lunes, 5 de abril de 2010

SABOR A NADA


El aumento de la pobreza
Viven más de 2 millones en las villas bonaerenses
El gobierno provincial admite que hay unos 1000 asentamientos
Noticias de Información general: Lunes 5 de abril de 2010 | Publicado en edición impresa
Pablo Morosi
Corresponsal en La Plata


LA PLATA.- Más de 2 millones de personas viven hacinadas en la provincia de Buenos Aires, casi sin servicios y expuestas a la marginación, las recurrentes inundaciones, el flagelo de la droga, la violencia y la falta más absoluta de horizontes "en cerca de 1000 villas de emergencia, asentamientos y otro tipo de urbanizaciones precarias", que, en su mayoría, se concentran en el conurbano.

La estimación pertenece al ministro de Desarrollo Social bonaerense, Baldomero Alvarez de Olivera, quien aclara que los niveles de irregularidad y la inexistencia de fuentes confiables hacen que la cuantificación del fenómeno sea tan sólo una proyección sin datos certeros. El cálculo tiene como referencia un vasto y reconocido estudio de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNSG) que registró hasta 2006 un total de 819 villas y asentamientos en los 25 distritos del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye a la Capital, donde hay 23 villas.

Comparar la evolución de la población general y la de las villas sirve para tener una dimensión de cómo creció el fenómeno (y lo sigue haciendo, según funcionarios y especialistas): entre 2001 y 2006, la población general del AMBA aumentó 6,6%, al pasar de 8,6 a 9,2 millones de habitantes, mientras que en las villas el incremento demográfico fue del 57,5 por ciento.

Este fenómeno social es el reflejo de la prolongada ausencia del Estado, en todas sus instancias, en el interior de estos conglomerados, que crecieron a su suerte impulsados por sucesivas crisis económicas y por las migraciones sin control.

El trabajo, considerado como uno de los mejor documentados por las autoridades provinciales, fue realizado por varios especialistas agrupados en el centro de estudios Infohabitat y que, ante todo, dejan en claro la imposibilidad de cuantificar con exactitud el universo de las villas.

Los investigadores ubican el origen de estas urbanizaciones informales a principios de los años 30, aunque señala que la década de 1970 fue "fundacional" de los barrios de emergencia tal y como hoy los conocemos.

Según el trabajo, compilado por la antropóloga María Cristina Cravino y publicado en noviembre de 2008 con el título de Los mil barrios (in) formales , el distrito con mayor cantidad de barrios populares es San Martín, donde hay 148, entre villas (58) y asentamientos precarios (91) que concentran una población de más de 81.000 personas.
Si bien La Matanza se ubica segunda con 73 barrios (42 villas y 27 asentamientos), allí se concentra la mayor cantidad de población, con 139.871 habitantes. En tanto, al sur de la Capital, el distrito de Quilmes, que tiene 48 barrios (16 villas y 32 asentamientos), concentra una población que llega a las 120.097 personas.

Según el estudio, en 2006 en las 819 villas vivían 1.051519 personas, aunque este guarismo incluía algunos datos parciales o sin actualización desde 2001. Por eso, las autoridades provinciales estiman que actualmente la población en barrios de emergencia supera los dos millones de personas. "Hicimos la estimación más conservadora posible para evitar caer en el amarillismo", dijo Cravino a LA NACION, que admite que el número podría ser aún mayor.

"Uno de los fenómenos que hizo crecer mucho los barrios informales fue la flexibilización laboral de los 90", remarcan desde el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense. Así, para los expertos, la informalidad del empleo fue el principal motivo del crecimiento poblacional en el Gran Buenos Aires. De cada 100 nuevos habitantes del conurbano, 60 se instalaron en villas, refiere el estudio de la UNSG.
Entre las villas más densamente pobladas figuran: Independencia, La Cárcova, Hidalgo y barrio Ceamse (en San Martín); Don Orione (Almirante Brown); El Ceibo (José C. Paz); María Elena, Susana y 22 de Enero (La Matanza); Villa Jarín (Lanús); Juan Manuel de Rosas (Lomas de Zamora); Tranquila (Avellaneda); Carlos Gardel (Morón); Itatí -se la considera como la de mayor población con unos 50 mil habitantes-, Ex Iapi, La Matera y La Odisea (Quilmes); La Cava (San Isidro); Las Tunas (Tigre); Sol de Oro y Vista Alegre (Ezeiza).

Plan de urbanización

El gobierno conducido por Daniel Scioli se propuso, durante este año, dar forma a un plan de urbanización que articule los esfuerzos del gobierno nacional, la provincia y los municipios. A mediano plazo, aspira a concretar la construcción de 35.992 viviendas en los barrios más populosos y conflictivos instalados a orillas de las cuencas de los ríos Matanza y Reconquista, considerados como prioridad para el programa.

Según los estudios del Ministerio de Desarrollo Social provincial, en promedio, en cada vivienda de una villa viven cuatro personas.

"Es imprescindible partir de un censo en cada lugar porque esto es lo que permitirá planificar y desarrollar acciones, detectar los casos más críticos y poder avanzar. Nuestro criterio es priorizar zonas inundables y con basurales", explicó Gerardo López Arrojo, subsecretario de Políticas de Inclusión Social y responsable de la iniciativa que prevé intervenir con acciones de urbanización y regularización dominial en por lo menos 100 barrios en el presente año.

Según el funcionario, la provincia cuenta con unos $ 500 millones presupuestados para 2010 por el plan nacional de Urbanización de Villas del Ministerio de Planificación y ya existen convenios por otros $ 1500 millones. A ello debe sumarse, según la cuenta del subsecretario, una parte del préstamo Promeba por 700 millones de dólares.

Para los funcionarios bonaerenses, aunque aún incipientes, los procesos de urbanización en barrios carecientes detienen su crecimiento, "porque los propios vecinos entienden que se debe defender los espacios acotados para poder construir nuevas casas, abrir calles y otros ámbitos públicos y de contención social".

57,6%
Fue el crecimiento, en cinco años, de la población residente en villas en el área metropolitana.

269
Son las villas que hay sólo en los partidos de San Martín (148), La Matanza (73) y Quilmes (48).

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El gobierno provincial admite que hay unos 1000 asentamientos

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II
Un drama que se extiende a la Capital
Se estima que viven en barrios de emergencia de la ciudad entre 195.000 y 235.000 personas
Noticias de Información general: Lunes 5 de abril de 2010 | Publicado en edición impresa
Angeles Castro
LA NACION


Alrededor del 7% de la población de la ciudad vive en alguna de las villas porteñas reconocidas oficialmente. Si bien el último relevamiento efectivo data de 2001, cuando se realizó el censo nacional de población, que será renovado en octubre de este año, estimaciones de distintas fuentes señalan que actualmente son entre 195.000 y 235.000 los habitantes en asentamientos de emergencia.

La explosión demográfica en villas de la Capital se registró en los últimos 10 años. Según cálculos de algunos organismos oficiales, ONG y universidades, desde 2001 -cuando eran 100.000 los pobladores- se duplicó su población, como mínimo. Un informe de la Defensoría de la ciudad de Buenos Aires estimó en 150.000 el total de la población a mediados de 2007. Pero según cifras oficiales sólo en las villas situadas en el sur de la ciudad residen al menos 165.000 personas. Y a ellas hay que sumar la población de las villas 31 y 31 bis, emplazadas en tierras fiscales de Retiro.

El censo realizado en 2009 por personal del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño arrojó que en esas villas de Retiro viven 26.270 pobladores; desde 2001, se instalaron en ellas un promedio de 11 familias por día, según el gobierno de la ciudad. El crecimiento podría resultar similar en los otros asentamientos de la Capital, de los que sólo se tendrán datos definitivos tras el censo de octubre próximo.

