El consumo de alcohol creció abruptamente entre los jovenes de 19 a 24 años.
Foto: LA NACION / Emiliano Lasalvia
Sociedad / Datos oficiales de la capital
Cada vez más jóvenes toman alcohol
Creció 6% el consumo abusivo entre quienes tienen 19 a 24 años; el SAME atiende en la calle a 300 personas alcoholizadas por mes
Noticias de Información general: Lunes 18 de enero de 2010 | Publicado en edición impresa
Pablo Tomino
LA NACION
Los datos más recientes sobre el consumo de alcohol en la Capital y sus consecuencias siembran la alarma. La ingestión abusiva de bebidas alcohólicas creció 6% entre los jóvenes de 19 a 24, que figuran en primer lugar entre quienes presentan la mayor prevalencia de consumo de tres o más medidas de tragos fuertes en un día de fin de semana. En segundo lugar aparecen como importantes consumidores los adolescentes de entre 12 y 18 años.
A su vez, el SAME asistió el año pasado un promedio mensual de 300 personas alcoholizadas en las calles porteñas, 15% más que en 2008.
Los datos sobre consumo de alcohol en los jóvenes, que es un fenómeno que también se produce en el conurbano y en varios puntos del país, se desprenden de un informe del Observatorio de Adicciones del Ministerio de Desarrollo Social porteño, sobre la base de la última encuesta de hogares de Sedronar, publicada en 2009.
Una medida es equivalente a una lata de cerveza o a un vaso de vino y se considera abuso el consumo de cinco o más medidas, según la graduación que posea cada una de ellas.
Según el informe oficial, la cerveza es la bebida alcohólica que más se consume en la Capital, así como en todo el país. Unas 271.000 personas abusan de su ingestión cada fin de semana en la ciudad. Del 24,3% de la población porteña que reconoció tomar cerveza en exceso, según precisa el relevamiento, el 14,3% dijo haber tomado un litro de cerveza durante un día; el 3,9%, dos litros, y el 6,1%, tres litros o más.
Los que más abusan de esta bebida son los jóvenes de entre 19 y 24 años (44%), mientras que cada un mayor de entre 35 y 49 años que consume cerveza en exceso, dos menores de entre 12 y 18 años también lo hacen.
Frente a este panorama, Soledad Acuña, subsecretaria de Promoción Social porteña, dijo a LA NACION que el gobierno impulsará acciones de prevención. "Se seguirán acentuando los controles de tránsito; se continuará con los programas Salí Seguro y Conductor Responsable, y cuando se renueven las licencias de conducir, habrá charlas de concientización bien específicas", detalló, y agregó: "Se harán cursos de prevención con los padres en plazas, algo que ya se activó con distintas organizaciones no gubernamentales, como Proyecto Padres".
Sobre el consumo de vino en la Capital, unas 100.000 personas abusan de esta bebida cada fin de semana. La mayor prevalencia de ingestión se da en los adultos de entre 35 y 49 años (el 10,7%) y luego lo siguen los jóvenes de entre 19 y 24 años (el 9,4%).
Roberto Canay, director del Observatorio de Adicciones porteño, dijo: "Sorprende el aumento en el abuso de alcohol entre los jóvenes. Esto da una pauta para diagramar las distintas políticas de gestión".
Para Martín Cuesta, doctor en historia y director de la carrera de Ciencia Sociales y Humanidades de la UADE, el consumo de alcohol en los jóvenes "no es nuevo. Cuando el adolescente construye su subjetividad, necesita de la mirada del otro. Y esa mirada es del grupo de pertenencia. En el siglo XXI, estos grupos tienen entre sus ritos «bien vistos» el consumo de alcohol. La escuela y la familia son los dos pilares máximos para regular esta situación".
Durante 2009, creció en la Capital 15% la asistencia en la calle de personas alcoholizadas, que alcanzó un promedio de 300 pacientes por mes. De ellos, más del 25% fueron menores de 24 años. "Se incrementó el consumo de alcohol en jóvenes. Si esto no se atenúa, a fines de año se duplicará la cifra de asistencia callejera a personas ebrias. Los chicos se reúnen en las casas y beben alcohol; después, en los boliches, mezclan con otras bebidas y sus cuerpos colapsan", dijo a LA NACION Alberto Crescenti, director del SAME.
Para Verónica Mora, psiquiatra a cargo de la coordinación de Riesgo Adictivo del gobierno porteño, el abuso del alcohol es un problema preocupante desde el punto de vista epidemiológico. "Está cambiando la modalidad de consumo de alcohol en la Capital. Hoy es cada vez más baja la edad de inicio, con personas intoxicadas seriamente en poco tiempo. El abuso de alcohol incrementa los problemas asociados, como los accidentes de tránsito, los episodios de violencia callejera y el embarazo no deseado en los adolescentes."
Según datos de la ciudad, sólo en el primer semestre de 2009 el hospital Juan Fernández atendió 1142 casos relacionados con abuso de alcohol. De los otros hospitales porteños no se suministraron datos.
Video: especialistas piden una familia más presente (ver documento original)
Secuestran autos por alcoholemia
MAR DEL PLATA.- Durante el fin de semana, 66 vehículos fueron secuestrados por alcoholemia positiva. La Dirección de Tránsito municipal labró las infracciones y derivó los automotores secuestrados a un playón sobre la avenida Luro; los infractores deben pagar multas mínimas de $ 1500.
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lanacion.com | Información general | Lunes 18 de enero de 2010
II -.
El 10% de los porteños consumen drogas
La mayoría prefiere la picadura de marihuana
Noticias de Información general: Lunes 18 de enero de 2010 | Publicado en edición impresa
Daniel Gallo
LA NACION
El 10 por ciento de los porteños se droga. Ese es el dato que recibió en diciembre último la subsecretaria de Adicciones de la ciudad de Buenos Aires a partir de los datos de la encuesta nacional de la Sedronar. El consumo de sustancias ilegales se mantiene elevado.
El sondeo oficial, cuyo trabajo de campo se realizó mayoritariamente en 2008, determinó en 9,6 por ciento la prevalencia anual de consumo de drogas ilícitas en la ciudad. El 19,3 por ciento de los porteños reconoció haber probado alguna vez estupefacientes.
Cuando se subdivide el consumo según la droga usada aparece la marihuana como la preferida por los porteños, con el 9,3 por ciento de prevalencia anual y un 6,2 por ciento de recurrentes usuarios mensuales, en lo que significa el núcleo más duro del consumo.
Llamó la atención la casi desaparición del consumo de cocaína en el registro de la encuesta. Esa medición establece un mercado anual del 0,8 por ciento de los porteños. La encuesta nacional de 2006 marcaba al 3,6 por ciento de los habitantes de la ciudad como consumidores. Quienes estuvieron cerca del estudio de los resultados explicaron que no puede compararse un sondeo con otro, por haberse usado en este caso una nueva metodología para adaptarse a los requerimientos de las Naciones Unidas, que fijó parámetros para poder cotejar la información entre países.
A esa fotografía de un consumo de cocaína menor ?en el anterior resultado se ubicaba la Argentina como segundo mercado porcentual detrás de los Estados Unidos y ahora queda en niveles intermedios sudamericanos?, se le suma una realidad palpada por los investigadores policiales del narcotráfico: cuando hay menos poder adquisitivo en la calle, baja la comercialización de cocaína, que mantiene precios a niveles internacionales.
Puede ser un motivo de satisfacción la disminución del consumo de cocaína, pero también significar un estado de recesión económica. Los niveles más bajos de consumo ?como los actualmente medidos? se dieron durante la crisis de 2001/2002.
Las drogas sintéticas aparecen en el nuevo sondeo como consumidas por el 0,6 por ciento de los orteños,
mientras que el paco es incorporado por primera vez en la medición con ese nombre ?antes se preguntaba por la pasta base? y figura con un 0,4 por ciento de adictos anuales.
Los funcionarios porteños tomaron los resultados de esta encuesta como una base de consulta para redoblar los esfuerzos en tareas preventivas.
"Trabajamos mucho durante 2009 en la prevención de las adicciones, especialmente en las zonas más vulnerables de la ciudad. Para este año queremos llegar a contar con doce centros de prevención instalados en las villas por el estrago que causa el paco", dijo Soledad Acuña, subsecretaria de Promoción Social de la ciudad.
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El 10% de los porteños consumen drogas
La mayoría prefiere la picadura de marihuana
lanacion.com | Información general | Lunes 18 de enero de 2010
III -.
