domingo, 1 de noviembre de 2009
estado de indefensión ciudadana
La abolición del concepto de defensa
http://scolaro.blogspot.com/2009/10/la-abolicion-del-concepto-de-defensa.html
por Lic. Gustavo Adolfo Bunse
La inseguridad pública, por ser la preocupación que lidera las encuestas de la República Argentina, resulta ser, necesariamente, el gran paradigma de la inoperancia y del insólito desdén del matrimonio del poder.
Lo más que pueden ofrecernos en sus largos 6 años y medio de “pensar” sin parir una sola idea, es esto que tenemos hoy: La fragilidad en estado puro. La indefensión.
Se puede hacer ahora mismo la prueba, llamando al 911.
Se verá que esta comarca, definitivamente, es tierra de nadie.
Lentamente, le han inyectado a la población toda, una especie de doctrina según la cual, quien habla de seguridad, quien la reclama o quien se queja por su inexistencia, pertenece a la geometría política de la derecha.
Mejor dicho, de la ultra derecha.
Y... que ni se le ocurra... reclamar ese tipo de cosas a un uniformado.
Al día siguiente, ese señor... cena en Marcos Paz.
El rumbo que nos indican... es defendernos como podamos.
En otras palabras, visto que en la Argentina de la droga y la marginalidad, quien levante los brazos para entregarse a un asaltante, tiene --sin dudas-- más probabilidades de morir que de salvarse, entonces, quien no tenga un arma para defenderse, debe pasar mañana mismo por el Registro Nacional de las Personas... para retirar su carnet de imbécil.
Le será entregado en el acto.
La inseguridad pública es la única condición necesaria para que germine la violencia social, instigada desde la política.
Es, no se dude, la esencia primaria del rumbo de convulsión social.
Y aquí, la información dice que tenemos por delante 4 meses de muy graves protestas sociales violentas (la propia SIDE se lo advirtió al gobierno).
Por tal razón, casi como una paradoja, las carambolas del destino pueden llevar al matrimonio, por ese mismo rumbo, a una calamidad inesperada.
La absoluta permisividad y el garantismo, se han convertido hoy en liso y llano abolicionismo como principio ideológico fundamental del matrimonio.
En efecto, por vía del absurdo y de la contradicción, en muy poco tiempo más, quedarán fulminadas todas las facultades coercitivas del Estado. Esas que son absolutamente irrenunciables en el contrato social.
El monopolio del uso de la fuerza, patrimonio indelegable del Estado ya ha pasado directamente a manos de los grupos civiles que, a su antojo, deseen ejercerlo.
Si faltaba un elemento trágico para refrendar la doctrina presidencial del Estado ausente en el control del orden público, la señora Milagro Sala ha aparecido para recordarnos a todos que, la Casa Rosada, no se ha quedado sin elementos sustitutos. Tiene reservas estratégicas.
El vocero del matrimonio en el parlamento, fue categórico con su mensaje desde Olivos:
"Vemos con una enorme preocupación la estigmatización que están fomentando los “medios de comunicación concentrados”, los que lesionan la figura de las organizaciones sociales y demonizan a sus cuadros políticos".
Le dieron ese libreto a Rossi para que, de paso, salvara a Pérsico Junior que estaba preso por una causa de narcotráfico utilizando vehículos oficiales. Un delirio.
Y montado en este mismo tipo de hechos, el propio gobierno, aunque se vea apremiado por una necesidad inversa, seguirá hacia el abismo.
No tendrá más opciones que profundizar su flexibilidad y extenderla todavía mucho más, parejamente, hacia los territorios de la delincuencia y de la marginalidad.
Pues aunque resulte contradictorio, es justamente al matrimonio, a quien menos le conviene una fuerte consolidación de su dogma permisivo en este momento político.
