Rusia afirma que ha terminado la alambrada en torno a Crimea
La barrera de alta seguridad separa el territorio que Moscú se ha anexionado de la Ucrania continental
Valla construida por Moscú en torno a parte del territorio de la anexionada Crimea y difundida por las autoridades rusas. TASS
Las autoridades rusas afirman que han terminado de construir la alambrada con la que Rusia quiere separar la península de Crimea, que se anexionó en 2014, de la Ucrania continental. La valla de alta seguridad tiene más de dos metros de alto y 60 kilómetros de largo y está coronada con alambre de espinos, sensores de vibración y cámaras de videovigilancia. Su instalación ha costado al menos 2,5 millones de euros, según informó el departamento de compras gubernamentales cuando se anunció su construcción. El anuncio llega en plena tensión entre Moscú y Kiev tras el incidente el 25 de noviembre en el mar de Azov, cuando el servicio de seguridad ruso abordó, tiroteó y apresó a una flotilla rusa por adentrarse en aguas que Rusia considera suyas.
El Departamento de Guardafronteras del Servicio Federal de Seguridad (FSB, que es el antiguo KGB), ha apuntado este viernes que la alambrada trata de prevenir "intentos de infiltración de saboteadores". También ha asegurado que frustraría el paso a los traficantes que comercian con armas, drogas, alcohol y todo tipo de contrabando, según un comunicado del FSB recogido por la agencia de noticias rusa Tass.
La barrera rusa cubre el istmo de Perekop, que conecta Crimea —con más de 2.500 kilómetros de costa y unida al continente europeo por ese cuello de botella— con la región de Kherson en la Ucrania peninsular. La alambrada es otro paso de Moscú para aislar hacia su territorio la península que se anexionó en marzo de 2014, al que se suma la construcción de un puente sobre el estrecho de Kerch, que une la península con el territorio ruso.
El anuncio de que han terminado los trabajos de la controvertida valla llega también el mismo día que la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, han reclamado un alto el fuego completo y permanente en el este de Ucrania, donde el conflicto con los separatistas apoyados por Moscú ha causado ya 10.000 muertos. Ambos lideres también exigieron la liberación de la veintena de marinos ucranios que formaban parte de la flotilla apresada por las autoridades rusas en el mar de Azov y que Moscú mantiene presos desde finales de noviembre. Kiev les considera prisioneros de guerra. En su comunicado de final de año, Macron y Merkel han recordado a Moscú, además, que la anexión de Crimea fue ilegal.
Hace dos días, Ucrania suspendió la ley marcial que había decretado tras el incidente en el mar de Azov y que imponía ciertas restricciones en las regiones fronterizas con Rusia. Sin embargo, ha prorrogado el veto a la entrada de hombres rusos de 15 a 65 años al país con el objetivo, afirma, de impedir que entre en Ucrania un "ejército encubierto". Mientras, Moscú continúa afirmando que lo ocurrido con la flotilla ucrania apresada fue una "provocación" de Kiev y una maniobra del presidente, Petró Poroshenko, para ganar réditos para la carrera electoral del próximo marzo.
En los últimos días, Poroshenko ha recuperado posiciones en los sondeos, que le otorgan un 13,8% y la segunda posición. A mediados de noviembre estaba en quinta posición. La favorita sigue siendo la ex primera ministra Yulia Timoshenko, con el 16% (hace apenas unas semanas tenía el 20%).
No hay comentarios:
Publicar un comentario