Libia pide a Italia barcos militares para frenar a los traficantes en sus costas
Gentiloni se muestra a favor de una medida que deberá aprobar primero el Parlamento italiano y el Ministerio de Defensa
Roma
Paolo Gentiloni (derecha) estrecha la mano del primer ministro libio, Fayez al-Sarraj. ANDREAS SOLAROAFP
En una semana crucial para la crisis migratoria que vive Europa y tras la reunión que mantuvo el martes con el primer ministro francés, Emmanuel Macron, el presidente libio, Fayez al Serraj, se ha reunido con Paolo Gentiloni en Roma para buscar salidas al problema. Tras el naufragio que costó ayer la vida a otras 13 personas y los tira y afloja que Italia mantiene con las ONG para imponer un código de conducta, la puesta en escena era la del compromiso común en la lucha contra los traficantes de seres humanos. Y para ello, Libia ha pedido a Italia que mande embarcaciones militares a sus costas para ayudarle con esa tarea. Algo que Italia ve con muy buenos ojos.
Gentiloni ha asegurado que Serraj ha pedido por carta al Gobierno italiano “un apoyo técnico con unidades navales en la lucha común contra el tráfico de seres humanos en aguas libias”. El primer ministro italiano ha respondido que la propuesta está siendo estudiada por el ministerio de Defensa y que la decisión final deberán tomarla las autoridades de Libia y el Parlamento italiano. “Pero si respondemos positivamente, como creo necesario, puede representar una novedad muy relevante para la lucha contra el tráfico”, ha señalado el premieritaliano. La tercera fase de la operación Sophia, aunque consensuada de forma internacional, ya prevé una iniciativa parecida.
Serraj, por su parte, ha expresado también su satisfacción por la reunión mantenida el martes con Emmanuel Macron en la que, entre otras cosas, se llegó al compromiso de un alto el fuego y de convocar eleciones. “Debemos esperar que lo que pasó ayer sea solo el resultado de lo que se ha buscado durante meses para tener una solución. Hemos trabajado con países amigos para encontrar un camino hacia el futuro. Esperemos que nos podamos coordinar con la ONU y otras organizaciones regionales para las elecciones del futuro”, ha señalado.
En cualquier caso, Italia empieza a respirar esta semana con las nuevas posibilidades que se han abierto para aliviar la presión migratoria que sufre (este año se espera que lleguen a sus costas unos 220.000 migrantes). Ayer, Paolo Gentiloni recibió una carta del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en la que aseguró que la UE está dispuesta a “movilizar hasta 100 millones de euros para medidas necesarias” y en particular “acelerar el proceso de asilo y repatriación y asistir a comunidades y autoridades locales que acogen a los migrantes”.
Además, Juncker también se comprometió a lograr un acuerdo con el Gobierno de Bangladesh para acelerar las readmisiones de inmigrantes irregulares presentes en Italia (es la segunda comunidad en número de llegadas, 12% del total). El tema se debate en la reunión de embajadores y se basará en condicionar toda la política europea respecto a Bangladesh (esencialmente las ventajas comerciales y la concesión de visados para viajar a Europa) al control que muestren sus autoridades sobre la migración.
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