, para confirmar que la ley es aquí papel mojado. Casi todos los niños menores de 12 años han dejado atrás la soltería.

“La mayoría de las familias evitan registrar los matrimonios en un primer momento, son tratos y ceremonias que no tienen carácter legal. Como se llevan a cabo en lugares privados, con la connivencia de una sociedad que no ve nada malo en esta tradición, es muy difícil combatirlos”, reconoce Sailendra Gachhedar, subinspector de policía del vecino distrito de Lahan. “Cuando van al registro para conseguir el certificado ya no hay nada que hacer, porque generalmente la mujer ya ha dado a luz”. Y la ley estipula que un matrimonio infantil solo se puede declarar nulo si la pareja no tiene hijos.

Según las últimas estadísticas oficiales, correspondientes a 2010, el 26,1% de las nepalesas de entre 15 y 19 años están casadas. En las zonas rurales, ese porcentaje aumenta 10 puntos, y la edad media a la que contraen matrimonio se queda en 16,2 años. Unicef cifra en un 30% el porcentaje de mujeres casadas antes de los 19 que, para cuando alcanzan esa edad, ya tiene tres o cuatro hijos. Sin embargo, entre 1990 y 2000 solo se presentaron 59 denuncias contra casamientos de menores. “Ha habido, incluso, casos en los que nuestros agentes han recibido palizas al intentar evitar una ceremonia, así que ahora nos limitamos a tratar de convencer a los padres para que no dejen marchar a sus hijas hasta que hayan cumplido una edad razonable”.

Los de Rina Kumari Sada creen que 13 años es suficiente. Por eso, hoy van a casarla con un chico de 16 al que ella no ha visto nunca. Su rostro evidencia que le es ajena la alegre efervescencia que se ha apoderado del pueblo, atareado en pintar corazones en las paredes de su casa, instalar en la plaza un potente equipo de sonido para el baile y cocinar para los dos centenares de invitados bajo un improvisado cobertizo de plástico. Sin duda, no es un día feliz para ella. Mantiene la vista clavada en el suelo mientras una anciana le tatúa con henna las manos. Y cuando habla lo hace con un hilillo de voz quebrada. “Estoy triste. Y tengo miedo”. Su madre intenta consolarla, pero Kumari es incapaz de contener unas silenciosas lágrimas. “Tienes que ser fuerte, todas hemos pasado por este mal trago”, dice a su hija.

“Hemos tenido que casarla porque ya se está haciendo mayor. Tengo miedo de que se enamore de alguien que le quite la virginidad. Casarla después sería mucho más difícil y costoso”. Por lo visto, Kumari ha mantenido un contacto “excesivo” con un chico de casta más alta, y la madre teme que la use con fines sexuales y que luego la abandone. “Ha pasado muchas veces, y sería una condena para ella”. Los padres acordaron casarla para protegerla. “No tenemos mucho dinero, así que hemos dado unos muebles y corremos con el gasto de la boda”: 125.000 rupias (1.100 euros) que han pedido prestadas a un interés del 60%.


Dos adolescentes practican el arte del maquillaje tradicional de boda en una escuela de estética de Rajastán. / Zigor Aldama

“No quiero abandonar a mi familia”, se resiste, en vano, Kumari. Sin duda, ese es el momento más aterrador para las niñas. Lo sabe bien Sureina Malik, que está sufriendo esa pesadilla a pocos kilómetros de distancia. Hace un año que la casaron con Rishi Kapur y, ahora, con 16, le ha llegado el momento de mudarse a la casa de su familia política. Curiosamente, ella es un año mayor que él. “Es un fenómeno en auge entre algunos grupos sociales de clase media que no tienen problema con la dote, porque muchas familias buscan una chica que pueda hacer labores en casa o trabajar el campo, y para eso es mejor una adolescente que una niña”, comenta Karen Andersen, responsable del área de protección de la infancia de Unicef en Nepal.

No obstante, a Sureina Malik lo que menos le preocupa ahora es tener que cocinar y limpiar. Lo que teme, tanto que es incapaz de articular palabra e, incluso, le tiemblan las manos y los labios, es que caiga el sol y tenga que encerrarse con Kapur en el dormitorio que los padres de él ya han preparado para una noche de bodas en condiciones. Los amigos del adolescente hacen bromas obscenas e imitan los movimientos del coito para animarle, pero Kapur tampoco está satisfecho con el vuelco que va a dar su vida. “He tenido que abandonar los estudios y ahora me tocará trabajar. No quería casarme y no quiero tener hijos, pero es lo que tengo que hacer”, se lamenta cuando sus padres no están presentes.

