martes, 17 de marzo de 2015

EL TRISTE Y PELIGROSO REGRESO DEL PENSAMIENTO GENOCIDA ▼ “No son casos aislados. Alemania tiene un problema social” | Internacional | EL PAÍS

“No son casos aislados. Alemania tiene un problema social” | Internacional | EL PAÍS



PETRA PAU | VICEPRESIDENTA DEL BUNDESTAG, AMENAZADA

“No son casos aislados. Alemania tiene un problema social”

Pau ha recibido amenazas por apoyar la construcción de un centro de refugiados en Berlín





Petra Pau, vicepresidenta del Bundestag. / THEO SCHNEIDER


Petra Pau (Berlín, 1963) sabe que su actividad como política puede generar críticas, pero pone un límite en la privacidad de su familia. Tras meses recibiendo amenazas por apoyar la construcción de un centro de refugiados en el barrio berlinés de Marzahn, un centenar de ultras violó ese límite al manifestarse, con el consentimiento de la policía, frente a la casa de Pau, vicepresidenta del Bundestag (la Cámara baja del Parlamento alemán) y diputada de La Izquierda (Die Linke).
Pregunta. Amenazas, ataques a albergues... ¿Qué ocurre en Alemania?
Respuesta. Hace décadas que los nazis tratan de intimidar a políticos, periodistas o representantes de la sociedad civil con frases del tipo ‘sé dónde vives’ o manifestaciones frente al trabajo o la vivienda. No es nada nuevo, pero se ha agravado en los últimos meses con las protestas contra los refugios o movimientos comoPegida.
P. Pide más protección. ¿Hacen falta nuevas leyes?
R. No, simplemente necesitamos otra sensibilidad, tanto por parte de la opinión pública como por las fuerzas de seguridad. Hay que proteger el derecho de manifestación, pero se puede trasladar a otro lugar cuando queda claro que se dirigen contra personas concretas. No se respetó la inviolabilidad del domicilio del alcalde de Tröglitz, que dimitió porque ni él ni su familia se sentían seguros.
P. El alcalde se ha quejado de la falta de solidaridad de la sociedad. ¿Comparte esta opinión?
R. No puedo valorar la situación de Tröglitz. Pero a diferencia de los noventa, cuando tuvimos una situación muy complicada, veo mucha más solidaridad de la población. Aunque me gustaría ver esa solidaridad en los políticos no solo cuando ocurre algo peligroso, sino en el día a día de las personas que trabajan con los asilados.
P. No ve entonces una falta de solidaridad.
R. Tenemos un problema social, sí. Aumentan los asaltos a centros, asistimos a protestas como las de Pegida, con ciudadanos que hace uno o dos años nunca se habrían manifestado con personas identificadas por la policía como de extrema derecha. Aumentan la hostilidad y la aceptación de la violencia, pero también hay un movimiento en contra. Por eso critico a los políticos de partidos democráticos que hablan de casos aislados. Tenemos un problema social en todo el país.
P. ¿Qué le dice a los vecinos preocupados por la llegada de refugiados?
R. Hay miedo. Cuando me reúno con gente de mi circunscripción veo mucho desconocimiento sobre la ley alemana de asilo, prejuicios y miedos irracionales, como que los refugiados van a traer enfermedades como el ébola.

