lunes, 23 de diciembre de 2013

REPRESIÓN SIN IDEAS Y CON IDEOLOGÍAS CÍNICAS ▼ Ideología y represión | Sociedad | EL PAÍS

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OPINIÓN

Ideología y represión

Hay quien sopesa la posibilidad de que el Gobierno busque con su reforma sobre el aborto contentar a sus bases electorales más radicales, representadas en la jerarquía católica más retrógrada


Las leyes suelen tener un claro objetivo: regular la convivencia, mejorar la vida de la gente, garantizar los derechos y deberes, ordenar los mercados, reducir la delincuencia… El Gobierno de Mariano Rajoy ha aprobado el anteproyecto de ley sobre el aborto que convertirá a España en uno de los países más restrictivos y conservadores de Europa en este terreno y la finalidad con la cual se va a poner a trabajar al legislativo para que le dé luz verde solo parece perseguir un fin: la represión.
El Ejecutivo del Partido Popular ha elegido un título sorprendente: “Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada”. Es sorprendente porque, de lo que se conoce hasta el momento de dicho proyecto, no hay en él una sola medida que amplíe la protección del nasciturus, más allá de “garantizar” de palabra su nacimiento. Será la madre, aun forzada a serlo, la que tendrá que hacerse cargo (como hasta ahora) del hijo que quizá no quiso, del hijo que quizá necesite atenciones especiales que el Estado difícilmente proveerá. Tampoco hay una sola medida que refuerce los derechos de la embarazada; al contrario, se le arrebata el derecho principal: el de decidir libremente. Se la obliga a sortear obstáculos que a veces serán insalvables para evitar un parto no deseado.
Si lo que se pretende es reducir el número de abortos voluntarios, el Gobierno debería saber a estas alturas que una mayor represión no implica tal resultado de la misma manera que una ley de plazos como la que rige en España actualmente no supone un aumento del número de interrupciones voluntarias del embarazo. De hecho, incluso disminuyen.
Hay quien sopesa la posibilidad de que el Gobierno busque con su reforma contentar a sus bases electorales más radicales, representadas en la jerarquía católica más retrógrada y en esos minoritarios grupos provida que todavía exigen una reforma más radical para imponer su moralidad, pero en España gana las elecciones el partido que conquista el centro, no el que extrema sus posiciones. Esta reforma, además, no ha venido precedida por una alarma o una demanda social que animara a los gobernantes a acometerla.
Definitivamente, esta contrarreforma de regreso al pasado solo puede entenderse desde la ideología, desde el convencimiento de que es necesario reprimir (aunque sea a medias) para lavar conciencias propias y de que cercenar los derechos de las mujeres en algo tan exclusivo como la maternidad es un asunto menor para quien la ha promovido. Sobre todo, si las perjudicadas son aquellas que no tienen demasiadas opciones ni para afrontar los gastos energéticos de su hogar ni mucho menos para viajar a Londres para “solucionar el problema” como siempre han hecho las familias que podían permitírselo.
Desde el momento en que entre en vigor, este país —incapaz de ofrecer un futuro a la mayoría de sus jóvenes y de mantener el nivel medio de protección social adquirido— asume un nuevo e importante reto: derogar cuanto antes una ley hipócrita que aumenta la desigualdad y se ensaña con las mujeres.
gcanas@elpais.es
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Los abortos bajan un 5% en 2012 con la ley que derogará el Gobierno | Sociedad | EL PAÍS
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Los abortos bajan un 5% en 2012 con la ley que derogará el Gobierno

Unas 6.000 mujeres menos interrumpieron su embarazo. La demografía, el uso de anticonceptivos y la normalización de la prestación, razones del descenso


