domingo, 18 de abril de 2010

TRES FOTOS DE UNA SOCIEDAD A LA DERIVA



TRES FOTOS DE UNA SOCIEDAD A LA DERIVA

PRIMERA FOTO: LA TRAGEDIA EDUCATIVA ARGENTINA
Editorial I:
La tragedia educativa
Un completo informe revela las luces y las sombras de la educación en la Argentina de hoy, con un futuro sin solución aparente

Noticias de Opinión: Domingo 18 de abril de 2010 | Publicado en edición impresa

La educación en la Argentina ha venido experimentando en los últimos años todo tipo de procesos, algunos muy buenos y otros no tanto. Estas luces y sombras de lo que debería ser el pilar para el crecimiento y la instalación definitiva de nuestro país en el mundo han sido relevadas de manera muy completa por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec). Este organismo independiente celebró en estos días sus primeros diez años de existencia con la publicación de un informe titulado Radiografía de la educación argentina , cuya intención es que sea leído por docentes, directivos, funcionarios y actores políticos de la educación.

Resulta interesante conocer las conclusiones de su monitoreo relativo al cumplimiento de la ley 26.075 de financiamiento educativo (LFE). La citada norma estableció que el gasto consolidado en educación, ciencia y tecnología por parte del gobierno nacional debía alcanzar un crecimiento progresivo que, para 2008, tendría que representar el 5,3 por ciento del PBI. De acuerdo con el informe esa meta de inversión se sobrepasó y significó el 5,8, lo que marca un cumplimiento satisfactorio en el curso del trienio que siguió a 2005, año de sanción de la ley.

En términos nominales, fue una inversión de casi 60.000 millones de pesos en 2008, en tanto que la financiación en 2003 sólo llegaba a 14.840 millones. Sin embargo, este dato cuantitativo, por sí solo, no implica a la vez el acierto de la inversión ni la calidad de los resultados logrados. Algo resulta muy preocupante cuando se observa que a pesar del aumento global de la inversión, las desigualdades se han agravado. Así se advierte en lo que concierne al gasto educativo como porcentaje del gasto total de los presupuestos provinciales.

Un capítulo de suma importancia es el que corresponde al salario docente, que absorbe casi el 95 por ciento de los presupuestos educativos provinciales. Es de subrayar que, desde 1996 hasta septiembre de 2009, el sueldo docente en promedio creció un 48,5 por ciento en términos reales, pero también en este cuadro se registran injustas desigualdades. Si se toman los sueldos extremos para comparar se advierte que, mientras que en Santa Cruz, en 2009, el salario del docente primario de jornada simple, con 10 años de antigüedad, alcanzaba los 4400 pesos, el de Formosa se reducía a 1789. El promedio simple de los sueldos brutos de los maestros en el país se hallaba en los 2400 pesos.

En la comparación internacional la Argentina se muestra todavía como un país capaz de competir en los indicadores de inclusión educativa e igualdad de oportunidades para acceder a la escuela. En el ranking del índice de desarrollo Unesco de Educación para Todos, está en una posición privilegiada, porque es N° 27, entre Cuba (N° 23) y Chile (N° 37), dentro de los 129 países que incluye el estudio. Pero en las evaluaciones de calidad, como el Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA, que se contrasta con el PBI per cápita, del año 2006, la Argentina está lejos de los países desarrollados, dentro de la categoría "Baja calidad y bajo PBI". Ninguno de los países relevados cayó tanto entre 2000 y 2006 como el nuestro, en lo referido a la calidad de la educación de los jóvenes de 15 años. El informe PISA demostró que en comprensión lectora, esos jóvenes ocupaban en 2000 el puesto 35° entre 41 países, y en 2006 el 53° entre 57 países. Una situación similar se observó en el rendimiento en matemática.

Esto último está muy relacionado con otros datos: solo el 31 por ciento de los alumnos que ingresa en primer grado termina la secundaria; las condiciones educativas en las zonas rurales del país muestran que hay baja oferta en la educación secundaria (en 2007, en el total del país el porcentaje de alumnos en escuelas rurales ascendía al 13% en el nivel primario y apenas al 7% en la secundaria), y, entre 2000 y 2008, hubo en el país un promedio de 9 paros docentes por año en cada provincia.

En consecuencia, el informe del Cippec revela un dramático cuadro de contradicciones. Los logros están dados por el cumplimiento de la ley de financiamiento, pero, lamentablemente, retroceden ante las injustas desigualdades. La responsabilidad del Gobierno se hace una vez más evidente, por cuanto mantiene un esquema arbitrario de coparticipación del federalismo fiscal, que incide negativamente en la distribución de los recursos con los cuales las provincias deben afrontar sus obligaciones educativas.

Causa inmenso dolor comprobar que la educación argentina, que conoció sus momentos de gloria y vanguardia, se ahogue hoy en una mediocridad creciente, que confirma el título de un libro del lúcido educador argentino Guillermo Jaim Etcheverry, llamado La tragedia educativa .

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Editorial ILa tragedia educativa

Un completo informe revela las luces y las sombras de la educación en la Argentina de hoy, con un futuro sin solución aparente

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SEGUNDA FOTO: LA TRAGEDIA POLÍTICA ARGENTINA

El escenario
La democracia devaluada
Joaquín Morales Solá

Noticias de Opinión: Domingo 18 de abril de 2010 | Publicado en edición impresa

Los jueces de la Corte Suprema andan por la vida con un humor de perros frente a la ofensiva del oficialismo. El acoso a Julio Cobos es el peor que haya sufrido un vicepresidente de la Nación desde 1983. Los triunfos opositores en el Congreso son cuestionados por cuestionables interpretaciones jurídicas. La prensa atraviesa también el proceso de hostigamiento más grave que le haya tocado durante la nueva democracia argentina.

El gobierno de los Kirchner equivocaría el rumbo si creyera que la confianza internacional se recuperará sólo con un generoso ofrecimiento a los bonistas en default. De nada le serviría, incluso, que la Presidenta haya logrado intercambiar unas pocas palabras con el presidente norteamericano, Barack Obama. Es el método kirchnerista contra instituciones y personas, imprevisible y agresivo, lo que espolea la desconfianza dentro y fuera del país.

Aníbal Fernández no sería imputable por sus palabras; ha dado pruebas suficientes de que no puede hacerse responsable por lo que brota de sus labios. El problema surge cuando habla el jefe de Gabinete. Entonces, aquel lenguaje de orillas y de vulgaridades se convierte en un grave conflicto institucional. Es lo que sucedió cuando describió a Cobos como el jefe de una banda , que no es otra que la formada por senadores de la Nación. El jefe de Gabinete es el único funcionario del Gobierno que tiene responsabilidades políticas frente al Congreso, según la Constitución (artículo 100).

En lugar de ser un interlocutor fiable para senadores y diputados, Aníbal Fernández eligió ser un abusador serial del Congreso. Es poco probable que prospere la iniciativa parlamentaria de removerlo del cargo por esos agravios, porque sería necesaria la mayoría absoluta de ambas cámaras. Sin embargo, la decisión política de frenarlo en el Senado (que en la intimidad compartieron hasta algunos senadores oficialistas) significa en los hechos un serio límite para esos exotismos verbales. Aníbal Fernández chocó por fin con una opción y con su fatalidad: o es un funcionario de la Constitución o es un operador mediático barriobajero de los Kirchner.

Aníbal Fernández, Agustín Rossi, Miguel Pichetto, Hugo Moyano y la propia Cristina Kirchner. No quedó ni uno de los habituales voceros del kirchnerismo que no saliera a lesionar la persona del vicepresidente. Más allá de las ventajas electorales que le proporcionan a Cobos (hacen cosas que él debería agradecer), lo cierto es que la institución vicepresidencial requiere otro trato.

