lunes, 20 de abril de 2015

EL IMPERIO Y SU ESTRATEGIA DE QUE TODO PAREZCA UN ACCIDENTE ▼ 700 es genocidio y 28.000, también >> Migrados >> Blogs EL PAÍS

700 es genocidio y 28.000, también >> Migrados >> Blogs EL PAÍS



España vista desde la mirada de quienes nacieron en otros países. Migrados es un blog de encuentros y desencuentros, de episodios cotidianos, de integración y de lucha por la supervivencia en un entorno extraño y, a veces, hostil. Es una ventana a las vidas de personas que se han quedado en una tierra donde la crisis ha convertido a sus propios ciudadanos en emigrantes. Coordinado por Lola Hierro.



SOBRE EL AUTOR

Lola HierroLola Hierro. Periodista y viajera, está convencida de que su oficio debe entenderse como un servicio público. Cree que una de las obligaciones de los de su gremio es dar voz a los olvidados y a los débiles y, ante la duda, ponerse siempre del lado de las víctimas. Con Migrados quiere llamar la atención sobre un fenómeno social que no siempre recibe la atención que merece a través de las experiencias de héroes y heroínas cotidianos.
Shivan KhalilShivan Khalil. Es licenciado en Arqueología por la Universidad de Damasco (Siria). También es kurdo y vive en España desde hace menos de un año, país al que llegó tras huir de la represión del dictador sirio Bachar El Asad.
Quan Zhou WuQuan Zhou Wu. China de cara, pero andaluza de corazón. Quan es diseñadora gráfica y dibujante del cómic Gazpacho Agridulce. Nacida en Algeciras en el seno de una familia profundamente tradicional, lleva 24 años intentando alcanzar el perfecto equilibrio entre sus raíces orientales y un estilo de vida muy occidental.@Gazpacho_Agri
Mercedes RodríguezMercedes Rodríguez. Colombiana y licenciada en Psicopedagogía. Activista por una vida digna, ha acompañado procesos para la inclusión social y ha participado en equipos de investigación sobre Derechos Humanos en Colombia y España. Miembro de la Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe en España.
John Ekow AmpanJohn Ekow Ampan. Protagonista y coautor del libro ‘Una odisea africana’, John Ekow Ampan tardó cinco años en llegar a España desde Ghana, su país natal. Ekow lleva 20 años en Algeciras, desde donde ayuda a migrantes subsaharianos recién llegados a dar los primeros pasos de su nueva vida.
Sagar Prakash KhatnaniSagar Prakash Khatnani. Escritor español de origen indio, y autor del bestseller internacional “Amagi”. Ha cursado el ciclo formativo de Imagen y Sonido y es Técnico en Protocolo y Relaciones Institucionales. Ciudadano del mundo y convencido acérrimo de que la cultura ha de servir para derribar fronteras, diferencias y dogmas.
Abdel Abdelouahed BelattarAbdelouahed Belattar, Abdel, es educador social y especialista en migraciones. Español de origen marroquí, él se ve de aquí de allá, o de los dos sitios a la vez. Su pasado le ha hecho tener una perspectiva diferente de las migraciones hasta el punto de estar decidido a investigar y demostrar que quienes emigran aportan mucho a la economía, a la política, a la cultura y a la sociedad, y que por ello tienen la llave para lograr un cambio social real.