El número de interrupciones voluntarias del embarazo bajó un 5% en 2012 en España. Ese año, con la ley de plazos que el Gobierno derogará, abortaron 112.390 mujeres. Unas 6.000 menos que en 2011. Los pronósticos de los más críticos con la ley del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en vigor desde 2010, no se han cumplido. Que la mujer pueda decidir libremente abortar durante las primeras 14 semanas de embarazo no ha disparado las interrupciones. En 2012 abortaron 12 de cada 1.000 mujeres en edad fértil, según el informe anual del Ministerio de Sanidad (una cifra similar al resto de la UE). Medio punto menos que el año anterior. El 91,3% lo hicieron ejerciendo el derecho a decidir sobre su maternidad. Un derecho que suprimirá la normativa del Ejecutivo de Rajoy. El anteproyecto de ley elaborado por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, restringe esta prestación sanitaria solo a casos de violación y riesgo para la salud física o psicológica de la mujer, hasta la semana 22. En 2012 solo el 5,7% de las intervenciones fueron por ese motivo.
Las cuestiones demográficas, pero también las circunstancias económicas y sociales del país, juegan un papel clave en la evolución de las interrupciones voluntarias del embarazo (en 2009 descendieron y en 2011 aumentaron algo más del 4%). Más que los modelos legales, según los expertos. Estos explican el descenso de 2012 a través de varios factores: la disminución de la población extranjera —un grupo en el que se registra un número de abortos superior a su peso demográfico—, la financiación pública de métodos anticonceptivos de última generación, la píldora del día siguiente; así como la paulatina normalización de esta prestación sanitaria.
Mientras que en 2009, cuando estaba en vigor la normativa de 1985, que permitía el aborto solo en algunos casos, apenas el 2% de estas intervenciones se realizaban en centros públicos, en 2012 se hicieron el 6,49%. Un dato muy significativo para Isabel Serrano, ginecóloga y experta en planificación familiar. “Es la primera vez en 30 años que ha habido un aumento tan destacado. Y eso implica que los profesionales sanitarios se están implicando y que se está normalizando”, apunta.

El 90% de las mujeres no tuvo que justificar
su decisión
La apuesta de la sanidad de algunas autonomías por el aborto farmacológico —la mifepristona, que puede utilizarse hasta la semana ocho de gestación— también incrementa la participación pública, apunta Carmen Coll, ginecóloga del Instituto Catalán de Salud. Es el caso de País Vasco o de Cataluña, donde todos los centros de la red pública ofrecen esta prestación. “A las mujeres, además, se les hace una muy buena cobertura de asesoramiento e información en salud y anticoncepción. Y que esta información se dé en el canal público logra también que el resto de mujeres, no solo aquellas que acuden a solicitar la información sobre aborto, acceda”, sigue Coll.
El aumento del uso de la mifepristona también ha derivado en un aumento del aborto temprano. Las mujeres que interrumpen su embarazo lo hacen cada vez antes. “Tienen clara su decisión de no ser madres, y van a los centros sanitarios en cuanto tienen el diagnóstico”, remarca la trabajadora social Luisa Torres. El 90,23% de las mujeres abortaron antes de la semana 12 de gestación; un 1,75% más que en 2009, cuando todavía estaba en vigor la norma anterior, que permitía el aborto solo en tres supuestos.
El carácter temprano de la intervención, apunta Francisca García, presidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción Voluntaria del Embarazo (Acai), es importante. “Estamos hablando de una intervención sanitaria que se complica con el paso de las semanas”, indica. García cree que la nueva ley no solo dejará fuera a las más de 100.000 mujeres que abortaron sin alegar ninguna razón. “También dilatará los plazos de acceso para aquellas que, sobre el papel, sí cumplan los requisitos”, dice. El anteproyecto de Ley Orgánica para la Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada dicta que dos médicos deberán acreditar el riesgo para la salud de la mujer y que esta tendrá que recibir información y asesoramiento verbal sobre sus opciones; después se verá obligada a esperar un periodo de reflexión de siete días antes de abortar.

El grupo de
edad que más disminuye es el de las más jóvenes
Con la ley vigente, los abortos que se realizan por encima de la semana 14 de gestación —el plazo libre que marca la ley— son escasos. También lo son los que se deben a anomalías fetales graves —permitido hasta la semana 22 de gestación— o por patologías fetales extremadamente graves e incurables o incompatibles con la vida —permitido sin límite—. Estos casos, que tienen que ser aprobados por un comité médico, representan solo un 3,1% del total de los abortos: 3.435. En 2012, 306 de ellos fueron por anomalías incompatibles con la vida o extremas. Las primeras, si provocan un daño psicológico a la mujer que pueda certificar, estarán cubiertas en la nueva ley. Las segundas —patologías neurológicas severas, metabólicas o cardiacas—, si se diagnostican tras la semana 22 (hasta ese tiempo se podría alegar solo riesgo psicológico) quedan desamparadas.
La realidad socioeconómica del país también se deja traslucir en los datos: el 26,81% de las mujeres que interrumpieron su gestación en 2012 no tenía trabajo. Un 3,7% más que el año anterior. El dato es destacado. Sobre todo si se tiene en cuenta que este grupo de población era en 2008, antes de la crisis, el 15,04%. Sin embargo, hay que tomar la cifra con cautela porque también aumenta la población desempleada total. “La razón económica tiene su peso. Pero las motivaciones para que una mujer decida interrumpir su embarazo son muy variadas, muy personales”, considera Torres.
Por comunidades autónomas el análisis dibuja un mapa muy desigual. Las que más abortos registraron fueron Madrid (con una tasa de 14,90 intervenciones por cada 1.000 mujeres), Asturias, Cataluña, Murcia y Andalucía. Las que menos, Navarra (2,15 intervenciones por cada 1.000 mujeres) y La Rioja.

Solo 306 interrupciones
se realizaron por anomalías extremas
Los datos de Sanidad rebaten el discurso de algunos colectivos muy conservadores, que sostienen que las mujeres que deciden interrumpir su embarazo no tienen formación. El 62,4% (70.187 del total de 112.390) de las mujeres que abortaron en 2012 tienen al menos estudios secundarios. De hecho, el grupo sin ningún tipo de formación es el más reducido y supone solo el 2,2%. Las universitarias representan el 14,5%.
La radiografía muestra también que, aunque los abortos bajan en todas las franjas de edad, es entre las más jóvenes donde más descienden. En 2011 la tasa de abortos en chicas menores de 19 años se situaba en 13,7 por cada mil mujeres; el año pasado no llegó a 13. En esa franja de edad se registraron 13.198 intervenciones; 460 de ellas en menores de 15 años (un número muy similar al de 2011). Entre las jóvenes de 20 a 24 años —el grupo donde la tasa es más alta— ha caído un punto: de 21,3 por cada 1.000 mujeres a 20,3. El grupo que menos varía es el de las mujeres mayores de 40.
A pesar del aumento del uso de anticonceptivos, García apunta a que la salud sexual y reproductiva sigue siendo una asignatura pendiente. Una de cada tres mujeres que abortaron no había utilizado anticonceptivos. “El número de abortos hubiera descendido más si se hubiera aplicado correctamente la ley de 2010, que recogía el fomento del uso de anticonceptivos”, asegura. Falta información todavía en muchos colectivos. Y eso se percibe en otro dato relevante: aunque siguen siendo un porcentaje minoritario, han aumentado un 2,3% las mujeres que abortaron más de dos veces (son el 4%).
Además, puede que el impulso que han logrado los métodos anticonceptivos —parches, píldoras, implantes— de última generación para combatir el embarazo no deseado no sea tan grande en 2013, sostienen García y Serrano. El Ministerio de Sanidad excluyó en agosto una decena de preparados de la cartera de servicios que cubre la sanidad pública.
Una medida “injustificada” para Luisa Torres, que alerta también de que la nueva ley de Gallardón supondrá un retroceso importante en materia de prevención. La norma elaborada por el ministro de Justicia y su equipo no recoge medidas específicas para combatir el embarazo no deseado. Tampoco iniciativas relacionadas con la educación sexual que sí incluía la ley de 2010. De hecho, el Gobierno de Rajoy ha suprimido la asignatura de Educación para la Ciudadanía, la única donde se daban parte de estos contenidos.




El Gobierno francés se queja por carta al español por el “retroceso” en el aborto

La portavoz del Gobierno de Hollande envía una misiva al Ejecutivo de Rajoy en la que expresa su "honda inquietud" por la reforma

 /  Paris 22 DIC 2013 - 20:42 CET

La ministra francesa de Derechos de las Mujeres, Najat Vallaud-Belkacem. / REUTERS