“Entiendo que este es un momento duro, pero no se puede ir contra la tradición”, justifica Mahindra, el padre de Kapur. “Tengo tres hijos y dos hijas, y todos están casados ya. Kapur tendría que sentirse afortunado porque le hemos permitido estudiar hasta secundaria, mientras que a sus hermanas las enviamos a la casa de sus maridos cuando tenían 8 y 10 años”. De momento, el padre no quiere que Malik y Kapur tengan descendencia, así que esta tarde hablará con su hijo para darle una clase acelerada de sexo y una caja de preservativos. Ella lo desconoce todo sobre el coito.

Sin duda, a pesar de que la mayoría de los padres comparte la creencia de que “el amor surge con el tiempo”, muchos de estos matrimonios fracasan. Algunos, incluso, acaban en tragedia. Es el caso de Umita Devi, una joven nepalesa de casta alta a la que sus padres casaron con 14 años, y que murió en enero de 2012 apaleada por sus suegros cerca de la ciudad de Janakpur. “El marido era cinco años mayor que ella y se fue a Chitwan –al norte del país– a trabajar”, recuerda el hermano de Umita, Dilip Kumar Patel. “Cuando regresó lo hizo de la mano de una chica baharí de la que se había enamorado y con la que se quería casar. Dijo que se suicidaría si se lo impedían”.

Pero la familia de Devi trató de evitar esa unión y buscó el asesoramiento de asociaciones de mujeres. “Parecía que el chico había entrado en razón y que estaba dispuesto a dejar a la baharí. Hasta que un día nos llamaron diciendo que Devi había sufrido heridas graves”. Patel fue con sus padres a recoger a su hermana con la intención de trasladarla a un hospital, pero cuando llegaron ya estaba muerta. “La golpearon con una vara tantas veces que le habían desgarrado la piel, y tenía la cara ensangrentada porque le habían arrancado la joyería que dimos como dote”. Según la autopsia, un golpe le rompió el cuello y la mató. La madre cree que se la quitaron de encima para evitar que el hijo cumpliese su amenaza de quitarse la vida. “Nunca debimos casarla”, se arrepiente ahora.

Estos casos son tan habituales, que un 4% de las mujeres nepalesas se resigna a aceptar la poligamia para no ser repudiadas. Para tratar de evitar ese extremo, los padres de los niños a los que van a casar suelen acudir a santones que deciden si una pareja es compatible o no. Por una jugosa suma de dinero, estos hombres practican llamativos rituales en los que mezclan superstición y religión. “Tenemos en cuenta el zodiaco y la astrología, seguimos unas escrituras antiguas y, luego, nos fijamos en rasgos externos, como el color de la piel y la edad”, dice Ram Padart Dube, un matchmaker indio muy cotizado en el este de Nepal.

En realidad, lo que tratan de hacer los santones que guardan algo de honestidad, reconoce Dube, es introducir un atisbo de sentido común en las uniones. “Las castas más bajas se empeñan en casar a sus hijas cada vez más jóvenes para ahorrar en la dote, pero solemos pedirles que esperen por lo menos a los 12 años y que no se deshagan de ellas hasta los 15 o 16, cuando ya están sexualmente más desarrolladas. Entre las castas medias y altas, sin embargo, nos llegan muchos casos extremos en los que la diferencia de edad entre los novios es excesiva. Intentamos que no se produzcan esas uniones, pero hay familias que están tan desesperadas por casar a sus hijos que ni siquiera escuchan nuestra opinión”.

Cuanto mayores son ellas, más dote tenemos que pagar, así que es mejor hacerlo cuanto antes”
La de Savitri Devi fue una de ellas. Esta joven de India, un país que concentra el 40% de todos los matrimonios infantiles que se dan en el mundo, sobraba en una familia de campesinos que no puede alimentar a siete bocas. Los padres decidieron quitársela de encima cuando tenía 13 años y hacer negocio: al contrario de lo habitual en el subcontinente indio, querían que fuese el hombre quien pagase dote por ella.

Sanjay Prasad Kalwar, un hombre de 30 años, aceptó después de verla en casa de sus padres. “Mi anterior mujer me aban­­donó, pero no nos hemos divorciado oficialmente porque ni siquiera sé dónde está. Sabía que me costaría encontrar a quien aceptase la situación y no tuviese reparo a convivir con mi hijo”, explica él. “Cuando vino a casa no tenía ni idea de quién era, ni de qué pretendía”, recuerda ella. “Solo me dijeron que vistiera poca ropa y que lo saludara”. Un mes después tuvo que ir a vivir con él.

Ahora, tres años después, Devi está convencida de que sus padres “hicieron lo que debían”. Y se muestra razonablemente satisfecha. Incluso juega con Kalwar y le coge de la mano para posar en las fotografías de este reportaje. “Me respeta y no me fuerza a hacer nada que no quiera”. Sin embargo, él reconoce que quiere tener dos o tres hijos, y que los quiere pronto. Ella baja la cabeza y sonríe avergonzada. “Haremos lo que él diga”.

“Aunque los matrimonios infantiles afectan tanto a niñas como a niños, independientemente de su casta, es evidente que ellas sufren mucho más. Son una propiedad como otra cualquiera, mientras que a ellos se los considera los salvadores de la familia”, afirma Doreen Reddy, directora del Programa de Mujeres de la Fundación Vicente Ferrer (FVF), que trabaja por la igualdad de género en la localidad india de Anantapur. Esta concepción está tan arraigada en la sociedad, que, hasta abril del año pasado, nadie había conseguido anular un matrimonio en India por haberse celebrado antes de la edad legal.

Laxmi Sargara, de 18 años, ha abierto la veda, pero no parece que vaya a formarse cola en los juzgados. “La situación está mejorando, sobre todo en las ciudades, y la edad media a la que se contrae matrimonio en India crece. Pero todavía estamos al principio de un camino muy largo”, afirma Reddy. De hecho, en ocho Estados del país de Gandhi siguen casando a más de la mitad de las mujeres antes de alcanzar la mayoría de edad. “Ellas están destinadas a abandonar sus familias para vivir con las de sus maridos, razón por la que ni siquiera se les da bien de comer. Su educación tampoco es una prioridad, porque una mujer bien formada tiene que pagar más dote para casarse con un hombre de su nivel, y, además, los padres temen que se rebelen contra las tradiciones si van a la escuela”, apunta la especialista de la FVF.

Por si fuera poco, la violación, la brutal tortura y el asesinato de Jyoti Singh el pasado mes de diciembre en Delhi no solo ha provocado la ira de un país harto de la violencia contra las mujeres, sino que también ha causado un inesperado efecto secundario: el aumento de los matrimonios de niñas pequeñas. “Los padres tienen miedo de que las violen, y creen, erróneamente, que casándolas las protegen”, aclara Shuba Chacko, directora de la ONG local Aneka.


Sanjay tiene 30 años; su esposa, savitri, 16. Él quiere dos o tres hijos pronto. “haremos lo que él diga”, afirma ella

Algunos políticos indios mantienen la misma opinión. Incluso, hay parlamentarios que han expresado su intención de rebajar hasta los 16 años la edad mínima para contraer matrimonio. “Sería una regresión muy importante y una muestra más del patriarcalismo de esta sociedad”, prosigue Shuba Chacko. “En realidad, lo que temen los hombres es que las niñas pierdan la virginidad, cuyo valor exacerba nuestra sociedad, y que luego no puedan casarse. Y lo único que consiguen es perpetuar un código social que convierte a la mujer en una esclava e impide un desarrollo más rápido y equitativo del país”.

Jyothi Ani no quiere ser esclava de nadie. A sus 14 años ansía continuar con sus estudios, y se ha opuesto con fuerza al matrimonio que sus padres habían concertado con un familiar lejano 24 años mayor que ella. “Mi tío enviudó y quería una mujer para cuidar de sus dos hijos. Ofreció dinero para casarse conmigo, y me prometieron a él”. En mayo del año pasado, una trabajadora de la FVF se enteró del caso e intercedió por Ani. Le explicó a la madre los problemas que podrían derivar de la unión en el futuro. Ante la resistencia de los padres, amenazó con acciones legales. Finalmente, los padres accedieron.

