156 millones de chinos ven una verdad que incomoda a Pekín
Un documental sobre el medioambiente triunfa en solo tres días en Internet
En las primeras 48 horas lo vieron 100 millones de personas. En 72 horas, ya habían accedido a él 156 millones solo en una de las páginas más populares de intercambio de vídeos en China, Tencent QQ. El documental Bajo la cúpula, de la periodista de televisión china Chai Jing, que ha causado sensación en su país con su fuerte carga emocional, ha reabierto el debate sobre la grave contaminación medioambiental y, sobre todo, en torno a lo que se puede hacer para combatirla de veras.
El documental, de 104 minutos, se ha convertido en el tema más buscado en las redes sociales chinas. En Weibo, el equivalente al Twitter chino, ha generado más de 280 millones de comentarios sobre las denuncias del vídeo, divulgado por Internet y que su autora, famosa en su país por sus reportajes de investigación en la televisión estatal CCTV, costeó de su bolsillo.
Chai grabó el documental después de que a su hija recién nacida los médicos le detectaran un tumor benigno que ella atribuye a una exposición prolongada a la contaminación. Decidió dejar su trabajo en CCTV y dedicarse a investigar las causas de la polución. La cinta recuerda por formato —similar a una presentación de PowerPoint— y nivel de debate generado a Una verdad incómoda (2006), el documental sobre el calentamiento global difundido por el vicepresidente de EE UU Al Gore.
“Nunca había tenido miedo de la contaminación y nunca usé mascarillas. Pero cuando tienes esta pequeña vida en tus manos, su respiración, alimentación y bebida son responsabilidad tuya. Es cuando empiezas a tener miedo”, declara en el vídeo la periodista, que invita al público a no permanecer pasivo ante el problema.
El documental culpa de la contaminación a circunstancias como el gran consumo de carbón, la principal fuente de energía en China. Pero va más allá. Denuncia también la resistencia de las grandes petroleras estatales, que amenazan con cortar el suministro si se les fuerza a mejorar la calidad de la gasolina. O la falta de poder de los funcionarios encargados de hacer cumplir las leyes de protección medioambiental.
Pese a denuncias como ésta, muy polémicas en su país, el documental parece haber contado, al menos inicialmente, con el apoyo de las autoridades chinas. El documental se estrenó en la página del Diario del Pueblo. Incluso el nuevo ministro de Protección Medioambiental, Chen Jining, le agradeció públicamente su “admirable trabajo de concienciación pública sobre temas ecológicos”.
Aunque, quizá debido al temor de los censores por que el debate haya ido demasiado lejos —uno de los comentarios más compartidos en Weibo repite una frase de Chai, “la historia se crea cuando cientos de miles de personas corrientes dicen ‘no estoy satisfecho, no quiero esperar, quiero levantarme y hacer algo”— esos medios oficiales reducían este martes notablemente la cobertura sobre el documental.
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