Un momento como el actual no se vivió ni cuando renunció Carlos "Chacho" Alvarez a la vicepresidencia en tiempos de Fernando de la Rúa. Estaba claro entonces que existía una fuerte discrepancia política entre el presidente y su vice, pero esa divergencia nunca llegó al agravio personal del vicepresidente, ni siquiera luego de que éste se fuera.

En rigor, los Kirchner fueron los únicos presidentes de la democracia que tuvieron problemas graves y expuestos con sus vicepresidentes. Primero fue con Daniel Scioli, condenado durante cuatro años a vivir a pan y agua, pena que Scioli cumplió con una paciencia que no es humana. A Cobos le empezaron a desconfiar desde el mismo día en que asumió junto con Cristina Kirchner; Cobos, que no es Scioli, les devolvió tales desplantes en la madrugada en que votó en contra de la resolución sobre las retenciones a la soja. Mátenlo a Cobos , ordena siempre Kirchner desde Olivos a sus espadachines mediáticos. Esa ofensiva llegó en los últimos días a niveles inexplorados hasta ahora. ¿Quieren que Cobos se vaya? No me iré , le aseguró Cobos el viernes a LA NACION.

¿Qué hizo Cobos ahora? Acató la votación perdidosa para el Gobierno sobre la nueva coparticipación del impuesto al cheque. El Gobierno aduce que se necesitaba una mayoría especial porque se trata de un impuesto. No es cierto. La Constitución protege a los ciudadanos de nuevos impuestos, pero no a los gobiernos que perdieron la mayoría parlamentaria. No se estaba creando un nuevo impuesto, sino distribuyendo de otra manera, dentro del Estado, un impuesto que ya existe, que no fue modificado y que no tiene fines específicos. No cambió nada para los ciudadanos.

El radical Ernesto Sanz sintetizó de esta manera el conflicto en el Senado: No quieren aceptar que perdieron. Punto. Sin embargo, una estrategia política se esconde detrás del escándalo construido por el kirchnerismo. Consiste en crear las condiciones para que el seguro veto de Cristina Kirchner a esa ley sea interpretado como una impugnación a su legalidad y no como una resistencia a darles más plata a las provincias (que es lo que realmente es).

Desde ya, sería mejor que la ley no fuera ley, pero para eso Eduardo Fellner debería frenar el trámite del proyecto sobre el impuesto al cheque en la Cámara de Diputados. Difícil que Fellner haga eso; acaba de comprometerse a ser el presidente de todos los diputados y su cargo está en riesgo. Un antecedente importante fue el resultado de la votación que rechazó en Diputados el decreto de necesidad y urgencia sobre las reservas. Hubo una diferencia de 50 votos a favor de los bloques opositores. Así eran los resultados que obtenía Kirchner, aunque a favor de él, cuando controlaba el Congreso con sólo mirarlo.

Los conflictos provinciales del peronismo, enfrascado ya en la disputa electoral del año próximo, seguirán dándole malas novedades al Gobierno en el Senado. El gobierno pagó el precio de acordar con Carlos Menem, pero senadores propios se borraron oportunamente y el oficialismo se quedó sin votos clave. El arreglo con Menem consiste en que nadie impugnará nunca su condición de miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales, lugar que el ex presidente necesita ante la posibilidad de que la Justicia reclame su desafuero. El Gobierno prometió también ayudarlo en lo que puede (que es poco) en sus muchos pleitos con la Justicia. No es mucho, en efecto, pero la alternativa que tiene Menem es aún peor: la intemperie y la nada.

Dicen que la Presidenta se enojó con Carlos Kunkel porque éste lo zamarreó por su edad a Carlos Fayt. Pocos días después una enorme marcha montada con la logística del kirchnerismo fue a la sede de la Corte Suprema de Justicia para presionar al tribunal por la ley de medios. Hebe de Bonafini, aliada jamás desautorizada por el kirchnerismo, arremetió con su boca injusta contra todo el tribunal. ¿Habrá creído Fayt en aquellas disculpas de Cristina? Probablemente, no. Toda la Justicia, incluidos sus estamentos intermedios, se considera en el centro de una dura ofensiva oficial, que incluye amenazas y desaires a los jueces y a la Corte Suprema.

