PANORAMA TUCUMANO
"Error humano"
Martes 2 de Noviembre de 2010 | La aparición de prontuarios truchos pone en crisis el sistema de Antecedentes Personales y la aplicación de la Ley de Flagrancia.
Autor
Roberto DelgadoProsecretario de Redacción
rdelgado@lagaceta.com.arEntre las frases "sistema inviolable" y "error humano", dichas a propósito de la informatización de la División Antecedentes Personales hay un abismo inquietante. Un abismo que se puede medir en 15.000 prontuarios bajo sospecha (de haber sido truchados) y en una poderosa incertidumbre acerca de la forma en que se determina la "personalidad moral" de la gente que cae bajo el control policial.
La denuncia del fiscal de Instrucción Edgardo Sánchez, de Concepción, destapó esta caja de Pandora. El ministro de Seguridad Ciudadana, Mario López Herrera, se reunió con el jefe de Policía, comisario general Hugo Sánchez, y -se presume- se deben haber hecho consultas a la Secretaría de Planeamiento, que es la oficina gubernamental que monitoreó la puesta en funcionamiento (en 2008) del sistema informático en la División de Antecedentes Personales para salir del antediluviano esquema de los legajos en carpetas humedecidas tiradas en un galpón en la Jefatura de Policía.
Puede ser que se trate sólo de un error humano. Pero si se trata de prácticas discriminatorias puede dar lugar al replanteamiento por vía judicial de muchos procedimientos. Ya se han visto tristes ejemplos de actividades irregulares practicadas por quien detenta el poder en perjuicio no sólo de sospechosos, sino de personas ajenas a cualquier infracción o situación delictiva. Así lo demostró el juicio por el caso El Khalil, en el que hubo policías que "armaron" una causa y terminaron causando la muerte del comerciante aprehendido por no tener carnet de manejo.
Otros riesgos
Por otra parte, no se sabe si, con la misma facilidad con que se pueden inventar cargos o delitos contra una persona sospechosa o simplemente contra una persona aprehendida por "portación de cara" también se podría favorecer a delincuentes "limpiando" sus prontuarios a cambio de favores. El fiscal Sánchez advirtió de esa posibilidad al ministro fiscal de la Corte, Luis de Mitri. No se conoció un caso revelador en este sentido; pero en los últimos meses hubo varios escándalos que mostraron las facilidades para que agentes de Policía actúen sin control: los de la comisaría de El Manantial, que beneficiaban a los presos VIP por dinero -según se menciona en el mismo sumario interno de la Policía- y los agentes de Investigaciones de Banda del Río Salí que fueron acusados de hacer maniobras con autos mellizos.
Con esta revelación queda puesta en duda la forma en que se aplica la acción policial con la ley de Flagrancias, ya que el modelo de seguridad que aplica este Gobierno trata de apostar su estrategia a la cantidad de detenidos, en la creencia de que eso mejorará su imagen porque da la equívoca idea de que con ello se ha esclarecido el delito. Pero ¿cómo se puede aplicar la ley de Flagrancia si puede ser falseada la planilla de antecedentes? ¿Cómo saber si el detenido es reincidente? ¿No se corre riesgo de que se acuse a inocentes y de que se deje escapar a culpables? ¿La estrategia policial de arrestos se mantiene en los límites legales?
No se sabe. Ya lo repetimos en varias ocasiones: el vocal de la Corte Suprema nacional Raúl Zaffaroni viene advirtiendo que un gran déficit del sistema de seguridad argentino es que se hace todo "por olfato" y sin mediciones estadísticas confiables. "Hay un control de calidad para subsanar estos posibles errores", dijo el comisario inspector Marcos Santos, responsable de la división Antecedentes Personales. Pero esto no parece suficiente: el mismo control de calidad arrojó que hay 15.000 prontuarios truchos.
Por eso no se entiende que el gobernador, José Alperovich, haya dicho ayer que no conoce del tema, ante una pregunta de la prensa, y que los responsables del sistema no hayan abierto la boca. Sólo se dejó que hablen los policías que, según parece, no han sido capacitados para el cambio. Antes bien, se ha hablado de modernización informática pero se incrustó un sistema nuevo en el viejo esquema de trabajo policial.
