Opinión
Inseguridad y policías caídos
Rosendo Fraga
Para LA NACION
Noticias de Información general: Lunes 7 de diciembre de 2009 | Publicado en edición impresa
En las mediciones y estudios sobre inseguridad a nivel internacional se suele tomar la muerte de policías por parte de la delincuencia como uno de los indicadores más reveladores para medir el fenómeno. Se parte de una premisa: si los policías, que son quienes están destinados a dar seguridad, están inseguros, entonces el resto de la gente lo estará aún más.
Buenos Aires y el Gran Buenos Aires -donde vive un tercio de la población del país- suman la cuarta concentración urbana de América latina, detrás de San Pablo, Río de Janeiro y de México DF, y tiene todavía mejores niveles de seguridad que estas tres ciudades. Pero, en este punto, una sociedad no se percibe respecto de otras sociedades, sino que mira su experiencia reciente.
En este contexto, un relevamiento del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría muestra que en los últimos diez años han muerto 393 policías federales y bonaerenses por obra de la delincuencia. Es una cifra inquietante, que muestra un nivel de inseguridad importante comparado con los años 80 y 90.
En 2000, los policías caídos fueron 54, al año siguiente fueron 80 y en 2002 llegaron a 90. Esta tendencia pareciera tener cierta relación con la situación económico social, ya que a medida que ésta se deterioraba, lo mismo sucedía con la inseguridad. Y es así como en el peor año de la década se registró el número más alto de policías abatidos por la delincuencia. Desde entonces, la cifra fue bajando drásticamente. Fueron 62, en 2003, y sólo 18, en 2004, para llegar al mínimo anualizado de la década en 2005, con sólo 14.
Es claro que la situación social no cambió tan drásticamente entre 2002 y 2004 como para que este indicador de inseguridad cayera tanto. Pobreza y desempleo habían comenzado a bajar, pero todavía no tanto como se registró en 2008.
Además, otros indicadores de inseguridad, como los homicidios, no bajaron a casi la sexta parte, como sucedió con los policías abatidos.
La cifra analizada siguió siendo baja: 15, en 2006; 20, en 2007; 18, en 2008. La situación socio-económica siguió mejorando, pero el número de policías caídos se estabilizó y algo similar sucedió con los homicidios de particulares.
Hay quienes sostienen que la cantidad de policías caídos es muy inferior a la de delincuentes, ya que por cada uno abatido, han muerto entre cinco y seis delincuentes. Es así, pero también lo es que se trata de una relación lógica y normal.
Por cada policía muerto por la delincuencia son abatidos seis o siete delincuentes y por cada uno de ellos, suelen registrarse entre tres y cuatro homicidios de personas.
Pero la cuestión es que en lo que va del año los policías abatidos por la delincuencia han sido 22, cifra que es la más alta desde 2003 y que todavía puede incrementarse.
Es así como este indicador estaría confirmando la percepción de la opinión pública de que la inseguridad está aumentando.
Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría
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Rosendo Fraga
lanacion.com | Información general | Lunes 7 de diciembre de 2009
el dispreciau dice: hacer este análisis y no asumir a los numerosos heridos y a aquellos que han quedado incapacitados para cumplir alguna tarea o función es ignorar la realidad o tener una visión muy parcial de ella, propio de los que pretenden estar con Dios y con el diablo... Diciembre 07, 2009.-
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