La ministra de Derechos de las Mujeres y portavoz del Gobierno francés, Najat Vallaud-Belkacem, consideró hoy "un retroceso" la reforma de la ley del aborto presentada por el Ejecutivo español, al tiempo que manifestó su "honda preocupación" por la misma. La portavoz del Ejecutivo de François Hollande ha enviado una carta al Gobierno español en la que da cuenta de sus quejas.
"Es terrible ver que en un país como España, que en estos últimos años se había convertido en una referencia para quienes luchan contra la violencia contra las mujeres (...) vaya a disponerse a conocer un retroceso en materia de derecho a disponer del cuerpo propio", afirmó Vallaud-Belkacem en una entrevista a varios medios galos.
La responsable de Derechos de las Mujeres aseguró que la reforma presentada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, es "inquietante" y un ejemplo de que "los derechos de las mujeres nunca están conseguidos de forma definitiva".
Vallaud-Belkacen afirmó que la amenaza a los derechos de las mujeres "no concierne solo a España" y mostró también su inquietud por la situación de otros países como Irlanda o Polonia.
La portavoz del Gobierno francés indicó que envió el pasado viernes una carta al Ejecutivo de Rajoy para mostrarle su "honda inquietud" por esta reforma.
Asociaciones feministas francesas también expresaron su rechazo a la reforma propuesta por Gallardón y anunciaron acciones de apoyo a sus colegas españolas.
El Gobierno español aprobó este viernes la ley del aborto más restrictiva de la democracia, a la que pondrá nombre Alberto Ruiz-Gallardón, ministro de Justicia. Interrumpir el embarazo dejará de ser un derecho de la mujer en las primeras 14 semanas —un derecho que existe solo desde 2010— y volverá a ser un delito despenalizado en ciertos supuestos, como lo era con la Ley de 1985. Pero esos supuestos se reducen, y la posibilidad de la mujer de acogerse a ellos se restringe. Solo habrá dos: violación y “grave peligro para la vida o la salud física o psíquica” de la mujer. Serán, de nuevo, los médicos —con requisitos más estrictos que en 1985 y un procedimiento más largo— los que decidirán si ese peligro existe. La presencia de malformaciones fetales gravísimas no será motivo de aborto, aunque sí lo será el efecto psicológico que eso tenga en la embarazada.
El texto aprobado el viernes por el Consejo de Ministros coloca a España, además, a la cola de Europa. Será, si se aprueba tras los trámites parlamentarios, uno de los Estados más restrictivos de la UE, donde 20 de los 28 Estados—Francia, Holanda, Grecia, Italia, Alemania...— se rigen por un sistema de plazos, donde la mujer puede decidir interrumpir su embarazo libremente, sin alegar ninguna razón, hasta un determinado límite de tiempo —normalmente entre la semana 12 de gestación y la 14—.


el dispreciau dice: la derecha de la Iglesia Católica se cree con el derecho de decidir sobre la vida y el destino de los demás... tal lo ha hecho desde siempre, enseñando un fundamentalismo semejante a cualquier otro, por ende delesnable... curiosamente, la izquierda Católica se arroga el mismo derecho... lo cual desemboca en un laberinto de desatinos simil al que intenta imponer el falaz y hueco gobierno español, enviando un claro mensaje al mundo humano, que es la decisión de los grupos radicales católicos que pretenden defender lo indefendible, esto es volver a quemar a Galileo... o que éste (Galileo) se retracte de sus aseveraciones astronómicas que van en contra de las mentiras de la Iglesia... ya que esa misma Iglesia necesita perseguir judíos y  a todo aquel que no responda a sus conveniencias... ya que esa misma Iglesia necesita proteger a curas cuyas sotanas ocultan a violadores y pedófilos... ya que esa misma Iglesia necesita seguir protegiendo a la mafia italiana... y ya que esa misma Iglesia necesita de los "esclavos" de los otros para seguir sosteniendo en alto sus negocios, más oscuros que el propio oscurantismo... para inmediatamente proteger a los amigos y sacarse de encima a los enemigos, al mejor estilo de los Papas de la inquisición... El cinismo fue matando a la Iglesia Católica de a poco... y este cinismo la fue vistiendo de hipocresía... y la hipocresía la condujo a la soberbia... y éste (hipocresía) la vistió de desprecios... hoy... la Iglesia Católica no representa al espíritu de nadie... mucho menos de Dios, por ende mal puede arrogarse el derecho de estigmatizar a la mujer tal lo ha hecho durante dos mil años... la decisión de la clase política española, en representación de los supremos intereses de una Iglesia vacía, está viciada de nulidad porque carece de humanismo, partiendo de dudosas éticas que atacan derechos humanos básicos que afectan a la mitad de la humanidad y un poco más. Indudablemente la institución multinacional y corporativa denominada Iglesia Católica está vacía... y promete excomulgar a la humanidad... con tal de seguir escondiendo a sus hipócritas y cínicos "representantes" de NADIE. DICIEMBRE 23, 2013.-

Insisto: no soy pro-aborto, por el contrario, estoy en el polo opuesto... pero... pero... NADIE es dueño de la vida, ni del destino, ni de las convicciones de su prójimo... y quiénes se erigen como dueños de la vida, del destino y de las convicciones del otro, están definitivamente en contra de DIOS y sus preceptos.

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