domingo, 27 de diciembre de 2009

cuanto más mucho menos... más poco y nada


El 75% de los indígenas, en “pobreza multidimensional”
El promedio de consumo de comida está por debajo de la línea urbana. La carencia de recursos impulsa la ingesta de productos chatarra.

Sáb, 26/12/2009 - 04:54

Comunidades indígenas, entre los sectores más pobres y con mayores rezagos en el país. Foto: Oswaldo RamírezEn México, 75 por ciento de la población indígena padece pobreza multidimensional, es decir, carece de ingresos suficientes para adquirir bienes y servicios, y 39.2 por ciento se ubica en pobreza extrema por presentar más de cuatro carencias sociales, siendo alimentación, acceso a la educación, servicios de salud y vivienda digna, los más comunes.

Los resultados de la “Metodología oficial para la medición multidimensional de la pobreza en México”, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), establecen que las comunidades indígenas forman parte de los sectores más pobres y con mayores rezagos que existen en el país.

De acuerdo con dichas mediciones, 2.68 millones de indígenas, que representan 39.2 por ciento sufren de pobreza extrema, ya que padecen 4.2 carencias en promedio.

Asimismo, el Coneval establece que 2.49 millones de indígenas, 36.5 por ciento, sufren 3.1 carencias; 1.37 millones, 20 por ciento, tienen 2.8; y 0.08, 1.2 por ciento, se encuentran a punto de ingresar a las filas de pobreza extrema.

El informe establece que los niños forman parte de los sectores más afectados de las comunidades indígenas que existen en el país y que, de acuerdo con el INEGI, se encuentran asentados en 62 pueblos.

“Los niveles de desnutrición siguen siendo muy elevados para la población indígena. La prevalencia de baja talla de menores de 5 años en la población indígena fue de 33.2 por ciento en 2006, respecto a 48.1 por ciento en 1988.

Al respecto, el Censo Nacional de Talla 2004, indicó que un poco menos de 10 por ciento de los 2.5 millones de niños que en ese año ingresaron al primer grado de primaria tenían estatura baja, con 112 centímetros.

La mayoría de los menores tenían 6.5 años de edad, grupo para el que la medida óptima, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es de 122 a 123 centímetros.

El consumo per cápita promedio de alimentos de 20 por ciento más pobre de la población en el país en 2006 fue de sólo 424.6 pesos, menor a la línea de pobreza alimentaria urbana o rural.

“Lo anterior indica que debido a que la población en pobreza tiene que dedicar recursos a otras necesidades (salud, educación, transporte, vestido, etcétera), además de la alimentación, el gasto que pueden hacer para alimentos es incluso menor al valor de la canasta mínima alimentaria. Esto muestra la fragilidad de la situación nutricional de la población en pobreza”.

La falta de ingresos suficientes también ha sido un condicionante para que los pueblos indígenas sustituyan alimentos como el maíz de sus dietas y coman alimentos con pobre contenido nutricional, que ha derivado en desnutrición y obesidad.

En cuanto a la educación, el Coneval retoma las evaluaciones del Banco Mundial (2004) donde se establece que 22 de las escuelas de peor calidad en el país son dirigidas a la población indígena.

Cifras

En cuanto a salud, 83.7 por ciento de los pobladores indígenas no tiene acceso a dichos servicios, cuatro de cada diez viviendas indígenas carecen de agua entubada; una de cada cinco no tienen electricidad y a siete de cada 10 les falta drenaje.

Las estadísticas señalan que 40 por ciento de los indígenas no sabe qué tipo de agua consume y lo lamentable es que 95 por ciento de la mortalidad infantil está relacionada con infecciones gastrointestinales, incluso tracoma, paludismo y cólera, muchas de ellas causadas por el consumo de líquido de mala calidad.

Además, la mezcla de agentes químicos con el agua, tales como plomo y arsénico, que para el caso de una comunidad en la Montaña de Guerrero o entre los huicholes que trabajan en las plantaciones de tabaco, ha ocasionado a los pobladores anencefalia, cáncer, parálisis parcial o total, abortos espontáneos y meningitis.
México. Blanca Valadez
Derechos Reservados © Milenio Diario, S.A. de C.V. 2009

el dispreciau dice: América hispana comenzó su ocaso social poco antes de la llegada de la conquista a manos de otros mesianismos no muy diferentes a los que cursan hoy en día, tantos siglos después. México es un exponente cultural de la América ancestral tanto como de la hispana y quizás podría aseverarse que es referente histórico en la materia tanto como Brasil lo puede ser del legado portugués. Alcanza con caminar sus calles o sus villas alejadas del DF para comprobar que la cultura aflora desde las baldosas o adoquines, lajas y adobes. Sin embargo, a pesar de tanto contenido de valor genuino, el problema social es significativo allí tanto como en el resto de la América vapuleada por burladores de profetas, mesiánicos sin esencia que con sus acciones políticas han ido sumiendo a cada una de las sociedades en descalabros de descartes humanos, gentes que se caen del sistema, expulsados por la incapacidad manifiesta de producir políticas públicas proactivas que construyan para todos. No está en la cabeza política porque ésta se entiende como un negocio más que se sustenta a expensas de las esperanzas e ilusiones de los muchos, sus voluntades y sus esfuerzos, generando un "amiguismo" del poder que facilita las cosas sólo para los obsecuentes. De esta manera, América Latina sin un "zorro" que defienda a los pobres, se va sumergiendo en inequidades más y más temibles. Aquella pobreza que enseñaba el "Chavo" en sus mensajes de hace treinta años atrás, hoy es común denominador de un mal que crece y avanza al modo de un tumor que se retroalimenta en las deficiencias políticas de sociedades cada vez más golpeadas... América Latina hoy no es diferente a la Cuba que usaban los americanos ricos antes de Fidel Castro, y curiosamente no es diferente a la que supo construir este último... esto es, son liderazgos que promueven desigualdades masivas con acciones que contemplan sus conveniencias pero nunca atendiendo a sus limitaciones... realidades para nada distintas a la que rigen en el Brasil de Lula, en la Venezuela de Chávez, o en la Argentina de Fernández-Kichner. En cualquier ámbito los nativos son considerados ciudadanos de "cuarta", pero además existe una cantera que produce pobres de última generación con tecnología de punta, la del desprecio, que funciona al modo de una inmensa licuadora que pulveriza lo que toca con sus cuchillas que no son otra cosa que incapacidad de gestión. Los políticos creen que gestión es sinónimo de "obra pública" porque ello representa caja y no perciben que la realidad ha desplazado tanto su eje de gravedad que el mal que crece se los llevará puestos a todos y cada uno. ¿Cómo?. La presión social está operando a modo de una olla a presión... alcanzará con que se trabe la válvula para que estalle en mil pedazos. Puede entenderse que estamos ante fábricas de desigualdades sociales que crean diez pobres por cada incluido/minuto, a efectos de sostener aquello que es insostenible en sí mismo. Más tarde o más temprano el incluido se cae del modelo y este tumor avanza tan rápido que promete dejar solos a toda la clase política mundial, comiendo de sus propios desperdicios y siendo reyes de cementerios. La frase que hace de título la decía mi padre cuando hacía referencia a algo injustificable... Diciembre 27, 2009.-

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