UN MANDATO MULTILATERAL SOBRE SIRIA
El acuerdo entre Trump y Putin sobre el alto el fuego en el sur de Siria, anunciado después de su primera cumbre, fue el principal signo positivo de la reunión.
Por: Nouhad Mahmoud
La quinta reunión en Astana, Kazajistán entre Rusia, Irán y Turquía sobre la crisis siria no llegó a un acuerdo concreto. Las partes se volverán a convocar en agosto para firmar un nuevo documento sobre su papel en el territorio sirio ,mediante la supervisión de cuatro zonas de desescalación en la parte occidental del país.
Los arreglos darán a Rusia y Turquía la responsabilidad en el norte de Siria, mientras que dan a Rusia e Irán la supervisión alrededor de Homs y Damasco en el medio. Rusia será el único poder que supervisa el sur de Siria en el área fronteriza de los Altos del Golán ocupadas en el oeste , y Jordania en el sur. De esta manera se garantizaría a Israel la ausencia de elementos iraníes en una zona de 30 a 40 kilómetros de ancho.
El presidente Vladimir Putin abordó este tema en su reunión con el presidente estadounidense Donald Trump en Hamburgo diciendo: “Independientemente de cómo alguien esté reaccionando a esto, debo decir que es uno de los avances que hemos conseguido lograr en el curso de nuestro trabajo con el presidente Trump. Es un resultado real de nuestro trabajo conjunto con Estados Unidos, Jordania y algunos otros países de la región que se unieron. Hemos mantenido consultas con Israel y continuaremos haciéndolo”.
Habló sobre abordar en detalle con el presidente de Turquía Erdogan sobre esto y las preocupaciones e “intereses legítimos” de los Estados regionales.
El acuerdo entre Trump y Putin sobre el alto el fuego en el sur de Siria, anunciado después de su primera cumbre, fue el principal signo positivo de la reunión tan esperada. Parece que los respectivos equipos de los dos presidentes han estado trabajando, confidencialmente, estrechamente en temas sirios durante largas semanas. Los próximos días determinarán el éxito de las dos potencias en cooperar y mantener su voluntad política de seguir adelante en sus planes. Dar a Rusia la tarea de hacer frente a todas las complicaciones del atolladero sirio, la posición estadounidense sigue siendo luchar contra el Estado Islámico (EI) y evitar los peligros de un terreno resbaladizo en Siria. Incluso enfrentando a Irán, una idea favorecida por algunos halcones en el gobierno de Trump, parece estar fuera de la agenda.
Por séptima vez, los representantes del gobierno sirio y de la oposición están reunidos esta semana en Ginebra. Tomando nota de las actuales discusiones, Staffan De Mistura, enviado internacional a Siria, se mostró cautelosamente optimista: “Cada paso en estas discusiones, incluso en Astaná… son pequeños pasos pero son importantes”. Advirtió que los acuerdos sobre las zonas de desescalamiento deberían ser transitorios para evitar la división del país.
Los últimos acontecimientos en el frente diplomático están contribuyendo a aliviar los enfrentamientos militares y salvar la vida de muchos sirios, pero el panorama aún no está claro. Los rusos, mientras preparan el terreno para calmar la situación, están ayudando al presidente sirio Bashar al-Assad a recuperar más territorio en la región este del país. Turquía está preocupado por la expansión kurda en el norte de Siria y se prepara para actuar. La administración de Trump podría descubrir que la influencia de Moscú sobre Al-Assad y sus aliados iraníes es más limitada de lo que espera, como es el caso con China y Corea del Norte. Los iraníes no renunciarán fácilmente a su larga y enorme inversión financiera, política y estratégica en la región. El colapso del EI en Raqqa y más tarde en Deir Ezour planteará la cuestión de quién heredará esta importante región disputada por diferentes grupos. La crisis siria se está convirtiendo oficialmente en un asunto regional e internacional. Después de la distribución de roles, los gobiernos interesados deberán actuar de manera abierta y responsable. Los sirios, el gobierno y la oposición son sólo actores menores en decidir el destino de su país. Somos testigos de la repetición de errores históricos anteriores en el Levante.
Nouhad Mahmoud – El autor fue embajador de Líbano en México entre 1999 y 2011 – nouhad47@yahoo.com
La Voz del Árabe (LVÁ) – El Universal – Cd. de México, julio 17 del 2017
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