Beben hasta sentirse felices, pero a veces no saben parar
Los chicos aseguran que intentan ponerse límites; muchos no lo logran
Noticias de Información general: Lunes 18 de enero de 2010 | Publicado en edición impresa
"Cuando me pongo feliz, paro", dice Javier, estudiante, de 17 años, vestido con una remera blanca, unos pescadores y zapatillas, que el sábado a la noche deambulaba con tres amigos por los bares de la plaza Julio Cortázar, en Palermo Soho. Ese es el límite que se autoimpuso para el consumo de bebidas alcohólicas, aunque no siempre lo respeta. "Una noche terminé completamente mal, tirado en una plaza", dice, después de una fiesta "dos por uno de alcohol".
Los amigos de Javier se ríen cuando lo escuchan. Entre ellos, Ariel, de 20 años, que también toma hasta sentirse feliz e igualmente sabe de malas experiencias por abusar de bebidas espirituosas: "Hace tressemanas terminé vomitando. No terminé nada bien", explica.
Un sábado a la madrugada, en una recorrida de LA NACION por bares y pubs de Palermo, jóvenes de entre 17 y 26 años coincidieron en que el consumo de alcohol es cada vez más común entre los chicos de su edad, sobre todo en las denominadas "previas", y que si bien intentan ponerse límites, después de unos chops y varios tragos, no lo logran.
"¿Cuál es el límite? Entonarse, pero sin perder la conciencia", dice Alejandro, de 26 años, y se lleva a la boca un vaso de fernet con cola, en la puerta de Unico bar, en Honduras al 5000. "En una previa se tomapara motivarse antes de salir, para desinhibirse", relata el joven, que trabaja como fletero. Y tiene bien claro cuándo tomar: sólo los fines de semana.
A pocas cuadras de allí, en la plaza Honduras y Serrano, Jessica, de 19 años, estudiante de medicina, se sirve "dos dedos" de cerveza en un vaso fino y alto. Es lo último que tomará por esa noche, asegura. "Meconozco lo suficiente como para decir que más no aguanto." Florencia y Vanesa, sus amigas, asienten. Es que Jessica antes ya se tomó un "destornillador" (30% vodka, 70% jugo de naranja). "Si tomo sólo cerveza, hasta tres chops aguanto", narra y dice que ponerse límites y cumplirlos es "saber tomar".
"Lo importante es conocerse a sí mismo para saber cuándo no tomar más", acota Florencia, estudiante de diseño gráfico. Pero reconoce que no todo el mundo lo hace. Florencia y Jessica juran que jamás se emborracharon en su vida; Vanesa no puede decir lo mismo.
"Antes tomaban más los chicos que las chicas, ahora se ha equiparado", dijo María Hiebra, jefa del Servicio de Adolescencia del hospital Gutiérrez. "Además, vemos que el consumo de alcohol comienza cada vez más precozmente, entre los 12 y los 14 años".
Según la médica, el alcohol está incorporado a los eventos sociales de los jóvenes. En parte, consecuencia de los escasos controles en la venta de bebidas a menores de edad e, incluso, de la tolerancia de los adultos.
Ana María Girardelli, jefa del Servicio de Toxicología del Hospital de Niños de La Plata, coincide. Y manifiesta una preocupación: "Los papás no se alarman cuando hay una intoxicación por alcohol. Los padres tienen que incorporar el «no» en la relación con sus hijos; hacer saber que no están de acuerdo con el exceso de alcohol".
Horacio Varoli
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Beben hasta sentirse felices, pero a veces no saben parar
Los chicos aseguran que intentan ponerse límites; muchos no lo logran
lanacion.com | Información general | Lunes 18 de enero de 2010
IV -.
Denuncian que cada vez es más fácil conseguir droga
Así lo informó la subsecretaria de Promoción Social del gobierno porteño, Soledad Acuña; testimonios de adictos en recuperación
Noticias de Información general: Lunes 18 de enero de 2010 | 10:33 (actualizado a las 10:38)
Por Verónica Dema
De la Redacción de lanacion.com
vdema@lanacion.com.ar
Durante el último año, el gobierno porteño realiza un promedio de una denuncia por semana de los lugares en los que se venden sustancias ilegales; sólo una de esas denuncias fue investigada por la Justicia. Así lo afirma Soledad Acuña, subsecretaria de Promoción Social de la Ciudad, que, con un informe de varias páginas en su poder, enfatiza: "En Buenos Aires cada vez es más fácil conseguir droga".
Video: cada vez es más fácil conseguir droga (ver documento original)
Los funcionarios del área, con cifras de Sedronar que hablan de una consolidación del abuso de alcohol en Buenos Aires, sumado al agravamiento del consumo de drogas ilegales, refuerzan las acciones de prevención y asistencia a adictos. Por un lado, este año se intentará duplicar los centros preventivos que hoy funcionan (actualmente hay 7 en diferentes barrios); por otro, prevén abrir tres nuevos centros de asistencia.
