Israel bate un nuevo récord en la expansión de colonias en Cisjordania, según una ONG
Peace Now documenta que el Estado hebreo triplicó la construcción de asentamientos como estrategia para reforzar el delicado Gobierno de coalición de Netanyahu
Jerusalén
Un colono judío contempla el asentamiento de Maaleh Adumim, en diciembre de 2012. SEBASTIAN SCHEINER AP
El crecimiento de los asentamientos judíos en Cisjordania bate un nuevo récord. Según el último informe anual hecho público por la organización Peace Now, el año pasado se triplicó el número de viviendas aprobadas en los diferentes niveles de la administración israelí (6.742) mientras que el crecimiento de las viviendas cuya construcción empezó en 2017 (2.783) aumentó un 17% por encima de la media de la última década. Cifras de récord para el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, bajo cuyos dos últimos mandatos, según denuncia Peace Now, las colonias no han parado de expandirse.
Un fenómeno esperado por los autores del informe, dada la tendencia al alza que han registrado en los últimos 20 años, impulsado por varios factores coincidentes en el tiempo. “No se puede sólo achacar a la llegada de Trump al poder en Estados Unidos, aunque evidentemente ha influido. La particular situación de debilidad política de Netanyahu también tiene mucho que ver. Ha utilizado el desarrollo de los asentamientos para mantener contentos a los miembros de su coalición”, asegura Brian Reeves, director de Desarrollo y Relaciones Externas de Peace Now.
Según las cifras publicadas el lunes por la ONG, el 78% de las nuevas viviendas construidas en asentamientos en Cisjordania se ubican en colonias al este de la frontera delimitada en el marco de la Iniciativa de Ginebra. “Hemos tomado ese límite como referencia en lugar de la Línea Verde porque creemos que se ajusta más a las aspiraciones tanto de los israelíes como de los palestinos a la hora de sentarse a negociar”, explica Reeves.
El informe se centra en las 2.783 viviendas cuya construcción comenzó el año pasado, no en las 6.742 que fueron aprobadas pero aún están sin construir porque se encuentran aún inmersas en el proceso burocrático. La ONG excluye expresamente del estudio a Jerusalén Este. “La parte ocupada de la ciudad se estudia aparte porque la política que sigue Israel a la hora de construir en Jerusalén Este es diferente a la que sigue en Cisjordania”, dice Reeves.
Según los autores de la investigación, la última tendencia muestra que el Gobierno israelí se centra en construir en asentamientos aislados a lo largo de esa invisible frontera. “Lo que nuestro equipo observa sobre el terreno es que en el pasado se construía más en los grandes bloques como Ariel, Maalé Adummin o Gush Etzion pero ahora parece que el Gobierno trabaja abiertamente por la anexión de territorios a lo largo de la frontera marcada por la iniciativa de Ginebra”, asegura el director de Desarrollo de Peace Now.
Las cifras publicadas por la ONG difieren de las oficiales de la Oficina Central de Estadística de Israel —conocido como el CBS por sus siglas en inglés— que recoge que en 2.017 comenzó la construcción de 1.759 viviendas en Cisjordania. “Nosotros monitorizamos todos los asentamientos porque todos son ilegales según la legislación internacional vigente. El CBS solo registra lo que es legal según la legislación israelí por eso es tan complicado que coincidan las cifras”, justifica Reeves.
Según Peace Now, del total de viviendas en construcción, el 91% son estructuras permanentes mientras que el resto son casetas provisionales u otro tipo de estructuras móviles situadas tanto en asentamientos como en los conocidos outpost (lo que serían como embriones de colonias).
Precisamente el lunes, se instalaban en estructuras temporales cerca de una decena de familias de colonos judíos en el nuevo asentamiento de Amichai, el primero aprobado oficialmente en los últimos 25 años para alojar a los antiguos residentes de la colonia judía de Amona. Las 42 familias residentes en Amona fueron evacuadas el año pasado tras una ardua batalla legal en los tribunales israelíes que obligaron a desmantelar el asentamiento por haber sido construido en los años 90, en terrenos privados palestinos. La construcción permanente en Amichai, situado al norte de Ramala —en territorio palestino ocupado por Israel en 1967 y donde se encuentra la Asociación Nacional Palestina (ANP)—comenzará en unos meses. De las 102 viviendas inicialmente planeadas, un tercio ha sido objeto de denuncia por parte de familias palestinas que reclaman que serán construidas en terrenos de su propiedad.
A pesar del complicado mapa que los asentamientos israelíes dibujan en Cisjordania y de las denuncias constantes por parte de la ANP —que los considera un gran obstáculo para la paz, como recoge la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU—, desde Peace Now, aseguran que la situación aún es reversible. “El 75% de las actuales colonias podrían entrar en futuros intercambios de tierras como el propuesto durante las negociaciones que tuvieron lugar en 2.008 bajo el mandato del primer ministro Ehud Olmer. Esto supondría evacuar entre 100.000 y 170.000 colonos, algo que sin duda Israel puede hacer teniendo en cuenta el elevado coste de mantenerlos en Cisjordania”, concluye Reeves.
15 FAMILIAS DE COLONOS JUDÍOS OCUPAN DOS VIVIENDAS EN HEBRÓN
L. B
El lunes por la noche, colonos judíos ocuparon dos casas en el centro histórico de Hebrón, las conocidas por los judíos como “las casas de Raquel y Leah”. Situadas en las inmediaciones de la Mezquita de Abraham (para los judíos, Tumba de los Patriarcas).
No es la primera vez que los colonos irrumpen en ellas. En 2016 ya fueron ocupadas por varias familias a las que el Ejército israelí expulsó al día siguiente.
Se da la circunstancia de que la mayoría de los colonos que la han ocupado esta vez (15 familias), fueron desalojados el pasado jueves de Hamachpela, otra casa en la misma zona que los judíos reclamaban haber comprado y que fue objeto de una batalla legal en los tribunales israelíes. La corte hebrea al final dio la razón el en 2017 a la familia palestina que reclamaba su propiedad, pero hasta la semana pasada los colonos no la abandonaron.
Según recogen medios israelíes, la asociación de colonos que ha promovido esta nueva ocupación “Harevei Makom Eilah” asegura haber comprado las viviendas y tener el permiso del Ministerio de Defensa hebreo para tomar posesión de ellas. Algunos miembros de la familia Zatari, los dueños palestinos de los inmuebles que niegan haberlos vendido, aseguran que los colonos entraron por la noche escoltados por soldados israelíes. “Es una flagrante violación del espíritu del fallo en el caso de Beit Hamachpela” asegura Peace Now en un comunicado.
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