700 es genocidio y 28.000, también

Por:  19 de abril de 2015
Costera-Gregoretti-Estrecho-Sicilia-EFE_EDIIMA20150419_0378_13Imagen de un video de la Guardia Costera italiana que muestra las operaciones de búsqueda y rescate tras el naufragio. / EFE
Se queja un usuario de Twitter del uso del hashtag #700esgenocidio que se ha lanzado con toda la intención de denunciar que la muerte de 700 migrantes en el Mediterráneo hoy no ha sido un accidente, sino la consecuencia de la aplicación de unas políticas totalmente erróneas por parte de la Unión Europea. Él considera que se utiliza incorrectamente esa palabra. 
Tiene razón. El hashtag adecuado sería #28.000esGenocidio. Porque ese es el número de personas que se ha ahogado en los últimos 14 años en el mar Mediterráneo cuando intentaban alcanzar las costas de Europa, según estimaciones de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados. Aunque también me valdrían #EuropaAsesina, #LaUEmata o #losmigrantessonpersonas. 
Hoy se han ahogado unas 700 personas que viajaban de Libia hacia Italia en un pesquero decrépito en la que ya se ha etiquetado como la peor tragedia ocurrida en el Mediterráneo. El barco tenía 30 metros de eslora. Por un momento, imaginad el hacinamiento. Intentad ir más allá del número, poned a los 700 uno junto a otro, ocupando ese espacio tan minúsculo. "Hacinados hasta lo inverosímil", describe el periodista Pablo Ordaz en su crónica para El País. No se me ocurren palabras mejores. 
Son 700. La semana pasada, Save the Children denuncio la desaparición de otros 400. Unos 300 más murieron por hipotermia en el Canal de Sicilia el pasado febrero. Suma y sigue. Todas estas muertes ocurren por causas perfectamente evitables. Ocurren porque los hombres y mujeres que iban en esos barcos necesitaban salir de su país y no tenían manera. Nadie les tendió la mano ni les dio facilidades. Si provenían de Somalia o Siria, serían potenciales solicitantes de asilo; si su país era Senegal o Camerún, quizá fueran jóvenes estudiantes que buscaban mejores oportunidades laborales. A ellos nadie les da un visado para viajar, mientras otros presumimos de nuestros pasaportes llenos de sellos de colores, viajeros intrépidos que somos.
Así las cosas, la única mano tendida que estas personas encuentran es la de una mafia, dicen, o la de una gente que a cambio de dinero te mete en un barco y te promete alcanzar Europa, donde todo será bonito y perfecto. Me encantaría hablar con alguno de los supervivientes de este naufragio de hoy para saber qué moto les vendieron y cuánto les costó este billete marcado con el sello de la muerte. 
Los periódicos están abriendo sus ediciones digitales con los 700. Cuando se ahogaron más de 300 cerca de la isla de Lampedusa, en octubre de 2013, también nos volvimos locos. Los políticos reclamaron medidas y pontificaron todo lo que pudieron; desde los medios de comunicación se escribieron muchas informaciones y los tertulianos se despacharon a gusto. Las ONG y los activistas se desgañitaron para ver si, de esta, se hacía más caso a sus demandas. Al final, los políticos pasaron del tema y los medios desviaron su atención hacia otros asuntos. Porque dos, 12 o 52 muertos en el mar no son noticia, por desgracia. 
1429312153_199778_1429348157_noticia_normalUn grupo de inmigrantes este viernes en Lampedusa. / FRANCESCO MALAVOLTA (AP)
Ahora todo se revuelve de nuevo. La prensa informa a toda castaña y los gobernantes dicen cosas (sí, cosas). Italia ha pedido una cumbre de urgencia para abordar el problema de la inmigración (¿por qué se tiene que ver como tal?). Rajoy ha dicho en Alicante que ninguna nación puede hacer frente ella sola a esta "tragedia".Que son "tragedias" que se están produciendo todos los días. Llama la atención su sensibilidad a la hora de usar ese calificativo, además, por dos veces. ¿Cuántas de esas tragedias habrán ocurrido en los 14 kilómetros del Estrecho mientras él y su Gobierno miraban solamente la longitud de la valla, o si las bisagras de las puertas de servicio estaban bien engrasadas? ¿Le parecieron trágicas las muertes de las 15 personas que se ahogaron en la playa del Tarajal mientras la Guardia Civil les lanzaba material antidisturbios? ¿Pensará en esas tragedias cuando su ministro de Interior rechaza que Frontex asuma tareas de rescate en el Mediterráneo?
Nada se ha hecho desde entonces, nada en los últimos 20 años. Salvo fortificar Europa, eso siempre. Construir vallas más altas, poner más fuerzas del orden para echar a los que intentan venir, como en las vallas de Ceuta y Melilla, por ejemplo. Y así seguirán las cosas hasta que, quizá, un día se dé la vuelta a la tortilla. Porque hace no tantos años rechazábamos a los migrantes latinoamericanos que venían a por trabajo a España. A robar, decían muchos. Y ahora nosotros vamos a sus países a lo mismo. A por trabajo, claro. Sepan que tan solo en la región del África subsahariana hay ya mil millones de habitantes, y en 17 de los países de esa zona la mitad de la población es menor de 18 años. Está previsto que las personas en edad activa aumenten hasta un 150% en la región entre 2015 y 2050, según el informe El estado de la población mundial de 2014 de la UNFPA.
1429442598_772552_1429444116_noticia_grandeVarios inmigrantes reciben una primera ayuda tras desembarcar en el puerto de Mesina (Sicilia). / CARMELO IMBESI (AP)
Es una fuerza tremenda de mano de obra joven dispuesta a buscarse la vida. Si no lo consiguen allá, vendrán por aquí. Habrá quien quiera poner una cuádruple bomba nuclear en las entrañas del continente para que ya no haya un sur del que preocuparse pero, como eso es imposible, seremos testigos de la llegada de más y más personas a nuestra fortificada Europa. Pueden seguir mirando para otro lado, pero este fenómeno no solo no va a parar, sino que aumentará.
Y, por cierto, mientras escribo esto, mientras los ciudadanos de a pie están horrorizados con las muertes de hoy, mientras Rajoy dice en Alicante que "pordioshayquehaceralgoya", un chico de 18 años llamado Mamady permanece encaramado en lo alto de la valla de Ceuta, rodeado de guardias civiles donde tiene pensado dormir, incluso, cuenta la investigadora Helena Maleno. Dice Mamady que fue devuelto tres veces siendo menor de edad  y que hoy, harto y cansado de todo, se ha lanzado a saltar la valla porque no tiene nada que perder, solo la vida. 

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