Grupos neonazis amenazan a políticos alemanes

“No van a lograr que me venga abajo”, asegura un concejal acosado

El concejal Hans Erxleben, ante su casa, en Berlín. / JULIA SOLER
Hans Erxleben oyó un ruido en la madrugada del pasado 6 de enero. Se levantó de la cama, corrió a la calle y vio su Toyota calcinado. Alguien lo había quemado. A los pocos días, encontró una octavilla en la que, mencionándolo con nombre y apellido, le deseaban que hubiera estado dentro del coche mientras ardía. No era la primera vez. Antes había visto cómo una piedra rompía el cristal de la ventana y aterrizaba en su salón. Pese a todo, este concejal del partido La Izquierda (Die Linke) de un distrito del sureste berlinés se siente afortunado.
“Aquí tengo el apoyo de la gente. Algunos vecinos se ofrecieron a concentrarse pacíficamente frente a mi casa. Tengo más suerte que el alcalde de Tröglitz. Yo no me siento solo”, asegura sentado en su sofá con la misma sonrisa que acompaña todas sus frases. Erxleben se refiere al caso que la semana pasada conmocionó a Alemania. Markus Nierth, un independiente, dejó su cargo en el Ayuntamiento al comprobar horrorizado que las autoridades no iban a hacer nada para impedir que un grupo de neonazis se manifestara frente a su residencia familiar. El pecado del alcalde de Tröglitz fue defender la llegada de 50 refugiados a su pueblo de 3.000 habitantes. Los dos políticos se enfrentan a los mismos enemigos —los ultraderechistas xenófobos— y por el mismo motivo —creer en Alemania como país de acogida—.

Récord del 10% de extranjeros

  • Los extranjeros en Alemania suponen ya el 10% de la población al aumentar el año pasado en 519.340 personas, lo que supone un subida del 6,8%, la mayor de las últimas dos décadas, según informó ayer el Instituto de Estadística alemán.
  • Casi el 60% de los nuevos inmigrantes proceden de países de la Unión Europea.
  • Los rumanos han aumentado en 88.000, lo que supone un 32,9%, y los búlgaros en 36.000 ( 24,8%).
  • En 2014 llegaron 61.000 sirios para pedir asilo, lo que supone una subida del 107%.
Se trata de dos casos extremos, pero no son los únicos. Petra Pau, vicepresidenta del Bundestag y diputada también de Die Linke, se ha enfrentado a decenas de amenazas de muerte y manifestaciones frente a su casa. Algunos alcaldes de pequeñas localidades, mucho más desprotegidos que los políticos de la Administración central o de los Estados federados, soportan insultos o pintadas ofensivas.
Cuando asiste a las juntas de distrito, Erxleben tiene que sentarse frente a los dos concejales del partido neonazi NPD, cercanos a sus agresores. “Conozco desde hace años a los neonazis que me acosan. Tratan de que me venga abajo. Pero no lo van a conseguir”, responde seguro de sí mismo el concejal del distrito berlinés de Treptow-Köpenick.
El acoso ultra también se extiende a periodistas de izquierdas, como comprobó hace unos días el freelance Marcus Arndt, que fue apedreado tras una manifestación neonazi en Dortmund. El año pasado, 150 refugios para solicitantes de asilo sufrieron ataques, que iban desde pintadas hasta incendios o ataques con explosivos. Es una cifra tres veces mayor a la del año anterior. “No es solo que las amenazas vayan a más. También observamos que los racistas se atreven a exponerse más que hace años. Se sienten más apoyados”, dice Fabian Virchow, director del Centro de Investigación del Extremismo de la Escuela Superior de Düsseldorf.
Pese a ser minoritario, el recurso a la violencia o a las amenazas es la expresión de un malestar por la oleada de refugiados que comparten capas más amplias de la sociedad. Más de 200.000 personas llegaron a Alemania en 2014 en busca de asilo político, el récord en dos décadas; y las autoridades ya prevén 300.000 para este año. Las protestas ante los nuevos centros de acogida se extienden por el país.
Una reciente encuesta de la Fundación Robert Bosch dibuja una sociedad muy dividida al respecto: dos tercios de los ciudadanos estarían dispuestos a ayudar a los asilados, pero uno de cada cuatro consultados firmaría contra la creación de un refugio en su vecindario. “Cuando viajo a mi circunscripción, los dos temas que realmente preocupan a la gente son el dinero que nos va a costar ayudar a los griegos y la llegada masiva de refugiados”, señalaba hace unos días un diputado democristiano que pedía quedar en el anonimato.
“Las autoridades distribuyen a los demandantes de asilo por todo el país sin consultar a los vecinos, que se sienten impotentes y reaccionan con indignación. Van a surgir más partidos y movimientos contra la inmigración y contra los políticos”, pronostica Werner Patzelt, politólogo de la Universidad Técnica de Dresde, la ciudad donde nació el movimiento xenófobo Pegida, que en su punto álgido llegó a congregar a 25.000 personas. Pese a sus problemas internos, los autodenominados patriotas europeos contra la islamización de Occidente vuelven a reunir simpatizantes habitualmente.
Frente a los recelos, el concejal Erxleben se empeña en deshacer los tópicos que rodean a los llegados de países remotos. “No es cierto que aumenten la criminalidad. Organizamos jornadas de puertas abiertas para que los vecinos los conozcan. Cuando ven cómo viven, reconocen que ningún alemán querría estar en su lugar”, concluye.

