Aumentan las presiones para que los países se descarbonicen
Estos días en Marrakech se están fijando los mecanismos para conseguir la meta del Acuerdo de París: reducir las emisiones de CO2 y no superar los 2 ºC de aumento de la temperatura en 2100. Alemania, seguido de EE UU y México han sido los primeros países en presentar estrategias de descarbonización para 2050. Hoy lo harán Canadá, Perú y Suiza, entre otros. España se ampara en el contexto europeo, pero con la futura ley de Cambio Climático –anunciada en diciembre de 2015 por Mariano Rajoy– pretende llegar a objetivos más ambiciosos.
SINC | Marrakech 17 noviembre 2016 18:30
La sociedad civil ha despedido esta mañana en un acto en la COP22 al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, que dejará su cargo a finales de año. / UNclimatechange
La Cumbre del Clima (COP22) que se está celebrando en Marrakech no es una COP de decisiones, pero sí de acciones, todas encaminadas a poner en marcha los objetivos marcados en el Acuerdo de París. Todos los actores desde gobiernos, sector privado, científicos hasta sociedad civil están buscando soluciones paralelas para lograr la total descarbonización. Pero la transición debe ser rápida, el tiempo apremia: la temperatura ya está 1,2 ºC por encima de los niveles preindustriales.
“Lo que va a ocurrir en 2020 está claro, en 2030 quedan las cosas por definir y ya llegaremos a 2050”, ha declarado Álvaro Nadal
En el acuerdo se especificaba que los países deben presentar las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs) en cuanto a la reducción de emisiones. Hasta ahora 101 partes –de 197– han presentado sus primeras contribuciones. En el documento también se proponía a los países presentar sus estrategias de descarbonización más allá de 2025 y 2030. Alemania ha sido el primer país en hacerlo con un ambicioso plan: para 2050 disminuirán un 80% las emisiones respecto a las de 1990.
“No se trata de cambios puntuales sino de una transformación muy profunda, y solo es posible si se acompaña de propuestas serias y creíbles”, explica Teresa Ribera, directora del Instituto del Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), en relación con la elaboración y aprobación por parte del Gobierno alemán de esta hoja de ruta.
Ayer, tras la visita a la COP22 de John Kerry, secretario de Estado de EE UU, el país norteamericano presentó un extenso documento en el que anunciaba su estrategia para mitad de siglo para luchar contra el cambio climático: reducirá el 80% de las emisiones de CO2 respecto a 2005. México es el tercer país que ha presentado su hoja de ruta y hoy en la COP22 lo harán Canadá, Francia, Perú, Chile y Costa Rica, entre otros.
En el caso de España, su estrategia forma parte del paquete europeo, cuyas metas hasta el momento son reducir un 40% de emisiones para 2030, dentro de los cuales nuestro país tiene como objetivo reducir el 26%. “Lo que va a ocurrir en 2020 está claro, en 2030 quedan las cosas por definir y ya llegaremos a 2050”, ha declarado a los periodistas hoy en la cumbre Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, tras firmar con Marruecos y otros países europeos un principio de acuerdo sobre energías renovables.
Pero “la única estrategia de crecimiento real es la de baja en carbono”, resalta Ribera. Estas estrategias representan el manual de instrucciones para alcanzar la una economía con cero emisiones netas. Hasta ahora los países sabían dónde querían estar, pero ahora se explica “cómo se va a llegar”, detalla la experta en cambio climático.
El arduo camino de España
Será en la nueva ley de Cambio Climático que anunció el pasado mes de diciembre en París el presidente del Gobierno Mariano Rajoy –y que ha vuelto a mencionar en una rueda de prensa en su visita a Marruecos esta semana– donde España incluya todas las obligaciones a nivel nacional dentro del contexto europeo.
La futura ley necesitará de la implicación de los demás partidos políticos y constituirá un marco jurídico y regulador para cumplir con los objetivos climáticos
La futura ley necesitará de la implicación de los demás partidos políticos y constituirá un marco jurídico y regulador para cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París. “Mi país está ya en la senda de cumplir los objetivos en 2020, y trabajamos para cumplir con los de 2030, mucho más ambiciosos”, dijo ayer en el plenario de la COP22 Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Según la ministra, la futura ley recogerá todos los compromisos e instrumentos necesarios para que “la economía española pase a ser una economía baja en carbono, crezca y cree empleo”. Sin embargo, para ello muchos sectores se van a tener que reconvertir y “ha habido inactividad por parte del gobierno”, dice a Sinc Francis Cabezos, de CCOO, haciendo referencia a un informe del Instituto Istas sobre la situación de la cuenca minera de Andorra (Teruel).
En plena revolución energética, el sector del carbono en la minería tiene una fecha final: 2018. “Ese año se acaban los subsidios europeos y España no tiene una estrategia real para una reconversión energética”, subraya Cabezos. El informe de Greenpeace Más allá del carbón, presentado hoy en Marrakech, propone alternativas sostenibles para el futuro de las cuencas mineras y demanda la urgencia de actuación.
Para el eurodiputado de Equo Florent Marcellesi, el compromiso político y social a favor de esta transición es más necesario que nunca para crear empleo de calidad y respetar el clima. "Es fundamental orientar la economía de las cuencas mineras hacia los sectores verdes, empezando por las energías renovables, la agricultura ecológica y la rehabilitación de edificios", señala a Sinc Marcellesi.
Otros países, como Alemania y Reino Unido ya ha anunciado los cierres de su centrales térmicas de carbón para antes de 2025. Pero según el ministro Nadal, España “no tiene una obligación de cierre”. Y ha concretado: “Lo que va a ocurrir es una menor utilización del carbón, pero eso lo va a fijar el mercado, por el precio. Va a ser un tipo de producción más costosa por los propios derechos de CO2”.
"Necesitamos una linea política clara que marque el fin de la térmica de carbón para 2025 porque somos el país que más hemos aumentado el consumo de carbón, principal causante de las emisiones de CO2", dice a Sinc Tatiana Nuño, de Greenpeace. Según ella, las empresas y las regiones tienen que tener una planificación de empleo y una linea definida para que las financiaciones vayan de los problema a las soluciones.
Disminuye la acción climática española
Además de la puesta en marcha de la ley, España se enfrenta a un aumento de emisiones de CO2 que crecieron en torno al 3,5% en 2015. Según el Índice de Acción Climática 2017 publicado hoy y coordinado por GermanWatch y la coalición europea Climate Action Network (CAN), España baja una posición por su falta de acción durante este año. Ahora ocupa el puesto 33 de los 58 países analizados y que aglutinan más del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
España baja una posición por su falta de acción durante este año. Ahora ocupa el puesto 33 de los 58 países analizados
La apuesta por las energías renovables –que en la actualidad representan cerca del 18% en España– podrían elevar esa posición. Pero “el objetivo nacional de renovables todavía no lo tenemos establecido, ni tampoco tenemos claro cómo va a funcionar el mercado ETS de derechos de emisión. Está en marcha, pero todavía no lo tenemos”, ha señalado Nadal. Estas emisiones han aumentado un 10% en 2015 respecto a 2014.
“Tampoco tenemos una aprobación por parte del congreso y el parlamento del repartos de los sectores difusos (emisiones procedentes de transporte, residencias, gestión de residuos, agriculturas, industria, etc.)”, ha añadido. Estas cuestiones se dilucidarán en la primavera de 2017. Las emisiones difusas –que representan el 60% del total– han disminuido cerca del 0,5% de 2014 a 2015.
La nueva ley, que será liderada por el ministerio de Agricultura y contará con la participación de otros ministerios y de todos los sectores, aún puede cambiar la situación y permitir reducciones mayores de gases de efecto invernadero. “No sé cómo pero puedo afirmar que vamos a cumplir”, ha indicado Tejerina a la prensa.
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