Las palabras
Pobreza
Por Hugo Caligaris
Noticias de Opinión: Domingo 11 de abril de 2010 | Publicado en edición impresa
"Las villas no crecen por la pobreza." (Del gobernador bonaerense, Daniel Scioli.)
Hay una tendencia que crece: mudarse a las villas de emergencia. "Furor por las villas", titulan los diarios, y los artículos incluyen fotos de distinguidas familias en pleno traslado desde las Lomas de San Isidro hasta cualquiera de las simpáticas casillas de latón que integran los cientos de barrios hasta ahora considerados los más humildes de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
"¡Cuidado con el chiffonnier !", advierten las damas a los transportistas de su mobiliario, aunque los espíritus más refinados están comenzando a imponer la idea de que es mejor que el sillón y la mesa del living tengan al menos una pata rota, para estar a tono con la imagen de pobreza que se busca imponer, de acuerdo con los últimos mandatos de la moda.
Los sociólogos opinan que el cambio de vida resulta atractivo por diversas razones, entre ellas, un espíritu de aventura y de retorno a la lucha primordial por la subsistencia, que había perdido relieve en la comodidad de los hogares demasiado arreglados. "Ahora estoy, finalmente, en contacto con mi costado más humano", declaró uno de los miles de nuevos vecinos recién instalados.
Por supuesto, el fenómeno ha sido interpretado por los contreras de modo tendencioso y, sobre todas las cosas, inexacto. Se ha pretendido ver un inexistente aumento de la pobreza detrás de esta oleada vital que está empujando hacia las villas a las clases adineradas. ¿Hasta cuándo los elementos reaccionarios, enquistados en nuestro país como un cáncer, seguirán desmintiendo lo evidente?
Ayer nomás, el ministro Boudou debió aclarar ante la prensa opositora que la inflación no existe y que la ligera tensión que se observa en los precios es consecuencia de una economía que se encuentra activa como nunca antes. Ahora, fue el gobernador Scioli el que ha tenido que salir al cruce de estadísticas presuntamente científicas, pero desfiguradas por la manipulación política. Ha sugerido lo que debería ser obvio para cualquier observador desapasionado de la realidad verdadera: en un gobierno que lo universaliza todo, desde el fútbol hasta la indigencia, el crecimiento de las villas no tiene por qué ser, necesariamente, un mal dato.
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el dispensador dice: el empecinamiento político en NEGAR lo EVIDENTE, está produciendo un efecto devastador en la sociedad argentina (tanto como en otras). Además de calcinar los valores sociales, se coloca a las personas ante una situación límite que comienza por la indefensión, para luego reconocer que se está a merced del desprecio. Posiblemente, existe inconsciencia ante algunos argumentos. Incapacidad para expresar realmente aquello que se quiere decir. Sin embargo, todo indica que las aseveraciones del estado se confronta con realidades distintas a las que hacen referencia. La pobreza instalada no deja lugar a dudas... fue inducida por las incapacidades de varias generaciones de políticos, militares y funcionarios "declamantes", nunca ejecutantes, mucho menos habilitados para conducir los destinos de una nación. Muchos políticos son buenas personas, individualmente hablando... pero se anulan o corrompen en el paisaje de aves de rapiña donde convergen peronistas, radicales, coalicionistas cívicos, macristas, y otros tantos representantes de "nadie" y de "nada" de los que nos hemos ido llenando a lo largo de los últimos sesenta años. Pareciera que el voto, en vez de alentarlos a crecer y ser mejores, los habilita a ser soberbios y despreciativos... esa cualidad (conducta) comienza por la falta de educación, lo cual una vez más revela que los títulos no hacen ni a las capacidades y mucho menos a los honores. ¿Se entiende?... Abril 11, 2010.-
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