domingo, 5 de septiembre de 2010

AYQUE = HAY QUE... ¿pero quién lo hace?.


FOTO
"La universidad debe ocuparse de las fallas del secundario"Mora y Araujo: "Los colegios tienen poco espacio para la innovación" Foto: Eduardo Rivero

Entrevista / El sociólogo es rector de la Universidad Torcuato Di Tella
"La universidad debe ocuparse de las fallas del secundario"
Para Manuel Mora y Araujo, la tarea es "despertar en los alumnos el interés por aprender"

Noticias de Cultura: Domingo 5 de setiembre de 2010 | Publicado en edición impresa
Mariano de Vedia
LA NACION

"Las universidades deben empezar a ocuparse de los estudiantes secundarios, porque tenemos un problema muy serio en la Argentina y en el mundo."


Diez meses como rector en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) le bastaron al abogado, sociólogo y educador Manuel Mora y Araujo para advertir que llegó la hora de que el sistema universitario aporte su esfuerzo para ayudar a corregir la mala formación con la que los estudiantes llegan a la educación superior.

Las deficiencias de la enseñanza media constituyen a su juicio el problema más grave, en momentos en que la coyuntura presenta colegios en mal estado e insólitas tomas de escuelas por parte de los alumnos, un modo de protesta que, según el rector, "no conduce a resolver los problemas".

La atención de la coyuntura no debe llevar a desatender los problemas de fondo. Por eso, para revertir las fallas en la formación de los alumnos, Mora y Araujo propuso a otros rectores avanzar juntos en acciones concretas, como la capacitación de profesores y programas específicos en los colegios secundarios para motivar a los adolescentes a aprender. "Hay que trabajar en las disciplinas que presentan más problemas, como matemática y comprensión de textos; reforzar los conocimientos en las áreas en las que están más flojos y despertar el interés por estudiar lo que no saben", explicó.

En estos meses de gestión, creó el Colegio Libre de la Universidad Di Tella, que concentra toda la oferta de cursos de extensión, abiertos a la comunidad, sobre historia, filosofía, arte, arquitectura y literatura.

"La educación secundaria anda muy mal. Si varias universidades nos ponemos de acuerdo podemos ayudar a mejorarla, actuando con los colegios", precisó Mora y Araujo.


-¿Cómo se podría hacer?


-Tenemos que ver cómo hacemos para que los chicos adquieran la motivación de estudiar de manera sistemática. Antes el problema estaba en la primaria. Ahora lo tenemos en el secundario.

-¿Es viable que las universidades se pongan de acuerdo en un proyecto de este tipo?

-Sí, incluso las universidades estatales. No todas son la UBA, donde parece que no es un valor que los chicos aprendan. Habría que pensar en programas en los colegios secundarios para motivarlos a aprender. Hay que interesarlos en los aspectos en los que tienen más problemas, como matemática y comprensión de textos; reforzar los conocimientos en los que están más flojos y despertar el interés por estudiar lo que no saben, que es lo que está más latente en ellos.

-Son herramientas que tendrían que dar los colegios secundarios.

-Sí, pero por muchos motivos no lo hacen.

-¿A qué lo atribuye?

-Hay enfoques anticuados, excesivas reglamentaciones. Los colegios tienen poco margen de libertad, poco espacio para la innovación. Hay un formato poco apto para que los adolescentes se sientan motivados.

-¿Para lograr la motivación de los chicos hay que trabajar con los alumnos o con los docentes?

-Los expertos podrán definirlo mejor, pero hay que dar capacitación a los docentes. Hay muchos profesores dispuestos a tenerla, incluso, en el verano. Lo fundamental es tener claro el objetivo: despertar la pasión por aprender en los adolescentes.

-¿Por qué franja de edad convendría comenzar?

-En principio los dos últimos años del secundario. Si llega a la universidad un chico que no sabe matemática o no comprende un texto, hay que enseñárselo acá.

-¿Cuánto tiempo le lleva a la universidad poner en condiciones a los chicos que presentan estas deficiencias?


-Lleva mucho tiempo. Se ofrecen cursos preuniversitarios en el verano, no obligatorios. El esfuerzo es muy grande y hay chicos que se desalientan. No adquieren esa motivación y piensan: "Esto no es para mí".

-¿No hay una cultura en las universidades para poner en marcha programas en común?

-Siempre se habla de hacer cosas juntos. Si podemos hacerlas, hay que hacerlas. Competir una universidad con otra es un desperdicio para todos. Sumar esfuerzos, en cambio, es beneficioso para todos. Es razonable, lógico y viable.

-¿Cómo evalúa las recientes tomas de colegios secundarios?

-Por un lado, es una señal de las falencias edilicias de la educación en el país. Y también refleja un método de protesta que no es conducente, porque no lleva a resolver los problemas. Es muy propio de la Argentina que los ciudadanos, en lugar de presionar a sus representantes, prefieran el camino de la protesta activa en los espacios públicos. Es un método que no fortalece la calidad de la democracia, que no mejora la representación de las instituciones y que, objetivamente, no conduce a resolver los problemas.

Entrevista / El sociólogo es rector de la Universidad Torcuato Di Tella"La universidad debe ocuparse de las fallas del secundario"

Para Manuel Mora y Araujo, la tarea es "despertar en los alumnos el interés por aprender"

lanacion.com | Cultura | Domingo 5 de setiembre de 2010


el dispreciau dice: nuestra generación se fue acostumbrando a la conducta del "aique" (ayque o hay que hacer esto o lo otro, sin que nadie se asome a la iniciativa de hacer...) y hoy, dicha conducta setentista ha pasado a dominarnos. Si Usted no tiene una buena escuela primaria, la secundaria será deplorable, y la universidad una entelequia, de allí que tantos exponentes profesionales tengan el título pero no los conocimientos. Dicho problema viene creciendo desde los cincuenta y se ha ido agravando a manos de contenidos vacíos y currículas perimidas que han seguido las impericias políticas de hacer escuelas tan vacías como los contenidos y dejar que las estructuras universitarias y científicas del país se consumieran en la desidia de la frase célebre (muletilla) "no hay presupuesto", que suelo escuchar en todos los rincones de la Argentina, empleada como la coca-cola o el café colombiano. De este modo nivelar para abajo es fácil. Y hoy la Universidad apenas si se parece a una escuela secundaria de mala calidad educativa. Los profesionales que alcanzan el título salen más deficientes que cuando entraron, deformados en sus razonamientos, tergiversados en su orden de pensamientos. De allí que la sociedad se encuentre en un todos contra todos. No es un problema argentino, es cierto. Tampoco soluciona nada el asumirlo. Mucho menos nos distingue que aún sabiéndolo no hagamos nada para modificar esta temible realidad de llegar a cursar posgrados (soy profesor en varios) sin tener la más pálida idea de lo que potencialmente implica un medicamento en sí mismo. Sucede que algunos acuden al postgrado por el simple hecho de soportar horas a cambio de un papelito que ayude a la certificación o su "re". No es bueno. Desmerece a las profesiones, sean cual fueren. Prescindir de las esencias para abordar las ciencias es un disparate setentista que alguien estipuló y muchos compraron. Hoy tenemos científicos clase "A" que están tan lejos del resto que da miedo, sin embargo la ciencia o las ciencias sigue/n siendo una sola. Muchos aún no se han dado cuenta que los edificios no comienzan por el techo sino por sus bases. ¿Será tan difícil?... Septiembre 05, 2010.-

No hay comentarios: