La Comisión Europea sobre Cataluña: “La violencia no puede ser nunca instrumento político” | España | EL PAÍS
La Comisión Europea sobre Cataluña: “La violencia no puede ser nunca instrumento político”
El portavoz pide diálogo y dice confiar en el papel del presidente Rajoy para solucionar la crisis catalana
Bruselas
Imagen de una de las concentraciones del día 1 de octubre en la Plaza Cataluña. EN el vídeo, Margaritis Schinas, portavoz de la Comisión Europea. M. MINOCRI | ATLAS
Bruselas abandona la línea oficial mantenida hasta ahora sobre Cataluña para condenar los episodios de violencia registrados el domingo. La Comisión Europea ha criticado este lunes la violencia que se produjo durante la jornada del referéndum ilegal. “La violencia nunca puede ser un instrumento en política”, ha asegurado el portavoz del Ejecutivo comunitario durante una conferencia de prensa plagada de preguntas sobre la situación creada tras la jornada del domingo. El presidente de esta institución, Jean-Claude Juncker, se ha mantenido en contacto durante el fin de semana con el Gobierno español y mantendrá una conversación telefónica esta tarde con el presidente, Mariano Rajoy.
La decisión supone un giro rotundo respecto a la línea política mantenida hasta ahora: que los acontecimientos en Cataluña constituían una cuestión interna de España y que Bruselas instaba a respetar el orden constitucional. El mensaje supone un giro a su discurso tras las imágenes de la intervención policial que han circulado por todo el mundo. “La Comisión Europea cree que estos son tiempos para la unidad y la estabilidad, no para la división y la confrontación. Pedimos a todos los actores que se muevan de la confrontación al diálogo. La violencia nunca puede ser un instrumento político”, ha señalado el portavoz en una declaración leída en sala de prensa. Asimismo, ha añadido que Bruselas “confía en el liderazgo de Rajoy” para encauzar la situación.
A pesar de las numerosas preguntas que la declaración ha suscitado (cerca de una hora de preguntas y respuestas), el portavoz ha rehusado aclarar si el Ejecutivo comunitario estaría dispuesto a aceptar un papel de mediador, como le piden cada vez más voces. “La Comisión no tiene por el momento ningún papel”, ha señalado. Antes de incluir esta novedad en su discurso, Bruselas ha reiterado la respuesta ofrecida hasta ahora: que el referéndum no es legal, con la Constitución española en la mano, y que si un día Cataluña se desgajara de España mediante una consulta legal, "estaría fuera" de la UE.
La presión sobre la Comisión Europea crece ante la alarma de la opinión pública internacional, tras los más de 800 heridos del domingo en Cataluña. La reacción en toda Europa a las escenas de represión policial fue de shock, aunque tanto Bruselas como Berlín y París, los tres actores principales fuera de Barcelona y Madrid, mantienen una silente cautela. “El Gobierno español ha infraestimado la reacción europea”, apunta un análisis del laboratorio de ideas Eurointelligence, que vincula las algaradas en Cataluña con las tensiones relacionadas con el ascenso de fuerzas extremistas en todo el continente. Federico Santi, de Eurasia Group, ve “probable” una declaración unilateral de independencia en las próximas horas, y vaticina “una respuesta aún más fuerte de Madrid”, en lo que califica como “la peor crisis política e institucional desde 1980”.
Mensajes de condena
Antes de la intervención de Bruselas, varios Gobiernos ya habían empezado a romper con los mantras del “asunto interno” español relativos al desafío independentista catalán. Los Ejecutivos de Bélgica, Finlandia, Eslovenia y Lituania condenaron ayer la violencia y pidieron diálogo político. Berlín y París evitaron ayer el domingo a respaldar al Gobierno de Mariano Rajoy, más necesitado que nunca de esos apoyos internacionales pero con la imagen por los suelos después de las fotografías sobre las cargas policiales en las portadas de la prensa internacional.
El debate se traslada también al Parlamento Europeo. La cámara no llegó a pactar la semana pasada una iniciativa de los verdes para incluir Cataluña como uno de los temas de debate en el pleno de esta semana. Pero los episodios del domingo han modificado las posturas iniciales. Los socialistas intentan recabar apoyos para sacar adelante su propia propuesta, con el lema Constitución y Estado de derecho en España, a raíz de lo ocurrido en Cataluña. La izquierda minoritaria mantiene la suya, más centrada en condenar la respuesta del Estado ante el desafío catalán.
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