Pero la respuesta de quien iba a ser su marido fue tan violenta que tuvieron que internar a Ani en un colegio lejos de él. “Mis padres han aceptado que no me case hasta los 18 y que continúe estudiando. Cuando llegue el momento dejaré que ellos elijan por mí –el 80% de los matrimonios en India son concertados–, pero espero que mi marido tenga estudios y un buen trabajo”. A unos pasos, su padre asiente en silencio.
Dos mil kilómetros hacia el noreste, en la vecina Bangladesh, Sheuly Akter es la viva imagen de lo que ha evitado Jyothi. La casaron a los 13 años con un primo que trabaja en una mina de oro. Desde el principio le ha obligado a mantener relaciones sexuales dolorosas, y tanto él como los suegros la maltratan. “Me dicen que no sirvo para nada, que preferirían haber casado a su hijo con una perra”. No puede ir a clase. Tiene que cuidar de la casa. “Envidio a los niños que van con uniforme por la calle”, reconoce cuando nadie la vigila. “Muchas veces solo pienso en suicidarme”, reconoce la adolescente mientras prepara leña para encender el fuego. No hay estadísticas al respecto, pero muchas lo hacen.


el dispreciau dice: hay cosas que impactan, otras molestan, algunas avergüenzan, otras se tornan pesadas y de tanto... insoportables. Occidente sabe poco de oriente... cuanto más oriente menos sabe... menos conoce, menos reconoce, poco entiende, mucho se habla... el imperio británico ha dejado huellas en todo el orbe que ha dominado... en general, por donde ha pasado sus huellas no son buenas, antes bien están encriptadas en confusiones... donde se ha mezclado con los fundamentos sociales franceses, ha sido aún peor el resultado global. La India es un buen ejemplo de las calamidades prodigadas por el colonialismo y la dominación. India contiene conflictos ancestrales, agravados durante su etapa colonial, y exacerbados luego de ella... las diferencias sociales pueden calificarse de trágicas, pero las abudantes ignorancias marcan el futuro del país, mucho más heterogéneo de lo que se escribe, y mucho peor de lo que se lo interpreta... el desprecio hacia el sexo femenino es realmente dramático, pero el desprecio hacia los niños también lo es, marcándose aberraciones sociales comunes a una conceptualización primitiva que poco y nada tiene que ver con lo "cultural"... podría decirse, sin temor a equivocarse, que la edad de piedra reina en muchas regiones de la India... algo muy semejante a la China... algo muy parecido al sudeste asiático... algo que ningún turista ve... porque los apuros quitan perspectivas genuinas de realidades sociales diametralmente opuestas a las de occidente. En tal sentido, Asia es un antimodelo a cualquier cosa medianamente aceptable... cuanto más se la conoce, más insoportable se torna... hasta ser más que inaceptable. Sucede que lo inaceptable, allá es cotidiano... y curiosamente, nada ni nadie ha podido penetrar ángulos pseudo culturales para modificarlos y/o adaptarlos a los siglos que corren, antes bien, cada avance ha tenido peores resultados en enquistamientos donde los grupos se hacen beligerantes ante cualquier intento de cambio. Por estas horas, no son pocos los medios corporativos que defienden a China y a India como modelos de gestión, de industrialización, de producción, y hasta culturales y sociales... lo cual demuestra que esos periodistas y dichos medios, son socios de las tragedias que nadie ve pero que están implantadas en la región. Intentan vender y/o hacer un marketing de algo que no existe... ya que dichas sociedades están detenidas en el tiempo de los estados ausentes y de las políticas corruptas, de funcionarios ignorantes y de políticas sociales y públicas inexistentes... cosas de las que occidente ni se entera, porque esos mismos medios se ocupan en "no ver"las realidades subyacentes. Desde allí mismo se manejan los tráficos de estupefacientes y de personas del Asia grande, como ellos mismos suelen llamar a un concepto social que es en esencia inmezclable, rebosante de intolerancias, y de seres humanos mutantes que nadie sabría cómo calificar... si ese es el modelo que pretenden extrapolar a occidente, es bueno que las gentes sepan que todo ese conjunto, no es más que un antimodelo de humanismo, que poco y nada tiene que ver con los Vedas. Marzo 24, 2013.-

sábado, 23 de marzo de 2013

FUTUROS HIPOTECADOS ► ‘Escrache’ como derecho donde no lo hay | Sociedad | EL PAÍS

‘Escrache’ como derecho donde no lo hay | Sociedad | EL PAÍS

OPINIÓN

‘Escrache’ como derecho donde no lo hay

El autor defiende que los ciudadanos usen las medidas de presión a su alcance


¿Es el escrache un ejercicio de coacción? Respuesta: sí, absolutamente. Lo que indica que la pregunta es otra: ¿la coacción ciudadana es un derecho? Para el Gobierno, que ayer mismo advirtió que el escrache no está contemplado en el derecho de manifestación, no lo es. Para el tipo que firma estas líneas, lo es. O, al menos, es de la opinión de que, ante la coacción financiera, debería de haber algún tipo de derecho. Lo que, a su vez, puede orientar hacia la posibilidad de que la pregunta del millón sea otra: ¿qué derechos le queda a la sociedad frente a la coacción que recibe?