Su muy estrecha visión y su vuelo de perdiz, le dieron solamente ciertos reflejos para empezar a pensar en poner otra línea de vallas en el perímetro de Balcarce 50. Ya es una atracción turística, por cuanto se erigen ahora como construcción permanente, superando a todas las defensas históricas que haya merecido ese horroroso edificio.
En términos generales, la pareja viene perfilando una serie de acciones, como para suponer que acaso el endurecimiento ha de ser una necesidad imperiosa... para mantener a raya a toda la oleada de reclamos sindicales que se avecinan.
Una rara parábola del destino ha de querer ahora que, el mismo veneno anestésico que fue inyectado a la institución coercitiva del Estado, ponga al ejecutivo de narices contra un escenario, en el cual, en breve ha de quedar encerrado en la trampa de su propia doctrina.
Pues la permisividad, instalada e impulsada por el matrimonio, como una especie de delirio ideológico que no existe en ningún país democrático del mundo, tendrá ahora (justamente en los próximos cuatro meses de calor) una especie de shock.
Tal como ocurre con un asalto al levantar las manos y rendirse, ocurrirá con cualquier turbamulta enardecida... frente a la cual se decida no reprimir. Entregarse.
Por cuanto se impone... formular la pregunta retórica número uno:
¿ Y ahora... quién se va a animar a reprimir ?
No pocos gobernadores van a preferir ahora atarle las manos y los pies a la policía y dejar que cualquier grupo haga lo que se le antoje, aún vulnerando seriamente los derechos de los demás, desde su libre circulación hasta su propiedad privada.
Y lo han de preferir, sin titubear, para poner a salvo su propio pellejo político, lo cual es, en esencia, la verdadera raíz de la ideología garantista del gobierno.
Y así ha de ser, por trágico que parezca... aunque los vándalos decidan despanzurrar una ciudad entera.
Las policías decorativas, entonces... serán desde hoy, la norma.
Los fabricantes de vallados metálicos deberían pues, empezar a hacer una pequeña inversión, para lo cual el Banco Nación, no dudará en gestionarles un crédito express. Vale la pena. La demanda crecerá en forma exponencial.
El germen de la peor desgracia del oficialismo, aparecerá entonces, cuando éste, impedido por completo de reaccionar con la herramienta natural del Estado, se las tenga que ver súbitamente con un clima de asedio violento hacia los propios edificios de su administración pública.
Como siempre ocurre, se verá obligado allí a “decidir” (hablamos en el plano de las intenciones) la aplicación de una represión controlada.
Los jefes policiales han de pedir las órdenes por escrito y las salvaguardas por cualquiera de las muertes eventuales.
Los jefes de Gendarmería y Prefectura acaso ya han avisado que no se puede cambiar la liturgia.
Y así... abierta esa gran compuerta a las minorías protestatarias, con la pulverización categórica de una de las funciones más importantes del Estado, no sólo será difícil volver atrás, sino que también resultará bastante sencillo tumbar rápido a cualquier gobernador o intendente con algún delivery de protestas.
Los grupos como el de Milagro Sala, no tienen impedimento alguno. Funcionan como una pizzería y llevarán todo caliente a cualquier lugar.
Instalar la cultura del piquete y la protesta delictiva no admite la cabriola demagógica de dejar luego al Estado completamente inerme, sólo para quedar bien con las ideologías del populismo irracional.
Véase sólo una cosa:
La última vez que un país tuvo un puente internacional cortado por un año entero... sólo por voluntad ciudadana, fue en la segunda guerra mundial.
Kafka se hubiese prendido fuego junto con todos sus manuscritos en esta comarca, tan fantástica como suicida.
Se ha abolido aquí algo más que el derecho: El concepto de defensa.
Pero estas cabriolas se estrellan, más temprano que tarde, contra la realidad que regresa fatalmente a cobrar su parte de razón. Y no negocia.
“La vida es muy peligrosa, no por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa” Albert Einstein.
el dispreciau dice: lo recibí de manos de un amigo jurista. No hay nada que agregar... Noviembre 01, 2009.-
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