La Gaceta - "Error humano"
el dispreciau dice: y volvemos a la realidad... Néstor Kichner ya no está y su ideario original, tampoco. Sí quedan los ecos y sus ondas estratégicas que han definido la política consecuente a la crisis del 2001, desvirtuándose luego de la crisis con el campo en el 2008. ¿Por qué?, sólo él y su entorno conoce los detalles, por lo tanto él se ha llevado a la tumba sus pensamientos y su entorno se ha quedado con los reflejos. Pero la realidad de la Argentina y en especial de las provincias, dista de ser la de los libros o la que se idealiza. Argentina tiene un problema con la delincuencia y las cárceles, otro con la policía donde anida la corrupción diseminada al modo de una metástasis (en cualquier lugar del país), uno más con el sistema judicial de base que protege los derechos humanos de los delincuentes y hace oídos sordos a los derechos humanos y sociales de las gentes. No es lo único que anda mal, muy mal, pero este no es un tema menor. Junto con ello se ubica el avance del narcotráfico y sus mecanismos de compra de voluntades, sicarios, producción, etc., así como el secuestro de personas y su desaparición. Hoy, justo hoy, los mecanismos de investigación están diluídos a manos de la corrupción que hay en los sistemas de seguridad de todas las policías del país, por lo tanto no es difícil entender que los expedientes estén "truchados", "inventados", "dibujados" y más, a efectos que los que delinquen entren por una puerta y salgan por la contigua, sin que nadie los toque. Pasa lo mismo con los violadores... y con todo lo demás (salideras compradas por los propios bancos que están quebrados), robos y asesinatos de inocentes que pasan a la historia como anónimos, y también aquellos que dejan sus zapatillas, celulares, relojes, sin que el sistema de seguridad social haga nada. Supe tener (hace muchos años) un campo en la provincia de Buenos Aires donde la policía protegía a los que robaban, a cara de perro y luego ponían cara de feliz cumpleaños... (14 robos en pocos años). Pero sucede lo mismo cuando Usted circula por las rutas argentinas pagando los peajes de la Policía de la propia Provincia de Buenos Aires, de la de Santa Fe (una de las peores), Entre Ríos, Chaco, Formosa, Córdoba, Mendoza, siendo pocas las excepciones que se salvan de esta vergüenza con uniforme. Todo está inventado para robar, para burlar al soberano, y en eso se asocian muchos gobernadores, más intendentes (que acomodan las cámaras para atestiguar velocidades inexistentes, liberando a los poderosos y sometiendo a los pobres) y desde luego, los estados (nacional y sus subsidiarias). Esto es lamentable porque consume el estado de derecho que hace tiempo no rige por estos lares... Quizás no lo nota la Señora Presidente porque anda en helicóptero, pero seguramente sí lo conoce el propio Gobernador de la Provincia de Buenos Aires que suele liberar secretos a voces sobre el problema que lo perjudica y mucho... no obstante, justo es reconocer que esta debacle policial comenzó en la década infame (90) y se multiplicó aventado por los jefes políticos de entonces, que inventaron apéndices de caja por todos los rincones, para luego reírse del ciudadano. El sistema en Tucumán (malo si los hay) no es diferente al que reina en todos los rincones de la Argentina. La policía es una burla a la sociedad (aclaro que he tenido familiares y amigos (muy) en la institución Federal) y eso no le hace bien al país, tampoco a su gente. La clase política impresentable que pierde sus días en el Congreso Nacional, sin agenda, sin intención de hacer nada ni de ayudar a nadie, debieran pensar un poco en el país que pretenden para sumar a su dosis de poder... y hacer algo para modificar esta realidad, tan temible como acuciante y peligrosa de cara al futuro. No está en las manos de la Señora Presidente hacer algo al respecto, sí lo está en el Congreso donde recalan ex-presidentes devenidos en diputados (por los fueros, únicamente) y un montón de incapaces que no pueden estar en otro lado, produciendo algo porque además de no conocer nada de gestión tampoco les importa la sociedad argentina. Penoso, pero real. Esta clase política sólo se precia por fabricar una deuda hacia la sociedad, e insiste con el modelo porque indudablemente no conoce otra cosa y tampoco sabe hacerla, en dicho caso gobernadores e intendentes son responsables solidarios por omisión y disimulo. Noviembre 02, 2010.-
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