Cuatro millones de personas viven en exclusión social severa en España
Un informe de la Fundación FOESSA refleja que la desigualdad se afianza
Madrid
Habitantes del Gallinero (Madrid), este martes mientras desmantelan una de las chabolas. FOTO: ANDREA COMAS. VÍDEO: ATLAS
La desigualdad se consolida en España, el país se recupera de la crisis a dos velocidades. La mitad de la población se encuentra en situación de integración plena, es decir, que no está afectada por ningún rasgo de vulnerabilidad, una cifra similar a la registrada antes de la gran recesión. Pero 8,6 millones de personas siguen viviendo en exclusión social: tienen dificultades graves en el acceso a alguno de sus derechos básicos, como pueden ser el empleo o la vivienda. La cifra ha aumentado en 1,2 millones respecto a 2007, según el último informe de la Fundación FOESSA —vinculada a Cáritas Española—, presentado este miércoles. La situación se recrudece en el caso de 4,1 millones de personas —que viven en 1,5 millones de hogares— que se encuentran en exclusión social severa, aquellos casos más graves, cronificados, que, además, carecen de un entorno social al que poder recurrir. Son un 40% más que hace diez años.
El estudio presentado este miércoles es el avance de uno más amplio que se hará público el año que viene. Se ha elaborado a partir de 11.500 encuestas realizadas en las 17 comunidades autónomas, y para su elaboración se ha partido de 35 indicadores sociales básicos repartidos en ocho bloques: empleo, consumo, participación política, educación, vivienda, salud, conflicto social y aislamiento social. Los datos son reveladores: la última década ha dejado en España una sociedad con un espacio de integración con bases más débiles y una exclusión severa que se enquista. Tanto es así, que dentro de los 4,1 millones de personas en situación de especial vulnerabilidad, 1,8 millones representan el núcleo más duro de la pobreza y de la exclusión. "Llevan tanto tiempo en esta situación que han perdido no solo los apoyos, sino incluso la confianza en su capacidad de salir adelante por sí solos. Dudan o directamente lo ven imposible", explica Raúl Flores, coordinador del equipo de estudios de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada).
Además, el estudio pone de manifiesto la leve recuperación que ha experimentado en estos años el 13% de la población, es decir, seis millones de personas. Se sitúan en el espacio de integración, pero en posición de gran debilidad. Si la situación socioeconómica empeorara, tendrían grandes posibilidades de pasar a formar parte del sector en exclusión social.
Si bien los datos arrojan mejoras respecto a los de 2013, estas son de menor calado entre quienes se encuentran en situación más vulnerable. Mientras que el sector de población que vive con normalidad —no está afectado por ningún rasgo de vulnerabilidad— ha aumentado del 34% de 2013 al 48% de 2018 (lo que implica una mejora del 42%), en el caso de la exclusión social el porcentaje se ha reducido del 25% de 2013 al 18% actual (una mejora del 27%). Algo que se agrava nuevamente en el caso de los más vulnerables: el 9% de la población sigue viviendo en situación de exclusión social severa, frente al 11% de 2013 (una mejora del 29%).
En el espacio de la integración se ha producido una mejora respecto a 2013 en la incidencia de los ocho factores tenidos en cuenta para la elaboración del informe (empleo, consumo, participación política, educación, vivienda, salud, conflicto social y aislamiento social). Sin embargo, durante este periodo de recuperación económica la población en exclusión social ha sufrido un empeoramiento en cinco de estas ocho dimensiones: capacidad de consumo, vivienda, participación política, salud y aislamiento social. De hecho, una de cada cinco personas en exclusión social está afectada simultáneamente por la exclusión del empleo, la vivienda y la salud. Una de cada tres, en casos de exclusión severa.
A la situación de desigualdad en España ayudan a arrojar luz datos de otros informes, como La seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, presentado hace unas semanas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), elaborado junto a otras cuatro agencias de la ONU. Según el estudio, 600.000 personas sufren inseguridad alimentaria severa. "Esto significa que el 1,4% de la población española, al menos una vez al año se ha ido a la cama sin comer", explica José Rosero, director de Estadística de la FAO.
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