el dispreciau dice: primero dejo en claro que Alemania es de mis más caros afectos... profundos... sentidos... mucho más que un segundo hogar... luego de ello digo... el nazismo le hizo mucho mal a la humanidad... no sólo a los judíos... y junto con ello debería agregar que el sionismo también le ha hecho mucho mal a la humanidad, en especial al judaísmo en sí mismo... ambos han denigrado la condición humana de las personas, de las gentes, de los anónimos, de los inocentes, de los indefensos... y el resultado no ha sido bueno, todo lo contrario, ha sido lamentable en todos los sentidos desde los que se lo pueda evaluar... pareciera que nadie ha aprendido nada de las temibles lecciones de la segunda guerra mundial, esto es que no aprendieron los aliados y tampoco aprendieron los otros, incluyendo en ello a los propios rusos, chinos, japoneses, y los etcéteras involucrados directa o indirectamente...

la historia debería servir para preguntarse qué valor agregó Hitler a la sociedad humana... y se concluirá rápidamente que ninguno... porque no hubo aportes sociales genuinos sino desquicios globales que sostienen ecos hasta hoy... del mismo modo que se puede aseverar que los aliados tampoco agregaron valor alguno el día que decidieron pulverizar a Hiroshima y Nagasaki omitiendo que debajo había inocentes... lamentablemente, mal a quien le pese, la historia no se refleja verdadera en las películas americanas que traducen los hechos de la segunda guerra mundial... ya que fueron tan culpables los unos como los otros, y curiosamente en el medio quedaron millones de destinos truncos por el descaro de las partes, a las que las gentes les importaron un carajo... 

que otra vez la humanidad esté en el mismo punto es atroz...

el renacimiento del nazismo es el renacimiento del desprecio y la intolerancia... un nazismo que curiosamente hoy mismo se expresa en el sionismo de Israel respecto de las inocencias y las pobrezas de Gaza y Palestina... ¿entonces, qué bicho les ha picado para que estos miserables se crean Dios en la Tierra, con potestad sobre el destino de los prójimos?... y sucede que hay una conducta ruin que viene tomando entidad de la mano de las corporaciones que dominan el planeta humano a su antojo, donde todo es descartable y todo sobra según las conveniencias de diez familias que han perdido el rumbo desde que las herencias se comieron a las consciencias... no por casualidad todo el orbe político está podrido en corrupciones consentidas por el poder hegemónico de las diez familias desquiciadas que conducen esta calamidad llamada Tierra...

el genocidio ya recorre las calles del planeta humano... protegido y con impunidad absoluta, asegurando que lo que está mal se pondrá peor, sólo que esta vez involucrará a todos, sin excepciones... y algo hay que tener muy en claro, esta vez los judíos no tendrán como ni donde huir... y lo mismo padecerán cristianos y musulmanes, budistas y shintoistas, o quien sea y lo que sea... 

más allá, desde mi punto de vista, el problema de emergente nazismo no es Alemania sino Bruselas, es decir lo mismo que antes fue, sólo que ahora mucho peor... porque la perversidad domina todos los paisajes de este infierno que los humanos conocen como Tierra. MARZO 17, 2015.-

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