domingo, 3 de enero de 2016

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Macri y el fin del relato | Internacional | EL PAÍS



TRIBUNA

Macri y el fin del relato

Los argentinos votaron por “Cambiemos” y el cambio no se hizo esperar



Mauricio Macri llegó al poder con un slogan: “Cambiemos”. Los argentinos votaron por ese cambio, y el cambio no se hizo esperar. En menos de tres semanas, a través de una serie de medidas, el nuevo gobierno comenzó a desarmar el “relato kirchnerista”.
Los doce años anteriores pueden caracterizarse de la siguiente forma: en materia económica, los Kirchner llevaron adelante un modelo restrictivo e inflacionario, maquillando las deficiencias a través de la manipulación –o no publicación- de las estadísticas oficiales. En materia de política exterior, se produjo un alineamiento con regímenes no-democráticos, tanto en América Latina como en el resto del mundo. En lo que a las libertades, la institucionalidad y la democracia respecta, se implantó un modelo autoritario que sistemáticamente intentó coartar la libertad de expresión, controlar la justicia, y utilizar los bienes públicos como propios, llevando al país a niveles de corrupción nunca antes vistos.
Cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia en el 2003, lo hizo con un tipo de cambio ubicado cerca de los 4 pesos por dólar. Doce años después, su esposa Cristina Kirchner, abandonó el gobierno dejando una economía distorsionada, con diversos tipos de cambios que fluctuaban desde los 6 pesos por dólar, al cual estaban obligados a liquidar los exportadores de ciertos productos, reduciendo drásticamente la competitividad del sector; pasando por un cambio oficial de 9 pesos por dólar, al cual en la práctica muy poca gente tenía acceso, y el paralelo, llamado “blue”, de acceso irrestricto, que llegó hasta los 16 pesos por dólar. En poco más de una década, los Kirchner devaluaron la moneda en un 300%.
Durante su primer semana en el poder, y cumpliendo sus promesas de campaña, Macri dio un giro total al modelo “K”. Primero, a través de la eliminación de las retenciones a las exportaciones las cuales significaban un freno total al sector exportador y a las economías regionales. Segundo, liberando el tipo de cambio, lo que llevó –a diferencia de lo que sus críticos anunciaban- a un fortalecimiento del peso. Y tercero, a través de la normalización del Instituto Nacional de Estadísticas, que en palabras de su nuevo Jefe, había sido “arrasado” por la administración anterior.
A fines del 2009 el gobierno de Cristina Kirchner logró aprobar una ley de medios de comunicación cuyos objetivos eran claros: desmantelar a Grupo Clarín y disciplinar a otros grupos de medios. Dicha ley estableció también la creación de una oficina llamada AFSCA –organismo encargado de llevar a cabo la implementación de la ley-, el cual hasta hace pocos días atrás estuvo encabezado por un militante kirchnerista, Martín Sabbatella, y cooptado por la agrupación política que él encabeza. Durante el mandato de Sabbatella, el AFSCA se convirtió en uno de los principales verdugos de la libertad de expresión en el país, imponiendo sanciones arbitrarias a medios no adictos al gobierno y aplicando la ley de manera selectiva.
Mientras algunos empresarios cercanos al poder se vieron beneficiados por Sabbatella, otros como Grupo Perfil -a quién se le negó la posibilidad de obtener licencias de televisión digital-, o Grupo Clarín, a quién se le aplicó a mayor cantidad de sanciones y se le negó arbitrariamente su plan de adecuación a la ley, fueron asfixiados hasta el último día.
Días atrás, Mauricio Macri decidió intervenir el AFSCA, sosteniendo, entre otras cosas, que la misma se había convertido en una caja para financiar la militancia política. Al mismo tiempo, ordenó una auditoría para investigar compras, contrataciones, juicios, y la polémica política de recursos humanos del organismo. La medida fue apoyada por la gran mayoría de los sectores políticos del país.
Si bien Argentina nunca formó parte del bloque de países pertenecientes al ALBA, Cristina Kirchner nunca ocultó sus preferencias por el tipo de régimen que existe en Venezuela. Ya sea por razones ideológicas, o por negocios poco transparentes, las relaciones entre ambos países se vieron marcadas por hechos de corrupción y por el silencio cómplice ante las evidentes violaciones a los derechos humanos.
Durante su campaña Macri ya se había pronunciado sobre la grave situación que atraviesa Venezuela, y había anunciado que tras asumir, llevaría el tema al Mercosur. Así lo hizo la semana pasada, convirtiéndose en el primer presidente en funciones de América Latina en pedir abiertamente y frente a sus pares de la región, la liberación de todos los presos políticos.
Mauricio Macri representa una nueva forma de hacer política y de gobernar. Dejando de lado las ideologías de izquierda o derecha, Macri parece decidido a mirar hacia adelante, centrando su accionar en políticas públicas modernas, al servicio de la gente y no de algunos sectores; respetando la institucionalidad y construyendo sobre ella; escuchando las voces críticas y aprendiendo de los errores.
Algunos pocos, que hicieron del kirchnerismo un culto y de la militancia una religión, que irrespetaron leyes y abusaron de su poder, querrán ahora convertirse en los paladines de la democracia y denunciarán cada acción del nuevo gobierno que tienda a cambiar el modelo autoritario que ellos implantaron. El éxito de Macri no solo dependerá de su capacidad para llevar adelante políticas transformadoras, sino también de su habilidad para comunicar a todos los argentinos - y también al mundo- que estos cambios no solo son necesarios para sacar adelante a un país estancado, sino indispensables para recuperar ciertas instituciones democráticas que el kirchnerismo avasalló.
Ezequiel Vázquez-Ger es director del Centro de Investigación Periodística en las Américas. Twitter @Ezequielvazquez

