viernes, 25 de diciembre de 2009
equilibrios perdidos... reflexión de NAVIDAD
De ellos, 25 no cumplen el primer año de vida.
Cada día nacen 606 bebés en la pobreza
Es el cálculo que UNICEF hizo en el país para 2007. Hoy, otros organismos llevan la cifra a 950 bebés diarios en esa condición.
Clarin.com
Por: Mariana Iglesias
Todos discuten y alzan sus voces. Tratan de imponer una cifra: que el 15 por ciento, que el 23, que el 40. Hablan de los pobres argentinos, que según los distintos criterios pueden ser desde 6 hasta 16 millones. Y mientras los adultos se pelean, cada día, en silencio, nacen más de 600 bebés pobres. Sí. Por día. Esto, según datos oficiales, ya que otras organizaciones estiman el número en 950.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se maneja con cifras de 2007 dadas por el Gobierno. Según este organismo, "en Argentina nacen 1.920 niños por día, el 31,6% de ellos nacen en hogares pobres". En consecuencia, el promedio es de 606 bebés pobres diarios.
"Son muchos más", dice a Clarín el sociólogo Alberto Morlachetti, creador de la Fundación Pelota de Trapo. "En este país ningún número es confiable. El Episcopado habla de un 40% de pobres, los consultores económicos también tienen cifras muy superiores a las del Indec. Si nos guiamos por los efectores que trabajan en las calles, la pobreza llega al 60%. Sólo en el 3% del territorio bonaerense, que es el Gran Buenos Aires, viven diez millones de personas, y la mitad son pobres".
Sergio Britos -profesor de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni)- cita investigaciones de la UBA y del Cesni: "Según nuestros cálculos, basados en una incidencia del 30% de pobreza actual en Argentina y teniendo en cuenta que la pobreza infantil y materna es mayor al promedio, en Argentina nacen unos 950 bebes pobres por día.
Es muy probable que de ellos, un 10% nazca con bajo peso, esto es, unos 35 mil chicos por año. "Nacer con bajo peso, que en la pobreza es sinónimo de desnutrición y malos cuidados maternos en el embarazo, es el primer signo de desnutrición. Esos chicos, que crecerán mal y menos, son el germen de futuros desnutridos crónicos, anémicos, chicos que se enferman a repetición y cuando lleguen a la edad escolar tendrán más dificultades que los que nacieron con mejor peso", dice Britos.
Edgardo Trivisonno, ex subsecretario de Salud de la comuna porteña, aporta más datos: "Patético pero real: 25 niños por día en la Argentina jamás llegarán al año de vida, 30 no alcanzarán los 5 y los que lleguen a sobrevivir, estarán condenados a una adolescencia o juventud sin oportunidades, como alimentarse correctamente, vestirse, educarse, tener esparcimiento y no tener que estar en la calle jugados a la droga o a morir por un par de zapatillas. De los 10 millones de niños Argentinos de 0 a 14 años, el 57 % es pobre, y peor aún, el 25 % es indigente".
El tercer informe del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA) habla de desigualdades en crecimiento: "Desigualdades de origen que han tendido a estructurar cursos de vida y posibilidades de desarrollo y ejercicio de derechos por parte de los niños, niñas y adolescentes, y que han llevado a la reproducción intergeneracional de la pobreza y desigualdades sociales". Y citan datos oficiales: "El país cuenta con alrededor de 12 millones de menores de 18 años, de los cuales se estima que al menos 5 millones residen en condiciones de pobreza económica". En el informe de la Sociedad Argentina de Pediatría "Salud materno-infanto-juvenil en cifras" se lee que el 40,9% de los chicos vive bajo la línea de pobreza y el 14,3 bajo la línea de indigencia.
Son datos de 2006 de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec. La mayoría de las cifras oficiales son de 2006 y 2007. ¿Sirven? "En los últimos dos años la pobreza creció exponencialmente", dice Morlachetti. Y habla de la pérdida del empleo, del aumento de los artículos de primera necesidad, de las tarifas y de la inflación.
"No estamos tan mal como en 2002, pero en camino a regresar, dado el aumento importante y vertiginoso que está teniendo la pobreza en los últimos dos años y más particularmente ahora -asegura Britos-. En la actualidad y proyectando datos de la Encuesta Nacional de Nutrición, en Argentina hay 55.000 niños menores de 6 años con desnutrición aguda (pérdida de masa corporal por hambre), 300 mil con desnutrición crónica (petisos sociales), 700 mil con deficiencias de nutrientes esenciales a causa de una dieta de baja calidad y 600 mil chicos (la mayoría menores de 2 años) con anemia por falta de hierro. El futuro de estos chicos dependerá de cómo las políticas públicas reaccionen. Las políticas alimentarias se muestran hoy totalmente ineficaces".
Según el Indec, la canasta familiar es de 1.000 pesos para la línea de pobreza y 550 para la línea de indigencia. Britos asegura que "el costo de una canasta alimentaria saludable triplica esos valores". Según las peores proyecciones, casi mil bebés pobres nacerán hoy. Y también hoy morirán 28 chicos por causas relacionadas con la pobreza. De ellos, 8 directamente morirán de hambre.
el dispreciau dice: no importa si el número es mayor o menor, no importan las estadísticas porque detrás de ellas hay personas ciertas con padecimientos más ciertos aún. El mundo necesita revisar sus procederes tanto como sus equilibrios. Cuando el eje de gravedad de un objeto se desplaza hasta ocupar lugares de crisis, las mismas se tornan irreversibles. Por ello, un mundo que se ha transformado en una fábrica de pobres no es bueno para nadie ya que dicha industria genera un desplazamiento peligroso de la masa humana en una progresión que comienza por las limitaciones para luego caer en la pobreza, de allí a la marginación y luego al indigencia, seguido más tarde por el aislamiento, cayendo en un tobagán interminable de calamidades que no tienen sentido alguno. Una sola víctima ya debería ser tenido por una calamidad... qué decir entonces de semejante desequilibrio. Lo repetimos de manera incesante, el modelo económico, mal que le pese a sus mentores, está definitivamente quebrado y en pleno proceso de disolución. Construir un sistema equitativo, sin banderas, sin fronteras, sin colores, es el NUEVO DESAFÍO de la humanidad para consigo misma y ante ello no hay alternativas, tampoco atajos, mucho menos disimulos. O se construye un nuevo modelo o sucumbiremos a las desidias, miopías, necedades, soberbias, y sus consecuentes desatinos, envidias y atropellos. Los ejemplos son muchos y ninguno es bueno: no lo es África y sus realidades como tampoco lo es la marginalidad en Latino América, Asia o en la propia Estados Unidos de Norteamérica o la parte de Europa que hace las veces de altillo donde se amontona la basura (en este caso despojos humanos). Es hora de recomenzar con un criterio amplio que sea inclusivo y que aliente los talentos. Quizás se entienda como un regresar a las fuentes de la comunidad, pero a decir verdad no es posible que nazcan personas condenadas por los destinos de sus padres. Cada marginado que nace en el mundo trae bajo su brazo, más daño a la condición humana porque remontar la condición desde la marginalidad se hace técnicamente imposible y eso habla muy mal de la condición humana como tal, generadora de tales desequilibrios. Una sociedad que se consume a sí misma termina extinguiéndose porque el daño creciente se la va fagocitando y eso es lo que está ocurriendo hoy... aún, cuando no se lo quiera ver ni tampoco entender, ni qué hablar de asumir. Crear pobreza es generar violencia... Sostener la pobreza es equivalente a promover la violencia... La violencia confluye hacia polos de inconductas, tergiversación de los valores fundamentales, anidando ausencias brutales de educación. La desintegración social humana es un hecho perfectamente visible en el mundo entero. Sea cual sea el número de la estadística, la consecuencia, aquello que es visible al buen saber y entender de las personas, deja en claro que el poder aumenta su deuda para con "todos", segundo a segundo... Mientras algunos hablan de establecer bases en la Luna a un costo intangible, o ir a Marte tras otra odisea mesiánica, las desidias y sus potenciales evocados deberían reflexionar que un mundo fuera de equilibrio, sencillamente no tiene futuro, ni aquí, ni en la Luna, ni tampoco en Marte... aún cuando no lo quieran atender. Diciembre 25, 2009.-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario