Temas de la Justicia
La gran conspiración destituyente internacional
Adrián Ventura
Noticias de Política: Jueves 14 de enero de 2010 | Publicado en edición impresa
Para apoderarse de las reservas del BCRA y de la presidencia de la entidad, el Gobierno desarrolla una estrategia agresiva pero nada ingeniosa: alega la existencia de una conspiración y atribuye a esos conspiradores la culpa de la riesgosa situación internacional a la que quedó expuesta la Argentina.
La conspiración destituyente, si existiera, tendría ya ribetes de una asociación ilícita transnacional que ni siquiera Interpol podría desbaratar: sus integrantes serían el vicepresidente Julio Cobos; Martín Redrado; la oposición; la Justicia, culpable por tener algunos jueces independientes; la prensa, culpable por ser crítica; el juez federal de Nueva York Thomas Griesa, a quien el ministro de Economía, Amado Boudou, le faltó el respeto cuando lo acusó de ser un embargador serial, y, por supuesto, los fondos buitres.
Semejante guión cinematográfico no resiste el menor análisis. Pero de todas formas vale la pena mirarlo en detalle:
Para el Gobierno, la salida de Redrado es innegociable.
Acorralado por la falta de respaldo del Poder Ejecutivo y del propio directorio del banco, ayer se sumaron las críticas que, durante la sesión de la Comisión Bicameral, formularon los radicales. La UCR y otros sectores defienden las reservas, pero pocos respaldan a Redrado. Por eso, el Gobierno redobló su presión y, a comienzos de la tarde, algunos jueces y políticos evaluaban si su renuncia facilitaría al Congreso la búsqueda de una solución.
Sin embargo, Redrado se propone resistir y hoy presentará en la Justicia el fallo de Thomas Griesa: nadie advirtió que su eventual dimisión sería una prueba cabal de la doctrina del alter ego que esbozó el juez Griesa, según la cual el Gobierno usa las reservas del Central e influye en su desenvolvimiento como si fuese su dueño.
El juez Griesa escribió un fallo en el que vale detenerse. Por un lado, estableció que el embargo es por más de 3100 millones de dólares -aunque sólo se incautaron 1,8 millones-. Por el otro, Griesa dice en la sentencia que la Argentina mostró una especial habilidad para burlar el sistema legal de los Estados Unidos -por su práctica de transferir continuamente reservas depositadas en Nueva York hacia el Banco de Basilea-. En esa afirmación hay no sólo una deferencia al reclamo de los bonistas, sino también una alusión a la falta de seriedad del país.
La Justicia mostró sus más y sus menos: quedó en evidencia que hay jueces independientes, como Sarmiento, y que otros están cooptados por el Gobierno. Pero también es cierto que la Cámara Contencioso hizo un esfuerzo para instar a una solución política y una maraña política y judicial lo impidió.
Debajo de la hojarasca, queda en claro, también, que la Presidenta incurrió en mal desempeño al haber desoído todas las advertencias del posible embargo y que podría solucionar el conflicto llamando a sesiones extraordinarias para darle voz al Congreso.
abrir aquí:
Temas de la JusticiaLa gran conspiración destituyente internacional
Adrián Ventura
lanacion.com | Política | Jueves 14 de enero de 2010
Opinión
El riesgo del vaciamiento
Agustín A. Monteverde
Para LA NACION
Noticias de Política: Jueves 14 de enero de 2010 | Publicado en edición impresa
Los errores, riesgos y barbaridades técnicas y legales cometidos por el Gobierno en su intento de apropiarse de las reservas han sido vastamente tratados.
Sin embargo, hay dos cuestiones particularmente peligrosas que no han sido abordadas aún y son concurrentes.
La primera es que el decreto 2010/09 faculta al Gobierno -recurriendo al artilugio de las "reservas de libre disponibilidad"- a apoderarse de unos US$ 16.000 millones y no sólo de los US$ 6569 millones con que crea el Fondo del Bicentenario.
El otro punto crucial es determinar cuál sería el verdadero nivel de las reservas ex-post. No es necesario extenderse sobre la importancia crucial que tienen para mantener la estabilidad cambiaria.
Las reservas netas efectivas son muy inferiores a las brutas informadas por el Banco Central (BCRA). La relación entre la base monetaria y las reservas es conocida como tipo de cambio de equilibrio (TCE). Se mantendrá constante mientras toda variación en las últimas se corresponda con un cambio idéntico en la masa de dinero.
Si las reservas caen y la base permanece sin cambios, el TCE sube; el impacto monetario es el mismo cuando se expande la base monetaria y las reservas se mantienen fijas.
Ante una corrida cambiaria, el TCE actúa como un ancla técnica. Nos informa cuál es el valor del dólar al que las reservas serían suficientes para satisfacer la máxima demanda de divisas por parte del público. Pero como, además de los fundamentos, en la economía juegan las expectativas sociales, el tipo de cambio en un momento dado puede estar por debajo o por encima del TCE.
De hecho, en la crisis de 2002, el temor generalizado lo llevó muy por encima del TCE hasta que éste comenzó a traccionarlo a la baja.
Si queremos determinar el nivel de reservas netas efectivas -real poder de artillería del BCRA para contener una eventual corrida-, debemos descontar de las reservas brutas informadas las obligaciones que las afectan.
El 30% del stock de reservas ha sido bancado con Letras, notas y pases pasivos.
Tampoco corresponde computar como reservas efectivas divisas recibidas como encaje, pues no pueden respaldar los depósitos bancarios que las originaron y al circulante al mismo tiempo.
En el balance al 31 de diciembre, el BCRA informó reservas por US$ 47967 millones. Los pasivos financieros (Letras, notas y posición neta de pases) y los encajes sumaban US$ 21.660 millones.
Aún corresponde descontar los préstamos de reservas provenientes del Banco de Basilea y los compromisos por ventas de divisas a futuro, cuyos datos precisos no están transparentados en el balance. Asumiendo tan sólo US$ 3000 millones entre ambos conceptos -fuentes confiables los ubican bien por encima-, las reservas netas no superarían los US$ 23.300 millones.
Esto significa que, si el kirchnerismo se saliese con la suya para seguir bancando la fiesta del gasto clientelar, se concretaría un auténtico vaciamiento de las arcas del Banco Central, dejándonos con apenas unos US$ 7000 millones de reservas efectivas.
El autor es economista
abrir aquí:
OpiniónEl riesgo del vaciamiento
Agustín A. Monteverde
lanacion.com | Política | Jueves 14 de enero de 2010
el dispreciau dice: esta gestión y su curioso modelo, seguido de sus extraños procedimientos dictatoriales está dejando en plena evidencia su verdadera intencionalidad, esto es desconocer el Congreso, hacer lo propio con la Justicia, y de manera semejante hacer lo que se le antoja con el país, la Constitución Nacional, y por ende con su gente (los argentinos, extranjeros naturalizados, etc.). Nada debe extrañar al lector ya que muchos años antes de llegar al Gobierno Nacional habían hecho lo propio en su provincia Santa Cruz con un número millonario de dólares que aún permanecen "desaparecidos" al igual que el Señor Julio López, del que también curiosamente nunca más se supo nada... [y a nadie le importó... ¿desaparecidos en democracia?, sí en Argentina]. Para este matrimonio, nadie que los reprenda, que les sugiera, que les indique, que les hable, es harina de su costal, por el contrario inmediatamente pasa a ser "enemigo" y consecuentemente "conspirador". Está claro que nos encaminamos a "algo no bueno" para algunos y "muy malo" para mí visión personal. El matrimonio está dispuesto a todo para sostener la caja política que se nutre de una corrupción inocultable ya que deja huellas por donde transita y aparece como impensable creer que el poder no sabe nada... así como el país se ha transformado en un bingo, ruleta, y juego por doquier, que se ha instalado como un tumor consumiendo los pocos pesos de los pobres... del mismo modo asistimos al desmantelamiento cuidadoso de todo aquello que esté vinculado con la producción, léase entonces, se pierden puestos laborales más rápido de lo que estos pueden ocuparse, asegurando que la marginación crezca sin solución de continuidad. De esta manera, triste por cierto, el país se ha llenado de fantasmas que a su vez llaman a otros y estos nuevos a otros y así, sin que medie una guerra, estamos llenos de conflictos, descalificando a cuanta persona piensa diferente, avanzando sobre las estructuras castrenses para revivir los fantasmas de una guerrilla que no le dejó nada al país (ni siquiera le aportó alguna ideología de valor agregado) ni en los sesenta, ni en los setenta, tampoco en los ochenta y muchos menos ahora que ha regresado a ocupar el lado bien oscuro del poder. Una democracia sin Poder Judicial, y sin Poderes Legislativos, tal es la pretensión presidencial (argumentando razones para nada razonables), conduce indefectiblemente a una peligrosísima dictadura democrática donde el voto no es voz... ¿se entiende?. En Argentina, un pacto de sensatez como aquel de la Moncloa aparece como imprescindible, tanto como imposible. Enero 14, 2010.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario