viernes, 6 de noviembre de 2009

Trapitos estratégicos


Editorial II
La ilícita actividad de los "trapitos"
Es de esperar que se dicten normas para coartar una actividad que se apropia del espacio público como si fuera propio

Noticias de Opinión: Viernes 6 de noviembre de 2009 | Publicado en edición impresa

La actividad y los excesos de los cuidacoches, llamados "trapitos", han colmado la paciencia de la ciudadanía. En muchos barrios porteños la situación es preocupante. Sobre todo en las zonas que concentran restaurantes, boliches y bares, y donde se desarrolle un espectáculo artístico o deportivo. Dependiendo del lugar, estacionar el auto, aunque no existan restricciones para hacerlo, puede costar entre 5 y 50 pesos. Asimismo, los cuestionamientos sobre la actividad de los cuidacoches se potenciaron tras dos hechos violentos que los tuvieron como protagonistas: un incidente grave dentro de un restaurante en Palermo y el ataque a dos rugbiers en Acassuso, provincia de Buenos Aires.

Desde el gobierno porteño se ha buscado sin éxito terminar con esta actividad ilegal que se caracteriza por utilizar mecanismos cuasi mafiosos y extorsivos. Por un lado, se pretendíó regular el trabajo de los "trapitos" de la misma forma en que se lo está haciendo con los cartoneros. Al respecto, el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, dijo que se pretende regular la labor de los ciudacoches. Por el otro, el diputado macrista Martín Borrelli, presidente de la Comisión de Justicia de la Legislatura porteña, elaboró un proyecto que plantea modificar el artículo 79 del Código Contravencional local, a fin de impedir la actividad de los "trapitos". La ley vigente establece que "quien exige retribución por el estacionamiento o cuidado de vehículos en la vía pública sin autorización legal es sancionado con uno a dos días de trabajo de utilidad pública o multa de 200 a 400 pesos".

El proyecto de Borrelli va más allá cuando propicia en uno de sus artículos la prohibición de "la actividad de cuidacoche sin autorización legal". Se busca subsanar algo que reclaman fiscales y policías desde hace tiempo: que se castigue la actividad en sí del cuidacoche y no la exigencia de dinero que, la mayoría de las veces, es difícil de probar.

Según la Fiscalía General de la ciudad, en 2008 se iniciaron 2915 causas a cuidacoches, mientras que en lo que va de 2009 suman 3015. El fiscal general adjunto de la ciudad, Luis Cevasco, señaló que "los policías labran muchas contravenciones, pero nunca hay víctimas dispuestas a declarar".

Según especialistas en seguridad, la situación es prácticamente incontrolable. En consecuencia, es de esperar que frente a los "trapitos" se dicten e instrumenten normas que posibiliten coartar una actividad que se apropia del espacio público en beneficio propio y que ha crecido por la crisis económica, la ausencia de empleo y la falta de iniciativa o la inacción de aquellos que tienen la obligación de velar por los intereses públicos y los derechos de los ciudadanos.

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Es de esperar que se dicten normas para coartar una actividad que se apropia del espacio público como si fuera propio

lanacion.com | Opinión | Viernes 6 de noviembre de 2009


el dispreciau dice: los trapitos aparecieron como "agentes" útiles para cuidar coches, lavarlos durante la espera, limpiar los parabrisas, todo ello para paliar la pobreza inducida... hasta que el estado político descubrió su utilidad práctica para
crear una caja (una más) que aporte al reino, constituyéndose en observadora de las conductas sociales contrarias al poder político y con la habilitación jurídica para promover acciones delictivas dirigidas a expandir los miedos. Y así creció el negocio y se instaló como tantos otros de la clase política que dice conducir nuestros destinos a pesar de las histerias sociales. Indudablemente, la caja parece ser muy importante y como se nutre de personas con necesidades insatisfechas y dignidades vendidas, todo indica que el negocio crecerá al igual que los movimientos piqueteros y otros organismos que se alimentan desde un estado por excelencia "pobre" de capacidades... Cuando quien gobierna se sustenta en las miserias, los resultados no pueden ser distintos a las mezquindades. Noviembre 06, 2009.-

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