miércoles, 24 de marzo de 2010

LIDERAZGO MEZQUINO


Foto: LA NACION / Marcelo Omar Gómez

Intelectuales / Miguel Espeche Gil
"La deuda es la gran matriz de la corrupción"
Para el diplomático, es necesario revisarla y "rechazar la usura"

Noticias de Cultura: Miércoles 24 de marzo de 2010 | Publicado en edición impresa
Cecilia Scalisi
Para LA NACION


El embajador y doctor en Derecho Internacional Público y Diplomacia Miguel Angel Espeche Gil ha dedicado 27 años al estudio de la deuda externa argentina desde una perspectiva jurídica. Su tesis, que le valió la nominación para el Premio Nobel de la Paz en 2002 y en 2008, sostiene que la Argentina debería reclamar una opinión a la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre lo ilícito del aumento unilateral de las tasas de la deuda argentina.

Espeche Gil considera que ésa es "una práctica usuraria propiciada por algunos países contra la Argentina". Propone también que el Congreso investigue las negociaciones de la deuda como "matriz de la corrupción" en el país y que inicie un censo de acreedores para saber quiénes son los que reclaman, cómo consiguieron los títulos y cuánto pagaron por ellos.

"Nuestra deuda ha sido pagada casi tres veces, y el tema no se resuelve porque las negociaciones son una industria próspera y nuestros presidentes, desde 1983 hasta acá, se asustan cuando llegan al poder."

¿Debe pagarse la deuda?

* Las deudas se pagan, por supuesto. La pregunta es cuántas veces. El sistema hace que cuanto más pagamos, más debamos. Es la trampa del anatocismo, figura jurídica por la cual los intereses se suman al capital en una bola de nieve financiera que no termina.Desde los años 70, hemos pagado casi tres veces la deuda original.

¿Les conviene a los acreedores que la Argentina cancele definitivamente sus obligaciones?

* Quieren que paguemos los tramos que nos exigen a sabiendas de que no resolveremos el problema. Al usurero nunca le interesa desembarazarse de la obligación de su deudor, sino asegurarse rentabilidad perpetua. La deuda no es sólo una cuestión económico-financiera, sino, básicamente, política.

¿Qué opina de los grupos de izquierda que ahora apoyan el pago?

* Por apoyar incondicionalmente al Gobierno cayeron en una incongruencia muy difícil de calificar. Pierden toda coherencia en su discurso ideológico.

¿Usted apoyaría una posición como la que adoptó Rodríguez Saá cuando fue presidente?

* Lo que Rodríguez Saá dijo, y el Congreso aplaudió en su momento, fue: vamos a pagar cuando el Congreso diga qué es lo que hay que pagar. Hizo lo que dispone la Constitución, porque es el Congreso el que debe ocuparse de la deuda, y no el Poder Ejecutivo, al que ilegalmente se le ha delegado la facultad con la ley de presupuesto. Es una aberración.

¿Cree que hay un sistema corrupto detrás de la deuda?

* Claro que lo hay. Una manera segura de seguir el hilo de la corrupción es verificar las comisiones pagadas por cada tramo de renegociación. Siempre se han enriquecido los mismos, porque las negociaciones son una industria muy próspera. La deuda externa es la matriz de la corrupción en la Argentina.

¿Cómo llegó usted a interesarse por este tema?

* Cuando se produjo el alza de las tasas de interés, en los 80, me propuse analizar la deuda desde el derecho internacional. Ocurrió lo que ocurre con cualquier usurero que le hace firmar un pagaré a su deudor por una suma mayor que la que prestó. La usura está castigada en todas las legislaciones del mundo desde que hay memoria histórica en la humanidad.

¿Cómo se aplicó esa práctica en este caso?

* Con el aumento unilateral e ilimitado de las tasas, lo que es una conducta usuraria. Si un Estado permite esa práctica usuraria, incurre en un ilícito. Ese es el argumento más fuerte que permitiría una reclamación de la Argentina en defensa de sus legítimos derechos, pues no es lo mismo una quita por insolvencia que negarse a pagar lo que no corresponde.

¿Cómo propone el reclamo?

* Con un proyecto de resolución para que la representación argentina ante la ONU solicite que ésta pida a la Corte de Justicia de La Haya una opinión consultiva sobre los aspectos jurídicos de la deuda externa. La opinión de este tribunal es obligatoria para los órganos de la ONU. El FMI ya no podría someternos a ajustes salvajes ni exigir al Congreso argentino la humillación de votar leyes, como en el caso de la derogación de la ley del delito de subversión económica.

