La OCDE alerta de que la pobreza ha crecido “por la falta de empleo de calidad”
La organización eleva dos décimas la previsión de crecimiento para España, hasta el 2,5% para 2017
Madrid
Manifestación en Madrid contra la pobreza energética. CLAUDIO ÁLVAREZ | ATLAS
“España disfruta de una sólida recuperación económica”. Es la primera frase del estudio que la OCDE presenta en Madrid. Pero en la misma página también puede leerse que “el desempleo sigue situándose en niveles muy altos, sobre todo entre los jóvenes y los parados de larga duración”. Y prosigue: “La pobreza también ha aumentado, debido principalmente a la falta de empleo de calidad que proporcione suficientes horas de trabajo y unos ingresos adecuados”. La alerta del club de los países más industrializados del mundo se suma a la advertencia que lanzó hace un par de semanas Bruselas en la misma dirección: el crecimiento ha llegado a España, pero mucho cuidado porque se está dejando a muchos atrás.
El organismo, que dirige el mexicano Ángel Gurría, eleva dos décimas la previsión de crecimiento para España respecto al informe anterior publicado el pasado noviembre. Aumenta del 2,3% al 2,5% su pronóstico de aumento de PIB en 2017. Y augura que la economía se ralentizara algo en 2018 cuando prevé que la actividad económica avance un 2,2%.
Mejorar la calidad del empleo es una de las constantes del estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. En sus 66 páginas comienza subrayando la recuperación de España, que prevé prosiga en el futuro próximo a un “ritmo de crecimiento superior al 2%”, y sus motivos: las reformas (moderación salarial), la política monetaria del Banco Central Europeo, el bajo precio del petróleo y una cierta expansión fiscal en los últimos tiempos. Pero, a su entender, no todo está hecho. Las reformas deben continuar, la política fiscal no debe perder el horizonte de “una reducción gradual de la deuda pública" y el sistema tributario debe ser más eficiente (abolir exenciones en el IRPF y tipos reducidos de IVA, y subir los impuestos medioambientales).
“Es fundamental que España consiga incorporar a un mayor número de personas al mercado de trabajo”, enfatiza el estudio, que no olvida en ningún momento el elevado nivel de paro que hay en la sociedad española, “pero también debe centrarse en la calidad del empleo para asegurarse de que las ventajas del crecimiento se comparten en mayor medida entre la población”.
En el mismo párrafo, centrado en las heridas que la crisis ha dejado, puede leerse: “El mercado de trabajo se caracteriza por contar con una elevada proporción de trabajadores temporales, fundamentalmente jóvenes y empleados con sueldos bajos. Los jóvenes y los trabajadores con baja cualificación son quienes más sufren el desempleo, al tiempo que existen unos niveles muy elevado de desempleo de larga duración. Estos factores corren el riesgo de afianzar las desigualdades, incidiendo negativamente en el crecimiento futuro y en la cohesión social”, advierte.
Esa temporalidad, prosigue la OCDE, causa, entre otros males, “bajos niveles de productividad”. Este problema, ya viejo en España, también se debe a “una baja innovación empresarial, una asignación ineficiente de capital a empresas de baja productividad y unas barreras de entrada para quienes quieren crear y hacer crecer una empresa”. Para atajar la pobreza, el club, con sede en París, fija el objetivo de reducir el paro, “adoptar políticas más acertadas para reducir la pobreza y mejorar la calidad del empleo a través de una mejor cualificación”.
Entre 2007 y 2014, años que toma el informe como referencia, en España ha subido la pobreza relativa (personas que viven con menos de la mitad de la renta mediana disponible del conjunto de la población) del 14% a cerca del 16%, situándose por encima de la media de la que tienen los países que integran la organización. Y la desigualdad, siguiendo el índice de Gini, ha aumentado tanto que España, antes en línea con la media, ahora se sitúa entre los países que la superan.
Para amortiguar esto, la OCDE cree que hay camino por recorrer en las políticas de transferencia, que “son bajas y benefician generalmente a las población más acomodada”. “Las ayudas públicas para las familias son escasas”, critica, “el gasto social por niño es inferior al promedio de la OCDE y es especialmente bajo en la primera infancia”, continúa, páginas después de haber apuntado a la pobreza infantil como uno de los problemas de la sociedad española.
También ve margen la organización que dirige Gurría en las ayudas sociales de las comunidades autónomas, responsables de las políticas de servicios sociales, “en líneas generales, escasas y que tienen un alcance y una eficacia limitada”. Otro aspecto a mejorar son los subsidios de último recurso de desempleo -Renta Activa de Inserción, PREPARA o Programa de Activación para el Empleo- que deben mejorarse coordinarse. Una propuesta que hace el estudio es la de unir en un solo punto de atención los servicios de empleo, para los que pide más recursos y personal, y los servicios sociales.
La mejora de la situación pasa también por generar un “crecimiento más inclusivo” que reduzca el paro. Para eso, propone reformar las políticas activas y reducir cuotas sociales, especialmente la de los empleos indefinidos con sueldos peor pagados. Por ejemplo, propone mantener la exención sobre la cotización de los primeros 500 euros, pero solo para los sueldos peor pagados.
ABOGADOS, CONTABLES, INGENIEROS Y ARQUITECTOS, POCO PRODUCTIVOS
Las recomendaciones de organismos internacionales para que España haga una reforma de su mercado de servicios profesionales (abogados, arquitectos, ingenieros) son casi tan viejas como la exigencia de reformas laborales. Pero la diligencia de los gobiernos en un caso y en otro no ha sido el mismo. Esto se ve en el informe de la OCDE. Frente al aplauso que reciben las reformas que han provocado la “moderación salarial”, es decir, la laboral, aparece este comentario: “Las autoridades deben aprobar y aplicar la reforma de la liberalización de los servicios profesionales, prevista ya desde hace un tiempo pero aún pendiente de aprobación”.
La consecuencia, para la organización es que en España “la competencia sigue siendo débil en sectores que suministran insumos al sector empresarial, sobre todo en el sector de los servicios profesionales”. “Son considerablemente menos productivos que en otras economías”, apunta el think tank de países industrializados, apoyándose en un estudio de 2014. Detalla la OCDE que en España los abogados, los contables, los arquitectos y los ingenieros son menos productivos en el promedio de los países de la organización.
En el informe, divulgado este martes, también concreta como en las regulaciones de entrada en estas profesiones, España se sitúa por encima de países como Canadá, Italia, Alemania, Francia o Bélgica. En cambio, apunta que en códigos y regulaciones de conducta (precios o publicidad) se sitúa por debajo de muchos de estos mismos países, con la excepción de Italia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario