La forma más cruel de explotación infantil
En Indonesia, varios casos de abusos sexuales a menores han reavivado el debate sobre este problema
Madrid
Fue hace 20 años, en 1996, cuando la Organización Mundial del Turismo firmó en Bali (Indonesia) la Declaración de Bali sobre Turismo. Su punto dos dice: "El desarrollo del turismo en los lugares de destino debe respetar el equilibrio entre los intereses de las comunidades locales y los intereses de los turistas. El desarrollo del turismo habrá de fomentar una actitud tolerante entre los turistas y las comunidades locales, que se base en el principio de la igualdad, de modo que se promuevan el entendimiento y el respeto mutuos de las diferencias y prevalezca un clima de seguridad, paz y tranquilidad. En este contexto, ha de prohibirse cualquier forma de turismo sexual organizado contra el que se debe luchar, en particular cuando se trata de la explotación de la infancia".
Sin embargo, todavía hay turistas que incluyen entre sus experiencias de viaje abusar de niños. Precisamente en Bali, destino turístico de fama internacional, pero en el que el 16% de la población vive con menos de 1,25 dólares al día (pobreza extrema), muchos menores son vulnerables a las garras de la violencia sexual y la explotación. La pobreza y la exclusión son, en gran medida, el origen de este problema, según los expertos. Una necesidad y falta de recursos de la que se aprovechan proxenetas y abusadores, por lo que la sensibilización, combinada con la lucha contra la pobreza podrían contribuir a erradicar esta lacra.
ECPAT International, la mayor red dedicada a combatir la explotación sexual infantil, presentó el pasado mayo un estudio en el que revelaba que EE UU y Canadá son los principales países "de demanda" que suelen "enviar" al mundo a individuos que ofrecen comida, ropa o incluso bienes de lujo, como teléfonos móviles, a cambio de sexo. En otros casos abusan, con la connivencia y para el lucro de explotadores, de niños en países tan diferentes como Camboya, Honduras, Haití, Indonesia, Kenia o Nepal. El Sudeste Asiático sigue como la región, según la ONG, que en mayor medida concentra la explotación sexual de menores por turistas. Esta suele incluir a niños varones en la calle y niñas en burdeles.
"No existe ya el concepto de perfil típico de abusador", resaltó durante la rueda de prensa en Washington Carol Bellamy, parte de ECPAT International y directora de UNICEF entre 1995 y 2005. En este sentido, incidió en que la mayoría de los turistas que recurren a la prostitución infantil son ocasionales, no van expresamente en su búsqueda, y en gran medida son también viajeros locales.
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