el dispreciau dice: Cristina Fernández no es Néstor Kirchner, pero su gestión, más allá de las opiniones, tiene un buen balance... desde luego, su estilo avasallante se destacó por lo bueno y por lo malo, como le sucedería a cualquier persona, mortal... pero a estas alturas, comenzando a transitar la etapa de los "olvidos", ya nadie recordará qué fue lo bueno y qué lo malo... por lo tanto, como toda etapa que concluye, se va diluyendo en la rutina hasta tornarse eco... 

el peronismo necesita reconstruirse con urgencia... porque muchos intendentes le han hecho demasiado mal, así como muchos funcionarios kirchneristas no supieron estar a la altura de sus circunstancias, incendiándole el rancho a la Cristina... pero así es la política de las mediocridades, cuando queres darte cuenta, ya es demasiado tarde y los que parecían amigos pasan a ser traidores, aún avisando...

en lo personal... Macri no es de mi agrado... pero Argentina necesita nuevos aires... y justo es reconocer que algunos miembros de su equipo de trabajo se destacan por sus respectivas historias, ya escritas, no descalificables ni desacreditables... pero también, justo es reconocer, que el desmadre ha afectado tumoralmente a toda la sociedad... sus hechos... su cultura... y su entramado... léase, su estructrura productiva...

la provincia de Buenos Aires es una calamidad dentro de una gran tragedia nacional... y al modo de un rompecabezas deberá ser reconstruída casi desde cero... porque la droga domina las intendencias... no pocas... y carcome el coco de las gentes jóvenes que creen que el subsidio salva y que vender la dignidad contribuye a sobrevivir... y sucede que el coco carcomido de la juventud supera cualquier imaginación... y a medida que se aleja de Buenos Aires, el problema crece como geometría desenfrenada... a mayor distancia, peor es la degradación social observable... 

léase, el país quedó desmantelado... mucha agresión... mucha intolerancia... mucho doble mensaje... mucho doble discurso... mucha realidad tergiversada... y todo está allí a la vista de quien lo quiera ver, y para que no le erremos al viscachazo, la culpa no es de Cristina Fernández sino de una sociedad que está confundida de valores... una sociedad que cree que los males se pueden colocar en el altillo o en su defecto bajo la alfombra... pero las mierdas siempre afloran, así es que ahora, inundaciones mediante, flotan por doquier... inocultables...

el daño ejercido por y desde la Secretaría de Industria y Comercio llevará años darse vuelta y corregirse hasta alcanzar coherencia global... y lo mismo cursa para el INDEC... para los medios... para la educación... para lo sanitario... para la salud pública... o para cualquier cosa que tenga que ver con la sociedad y sus hechos, es decir, todo... 

dicho sea de paso, el sindicalismo también deberá repensarse a sí mismo y dejar de ser "gordo" para comenzar a adelgazar imbuidos de coherencia laboral... ya que de persistir en la tragedia en curso, se regresará a los cursos de colisión titanescos que ven el iceberg pero disfrutan llevándoselo por delante, para luego lograr acomodamientos económicos para pocos, y endosar desastres para nuevos despojados...

y el problema es de toda América... sin excepciones... ya que las mierdas que se ven desde México para abajo... también se observan desde allí hacia arriba... o lo que es lo mismo... los pobres son muchos y las desigualdades y sus inequidades, son cada vez más... a pesar de la miopía periodística de los medios corporativos y los no tanto...

Macri no tiene margen de error... ya que sus votantes no le perdonarán nuevos dislates... 

pero el resto de los argentinos... no respondedores al kirchnerismo tampoco le darán su apoyo si persiste en criterios intolerantes... ya que la sociedad necesita curarse a sí misma y hablar, dialogar y construir...

lo que pasó... ya es historia... fresca pero historia al fin...

por lo tanto, dado que ninguna casa se construye desde el techo, será oportuno que los políticos se den cuenta que es necesario hacer cimientos nuevos, dejándose de dar vueltas con explicaciones inexplicables, justificando lo injustificable... ya no hay tiempo para más estupideces, ni para más miseria humana... aquel que insista con la intolerancia, será devorado por sus propias miserias... 

el país del ñoqui... ya no encontrará su 29. ENERO 03, 2015.- 

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