Porque la coacción es llamativa. La democracia, esa cosa que solo fue posible en el Estado, se ha deslocalizado hacia otras instancias no estatales ni democráticas. Los Gobiernos carecen de programas. O son irrelevantes, pues las políticas les son indicadas desde otros organismos —BCE, FMI, BCE—, no democráticos. El caso Bárcenas, incluso, ofrece la sospecha de que las políticas, además, sean incentivadas, previo pago, por empresas. El Bienestar, la forma de democracia en Europa, está desapareciendo. Recortes y contrarreformas como la educativa, la sanitaria, la financiera, o la laboral, suponen, por sí mismos, esa desaparición y una coacción social radical. Todo esto ilustra una crisis de representatividad. Amplia. Europea. Que en el sur es dramática. En España resulta casi imposible hablar —entendiendo hablar como un intercambio— con la clase política que, en su gran mayoría, vive en otra cultura —varias generaciones la llamamos Cultura de la Transición—, cuyos marcos, inamovibles y delimitados hace décadas, solo permiten ver las tensiones de la realidad que hayan sido señaladas como tales por los Gobiernos.

No, el escrache no es una manera de hablar con diputados. Para ello sería necesario un cambio de cultura en el diputado que, por cierto, haría innecesario el escrache. Es una manera de coacción democrática. Las hay. Son antiguas y modularon, en su día, el nacimiento de los derechos sociales: huelga, la protesta, la manifestación. La sociedad empieza a saber mucho de coacción. Y puede discernir entre la coacción posdemocrática —la reducción de derechos que sufre—, y las formas de coacción que utiliza en su defensa. El pensador francés Pierre Rosanvallon habla un poco de ello cuando, al tratar del futuro de una democracia en crisis, dibuja un quinto poder, consistente en la ciudadanía en la calle, modulándola. Quizás eso —la posdemocracia y la ciudadanía en la calle—, es lo que está pasando.


OPINIÓN

Democráticamente intolerable

Una cosa es ser escuchados y otra ser obedecidos, asegura el autor


Que el ejercicio de la política necesita una revisión a fondo en muchos países europeos —entre ellos, desde luego España— es una evidencia que apenas cabe discutir. Los representantes electos dan a menudo la impresión de formar una casta cerrada sobre sí misma, impermeable a todas las demandas populares difíciles de encauzar según las rutinas burocráticas, expertos en disculpar los errores propios agigantando los ajenos y para quienes siempre lo que se hace es lo único que puede hacerse, por mucho sudor y lágrimas que cueste… a la sufrida ciudadanía. Pero la docilidad resignada (o desesperada) de esta parece a punto de acabarse. Hay grupos muy dinámicos que quieren hacerse oír saltándose a los habituales intermediarios y que están dispuestos a llevar a las calles los debates que se echan en falta en el Parlamento.


Por tanto va a ser cada vez más corriente que los ciudadanos reclamen directamente a sus representantes y les expongan sus quejas, con maneras mejor argumentadas o más tumultuosas. Pero una cosa es ser escuchados y otra ser obedecidos. Los representantes electos (no digo “los políticos” porque políticos son también, para lo bueno y lo malo, quienes les interpelan) deben tomar en consideración las voces ciudadanas apremiantes que les llegan, aunque no sea por el conducto reglamentario, pero luego tienen que decidir de acuerdo con su leal saber y entender pues para eso fueron votados por mucha más gente de la que suele manifestarse. Que se vean escarnecidos en sus vecindarios, coaccionados con simulacros de linchamiento y se intimide a sus familias no solo es democráticamente intolerable sino que arroja sombras de sospecha sobre la “espontaneidad” de los que protestan.

Quienes se desgañitan diciendo que si no se les hace caso no hay democracia son poco de fiar. Porque la democracia consiste también en procedimientos, garantías y respeto institucional: lo demás es demagogia y populismo, o sea democracia basura. El que crea que una buena causa justifica malos modos debe recordar que abre la puerta a que sean empleados para otras menos de su gusto: hoy puede ser para acabar con los desahucios, pero mañana para abolir la despenalizacióin del aborto o la doctrina Parot, quizá para reivindicar la pena de muerte. Bienvenida la participación más amplia y enérgica de los ciudadanos, no de los borrokas.
Democráticamente intolerable | Sociedad | EL PAÍS



La protesta ya ha llegado hasta su puerta

Los activistas contra los desahucios han dado un polémico paso para señalar a los políticos que no apoyan la dación en pago: la movilización frente a sus viviendas.¿Es legítima esta estrategia?


Protesta de Afectados por la Hipoteca frente a la casa de Esteban González Pons, en Valencia, el pasado miércoles. / H. kalis (Reuters)

La plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha decidido señalar de manera directa a los políticos que no apoyan la Iniciativa Legislativa Popular por la dación en pago. Este tipo de señalamiento personal se conoce como escrache, y el primero se produjo ante la cúpula del Partido Popular, que se encontraba reunida en un hotel de Madrid. El segundo fue en Barcelona, frente a la vivienda de la concejal del mismo partido, Ángeles Esteller. Le siguieron otros, que afectaron al ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz; o al jefe de gabinete del presidente del Gobierno, Jorge Moragas.

El más reciente, el miércoles en Valencia, se realizó frente a la vivienda de Esteban González Pons, vicesecretario de Estudios y Programas del Partido Popular, que no estaba en casa en ese momento. Pero su familia sí  estaba. “Entraron en el portal, subieron hasta la casa, aporrearon la puerta durante 45 minutos. Ésta no es la forma de convencerme”, manifestó al enterarse de los hechos. Pons, que ha interpuesto una denuncia al considerar que se trata de ataques a “representantes de la soberanía popular”, aseguró ayer a El PAÍS: “Asustar a mi familia es un método mafioso. Hoy lo hacen para que los políticos cambiemos el voto. Mañana lo harán con los jueces y pasado con los periodistas. Es muy peligroso. Dicen que me van a señalar, pero señalar es lo que hacían los nazis con los judíos”. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se manifestó de forma similar tras el Consejo de Ministros. Aseguró que algunas actuaciones “invaden los derechos de otros”, mientras pedía “respeto” a los políticos y “especialmente a sus familias”, que sufren manifestaciones frente a sus casas.

¿Son legales estas actuaciones? ¿Canalizan el malestar social de modo democrático o son meras acciones de coacción? “Las movilizaciones ciudadanas que echan el aliento en la nuca del político, pero solo el aliento, están más que legitimadas”, señala Jesús María Osés, profesor de Historia del Pensamiento Político en la Universidad Pública de Navarra. “El límite infranqueable es la violencia física. O que la presión se ejerza contra la familia”. La PAH asegura que se trató de una “señalación pública y pacífica”, pero González Pons lo ve de manera muy diferente y acusa a la plataforma de “intimidar” a su familia llamando al timbre de su casa.
El señalamiento (o escrache) nace en Argentina. Escrachar implica evidenciar a personas que pretenden pasar desapercibidas. Los primeros fueron impulsados por Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS). “Ante la impunidad de las leyes de punto final, que impedían juzgar a los responsables de la dictadura, promovieron los señalamientos. Consideraban que si el Estado no daba respuestas, era legítimo que la ciudadanía supiera quienes eran y qué habían hecho”, explica Jordi Mir, profesor del centro de estudios sobre los movimientos sociales de la Universitat Pompeu Fabra.


Esta modalidad de queja nace en Argentina tras las leyes de punto final

España vive la peor crisis desde la restauración de la democracia y solo el año pasado se ejecutaron 46.408 hipotecas, según datos del Poder Judicial. El drama de los desahucios afecta, pues, a centenares de miles de personas. En este contexto, “se llega a la conclusión que las movilizaciones tradicionales no surten efecto. Como no se puede salir de la agenda política, se importan medidas extranjeras con la esperanza de que funcionen”, plantea Juan Carlos Revilla, profesor de Psicología Social de la Complutense.

¿Es comparable la situación argentina y española? “Es difícil apoyarlo sin reservas, porque los diputados no se esconden ni han hecho nada reprobable. Solo han manifestado dudas a la propuesta. Tengo reticencias de que sea la mejor opción”, señala Revilla.

La catedrática de ética Victoria Camps cree que se trata de un ejercicio de libertad de expresión, siempre y cuando se ajuste a unos límites precisos. “Es legítima si es pacífica, se produce en la vía pública y no se viola el espacio privado. Ellos son nuestros representantes. Si la gente quiere que conozcan su realidad, están en su derecho de informar, incluso si es de forma tan directa”.


Los diputados
no responden directamente
ante sus votantes

La jurista Magda Oranich considera que es “lícito, siempre que no haya coacciones ni amenazas”, pero se manifiesta en contra. “No creo que sea la mejor forma de presión en democracia. Los diputados han sido elegidos, te guste o no”. En su opinión, sería mejor “manifestarse ante el Congreso, pero nunca en el domicilio”, porque se coacciona no solo al político, “que lo lleva implícito en el cargo”, sino “a sus hijos y vecinos”, que nada tienen que ver.

Según una encuesta publicada por EL PAÍS el domingo, el 67% desconocía la campaña de escrache de la PAH. Aunque el 89% —el 87% entre votantes del PP— aseguraba estar de acuerdo. El catedrático de Sociología y presidente de Metroscopia, José Juan Toharia, abunda en por qué: “El ciudadano es ambivalente en este tema. Aprecia que existe un riesgo de acoso, pero hay factores que hacen comprensibles estas campañas. La gente ve que la crisis no la provocan quienes la padecen. Además, pagan más los que menos tienen y los que son percibidos como culpables —los expertos financieros— no solo no han pagado, sino que reciben jubilaciones millonarias. Ese es el telón de fondo”.

Mir añade: “Nuestra sociedad es más sensible a la alteración del orden que a la violencia estructural, como la pobreza, cuando el verdadero sufrimiento lo padecen los afectados por la crisis, el desempleo y los desahucios”. Esther Vivas, investigadora de movimientos sociales, destaca que “se busca visualizar una realidad; que se vea que detrás de las decisiones políticas hay personas. Esta acción está a la altura de la situación de crisis que vivimos”.

“El verdadero sufrimiento es el de los afectados por la crisis”, dice Jordi Mir
La calificación como “violencia” del escrache genera también cierta controversia. Quienes las sufren se sienten “acosados” y consideran que se está vulnerando su derecho a la libertad. Hay quienes opinan, sin embargo, que es una reacción proporcionada a la magnitud de la crisis que azota a los ciudadanos. “La presión de las instituciones sobre las personas obliga a éstas a una legítima defensa”, argumenta Osés. El politólogo Íñigo Torrejón asegura que la PAH ha visibilizado lo que antes era una violencia “privada y extrema. Hasta ahora la violencia de echar a una familia a la calle sin que tenga adónde ir, era algo privado. La PAH lo ha politizado, lo ha hecho público”.

Ada Colau, el rostro visible de la PAH, niega que las actuaciones de la plataforma constituyan ningún tipo de acoso ni hayan superado los límites de la legitimidad: “Nos estamos volviendo locos y hemos dejado de ver el conjunto. El límite no lo han traspasado los ciudadanos, sino la praxis bancaria y los gobiernos que les inyectan dinero público mientras la gente se tira por la ventana”. Según la activista, la plataforma apela “a la conciencia individual de cada diputado”, pidiéndole que vaya “más allá de la disciplina de voto del partido”.

Es legítima si es pacífica y no viola el espacio privado, dice Victoria Camps
Sin embargo, en España, con un sistema electoral de listas cerradas, los diputados están sujetos a la llamada disciplina de voto. “El hecho de que el diputado piense que debe rendir cuentas solo ante sus jefes supone una quiebra en el sistema”, opina Toharia.

Vivas pone el acento en la pugna entre legalidad y legitimidad. “Hay acciones que pueden ser ilegales desde un punto de vista jurídico, como ocupar locales vacíos, y sin embargo son totalmente legítimas”. Ayer, 200 activistas de la PAH ocuparon una sede de Banesto en el paseo de Gràcia de Barcelona.

“La legalidad es un concepto construido. Lo legal debería ser legítimo y lo legítimo debería hallar un cauce de legalidad, aunque no siempre es así”, abunda el psicólogo Jaume Funes. Y ahonda en cómo los jóvenes se rebelan contra los imperativos del sistema: “Para tratar los escraches no sirve con invocar que algo es legal. El argumento de muchos jóvenes es: ‘será legal, pero no mi legalidad’. No se sienten representados por un sistema que ven injusto”. Mir añade: “Las autoridades deberían reflexionar sobre los riesgos de carecer de espacios para el debate político más allá de las elecciones”.

Según el politólogo Errejón, las líneas rojas “se traspasan desde hace tiempo. Hay quien considera que pegar pegatinas y hacer sonar una cacerola es grave. Quizá, pero hace mucho que esta gente no son los primeros en quebrantar las cosas”.
Los críticos con estas acciones sostienen sin embargo que se ha traspasado una línea roja fundamental. Y que es preciso poner coto a este tipo de protestas. El portavoz popular en el Congreso, Alfonso Alonso, remitió ayer mismo una carta a los diputados de su grupo en la que señalaba que “algunos compañeros y sus familias han sufrido situaciones de acoso que no debemos pasar por alto" y les indicaba que, ante “cualquier amenaza”, mantuviesen la calma e informaran a la dirección del partido, que tomaría las "medidas legales oportunas". La número dos socialista, Elena Valenciano, mostró su apoyo expreso a lo declarado previamente por la vicepresidenta del Gobierno: “Sé que la gente lo está pasando mal”, señaló. “Pero no se puede promover la violencia y el acoso a gente a la que se ha votado”.
La protesta ya ha llegado hasta su puerta | Sociedad | EL PAÍS


el dispreciau dice: muchas conductas sociales nacieron en Argentina, a partir de los atropellos ejercidos durante décadas, de distintas maneras, desde los poderes políticos, militares y eclesiásticos en contra de una sociedad golpeada una y otra vez por antojos, atropellos y más, mucho más. Los hechos más aberrantes padecidos por los argentinos se enfocan en la década del setenta, desde sus albores y hasta su conclusión aberrante con el desenlace de la tragedia de Malvinas, un conflicto que dio por tierra con los mesianismos de militares con muchas medallas y pocas batallas ciertas... junto con dicho estigma, los argentinos cargamos con la "década infame" cursada durante el período 1990-1999... donde el país fue prolijamente arrasado hipotecándose el futuro de toda una sociedad... desde luego estos hechos no son los únicos, pero sí los más destacables por los alcances del drama impuesto a una sociedad harta de mentiras. Falsos y falaces ministros de economía asociados al modelo corporativo de la tragedia social, se llevaron puestas las ilusiones, las esperanzas, y los pocos bienes de gentes de trabajo, al sólo efecto de satisfacer a una clase política atrapada por angurrias y avaricias interminables, ignorante por excelencia, bárbara en esencia, obsecuente por incapacidad, siempre escondida u oculta tras las bambalinas de un peronismo que se ha extinguido junto Evita, y que hasta el propio Perón en su última etapa, no pudo ni fue capaz de resucitar. El país (Argentina) fue hipotecado en los noventa... pero lo más dramático, es que se hipotecó el futuro de las personas... un modelo, un sistema, una herramienta que se ha visto replicada en la Europa Medieval, mostrando que sus clases políticas están perimidas y corruptas, igual que las latinoamericanas, exhibiendo los mismos criterios vacíos de cualquier contenido social. Léase, a esta clase política las gentes les importan mucho menos que un bledo... demostrando que ellos (políticos) son oportunistas y usan y abusan de los votantes de las falsas democracias, consumidas por tanta barbarie suelta. El problema de allá (Europa) no difiere del de acá (Américas), o del perceptible en concierto africano o asiático... todos los políticos son ignorantes sueltos, disfrazados de gentes capaces, pero inútiles por excelencia, porque parten del precepto del cinismo, para luego avanzar en hipocresías, disimulos, burlas, necedades, negaciones... y el concierto matemático enseña resultados dramáticos para las sociedades humanas, que se ven envueltas en hipotecas usufructuadas por corporaciones bancarias vacías, antisociales por excelencia, socias de otras corporaciones marketineras que no aportan nada a sociedad alguna, al tiempo que cuentan con socios idiotas en todos los políticos, siempre dispuestos a borrar con el codo aquello que nunca escribieron con sus manos. El mundo está atrapado en el mismo problema... las democracias y las repúblicas (reinos, virreinos, principados, ducados, condados) han caducado... los modelos militares han caducado... las Iglesias han caducado... porque a todos se les han caído las caretas, dejando en evidencia lo aberrante de sus conductas... y junto con ello han caducado las empresas corporativas a escala multinacional, lavadoras de dineros robados, no más que eso... Todo indica que la humanidad con futuro hipotecado no le sirve a nadie... y al hacerlo... se consume en sí mismo. El barco se está hundiendo... y sus capitanes andan de fiesta, intentando gastar a cuenta de aquello que siempre robaron y nunca fueron capaces de producir... fin de fiesta. Esto no da para más... se terminó... los escraches, no son más que catarsis sociales por las agresiones recibidas... pero los escrachados... no tienen vergüenza por ende persistirán en sus conductas despreciativas. Marzo 23, 2013.-