Desalojados 7.000 puestos del gran mercado negro de Latinoamérica
La policía bonaerense destruye los comercios ilegales en torno a La Salada
ALEJANDRO REBOSSIO Buenos Aires 8 ABR 2015 - 23:05 CEST
Las máquinas topadoras comenzaron este miércoles a las seis de la madrugada a derribar unos 7.000 puestos ilegales que se habían montado en el último medio año en torno de la feria argentina La Salada, que es considerado por EE UU y la Unión Europea el mayor mercado negro de Latinoamérica. La policía de la provincia de Buenos Aires había avisado a los puesteros de que iban a hacerlo en cumplimiento de una orden judicial contra la ocupación de la vía pública. Esos comercios armados con hierros y chapas habían ocupado parte del Camino de la Ribera, con lo que obstaculizaban el avance de los autobuses que llevan y traen clientes a La Salada, y además estaban a 35 metros del contaminado Riachuelo, el río que separa la provincia de Buenos Aires de la capital y cuya vera debe mantenerse despejada por otra disposición anterior de la justicia.
Los comerciantes retiraron antes del operativo policial todas sus mercancías, en especial ropa, calzado, videojuegos, DVD, CD y demás productos que se venden también en La Salada. Por eso tampoco hubo heridos en el desalojo, aunque los miles de puesteros y sus empleados ahora están preocupados por su futuro laboral.
La Salada, en cambio, goza de buena salud. La orden judicial no apuntó contra los más de 30.000 puestos que están en la feria propiamente dicha y que en general son mayoristas. Esos comercios tienen cobertura legal, tanto autorización del municipio de Lomas de Zamora, en la periferia sur de Buenos Aires, comohabilitación tributaria. Las tiendas desahuciadas se habían montado fuera del complejo de La Salada, en sus alrededores, y fuera de cualquier control municipal o de las agencias impositivas de Argentina y la provincia de Buenos Aires. Eran minoristas y suponían una competencia para los mayoristas que operan dentro.
Unos y otros venden prácticamente las mismas mercaderías, sospechadas por un reciente informe de EE UU de ser falsificadas o contrabandeadas. La diferencia radica en que los desalojados estaban al margen de toda ley. En cambio, La Salada en sí está tan reconocida por las autoridades que algunos de sus empresarios han viajado en misiones comerciales al extranjero con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, para ofrecer la indumentaria y el calzado que fabrican.
Uno de esos hombres de negocios, Jorge Castillo, declaró este miércoles al canal TN que la Policía bonaerense había “aplastado” los comercios de la “parte ilegal del predio”. Castillo citó el rumor de que esos miles de puesteros “son de la hinchada de Boca” Juniors, en referencia a su temida barra brava. “Acá hay muchas cosas que no están claras, que está todo en la oscuridad. Hay alguien que regentea el tema”, comentó Castillo, que mencionó las denuncias a policías por pedir “coimas [sobornos] para dejar instalar los puestos” en plena calle o al lado del río. Añadió que las tiendas arrasadas era independientes de la administración que él encabeza en La Salada.
“La Salada sigue operando como el mercado negro más grande de América latina”, dijo este año el Departamento de Comercio de EE UU; “allí se comercia abiertamente con productos pirateados o de contrabando, porque el control legal ha sido escaso e intermitente, y eso en el mejor de los casos”.
Los comerciantes legales reunidos en la Cámara Argentina de la Mediana Empresa festejaron el desolojo.
el dispreciau dice: la degradación social a alquien le sirve y a otro, quizás el mismo, le conviene... y La Salada es la punta del iceberg de la Argentina paralela y del doble discursos, la que habla de valores, y luego copia, roba y estafa... asimismo, cuando esa misma sociedad se acostumbra a dar por bueno algo que está mal, se convence a sí misma que todo está fenómeno y que está bien que así sea... tan bien está... que la delincuencia reina en las calles haciéndose dueña de las veredas... contando una especie de guiño social que se excusa en el "puesto de trabajo", sin asumir que todo lo demás está desmantelado... pero así son las cosas en este nuevo modelo de América Latina mexicanizada, donde pocos tienen demasiado y muchos no tienen más que sus zapatos, los puestos... en dicha sopa, un jugoso papel cumple el periodismo corporativo, que ve lo que le conviene y niega lo que le jode a su negocio... de allí que todos terminen siendo víctimas de la misma contaminación y del mismo envenenamiento social. ABRIL 09, 2015.-
ARGENTINA cambió industria por bagalleo y lavado... y descubrió que eso era bueno, para pocos con sentido mafioso que viven con lujos asiáticos, mientras la población se consume entre persecusiones del estado ausente y se ve cercada por el avance implacable de la ignorancia y de la degradación social inducida por las conveniencias de pocos.
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