martes, 30 de marzo de 2010

¿PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD?


Editorial II
Obra riesgosa en la península Valdés
La posible construcción de un acueducto en esa zona, que es Patrimonio de la Humanidad, podría ser perjudicial

Noticias de Opinión: Martes 30 de marzo de 2010 | Publicado en edición impresa

La península Valdés, con sus casi 4000 km2 de superficie, abarca una variedad de hábitats costero y terrestre altamente significativa y contiene especies de alto valor universal, lo que ha dado lugar a su designación como sitio del Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 2000.

Esa distinción se gestionó a partir de la elaboración de un plan de manejo participativo, al cual contribuyeron funcionarios gubernamentales, representantes de instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales, prestadores turísticos y entidades de comercio.

Es importante destacar que prácticamente toda la superficie de la península Valdés está constituida por propiedades privadas, con unos 50 establecimientos ganaderos desde fines del siglo XIX y, desde la última década, varios emprendimientos de ecoturismo. En la costa del golfo Nuevo se encuentra el único municipio del área, Puerto Pirámides, con una población estable de unas 600 personas, centro de la actividad del avistaje de ballenas en embarcaciones, durante cada invierno y primavera y, a su vez, playa para los visitantes en el verano.

De acuerdo con la clasificación de la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza, península Valdés es un área protegida con "ecosistemas manejados" y, como tal, se basa en un plan de manejo que prioriza la conservación de la biodiversidad y regula estrictamente los usos permitidos.

Se trata de un ecosistema árido donde no existe una generación de cursos de agua permanentes, y por tanto, históricamente, la disponibilidad de agua es extremadamente limitada. Sucede que Valdés se vincula con el continente por un estrecho istmo, lo que hace que no reciba aguas continentales, de cauces de ríos o de arroyos. Por eso la entrada de agua al sistema depende enteramente de las escasas lluvias que se producen y ésa es la razón por la que las unidades operativas de la reserva, donde acceden los turistas, se proveen de agua para consumo y sanitarios por camiones que, regularmente, trasladan el recurso desde la ciudad de Puerto Madryn.

Recientemente se ha publicado en distintos medios que el gobierno provincial de Chubut habría acordado con la intendencia de Puerto Pirámides la apertura de pliegos de licitación para la construcción de un acueducto que recorrería 30 kilómetros desde acuíferos subterráneos de la propia península hasta el pueblo, que sin duda plantea necesidades reales de limitaciones de agua.

Sin embargo, dada la escasez del recurso y la gravitación y las consecuencias que podría tener una obra de infraestructura como la planteada, cabe preguntarse si se ha considerado seriamente la sustentabilidad del proyecto y los eventuales efectos en el ecosistema de Valdés.

Tratándose de un área protegida, declarada sitio del Patrimonio de la Humanidad, sería razonable realizar un profundo análisis de las posibles alternativas antes de tomar una decisión que, en el futuro, podría lamentarse, por lo menos, siguiendo el básico principio precautorio aceptado por nuestro país en documentos internacionales y sancionado en la ley general del ambiente.

Con sus 400.000 hectáreas, Valdés es una de las áreas protegidas más grandes, pero más frágiles de la estepa patagónica. Además de su tan conocida fauna de mamíferos y aves marinas y costeras, como ballenas francas, orcas y delfines, lobos y elefantes marinos, pingüinos de Magallanes, gaviotines y petreles, entre otros, posee una no menos espectacular y diversa fauna terrestre.

La posible extracción de miles de litros de agua diarios para el consumo humano pone en evidencia la necesidad de contemplar todas las alternativas posibles antes de tomar una decisión definitiva. Quizá no sea adecuado un crecimiento poblacional desmedido en un lugar tan sensible. Contar con un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad tiene sus ventajas, pero, sin duda, implica afrontar sus necesarias limitaciones.

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Editorial IIObra riesgosa en la península Valdés

La posible construcción de un acueducto en esa zona, que es Patrimonio de la Humanidad, podría ser perjudicial

lanacion.com | Opinión | Martes 30 de marzo de 2010


el dispreciau dice: cuando algo es designado como patrimonio de la humanidad, alguien de esa humanidad sonríe para sus adentros, y se dispone a la burla social y humana. Así es que el patrimonio de la humanidad en la Quebrada de Humahuaca ya no es de la humanidad sino de aquellos oportunistas que descubrieron un potencial negocio para sus arcas, evitando que el patrimonio sea parte de todos. No es lo único... muchos Parques Nacionales son parte de la misma estrategia, hotelera, gastronómica, falsamente turística y aventurera. Los lugares patrimonio de la humanidad pasan a ser propiedad de los pocos, oportunistas de la coyuntura. ¿Está mal que así sea?, indudablemente sí, porque dicha actitud burla los principios por los cuales ese hueco de tierra y naturaleza fue considerado para ser declarado patrimonio de todos. La Tierra lo es, sin embargo las naciones que se autodeclaman como líderes o imperios, se apoderan de los bienes empleando artilugios apropiados a la falacia económica que nos rige... de esta forma, cae el criterio y nace la entelequia. La Patagonia, tanto como las cataratas del Iguazú, las Yungas, Cafayate, Molinos o Angastaco, la escalada de Jama, los glaciares, o cualquiera de los otros lugares paradisíacos con los que hemos sido bendecidos, son regiones ecológicas altamente sensibles, sensibles para sus equilibrios, sensibles para sus habitantes, ámbitos que curiosamente no son comprendidos en la consideración política, tornándose pasibles de ser destruidos al antojo de los intereses... Entonces, el patrimonio de la humanidad aparece como una nueva mentira, tanto como las ballenas protegidas en su captura y muerte para fines comerciales de pocos, en desmedro del futuro de los muchos, y peor aún, de los que aún no son. Si el patrimonio de la humanidad no es asumido como tal, es una burla más de las tantas que nos invaden desde los medios, anunciando la transgresión en ciernes. Los lugares puros, libres de las miserias humanas, se están extinguiendo junto con la raza que fue invitada a poblar la tierra durante un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo. Marzo 30, 2010.-

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