Pocas veces el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, se pronunció con tanta franqueza como lo hizo contra el proyecto del diputado Alejandro Rossi para someter a los jueces a exámenes periódicos. Uno de los escasos méritos del kirchnerismo (haber nombrado una Corte Suprema prestigiosa y honesta) lo está perdiendo por exceso de sinceridad: se arrepintió de lo que hizo.

Kunkel sigue, mientras tanto, edificando una Justicia hecha a medida: una asesora suya en el Consejo de la Magistratura, Ingrid Jorgensen, podría ser designada en los próximos días camarista en el fuero Contencioso Administrativo. ¿No debería el Consejo de la Magistratura excusarse de nombrar a sus propios empleados en relevantes cargos de la Justicia? Otro de los candidatos de Kunkel para ese crucial fuero es Alberto Lugones, impugnado por falta de idoneidad ante el Consejo de la Magistratura.

El trato a la prensa en la Argentina sólo es comparable con lo que sucede en Venezuela, Ecuador y Bolivia. El insano destrato a los medios periodísticos se está convirtiendo en una persecución personal a periodistas de carne y hueso, mediante el método nazi del escrache y la descalificación. Es la prensa en general, entonces, la víctima de un creciente autoritarismo.

La presión a las instituciones de la democracia, incluida la prensa, es un penoso antecedente para un gobierno que se ufana de la "reinserción internacional". Los países necesitan, cuando no tienen muchas otras cosas, autoridad moral ante el mundo y la Argentina carece de ella. Pero es probable que lo peor esté por venir: la persecución al periodismo, tal como está planteada, terminará mal y con lamentaciones que llegarán cuando ya sea definitivamente tarde.

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Joaquín Morales Solá

lanacion.com | Opinión | Domingo 18 de abril de 2010






En alza. A pesar de los controles policiales, cada vez hay más robos a camiones
Foto: Archivo / Daniel Pessah

TERCERA FOTO: PIRATAS SIGLO XXI - EL PRIMER PIRATA ES EL ESTADO NACIONAL
sociedad
Negocio de piratas
Cada tres horas, un camión con mercadería es robado en la Argentina. El 90 por ciento de los golpes es por encargo. El 50 por ciento de lo que se vende en el conurbano es de procedencia ilegal. El 20 por ciento de los delitos no es denunciado

Noticias de Revista: Domingo 18 de abril de 2010 | Publicado en edición impresa

Los piratas de antes, pata de palo, garfio y ron, esos que siempre navegaban acompañados por "un lorito que habla en francés", maldecían por igual la suave luminosidad de la luna como la radiante luz del sol. Para brillar en los siete mares, los días y sus atardeceres debían ser penumbrosos. La sorpresa, más que los cañones de sus fragatas y bergantines, era para ellos su arma más efectiva.
Infalibles saqueadores de oro, plata y joyas, más de un corsario, héroe de su pueblo, terminó, como Francis Drake, nombrado caballero.

Los piratas de ahora, infalibles saqueadores de camiones que relucen sobre el asfalto con armas largas, handies y celulares, maldicen poco y nada. Nada, en realidad. Poco les importa si llueve, si la luna ilumina como un reflector o si el sol derrite los caminos. Su mejor arma no es la sorpresa: es la información.

Es la información, estúpido, podría decir el jefe de cualquiera de las aproximadamente diez bandas de piratas del asfalto -nombre que impuso la crónica policial- que dominan, casi a voluntad, las calles, las rutas, las salidas de los puertos y las inmediaciones de los pasos fronterizos de la Argentina.

Como el 90 por ciento de los golpes que se cometen es por encargo (el robo a pedido, el delivery del delito económico, se agudizó a comienzos de 2000), ninguna banda se arriesgaría a robar un camión que transporta cargas por medio millón de dólares (según algunos cálculos, unos 500 millones de pesos anuales) sin información previa, precisa, contundente.

"El 50 por ciento de la mercadería que se vende en el conurbano bonaerense es de procedencia ilegal", advierten desde la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Carga (Fadeeac). Si el medio no les fuera tan propicio a los piratas del asfalto, una de las modalidades más rentables del crimen organizado, no serían asaltados 220 camiones por mes fronteras adentro, ni 50 camiones de transporte internacional de carga, también por mes, según el informe que dio a conocer, en noviembre último, la Mesa Interempresarial de Trabajo de Piratería de Camiones, conformada por 110 empresas del país. Son cantidades estimativas, debido a que el 20 por ciento de los robos que se cometen no es denunciado.

Difícilmente estos modernos bucaneros, que no llevan "grabada en la piel a la reina del burdel", puedan ser sospechados de ladrones. No tanto porque vivan, por ejemplo, en un barrio privado (como es el caso del jefe de una banda desarticulada, un empresario que planificaba los golpes desde su casa del country Las Bermudas, en Del Viso), sino por su pasar, holgado pero de bajo perfil, que los aleja del estereotipo clásico del villano -lo que tampoco los convierte en caballeros-.

("La última vez que me robaron, me dijeron: «Vos no sos chofer, vos sos un socio más de la cooperativa y casi siempre te toca el mismo destino». Los tipos saben todo de vos y de la empresa. Me robaron tantas veces que hasta me doy cuenta, cuando los veo venir por el espejo retrovisor, en qué momento me van a asaltar. A veces puedo zafar, cuando pongo el camión en «tres cifras» para disparar antes de que me crucen." Testimonio de Roberto, un camionero del oeste del Gran Buenos Aires. En la jerga, poner el camión en "tres cifras" significa ir a más de 100 km/h.")

Inicio y expansión
El comienzo de esta forma de delito se remonta a 1979, pero en ámbitos policiales y en las compañías de seguros se dice que el auge empezó entre 1989 y 1990. En esos años, la piratería del asfalto (que operaba de forma aislada, no como bandas organizadas) apuntaba más al mercado externo que al interno. Alimentos, medicamentos y electrodomésticos eran robados de los camiones para después "colocarlos" en el sur de Brasil, Paraguay y Chile.

Favorecidas por un Estado débil a la hora de prevenir y controlar, las bandas aisladas fueron perfeccionándose hasta convertirse en lo que hoy son: organizaciones delictivas interconectadas -capaces de robar camiones así como de secuestrar personas o asaltar bancos- que se reparten zonas y rubros, según la demanda del mercado y la necesidad económica de los delincuentes en determinado momento.

De aquellos hechos aislados y "al voleo" de fines de la década del 80, los primeros años de la década siguiente no sólo iban a estar marcados por la regularidad de los episodios (el promedio de robos en 1992 era de 6 camiones diarios), sino, y peor, por la participación en las bandas de miembros de las fuerzas de seguridad. Hoy, en nueve de cada diez asaltos está involucrado un policía, un gendarme o un integrante de la Prefectura.

("La última vez que me robaron, los tipos tardaron veinte minutos en vaciar el camión. Uno siempre toma precauciones, pero es imposible no pensar que en la ruta estás más solo que Pinochet en el Día del Amigo." Carlos, 36 años, en un parador de camioneros en Carmen de Areco.)

Con el despertar de la economía y la reactivación del mercado interno aumentó la siniestralidad y, por ende, las dificultades para las compañías de seguro. Muchas de ellas terminaron por quebrar. El descontrol era total. Hasta que fue creada, por resolución de la Justicia, una comisión permanente oficial y privada de prevención del delito contra el transporte de carga, un organismo constituido por las cámaras de Comercio y de Transporte. Si nadie comprara mercadería de procedencia ilegal, no habría robos. "Debe atacarse tanto a quien está distribuyendo el producto robado como a quien lo está vendiendo; de lo contrario, no hacemos nada", dicen los empresarios.
La piratería, en verdad, nunca paró de crecer. Las bandas se profesionalizan cada vez más, tienen más logística y hacen inteligencia previa. Del otro lado, al transportista (que en promedio es propietario de una flota de entre veinte y treinta camiones) se le hace cada vez más difícil pagar el seguro y, en general, termina cayendo en el autoseguro: se hace cargo de su propia seguridad, lo que lo obliga a desembolsar, aproximadamente, el 10 por ciento de lo que factura por cada camión que sale a la ruta. Como mínimo, un camión transporta 50.000 pesos en mercaderías; de esa suma, 5000 pesos serán destinados a cubrir los costos de seguridad privada. Costos que, en definitiva, se trasladarán a la distribución, para terminar donde siempre terminan las cosas: en el bolsillo del consumidor.

