Editorial II
Río Tercero: 15 años de impunidad
Debido a la sospechosa lentitud de la Justicia, la causa del atentado podría prescribir y el hecho quedaría impune
Sábado 6 de noviembre de 2010 | Publicado en edición impresa
Se han cumplido 15 años desde aquel 3 de noviembre de 1995, cuando una serie de estallidos en la Fábrica Militar de Río Tercero destruyó parte de esa ciudad cordobesa y mató a siete civiles e hirió a varios centenares.
Pese al tiempo transcurrido y al hecho de que finalmente pudo probarse mediante un valioso peritaje oficial que se trató de un hecho intencional fríamente planificado, el atentado permanece impune debido a la sospechosa lentitud de la justicia federal que puso a la causa en peligro de prescripción.
La hipótesis que sostienen el juzgado federal de Río Cuarto, la fiscalía y la querellante Ana Gritti es que la voladura fue un vano intento de encubrir pruebas del contrabando de armas del Ejército a Croacia y a Ecuador. En la planta de Río Tercero, ese armamento era repintado y embalado en contenedores para su envío al puerto de Buenos Aires.
Por el atentado han sido procesados cinco militares de Fabricaciones Militares y un civil, Norberto Emanuel, que se desempeñaba como subinterventor de esa empresa estatal, mientras que gozan de falta de mérito el ex presidente Carlos Menem y el ex jefe del Ejército y actual embajador en Colombia, teniente general (R) Martín Balza.
Sin embargo, llama la atención la extrema lentitud que han mostrado tanto la Cámara Federal de Córdoba como la Cámara de Casación, para no hablar de los primeros ocho años de investigación, durante los cuales el juzgado federal de Río Cuarto, en contra de todas las pruebas y evidencias, insistió en considerar el grave hecho como un simple accidente.
Dado el tiempo transcurrido, ya debería haberse realizado el juicio oral, que aún no tiene fecha de inicio. Para agravar el panorama, la Cámara de Casación ha ordenado a la Cámara Federal de Córdoba que analice si existen prescripciones. En cambio, las audiencias del juicio oral por el contrabando de armas ya han cumplido dos años y allí también se juzga, entre otros, a Menem y a tres de los militares procesados por la voladura.
El de Río Tercero fue el tercer atentado ocurrido durante el gobierno de Menem, después de los de la embajada de Israel, en 1992, y la AMIA, en 1994. En estos dos se ha sostenido que la falta de juzgamiento a los responsables obedece a que, según la Justicia, sus autores intelectuales serían iraníes.
En cambio, en el de Río Tercero no hubo ninguna participación extranjera, pero la Justicia muestra una pavorosa escasez de resultados en materia de sanción a los culpables.
Sólo mentes alteradas pudieron haber ordenado volar una fábrica ubicada junto a una ciudad con la intención de borrar pruebas de un hecho de corrupción.
La compleja serie de explosiones y de contraexplosiones (éstas tenían la finalidad de redirigir las ondas expansivas de las primeras sobre la ciudad para preservar los sectores más valiosos de la fábrica) indica una cuidada planificación y la labor de expertos que no podían ignorar las mortales consecuencias de los estallidos. Por eso es que, si la impunidad siempre indigna, en este caso indigna más, especialmente si la lentitud de la Justicia obedeció a la voluntad de producir eventuales prescripciones.
Río Tercero: 15 años de impunidad - lanacion.com
el dispreciau dice: sólo diré que los ecos de la década infame (1990-1999) envían ondas aberrantes sobre la sociedad argentina... Río Tercero, Embajada de Israel, AMIA, apenas ejemplos de aquella época de frivolidad y vergüenzas expresadas "sin vergüenza" muestran la importancia de la impunidad y la corrupción como socias de una misma finalidad política, la de depredar y consumir esperanzas e ilusiones de los anónimos que contribuyen a sostener un país, mientras los depredadores se comen todo. Esto denigra la condición de la política argentina tanto como la de aquellos que la componen... Noviembre 06, 2010.-
Cancer Nanotechnology
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