SIN UNA PIZCA DE SENTIDO COMÚN

el dispreciau dice: quiero ser optimista pero no puedo... la realidad apabulla tanto como la rutina y hay algo en el aire que indica que soplan malos vientos en el planeta Tierra... el occidente nazi-sionista le echa la culpa a Rusia, cuando le conviene, y a China, cuando le conviene, pero las evidencias indican un "todo lo contrario", donde los intereses en juego les impide pensar, o peor aún, les impide medir las consecuencias de tantos desatinos juntos... todo eso mientras mucho más de mil millones de personas pasan hambre del fiero... todo eso mientras mucho más de dos mil quinientos millones de personas comen de vez en cuando o se alimentan mal... todo eso mientras las corporaciones que se dedican a "concentrar" alimentos la gozan incrementando precios para emponderar el negocio del abarrotamiento a costillas de todos los que claman por algo tan elemental como "comer"... pero a las corporaciones no se les mueve un pelo y aseveran que ellos fabrican alimentos para quienes los puedan pagar, omitiendo que ellos mismos miserean a los productores que no son más que sus esclavos de ocasión... curiosamente, a los políticos tampoco se les mueve un pelo, demostrando que el cinismo y la hipocresía se han apoderado de cualquier cosa vinculada al poder en todos los rincones de la Tierra... 

quiero ser optimista pero no me dejan... los discursos hablan de una realidad que no es la que vive la gente... a las mujeres las matan por cientos y por miles y por cientos de miles en todo el mundo... un mundo donde los hombres se han olvidado que son nacidos de madre y sólo de ella... donde la violencia se ha vuelto rutina y donde los estados ausentes miran para el costado asintiendo que la "violencia" es buena, ya que ellos mismos generan y diseminan el terrorismo de estado, ése que atropella a los ciudadanos en sus derechos humanos y también en los ciudadanos, asegurando que los unos no son igual a los otros, y que las inequidades se justifican a partir del avance de las desigualdades... para ello se ha destruido a la familia, donde todos están en contra de todos, porque para comenzar están frustrados, luego aturdidos, más tarde cegados, y de tanta depresión, desesperados al no saber qué hacer con vidas que no tienen brújula, porque se están consumiendo en que no hay ocupaciones dignas, no hay posiciones laborales ciertas, no hay dones descubiertos para desarrollar talentos sin que haya condicionamientos monetarios... entonces el planeta humano vive "a la gorra", denigrándose a sí mismo, mientras el poder se caga de la risa del sufrimiento de los otros que representan el 99% de la población mundial...

pero mientras los jueces y los fiscales y las fuerzas de seguridad y los organismos oficiales se ríen de las víctimas de violencia, de inseguridad, de violación, de asesinato, de desprecio, de intolerancia, o de lo que mierda sea, los cadáveres se apilan sin que la sociedad humana atine a reaccionar en cadena para terminar con una clase dirigente que es inservible y funcional al poder supremo de Bruselas donde los nazis y sionistas han descubierto la importancia de ser socios en la tragedia de la humanidad... al tiempo que los heridos son muchos y las cargas íntimas muchas más, ya que no sólo no hay a quien acudir, tampoco es bueno hacerlo, a sabiendas que cuando la (in)justicia se mete, todo empeora de la mano de la desidia y del qué me importa consecuente a las soberbias académicas y al negocio de la injusticia en sí mismo...

pero sucede que miras para los costados y ves cosas aberrantes por todas partes... ya no sólo es cuestión de pobrezas, marginaciones, e indigencias... el hambre pesa sobre la consciencia de mucha gente que no aparece en ninguna estadística, que no puede esperar que a la clase política se le ocurra hacer algo... al tiempo que a esa misma clase política no se le cae una idea, porque están concentrados en sus propios bienestares y en sus capacidades de negociar la muerte ajena, lavándose las manos y cazando brujas o persiguiendo culpables de turno a sus conveniencias, que son las mismas que son funcionales a las estrategias corporativas...

