La transformación de la escuela secundaria
Adriana Puiggros
Para LA NACION
Noticias de Opinión: Lunes 2 de noviembre de 2009 | Publicado en edición impresa
La política neoliberal tuvo diecisiete años de vigencia, desde la ley de transferencia de los establecimientos nacionales a las provincias. Los resultados de esa concepción, sumados a los efectos de la crisis de comienzos de esta década, son los que registra la prueba PISA, referidos en un reciente editorial de LA NACION. Debe consignarse que, en 2006 y 2007, la sociedad argentina, mediante el voto casi unánime de sus Legislaturas, se hizo cargo de la situación, derogó y dictó las leyes necesarias, y los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández impulsaron las medidas correspondientes en todas las provincias. La de Buenos Aires fue la primera en implementarlas y lo continúa haciendo.
El debate actual sobre la reforma de la educación secundaria requiere actualizar la información sobre un proceso que no sólo cuenta con muchos años de discutir y gestar propuestas, sino que ha sido materia de amplias y responsables consultas en el nivel nacional y provincial.
Este recorrido produjo cambios legales de primer nivel, como la ley de educación nacional 26.206/06 (LEN) y la ley de educación de la provincia de Buenos Aires 13.688/07 (Lepba).
Difundir esta información es imprescindible para dar tranquilidad a la población y a la comunidad educativa, en el sentido de que los cambios que se están realizando en la escuela secundaria de varias provincias, y en particular en los últimos tres años de la secundaria de la provincia de Buenos Aires, son la continuidad de las políticas dispuestas por la ley de educación nacional y, en ese último caso, por la ley de educación de la provincia de Buenos Aires.
En 2006, el Ministerio de Educación de la Nación realizó una encuesta nacional, que se publicó en los medios gráficos, y reuniones sectoriales de consulta sobre la posible reforma del cuerpo legal del sistema educativo argentino que afectaba a la ley 24.049/91 (de transferencia de los servicios educativos) y a la ley 24.195/94 (federal de educación).
Al respecto, la provincia de Buenos Aires consultó a más de un millón y medio de habitantes mediante reuniones regionales, con representantes de la sociedad civil, con gremios y distintos credos, padres, alumnos y docentes, entre otras actividades, y elevó un documento de síntesis al Consejo Federal de Educación y, en 2007, se realizó una consulta semejante para completar las opiniones sobre particularidades de la ley de Buenos Aires, dándose especial importancia a las referidas a la educación media.
Teniendo en cuenta los resultados de la consulta, y reconociendo el adelanto del pasaje de la infancia a la adolescencia y la inminencia de registrar su diferenciación en la enseñanza y en la organización escolar, en su ley 13.688 estableció cuatro niveles educativos: inicial, primaria, secundaria y superior. Siendo obligatorios los tres primeros, desde los 4 años de edad, y una primaria y secundaria de seis años cada ciclo.
De este modo, la obligatoriedad escolar pasó de 9 a 14 años.
La reforma de la educación secundaria comenzó a implementarse a comienzos de 2007 y es la que está dando continuidad -acertadamente- el actual gobierno provincial. Hay que recordar que cuando se consultó sobre para qué debía formar este nivel, hubo una amplia coincidencia en decir que debía hacerlo para "formar sujetos de derecho, para el trabajo y para continuar los estudios superiores". En este sentido, el nivel constituye una "unidad pedagógica y organizativa" que comprende tres primeros años de formación común y otros tres de carácter diversificado que orientan a "diferentes áreas del conocimiento, del mundo social y del trabajo". Entre 2007 y 2009 se avanzó en la construcción de las aulas y los edificios necesarios para la separación de la primaria y la secundaria y se completó la implementación de la reforma en los tres primeros años.
Entre otras innovaciones, la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires implementó el proyecto Textos Escolares para Todos, que significó, en 2006, publicar nueve títulos; en 2007, trece, y doce en 2008, para cubrir gratuitamente la necesidad bibliográfica de las materias de la secundaria y de todos los estudiantes de este nivel. También se introdujo un área del conocimiento denominada "Construcción de ciudadanía", destinada a atender las necesidades culturales de los adolescentes y a fortalecer sus saberes socialmente productivos.
Toca el próximo año poner en marcha la reforma que abarcará los siguientes tres años, lo cual coincide con las orientaciones que está dando el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, para su objetivo prioritario, que es precisamente la mejora de la educación media. Es decir, una escuela que reconozca los logros, antes que desestimar a los alumnos por sus fracasos, que garantice la fluidez del tránsito con calidad de la enseñanza y el aprendizaje, que combina la preparación del alumno para la prosecución de estudios superiores con introducción en la escuela secundaria de la cultura del trabajo, de la cooperación y la inclusión crítica y transformadora de los adolescentes, considerados ahora sujetos de derecho, una deuda que tiene nuestro país desde hace un siglo, pero que desde las transformaciones que se vienen realizando en estos últimos años con seguridad podremos revertir. © LA NACION
La autora preside la Comisión de Educación de la HCDN. Fue directora general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires
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La transformación de la escuela secundaria
Adriana Puiggros
lanacion.com | Opinión | Lunes 2 de noviembre de 2009
el dispreciau dice: mientras no coordinemos ideas, objetivos, métodos, para establecer qué clase de educación social pretendemos para asegurar un país que sea digno de ser calificado como república, democracia, etc., mientras hagamos cambios de procedencia hepática (o testicular u ovárico) sin prever el qué y el cómo de la sociedad que es necesario diseñar y construir para contar con un país vivible... seguiremos proponiendo experimentos que no nos conducirán a ninguna parte, aún cuando los genios de siempre busquen y encuentren argumentos para explicar todo aquello que se niega por la misma realidad. Argentina es una paradoja en todos los ámbitos... Alcanza con apreciar el estado edilicio (deplorable) de escuelas primarias, secundarias y universitarias para darse cuenta que así, no vamos a ninguna parte... Alcanza con ver cómo funcionan los servicios elementales en las unidades educativas para ver que así no se puede funcionar... De los contenidos, mejor ni hablar... De sólo pensar que un estudiante puede transitar nueve años en claustros universitarios para alcanzar un título de grado, alguien en su sano juicio llegaría rápidamente a la conclusión que algo anda mal en nuestras cabezas, pero dado que la sociedad está inmersa en urgencias, las prioridades realmente no guardan importancia. ¡Que siga la fiesta! Noviembre 02, 2009.-
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