El Brief de
Buenos días, Victor Norberto (el dispreciau).
En primer lugar, permíteme que comparta contigo la felicidad de celebrar hoy a la Patrona de España, la Inmaculada Concepción, una circunstancia cada vez más escondida para la gran mayoría de los españoles, que viven en estos días el “puente de la Constitución” (texto del que este día 6 de diciembre se han cumplido 40 años).
Son días de descanso teórico en España, y aunque la actualidad política está que arde (en concreto, los contenedores que los manifestantes de izquierda han quemado para expresar su rechazo al éxito democrático de Vox en las elecciones andaluzas), quisiera invitarte a centrar el pensamiento por un momento en otro asunto.
En el año 2004, se aprobó en España una Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Casi tres lustros después, sus efectos se han dejado notar en la sociedad española.
Mientras apenas se ha reducido el número de mujeres asesinadas cada año por hombres (del entorno de 70 a unas 50), han aumentado exponencialmente la cantidad de recursos destinados, que acaban en manos de una red de organizaciones legales, feministas y con vínculos políticos como hemos explicado en Actuall.
Una de las consecuencias más importantes de la ley es que de los miles de denuncias presentadas, la inmensa mayoría son sobreseídas o archivadas. Las autoridades aseguran que no se trata de “denuncias falsas”, cuyo teórico número oficial es estadísticamente despreciable.
Pero el hecho es que, antes incluso de que sean analizadas, estas denuncias surten efectos: se expiden certificados de víctimas y, por tanto, de maltratadores; se impide a los varones ejercer la custodia compartida de los hijos tras procesos de ruptura familiar; se les expulsa del domicilio, aunque sea de su propiedad; se les impone un régimen de visitas raquítico y otro de pensiones ruinoso…
Tan es así, que ya hay muchas mujeres que se han dado cuenta de este engaño y están defendiendo la dignidad de los hombres machacados por esta ley.
Es el caso de la abogada Yobana Carril, que dedica toda su valía y esfuerzo profesional a defender a hombres denunciados en falso de violencia de género. No es tarea fácil, pues ha recibido amenazas e insultos de todo tipo. Y además acercarse a tanto drama personal deja huella en el alma. Esto lo puedo decir por propia experiencia, al adentrarme en casos cuya sinrazón y consecuencias me han desgarrado por dentro mientras trataba de hacer mi labor para poder escribirlo para ustedes en Actuall.
Son muchos años los que Carril lleva saliéndose del carril de la corrección política, del feminismo de cuota, de la radicalidad de la ideología de género. Hace no mucho tiempo, sentía cansancio y hastío, pero una reciente manifestación por los derechos de los niños frente a la ideología de género le ha devuelto la ilusión. Allí fue donde concertamos esta entrevista, que hoy os ofrecemos de manera adelantada y que espero que sea de tu interés.
Feliz fin de semana en familia y libertad.
❖ No dejes de leer la entrevista completa con Yobana Carril.
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