y junto con la caída de puestos de trabajo... se aprecia un significativo deterioro laboral y edilicio en los hospitales públicos... y lo mismo en las escuelas... y lo mismo en los planos laborales... y lo mismo en la... entonces aparece el argumento de que falta plata y que no hay recursos, pero de planificar producción a cinco o diez años ni se habla, porque no interesa, porque el negocio financiero es mucho mejor que cualquier producción... entonces llegas a la conclusión que las inversiones productivas son una mentira más que coloca la zanahoria en el espacio sideral para que nadie la pueda alcanzar... mientras los miedos abundan a partir de la sociedad tumbera en las calles y en los estadios y en las empresas y en los sindicatos (que ya no representan a nadie) y en los partidos políticos, todos felpudos del poder corporativo que desciende haciendo del mundo humano una cloaca...

pero una vez más no hay a quien acudir... porque algunos se dedican a denunciar para evitar resolver por ellos mismos las necesidades insatisfechas de millones de personas despojadas de sus cosas y de sus derechos elementales... y detrás el periodismo que responde a los intereses corporativos, insultando la inteligencia social y la consciencia pública, una y otra vez, agrediendo gratuitamente a víctimas propiciatorias, para luego e inmediatamente enaltecer a los victimarios, quienes terminan siendo salvados por la puerta giratoria del garantismo y sus imprudencias jurídicas, que más temprano que tarde, se terminarán volviendo en su propia contra, porque así suceden las cosas, aún cuando el hombre no aprenda... no quiera aprender... no pueda aprender... o no quiera darse cuenta... 

junto con ello la droga avanza comiéndose a sociedades enteras... y lo mismo con el alcohol... y lo mismo con los psicotrópicos... pero el negocio puede más... y entonces nadie ve... nadie oye... y todo sigue igual para estar muchísimo peor... y seguir sin tener a quien recurrir...

en el otro extremo de la estupidez humana y de la democracia exterminada, aparecen Trump y Clinton, figuras que no resisten análisis alguno, ni siquiera en nombre de la democracia, ni tampoco de la república, porque el mundo demanda soluciones que el dueño de las corporaciones no está dispuesto a conceder... y por consiguiente, sus lacayos tampoco... y en medio de ello hay un evidente regreso al estatus de la guerra fría, sólo que ahora tiene una magnitud peligrosa por demás, porque está revestida de la inconsciencia propia de los dementes... dementes que curiosamente enseñan su inmoralidad desde el poder, demostrándole al mundo que se inescrupuloso es bueno, porque proporciona bienestares y placeres suficientes como evitar atender los gritos de los que van siendo devorados por el "sistema"...

en este punto, nadie del poder es creíble, y eso es mucho más que malo... podría decirse que es catastrófico... y junto con ellos, nadie del periodismo corporativo lo es... porque manipulan la desesperación de las personas indefensas para luego incrementar sus negocios con los "exterminadores" de destinos ajenos... un lavadero de grandes rentas según los resultados alcanzados por pocos en contra de los muchos... 2017 viene pintando mal... demasiado mal... pero todo indica que lo malo del 2017, ya hoy mismo, se traduce como hecatombe... no porque lo diga yo, sino porque las evidencias ya han dado forma a un tsunami que nada ni nadie podrá detener... justamente, porque el poder no quiere hacerlo, ya que le conviene el negocio de la catástrofe... detente un minuto y mira Haití... es buen ejemplo celular de lo que viene en trayectoria de curso global... te lo digo de otra forma: "sálvese quien pueda" o "arreglate como puedas"... total, el problema ya no forma parte del estado de derecho que dejó de existir cuando Bruselas se dio cuenta que podía vivir de las deudas de los pobres y de los despojados... OCTUBRE 20, 2016.-

ALGO anda MUY MAL en el coco humano, pero mucho peor anda el alma de los que ostentan el poder sin una pizca de sentido común.