("Yo siempre le digo a mi mujer: «Acordate, vieja, que si tardo en llamarte no es porque se me rompió el camión, sino porque me afanaron». José, 41 años, camionero mendocino.)

La calle mueve fortunas
El 75 por ciento de toda la carga transportada en la Argentina va por camión. Igual que en el Mercosur. De todos los camiones robados por día, el 63 por ciento ocurre en la provincia de Buenos Aires, y el resto en la Capital Federal y el interior del país. Por cada camión robado, los piratas obtienen una ganancia de entre el 60 y el 70 por ciento del valor de la mercadería sustraída.

Para tener una idea del dinero que mueve el traslado de carga por camión, sólo a Brasil la Argentina transporta más de dos mil millones de dólares en mercaderías por año, según informa la Asociación de Transportistas Argentinos de Carga Internacional (Ataci), una cámara que agrupa a las más grandes empresas transportistas del país, aunque medianas, o pequeñas, si se las compara con las más grandes de Brasil, que tienen hasta 1500 camiones propios por empresa.

El transporte internacional de carga por carretera representa el 7 por ciento de todo el transporte de carga en la Argentina. En promedio, un camión argentino transporta 30 toneladas de carga valuada en aproximadamente 250.000 dólares.

Uruguay, Brasil, Perú, Chile, Paraguay y Bolivia son los destinos más frecuentes, especialmente Brasil, que recibe el 85 por ciento de las empresas transportistas argentinas. En Ataci indican que sus asociados están soportando dos robos mensuales por compañía, y casi todos se producen en las inmediaciones de las aduanas.
El abogado penalista de empresas Gabriel Iezzi, del estudio Iezzi y Varone, que asesora a la Mesa Interempresarial de Trabajo de Piratería de Camiones, explica que "desde la creación de la Mesa, en abril de 2009, nos hemos fijado como objetivos básicos los de compartir información sobre nuevas modalidades de tarea para la prevención e investigación de estos delitos, la confección de una estadística propia, con datos aportados y verificados por sus miembros, y la interacción con las distintas fuerzas políticas, autoridades de seguridad y judiciales. Para ello, se conformaron comisiones de trabajo: de tecnología, procesos judiciales y penales, seguros, agencias de seguridad, dadores de carga y transportistas".

Entre 2008 y 2009, las principales mercaderías robadas fueron electrodomésticos (en el 32 por ciento de los camiones asaltados), artículos de perfumería (en el 17 por ciento de los casos), comestibles e indumentaria en general (ambos con el 8 por ciento), productos de pinturería y textiles (con el 5 por ciento) y automotores, medicamentos y materiales para la construcción (con el 4 por ciento).

("De tanto arreglar botones, le agarré bronca a los chalecos". Leyenda escrita en el paragolpes trasero de un camión.)
Por Jorge Palomar
jpalomar@lanacion.com.ar

Zonas de riesgo
En los últimos 16 meses se registraron en todo el país 1600 casos, lo que representa una pérdida de 50 mil dólares en mercancía por unidad robada.
El área Metropolitana es la de mayor riesgo para el traslado de mercadería: el 63% de los robos se registra en el conurbano y el 28% en la Ciudad de Buenos Aires.
Las zonas donde más robos se producen son los partidos de Almirante Brown, San Martín, Lomas de Zamora, Morón, La Matanza y Quilmes.
En la ciudad de Buenos Aires, lo encabezan los barrios de La Boca, Barracas, Parque Patricios, Liniers, Abasto, Villa Devoto y Retiro.

Las principales mercaderías sustraídas en el período 2008-2009 fueron: electrodomésticos, 32%; perfumería, 17%; comestibles e indumentaria, 8%; pinturería y textiles, 5%; automotores, medicamentos y materiales para la construcción, 4%.
(Fuente: Mesa Interempresarial de Trabajo de Pirateria de Camiones)

Datos y cifras
Las bandas estan compuestas por no menos de 15 personas

Sólo en la Argentina se roba mercadería por más de 500 millones de pesos por año
El 10% de los camiones robados no aparece

El 50% de la mercadería que se vende en el conurbano bonaerense es de procedencia ilegal

El 90% de las actividades de los piratas del asfalto es por encargo
El gasto en seguridad equivale al 10 % de la facturación de un camión
En el 90% de los hechos está involucrado personal de las fuerzas de seguridad
Hay camiones que transportan mercadería por un valor superior a los 500.000 dólares
El transporte internacional de carga por camión representa el 7% de todo el transporte de carga en la Argentina.

En el transporte internacional, el panorama se agravó a partir de 2002

El transporte de carga en números
La Argentina transporta en camiones el 12% de sus exportaciones a Brasil (en barco, el 88 %); a Paraguay, el 31% (en barco, el 67 %), y a Uruguay, el 53% (en barco, el 45 %)

La Argentina exporta a Brasil 2.300.000 toneladas; a Paraguay 422.284 toneladas, y a Uruguay 608.202 toneladas

Mercosur: El 96% del total de las toneladas transportadas se hace por camión. Sólo el 4% se efectúa por ferrocarril

El transporte de carga por carretera ocupa el segundo lugar sumados Brasil, Argentina y Paraguay, seguidos por el avión y el tren. El total del comercio exterior de carga automotor en estos tres países del Mercosur alcanza un total de 774.225.153 toneladas
Del total de exportaciones transportadas vía terrestre, aérea, fluvial y marítima en América Latina y el Caribe, que ascienden a 35.796.478 toneladas, el transporte automotor cubre el 25,4%
Fuente: ALCA

Robos a camiones
El mayor porcentaje de robos se produce entre las 4 y las 8 de la mañana (29 %).
Las rutas más peligrosas para los camioneros son: la 3, la 7 (desde Luján hasta la Capital Federal); la 6, la 205 (desde Ezeiza hasta Monte Grande), la Panamericana (ramal Tigre) y la Av. Calchaquí
Martes, miércoles, jueves y viernes son los días en los que se cometen más robos de camiones.

Así operan las bandas
Un integrante de la banda se contacta con el comerciante o distribuidor -que puede ser un "cliente" fijo o no- y recibe el encargo. Otros miembros de la banda se ocupan de la "inteligencia": qué empresa transporta la mercadería solicitada, con qué vigilancia cuenta, qué sistema satelital utiliza, lugar y fecha de carga y salida, ruta a tomar y destino final.

Una vez reunida la información, se planea el golpe: lugar, hora, cantidad de hombres y vehículos a utilizar. Pueden trasladarse en autos, trafics o camionetas. En todos los casos, estarán comunicados con celulares y handies. Siempre irán armados. A diferencia de lo que ocurre en Brasil, donde el asesinato de camioneros es habitual, en la Argentina eso no ocurre. Sólo dos choferes fueron asesinados en los últimos diez años.

Interceptado el camión cruzándole uno o dos autos, reducen al conductor, lo pasan a uno de los autos de apoyo y se alejan del lugar mientras el resto de la banda vacía la unidad, ocultando la mercadería en las camionetas o trafics. Previamente, será anulado el sistema de seguimiento satelital. Puede ser mediante una descarga eléctrica, por congelamiento o por calor. Todo el proceso dura entre 30 y 45 minutos. El chofer será liberado en una ruta cercana. Si el camión asaltado proviene de otro país, el golpe se dará a no más de 40 kilómetros de la salida de la aduana argentina.
Una vez trasladada a los lugares establecidos para su descarga, la mercadería robada será recibida por quien encargó el trabajo, que puede ser un comerciante, un empresario, propietarios de pequeños supermercados de barrio o de ferias, y los distintos -y conocidos- circuitos de comercialización clandestinos, como las inmediaciones de las estaciones de ferrocarril.

