ÁFRICA ONU y ONGs trabajan 'sin descanso' para ayudarles
Los niños perdidos de Sudán del Sur
Un gran número de pequeños se han separado de sus familias
Vagan desamparados tras ver cómo sus padres eran asesinados
XAVIER FERNÁNDEZ DE CASTROEspecial para EL MUNDO Nairobi
Miles de niños de Sudán del Sur se han separado de sus familias mientras huían de sus casas para refugiarse de los combates que en apenas dos semanas han sumido al país en un estado de emergencia. Según Save The Children, muchos de estos niños vagan desamparados tras ver cómo sus padres eran asesinados y sus hogares saqueados, mientras que otros han conseguido llegar a los campos establecidos por Naciones Unidas y están siendo registrados para ayudarles a encontrar a sus familias.
Amanda Weyler, portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Sudán del Sur, ha explicado a EL MUNDO que tanto organizaciones humanitarias como Naciones Unidas "están trabajando sin descanso para que estos niños vuelvan a reunirse con sus padres, aunque la situación es bastante caótica y en los últimos días el número de personas desplazadas se ha incrementado de forma considerable", por lo que es una tarea complicada.
"En solo tres días hemos registrado a 60 niños en un campamento en Yuba", ha declarado a este periódico la portavoz de Save The Children en la región, Helen Mould. "Por el momento es imposible dar una cifra exacta, pero solo en Jonglei se han detectado más de 300 y si nos basamos en lo ocurrido en otros conflictos menoresestaríamos a hablando de varios miles de niños. Muchos estánviviendo a la intemperie, escondidos en zonas pantanosas y expuestos a enfermedades".
Según la OCHA, desde el 15 de diciembre, más de 180.000 personas han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia, aunque advierten de que el número real es bastante mayor debido al limitado acceso de las organizaciones humanitarias a los lugares más remotos del país. En este sentido, Naciones Unidas maneja numerosos informes de que hay grandes concentraciones de gente en áreas rurales de los estados de Jonglei, Lagos, Warrap y Unidad.
Refugio en las bases de los 'cascos azules'
De los 180.000 desplazados, unos 75.000 han buscado refugio en las bases que los 'cascos azules' tienen por todo el país. Las bases de Yuba (25.000 desplazados), Malakal (22.000), Bor (11.500) y Bentiu (8.000) son las que actualmente concentran a la mayor parte de los desplazados, pero la situación de calma relativa que se ha vivido estos dos últimos días ha provocado que mucha gente haya decidido abandonarlas.
Asimismo, el número de refugiados también se ha incrementado de forma considerable. Unas 1.850 personas han cruzado la frontera hacia Sudán y según varias fuentes habría otras 32.000 atrapadas en una zona fronteriza tras huir de Bentiu, la única gran ciudad que sigue en manos de los rebeldes. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha informado de que cientos de personas han huido a Kenia, Uganda y Etiopía, aunque en este último caso no está claro si ha sido por culpa de la violencia.
Por otra parte, esta tregua no oficial ha permitido que las agencias envíen agua, material médico y medicamentos a las ciudades de Bentiu, Bor y Malakal, las más afectadas en estas dos semanas de conflicto. Las malas condiciones higiénicas en los campos ha puesto en alerta a Naciones Unidas, que intenta minimizar el riesgo de un brote epidémico.
"En los dos campos de Yuba hemos detectado numerosos casos de malaria y diarrea", señala Wesley. "La posibilidad de que haya un brote de cólera es bastante alta y aunque todavía no se ha diagnosticado ningún caso estamos haciendo todo lo posible para que siga así". Para ello, en los últimos días, la OCHA ha aumentado el suministro de agua potable, ha mejorado la gestión de las aguas residuales y también ha puesto marcha campañas informativas para mejorar los hábitos de higiene personal.
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