El pulso de EE UU con China abre una oportunidad para la Alianza del Pacífico en su cumbre
El bloque comercial fortalece lazos con Mercosur en medio de la guerra comercial de Trump
Puerto Vallarta
Vizcarra, Santos, Piñera, Peña Nieto y Trudeau, en abril pasado. CUARTOSCURO
La incertidumbre planea sobre la décimo tercera cumbre de la Alianza del Pacífico (AP), que arranca este lunes en el balneario mexicano de Puerto Vallarta (Jalisco). El encuentro entre los mandatarios de Chile, Colombia, Perú y México estará marcado por los relevos en la región y la sombra que proyectan el proteccionismo y la guerra comercial emprendida por Estados Unidos, lo que amenaza con lastrar el dinamismo que ha conseguido establecer una zona libre de aranceles al 92% entre estas cuatro naciones. La reunión de dos días contempla también un encuentro con el bloque de Mercosur. Los presidentes de Argentina, Brasil y Uruguay buscan tender un puente con sus homólogos para afianzar el comercio entre América Latina.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto, en el ocaso de su mandato, sirve de anfitrión al encuentro anual de la Alianza. A la cumbre fue invitado su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, quien desairó el encuentro este viernes al cancelar su asistencia, previamente confirmada, con la excusa de que no ha recibido la constancia que lo acredita como presidente electo. La presencia de López Obrador, quien hizo una campaña centrada en un mensaje nacionalista y con la intención de reforzar el mercado interno, iba a ser una de las grandes incógnitas por despejar de esta reunión. El futuro presidente de México deja ir una oportunidad para conocer de primera mano el bloque que en siete años ha llegado a representar la octava economía del mundo y de la cual México representa el 50% del PIB. “Es preocupante la cancelación”, asegura la académica Mary Carmen Peloche, del Tecnológico de Monterrey. “No significa una intención de abandonar el bloque, pero sí falta de interés y, sobre todo, de visión de su futuro Gobierno para con la Alianza”, considera.
Marcelo Ebrard, su propuesta para ocupar la secretaría de Relaciones Exteriores, acudirá a Vallarta en representación de López Obrador. El próximo canciller estará acompañado por Graciela Márquez, quien será la secretaria de Economía, y Jesús Seade, el jefe negociador del TLC para la Administración de Morena.
El colombiano Juan Manuel Santos, que deja el poder el 7 de agosto, entregará la presidencia pro témpore de la Alianza a su homólogo peruano, Martín Alberto Vizcarra, cuyo Gobierno sufre una crisis política que esta semana ha tocado al poder judicial. El Gobierno de Santos también ha invitado a su sucesor, Iván Duque, a acudir a la cumbre para atestiguar los procesos del mecanismo. Sin embargo, el futuro presidente colombiano no ha confirmado su presencia.
La reunión revisará los retos y metas del grupo hacia la agenda de 2030. Sin embargo, la abierta guerra comercial iniciada por Donald Trump con China abre nuevas posibilidades para la Alianza, que atrae 71% de proyectos de inversión de la región del sector automotriz; el 58% de textiles y el 57% de logística.
“El clima actual presenta una oportunidad debido a que las principales tareas del bloque son afianzar una relación con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN)”, afirma Peloche. Esta internacionalista considera además que los cuatro países pueden abarcar mercados que Estados Unidos ha descuidado con el giro proteccionista impulsado por el presidente republicano. El martes, los jefes de Estado de la Alianza tendrán actividades con los presidentes de los países que conforman el Mercosur. Los mandatarios dialogarán sobre cómo lograr fortalecer el mercado intrabloque, donde los sudamericanos pueden ser los grandes ganadores. La Alianza representa el 30% del mercado de Mercosur. En sentido contrario, la cifra se reduce a menos de 5%. “Mercosur puede aprender del Mercado Integrado Latinoamericano y de temas de innovación en materia económica y comercial, dos fortalezas de la AP”, apunta Peloche.
La reunión de alto nivel contará también con representantes de 55 países observadores, que buscan intensificar las relaciones. Desde hace algunos años, la Alianza busca promover la figura de Estado asociado, que se negocia con Australia, Nueva Zelanda, Singapur y Canadá. Los Gobiernos de Ecuador y Corea del Sur también han mostrado interés en iniciar el proceso de petición de adhesión al bloque.
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