El relevamiento del gobierno porteño determinó también que más de la mitad de los habitantes de las villas 31 y 31 bis son extranjeros. El grupo más numeroso es el conformado por los ciudadanos paraguayos, que representan el 23,9% de los habitantes, seguidos por los bolivianos (16,6%) y los peruanos (9,8%). El resto de los habitantes nacieron en la ciudad de Buenos Aires (29,6%); en la provincia de Buenos Aires (4,6%), y en otros distritos, el 14,7%.

Condiciones deplorables
Si bien estos barrios de emergencia estuvieron en el foco de la atención por el desarrollo en altura de las construcciones, que alcanzan los cinco pisos, las condiciones de vida son deplorables en todas las villas porteñas, donde las viviendas no cuentan con servicios de agua potable, cloacas y gas.

En la Capital existen hoy 14 villas reconocidas oficialmente que pueden ser urbanizadas, de las cuales 12 están situadas en el Sur. Además, hay otros 30 asentamientos de emergencia que, por el tipo de terreno y ubicación geográfica, no pueden ser urbanizados.

El último informe del gobierno de Jorge Telerman, que culminó su mandato en diciembre de 2007, había estimado que la urbanización de las 14 villas demandaría al Estado porteño alrededor de 4650 millones de pesos.

La única urbanización consagrada por ley es la de las villas 31 y 31 bis. El lunes pasado, precisamente, se constituyó la mesa interdisciplinaria y participativa que deberá presentar, a más tardar en febrero del año próximo, un proyecto de urbanización que luego deberá encarar y costear el gobierno de la ciudad.

Existe un anteproyecto desarrollado por el arquitecto Javier Fernández Castro, de la Facultad de Arquitectura de la UBA, que podrá ser respetado o modificado.
De todos modos, serán esenciales los resultados del nuevo censo de población para confirmar o rectificar todas las estimaciones sobre el aumento de la población en villas de la Capital.

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Diferencias políticas frenan mejoras en La Cava, en San Isidro
Foto: LA NACION / Ricardo Pristupluk
III
La Cava, un gigante con pocos avances
Las diferencias políticas y el aumento de los costos dificultan las mejoras en el asentamiento

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LA PLATA.- En el plan de urbanización de la villa La Cava, de San Isidro, se construyeron ya 441 casas y hay otras 86 en ejecución, lo que representa apenas el 24 por ciento de las 1850 viviendas necesarias, según las estimaciones hechas por el municipio local.

Con una inversión prevista de casi 100 millones de pesos provenientes del Plan Federal de Viviendas del gobierno nacional, en La Cava se proyectó construir un total de 828 viviendas y mejorar otras 200 correspondientes a la zona aledaña a la villa. Pero las diferencias políticas impiden, por el momento, que la comuna articule acciones con la provincia en este sentido.

Según el subsecretario de Integración Comunitaria del municipio, Arturo Flier, el barrio, que ocupa unas 32 hectáreas, tiene una necesidad de un total de 1850 viviendas, con lo cual lo previsto hasta el momento, aun de concretarse, sólo resolverá la mitad de los problemas habitacionales.

Además, en los últimos meses, los planteos por aumentos de costos de las empresas constructoras abren un interrogante sobre la posibilidad de mantener el ritmo de avance de los trabajos, según reconoció Flier, al ser consultado sobre el plazo que se maneja para concluir la transformación del barrio.

En la villa, considerada una de las más populosas y peligrosas del norte del conurbano, las autoridades buscan desarrollar un plan integral que incluya, además, tareas de contención que apunten a la integración social y la reducción de los índices delictivos.

Según se informó desde la comuna conducida por Gustavo Posse, también se asfaltaron 21 cuadras y se volcaron 38.000 metros cúbicos de relleno con el fin de ampliar la cantidad de tierra disponible.

Según un censo realizado por la comuna en 2006, en La Cava viven 8160 habitantes. El mismo trabajo reveló que el 25 por ciento de las viviendas precarias existentes está habitada por una o dos personas; mientras que en la mitad de las construcciones viven grupos familiares de cinco miembros.

Trabajo integral
La idea del municipio de San Isidro y de la mesa de integración social en la que participan unas 40 instituciones y organizaciones no gubernamentales es desarrollar un trabajo integral, más allá de lo infraestructural. "Los propios vecinos nos dicen que la gente no cambia con las paredes, y nosotros adoptamos esa idea como criterio de intervención", dijo Flier a LA NACION, y contó que, después de haber abierto calles en el barrio, los frentistas pidieron que se pusieran cestos y empezaron a exhibir un comportamiento diferente respecto del cuidado del barrio.

En la construcción de casas -a las que sólo se accede acreditando ser vecino genuino del lugar y mantener una buena conducta social- se ocupó a unas 2000 personas y, a través de un convenio con la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), unos 900 operarios fueron capacitados en diversas especialidades.

Para el funcionario municipal, la intervención estatal en La Cava también mejoró la seguridad. "Hay más conciencia y compromiso de quienes interpretan el proceso del barrio y esto aísla a los malvivientes, que quedan más expuestos."

El plan de urbanización de La Cava incluye ayuda para mejoramiento de viviendas de los barrios linderos. Dijo Flier: "Allí vive gente de clase media baja que muchas veces no puede acceder a un crédito y mejorar su realidad. Por eso, nosotros decidimos incluirlos en las obras y reforzar la idea de integración".

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Las casas de Villa Tranquila serían replicadas en otros asentamientos
Foto: LA NACION / Rodrigo Néspolo
IV
"Acá mismo, antes volaban los tiros"
Lo asegura un habitante de Villa Tranquila, en Avellaneda, donde avanza la urbanización

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LA PLATA.- "Acá mismo, donde estamos parados, no se podía estar porque volaban los tiros", recuerda Juan Gómez, un hombre de 44 años nacido en Villa Tranquila, en Avellaneda, donde la provincia de Buenos Aires avanza en un proyecto de urbanización.
Eran las 15 del viernes último y Gómez, que ahora trabaja como chofer para el municipio y ya fue mudado a una nueva casa de material dentro de un predio cedido por Unilever, reconocía, no obstante, que al caer la noche el lugar sigue siendo poco recomendable, en especial para quienes no residen allí.

Villa Tranquila nació, en medio de un bañado, en la primera mitad del siglo pasado, cuando grupos familiares comenzaron a instalarse por la proximidad del puerto y de algunas industrias. Tiene la particularidad de estar atravesada por dos tendidos de vías del ferrocarril Roca por las que llegan a circular hasta ocho formaciones diarias.

Las obras en Villa Tranquila, que se combinan con el plan de contención de adolescentes Envión, son puestas como ejemplo del tipo de intervención que la provincia quiere desarrollar en barrios carecientes de la provincia. Es que el ministro de Desarrollo Social provincial, Baldomero Alvarez de Olivera, fue hasta el año último intendente de Avellaneda y ahora busca transferir a la provincia esta experiencia que califica como "exitosa".

Según un censo realizado en 2004 en el barrio, se registró un total de 7005 habitantes de 1912 familias que vivían en 1699 viviendas. El sondeo reveló que el 80 por ciento de los hogares estaba bajo la línea de la pobreza.

Mientras observaba la nueva fisonomía que va adquiriendo el barrio, donde ya se construyeron unas 700 viviendas, Gómez destacó las transformaciones y recordó vívidamente los años de su infancia cuando el agua de la lluvia le cubría las rodillas dentro de su casilla, ubicada, como el resto, a un metro de la vía. "Tener puerta, ventanas, vidrios, un baño como la gente te da tranquilidad", resume.
Agrispina Cantero es paraguaya y vino al país hace 24 años. Vive con su marido, que es herrero, y con una hija que la ayuda a atender el quiosco El Angel, que regentea desde hace más de una década. La mujer dice estar contenta por la nueva realidad, aunque se queja de que en la casa que le entregaron hace cuatro meses tuvo problemas con la cañería del agua caliente y debió hacerse cargo de la instalación eléctrica.
"A nosotros nos costó mucho dejar la casa que teníamos porque ahí estaba todo nuestro sacrificio de años", contó en la cocina de su nuevo hogar, que da espaldas al peaje de Dock Sud de la autopista que une La Plata con la Capital.

SCIOLI VISITA FAVELAS DE RIO DE JANEIRO
El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, comenzó ayer una visita de trabajo a Río de Janeiro. Acompañado por sus ministros de Desarrollo Social, Baldomero Alvarez de Olivera, y de Infraestructura, Cristina Alvarez Rodríguez, se reunirá con el prefecto carioca, Sergio Cabral, y hoy recorrerá favelas para interiorizarse en el programa que ejecuta el gobierno de esa ciudad brasileña para urbanizar villas y asentamientos, programa cuyos lineamientos generales, según fuentes allegadas a Scioli, serán aplicados en los barrios de emergencia de la provincia de Buenos Aires.

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Lo asegura un habitante de Villa Tranquila, en Avellaneda, donde avanza la urbanización

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el dispreciau dice: uno puede asumir la posición de buscar denodadamente culpables, aún preguntarse quién fue el responsable de semejante calamidad en la que se ha sumido a gran parte de la sociedad argentina, esclavizándola en la pobreza... pero ello tiene una sola respuesta, el mal fue fabricado durante años de incapacidades y miopías y ahora está estallando sin que se pueda hacer nada porque todos los mecanismos traban las iniciativas o destruyen las soluciones. Indudablemente no es la actual gestión política la que produjo este efecto de calamidad social y al mismo tiempo, esta gestión está atrapada en los mecanismos que impiden resolver el drama. Quizás, todas las gestiones desde los 60 para adelante contribuyeron al desastre social, pero ahora no hay retorno y el tema debe ser resuelto. Las gentes empobrecidas claman por dignidad, no deben ser usadas para actos políticos porque ello deforma las conductas... las gentes claman por un techo, es el estado el que debe hacerse cargo de brindarles la posibilidad del acceso... las gentes claman por salud pública, también es el estado el que debe brindarles dicha cobertura sin las odiosas restricciones de " a este sí, al otro no"... las gentes claman por educación pública, y es nuevamente el estado el que debe brindar soluciones para ir modificando el paisaje... ya que sin dichos escenarios básicos nada podrá ser cambiado a favor de una ARGENTINA mejor. Detrás de ello surge el tema de la inseguridad... para ello la propia comunidad debe organizarse para favorecer la construcción de un modelo que no apañe sino que rompa el círculo vicioso en el que estamos todos involucrados... para ello, los jueces debe salir de su estado catatónico y proporcionar la distinción a las personas, esto es encarcelar sin atenuantes a quienes corresponda y salvaguardar el estado de derecho de los ciudadanos libres... más allá, lejos o cerca, se hace necesario construir una nueva mente política nacional, contributiva de, por y hacia los ciudadanos, ya que está demostrado plenamente que el 28 de junio y su resultado lapidario no han sido suficientes para modificar el contexto, agravando incluso las desidias de los unos y las miopías de los otros. Argentina no se puede enfrentar en 2011 a más de lo mismo... para ello, las actuales autoridades deben dar un golpe de timón a favor de las gentes, la producción, la educación y la salud públicas. La oposición ya ha demostrado ser incapaz de entender, e incapaz de conducir, además de incapaz de interceder... Sin ello, nos ahogaremos en discursos con "sabor a nada". Abril 05, 2010.-

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