La UE amenaza a Trump con represalias si las sanciones a Rusia afectan a intereses europeos
Juncker: "El 'America first' no puede significar que los intereses europeos son lo último"
Bruselas
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en la reunión del colegio de comisarios el 19 de julio en Bruselas. STEPHANIE LECOCQ EFE
La escalada proteccionista en Estados Unidos empieza a provocar los primeros escarceos de lo que podría acabar convirtiéndose en una guerra comercial. La Cámara de Representantes de EEUU aprobó este martes por amplia mayoría imponer nuevas sanciones a Rusia y limitar la capacidad del presidente estadounidense de retirarlas. El objetivo es castigar los escarceos de Rusia en la última campaña electoral y su papel en Ucrania y Siria, pero esas sanciones tienen efectos secundarios que afectan negativamente a Europa, especialmente en los gasoductos que traen el gas desde el Cáucaso o a través del Báltico. La Comisión Europea ha reaccionado con inusitada dureza y ha replicado que está lista para actuar "en cuestión de días", según el jefe del brazo ejecutivo de la UE, Jean-Claude Juncker.
Europa podría activar represalias, según esas declaraciones de Juncker. Un documento al que ha tenido acceso EL PAÍS apunta que si en el procedimiento legislativo estadounidense no se limitan las sanciones y terminan afectando a los intereses europeos, Bruselas buscará en primer lugar establecer contactos al más alto nivel con Estados Unidos. Si aun así la Comisión no obtiene garantías, la Comisión acudiría a la Organización Mundial del Comercio (OMC) para bloquear los efectos sobre las empresas europeas.
Bruselas afirma que hay un antecedente, el bloqueo a Cuba, en el que la OMC dio la razón a Europa y congeló los efectos extraterritoriales de as sanciones para que no afectaran a los intereses de la UE. Incluso en ese caso la Comisión Europea "podría iniciar consultas contra la OMC" en Estados Unidos, en lo que podría derivar en represalias: en una guerra comercial después de la escalada verbal de los últimos tiempos. Washington, bajo el Gobierno de Barack Obama, ya expresó de reiteradas ocasiones sus quejas por los casos abiertos contra multinacionales estadounidenses en Bruselas: Apple, McDonald's, Google y un buen número de grandes empresas están afectadas por investigaciones sobre competencia y elusión fiscal. Estados Unidos amenaza también con establecer aranceles sobre el acero europeo.
Bruselas está lista para disparar a la vista de que las leyes estadounidenses "podrían afectar infraestructuras de transporte energético a Europa, por ejemplo el mantenimiento y mejora de gasoductos en Rusia que alimentan el sistema gasístico de Ucrania", según la Comisión. Además, pueden afectar a proyectos estratégicos, como el gas natural licuado en el Báltico. Estados Unidos suministra ya gas a algunos países del Este, e indirectamente, con esas sanciones a Rusia, podría ampliar su mercado en Europa.
"La Unión está totalmente comprometida con el régimen de sanciones a Rusia", ha dicho Juncker en un comunicado inusualmente duro. "Sin embargo, la unidad del G7 en las sanciones y la coordinación entre los aliados son claves para asegurar la aplicación de los Acuerdos de Minsk [el acuerdo de paz en el conflicto Ucrania-Rusia]. La ley de EE UU podría tener efectos unilaterales indeseados con impacto sobre los intereses energéticos de la UE. Por eso la Comisión ha concluido que estamos listos para actuar en cuestión de días. El America first no puede significar que los intereses de Europa son lo último", ha subrayado.
El borrador del documento que ha discutido el colegio de comisarios apunta que el impacto podría llegar por varias vías. Por un lado, la diversificación del transporte de gas a través de Ucrania, o incluso en el denominado Corredor del Sur (a través del Caspio) o incluso en proyectos en la costa de Egipto, en el que las compañías energéticas europeas tienen proyectos con empresas rusas como Gazprom.
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