¿Qué suerte cree que ha corrido su doctrina?

* La Convención Nacional de la UCR la aprobó y los legisladores radicales la presentaron en el Congreso, donde fue aprobada como declaración por unanimidad, en 1996. La Cámara de Diputados exhortó al Ejecutivo, pero en plena época de Cavallo, la respuesta fue "terminantemente no".

MIGUEL ESPECHE GIL
Embajador y catedrático
Edad : 78 años

Títulos : tiene cuatro doctorados en Derecho Internacional.

Profesor : es titular de la Cátedra Libre de Deuda Pública Externa, en la Universidad de Buenos Aires.

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Intelectuales / Miguel Espeche Gil"La deuda es la gran matriz de la corrupción"

Para el diplomático, es necesario revisarla y "rechazar la usura"

lanacion.com | Cultura | Mi?oles 24 de marzo de 2010


el dispreciau dice: en el mundo existen usureros que aportan a las economías aparentemente sólidas (otrora) de los países que se dicen y se expresan como líderes mundiales... enseñando una versión moderna de la piratería, esto es que sin asaltar barcos, generan necesidades que habilitan a reclamar por créditos monumentales a efectos de fabricar deudas impagables a las que se suman intereses también impagables, habilitando nichos de corrupción que compran el alma de funcionarios públicos, gobiernos, y otros "vivos" involucrados en la cadena... y el sistema sirvió para movilizar las economías destruidas de naciones que han fabricado temibles deudas internas per se irresolvibles, insuperables, para nada ocultables. De ello han vivido
Wall-Street y otras tantas bolsas del mundo, de un primer mundo mentiroso que sigue atado a esquemas incapaces de generar equidad social. Antes bien y por varios siglos han generado exclusión social creciente hasta que, como no podía ser de otra forma, los excluidos fuimos superando largamente a los incluidos... y hoy ya no hay quien les pida créditos ni tampoco quien les compre un bienestar que ha resultado ser más que mentiroso. En un mundo donde las banderas y las fronteras son sólo refugios de intereses mezquinos, el modelo ha estallado en las propias narices de sus inventores que ahora no saben para dónde huir, qué hacer, cómo seguir fabricando deudas y corrupción, cómo atropellar a los esclavos del mundo, e inventan mecanismos falaces que mueren al poco tiempo de haber visto la luz. Los líderes mundiales se están consumiendo a sí mismos por falta de sentido común. Todo está enseñando que el sistema no da para más y que las empresas más que eso, son burbujas a punto de estallar... Las propias titulares de las marcas habilitan los plagios para poder sostener nichos de mercado y ello, sólo produce más zozobra a un mundo que ve cómo se deteriora la calidad de vida a manos de depredadores y oportunistas. En un medio con el equilibrio roto, ni China, ni Japón, ni la Unión Europea (Suiza incluida), ni Estados Unidos, ni tampoco el Reino Unido (miembro extraño de la Unión Europea), ni Brasil, están viendo el bosque ni tampoco el árbol... ya que el deterioro social sigue creciendo sin solución de continuidad. La deuda de los pobres crece de manera inversamente proporcional a la destrucción de sus dignidades y ello no da para más, pero la incapacidad habilita a insistir, pateando el problema hacia un adelante que no existe. La deuda de las entidades financieras internacionales hacia la sociedad humana en su conjunto es monumental e impagable ya que han cometido un crimen de lesa humanidad induciendo la muerte de millones de personas abandonadas a la indigencia por una clase política sin escrúpulos y por ende corrupta. Los organismos internacionales de contralor han sostenido la mentira de habilitar a los primeros ha asaltar los esfuerzos de los pobres brindándoles la posibilidad de endeudarse para luego robarles la producción, los recursos, y por qué no, las ilusiones. Ahora, con un planeta diezmado, con el cambio climático castigándonos sin piedad y prometiendo mucho más, con alimentos manipulados en sus composiciones, con escasez de agua dulce y con agua salada contaminada, el boomerang ha comenzado su temible retorno asegurando que golpeará al cazador furtivo de esperanzas. La mezquindad no permite a los pocos entender que se han consumido a sí mismos... y ahora es tarde, indefectiblemente tarde. Marzo 24, 2010.-

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