En un recorrido, lanacion.com conoció historias de adictos en recuperación. Recuerdan el momento en que tocaron fondo y dijeron basta. "Dejaba a mi bebe de meses tirado; no me importaba nada", cuenta Tamara, de 17 años, mamá de Tiago, de un año y medio. Ella es una de las adolescentes internadas en Casa Puerto , la comunidad terapéutica en la que ellos depositan toda su esperanza.
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Denuncian que cada vez es más fácil conseguir droga
Así lo informó la subsecretaria de Promoción Social del gobierno porteño, Soledad Acuña; testimonios de adictos en recuperación
lanacion.com | Información general | Lunes 18 de enero de 2010
el dispreciau dice: hay hechos cotidianos que agotan y agobian a las sociedades. Es evidente que la generación de los 50 se ha destacado por cometer errores propios de los vaivenes culturales y también sociales a las que se ha visto sometida, pero así es siempre ya que las sociedades deben necesariamente adaptarse a los medios en los cuales les toca transitar, o bien generar los mecanismos de defensa suficientes para sobrevivir. Argentina y nuestra generación en particular ha caminado entre extremos, por ende entre conflictos, y todos ellos sin excepción permanecen sin resolver. Es evidente que el "dejar hacer, dejar pasar" no es bueno... tampoco lo es la represión extrema a la que nosotros como hijos nos hemos visto sometidos (con las excepciones de siempre)... mucho menos los condicionamientos y las penurias inducidas. La nueva generación en curso está librada a una situación social que enseña un camino cierto hacia el caos. Las razones son:
1. no tienen motivaciones genuinas
2. no quieren repetir las experiencias "calcinantes" de sus padres, que han acumulado frustraciones de diversa índole
3. los modelos sociales que reciben son aquellos que no son modelo de nada pero ganan fortunas haciéndole creer a los demás que ese es el objetivo de vida (no haré nombres para no herir susceptibilidades)
4. asumen que no tendrán trabajo y que de tenerlo deberán convivir con las frustraciones y el sometimiento al desprecio de jefes con cargo pero sin sentido
5. la educación no aporta formación ni conocimiento, simplemente ofrece la necesidad de superar una etapa necesaria para poder luego conseguir un trabajo bajo las condiciones enunciadas antes
6. para tener acceso a la salud deben disponer de una cuota parte importante, imposible a edades tempranas y menos en las actuales circunstancias. De ir a un hospital público, deben asumir una espera que usualmente no está en sus disposiciones
7. asisten a la degradación de sus compañeros, amigos, vecinos u otros cercanos
8. conviven en una inseguridad donde los delincuentes están libres y con poder mientras que ellos se encuentran sometidos a esquemas contradictorios y mensajes paradójicos que bajan desde el propio Estado
9. los medios televisivos bajan el mensaje que la vida es sexo fácil y despreciativo
10. los valores sociales están tergiversados y se han vuelto tan leves como las circunstancias que transitan las personas
Traducido: nada es del todo cierto, ni del todo verdad, ni del todo útil, ni del todo bueno... las familias se desintegran porque las personas no se toleran y cada cual anda por su lado haciendo de su vida lo que puede. En este marco, el alcohol, la droga y el desconcierto van ganando espacio y se devoran a las sociedades. Desde mi punto de vista ya no importa el número y tampoco la estadística (sí importa, pero no es el foco) porque el problema se ha tornado "monumental". Alcanza con asomarse a la ventana. La droga que se secuestra no es ni el uno por ciento de aquella que alcanza la calle y se negocia. El secuestro de personas es un hecho cierto que no encuentra ocupación por parte de las autoridades que simplemente están ahí para verlo pasar y dar respuestas vagas, sin compromiso, por ende sin solución. El problema no es argentino, claro está. Es mundial, pero no por ello menos importante... Tal lo dije en estas mismas páginas en días anteriores, a la clase política le conviene todo aquello que aporte lavado de dineros sucios porque eso ayuda a ocultar las incapacidades y nutre de manera cierta los futuros personales post-poder. Por ello tanta frivolidad y defensa del juego, de los boliches bailables, del sexo explícito, del circo romano y otras tantas jugarretas que mantienen alto el morbo y bajas las capacidades neuronales... Enero 18, 2010.-
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