Irak lanza la operación militar para retomar posiciones kurdas en Kirkuk
Diez peshmergas de la región autónoma han caído en los combates nocturnos con soldados de Bagdad, según un alto cargo kurdo
Dubái
Las fuerzas federales iraquíes aseguran que han capturado varias posiciones al sur de la ciudad petrolera de Kirkuk que hasta ahora estaban en manos de las tropas kurdas, según un comunicado militar difundido este lunes por los medios iraquíes. Aunque el texto asegura que no se han producido enfrentamientos, los portavoces kurdos lo han negado y hay informaciones de intercambios de artillería. Un alto cargo kurdo ha asegurado horas después que han caído 10 milicianos peshmerga en los combates nocturnos, informa Frrance Presse. Supone un grave aumento de la tensión entre el Gobierno central de Irak y el de la región autónoma de Kurdistán tras el referéndum de independencia del mes pasado.
Miles de vecinos de los barrios kurdos de la ciudad de Erbil han emprendido la huida hacia Erbil y Suleimanya, según AFP.
El Mando de Operaciones Conjuntas de Irak, que agrupa a todas las fuerzas progubernamentales incluidas las milicias chiíes, asegura que está haciendo progresos para “restaurar la seguridad” en Kirkuk. Los lugares conquistados incluyen la base militar de Keiwan (K-1), una estación de la Compañía de Gas del Norte, una planta de procesamiento cercana, el polígono industrial y, el último, el aeropuerto, según el Ejército. “Los soldados siguen avanzando”, afirma el comunicado, según traducción de Reuters.
El anuncio se produce después de que la pasada madrugada concluyera la extensión del ultimátum que Bagdad dio al Gobierno de Erbil para que las tropas kurdas (Peshmerga) entregaran el control del aeropuerto de Kirkuk —recuperado este lunes—, la cercana base de K-1, los pozos de petróleo y los prisioneros del Estado Islámico (ISIS), según informó el sábado la cadena de televisión kurda Rudaw. El objetivo de las autoridades iraquíes es que el Ejército federal regrese a las posiciones que ocupaban antes de la llegada de los yihadistas, ante cuyo avance en 2014 huyeron dejando el terreno libre para los kurdos.
Durante el fin de semana, se han producido intensos esfuerzos para desactivar la crisis que corre el peligro de desatar una nueva guerra justo cuando la alianza de tropas tanto del Gobierno central como kurdas ha logrado imponerse sobre el ISIS. El presidente de Irak, el kurdo Fuad Masum, viajó a Kurdistán para tratar de buscar un punto de entendimiento. También ha estado en la región autónoma el influyente general iraní Qasem Soleimani, jefe de la fuerza Qods de los Pasdarán; su apoyo constituye el verdadero poder detrás de las milicias chiíes que presionan al primer ministro Haider al Abadi para avanzar sobre Kirkuk.
La única de las condiciones que los kurdos parecían dispuestos a considerar estos días era el cese del gobernador de Kirkuk, Najmaldin Karim, quien permitió que esa provincia participara en el controvertido referéndum a pesar de no ser parte de la región autónoma reconocida en la Constitución de 2005. Las riquezas petroleras de esa provincia constituyen desde entonces uno de los ejes de discrepancia entre ambas administraciones, ya que es reclamada tanto por Bagdad como por Erbil.
El gigantesco depósito de petróleo de Kirkuk, que se extiende a lo largo de un centenar de kilómetros, tiene tres campos de extracción. En 2008, los kurdos tomaron control de los pozos de Khormala, y cuatro años más tarde, en el caos de la ofensiva del ISIS, se hicieron con los de Baba y Avana. En conjunto suman unos 250.000 barriles de crudo diarios, que suponen el 40 % de las exportaciones kurdas. Los ingresos que reportan han contribuido a sostener las finanzas del Gobierno regional, privado de la cuota del presupuesto nacional acordada debido a sus diferencias con Bagdad. De momento, el petróleo cotiza al alza en los mercados internacionales.
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