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Cada tres horas, un camión con mercadería es robado en la Argentina. El 90 por ciento de los golpes es por encargo. El 50 por ciento de lo que se vende en el conurbano es de procedencia ilegal. El 20 por ciento de los delitos no es denunciado

lanacion.com | Revista | Domingo 18 de abril de 2010



el dispreciau dice: hoy domingo 18 de abril es uno de esos días en que me siento más dispreciau que nunca... ¿motivos?... muchos, pero me los guardo, una vez más. Para un tipo que emergió de la Escuela Normal Superior de Profesores Nº 2 "Mariano Acosta", ver el estado actual de la educación, esto es educadores y educandos, estructuras edilicias y otros detalles, asistir al actual cuadro de situación educativa del país, me parece francamente aberrante. El responsable es el Estado Nacional y su clase política, al cual la educación no le ocupa ni tampoco le preocupa, sencillamente porque no está entre sus prioridades. Debido a ello, los habituales estados deliberativos se extienden hasta los propios claustros, restando capacidades a los unos y a los otros. ¿Existe un objetivo estratégico en ello?... indudablemente sí, cuanto menos capacidades se desarrollan en las personas, más son las dignidades en capacidad de ser compradas y luego sometidas... No termina allí, pasamos luego al eterno modelo del conflicto necesario, propio de un estado político incapaz de generar consensos, atacado por el sentimiento de la caja a ultranza, esa que somete voluntades de otros menos capaces. Avanzar sobre los ámbitos académicos ha servido para destruir los pocos parámetros sociales que servían de guía. Hoy los jueces están en tela de su propio juicio, abandonados a su suerte porque la misma sociedad, sin modelos, ya no cree en ellos como no cree en nadie. Los referentes han perdido sus espacios y los mismos han sido ocupados por las llamadas al 2020, al 8008, y otras que sin ser nutritivas, ayudan a pasar el día, al tiempo que la droga, el alcohol, y las falsas amistades, nublan la consciencia. Argentina se ha llenado de gente que no conoce el trabajo, desconoce la tarea, reniega de los valores, y donde por ende, todo vale. ¿Es la clase política la responsable?... no, la clase política surge de la sociedad y ésta está en un estado de deterioro tal que no sabe distinguir la paja del trigo. Sucede ahora que una LEY DE MEDIOS necesaria e imprescindible para el funcionamiento social, se ha transformado ahora en un elemento manipulado de los unos (estado deplorable) y de los otros (medios devenidos en poderes engreídos). Ninguno aporta nada, pero ambos se arrogan el derecho de usar a la sociedad para sostenerse, y ésta, finalmente, no distingue el qué del cómo... Detrás de ello, el hampa y la piratería protegida por los extraños mecanismos de una sociedad sin normas, sin reglas, avanza contribuyendo con una caja monumental, esto es robar el esfuerzo ajeno y compartirlo con "alguien", tal sucedió en la década del 70 en la temible sociedad que crearon los guerrilleros (algunos de ellos) Montoneros y ERP incluido, con el propio estado castrense, enviando a la muerte a compañeros de armas para luego quedarse con los bienes de dichas familias (unos y otros). Hoy, la sensación de inseguridad ha dejado espacio a un temor generalizado que no tiene límites. El estado nacional se ríe de su pueblo y el pueblo está librado a su suerte. Conclusión, la clase política está definitivamente perdida en una maraña de patrañas sin fin, siempre justificando sus incapacidades, construyendo caja para sus respectivas eternidades, sin hacer nada por una sociedad que ya no tiene ni norte, ni sur, ni este ni oeste... Argentina hoy es un país in-vivible... pero los políticos y los funcionarios de este estado precario y deplorable, aún no se dan cuenta. Abril 18, 2010.-

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