Multa de 5.200 millones para seis bancos por manipular las divisas
El Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Reserva Federal sancionan a JPMorgan, Citigroup, Barclays, RBS, Bank of America y UBS
SANDRO POZZI Nueva York 20 MAY 2015 - 11:37 CEST
El Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Reserva Federal cerraron un pacto con cinco de los mayores bancos del mundo, por el que serán sancionados con una multa combinada de 5.775 millones de dólares (unos 5.200 millones de euros) por haber manipulado durante cinco años el tipo de cambio de las divisas. Es la segunda reprimenda derivada de esta investigación en menos de seis meses. Esta vez admiten además su culpabilidad en el fraude, lo que puede llevar a acciones penales contra sus empleados.
Las entidades que firman el pacto son las estadounidenses JPMorgan Chase y Citigroup, las británicas Barclays y Royal Bank of Scotland, Bank of America y la suiza UBS. Son cinco nombres que ya se escucharon años atrás a raíz del empaquetado de deuda de baja calidad que está en el centro de la última crisis financiera y que volvieron a ser citados en la investigación por la manipulación en el tipo de interés interbancario.
De la cifra total anunciada este miércoles, 2.500 millones de dólares son en concepto de "sanción penal", una cantidad sin precedentes que se ajusta a la escala de este "cártel" en el mercado de divisas. A esta cantidad se le suman 1.800 millones que impone en paralelo la Reserva Federal. En el pacto participan también otras agencias reguladoras. Se calcula que el beneficio ilícito por estas operaciones ascendió a los 10.000 millones.
Barclays es la que sufre el mayor castigo, con 2.400 millones de multa, porque en su caso incluye 1.300 millones para cerrar la investigación con el departamento de servicios financieros de Nueva York, el regulador del mercado de futuros en EE UU y la autoridad de la conducta financiera en Reino Unido. Citigroup abonará 1.267 millones y mientras que JP Morgan es sancionada con 892 millones. En el caso de RBS la multa asciende a 669 millones y a 342 millones para UBS. La Fed también sanciona por su parte a Bank of America con 205 millones.
El acuerdo, que lleva meses negociándose, fue anticipado por varios medios financieros en Wall Street tras el cierre del mercado. En la investigación, que duró dos años, participó la autoridad financiera británica. El caso tiene su origen en los mensajes que se cambiaron los operadores de bancos rivales con información confidencial sobre los movimientos de sus clientes, que utilizaron para pactar estrategias y limitar las pérdidas.
El mercado de cambio mueve cada día cerca de 5,3 billones de dólares. El montante final de la sanción debe anunciarse previsiblemente durante la jornada de este miércoles, según indican varias fuentes, sobre la base de lo pactado por cada banco. Es uno de los pocos casos de alto perfil que Eric Holder no pudo cerrar antes de abandonar Justicia, y que heredó la fiscal general Loretta Lynch.
Lynch insistió en que esta "severa" reprimenda debe ser un "recordatorio" de que se va a perseguir a cualquier entidad de Wall Street o empleado que "use el sistema financiero en su favor" e "inflar" los beneficios de sus compañías en perjuicio de sus clientes y del consumidor en general. Explicó que los miembros de esta trama ilícita crearon un chat para comunicarse con un lenguaje que les permitió escapar de los controles.
El hecho de que estas grandes entidades admitan de forma coordinada que cometieron un fraude con esta trama no tiene precedentes y está por ver como puede afectar a las operaciones de los bancos extranjeros en EE UU. UBS evita la reprimenda por la vía penal al gozar de inmunidad por haber alertado a las autoridades del problema, aunque en su caso se le eleva la multa que pactó en 2012 por la manipulación del tipo interbancario Libor.
Por su parte, Barclays ya anunció que puso en reserva 3.200 millones para hacer frente a los costes legales de esta investigación y podría ser la que reciba la mayor parte de la reprimenda. El supervisor del mercado de futuros de EE UU y la autoridad que en Reino Unido regula la conducta en el sector financiero ya anunciaron en noviembre una sanción de 4.300 millones contra seis entidades, en un pacto en el que participó también el supervisor de las operaciones con divisas.
De aquel pacto repiten ahora JP Morgan Chase, Citigroup, RBS y UBS. Además, se actuó contra HSBC. Barclays, sin embargo, optó por descolgarse del acuerdo por problemas con el regulador en Nueva York. Entonces se acusó a las entidades de no haber aplicado los controles internos para evitar que sus operadores pusieran los intereses del banco por delante del de sus clientes y reducir el riesgo.
El 40% del negocio del mercado de divisas realiza en Londres y una 20% en Nueva York. Los controles internos que aplican los bancos a estas operaciones son claves para evitar que los operadores puedan verse tentados a realizar conductas abusivas cuando realizan estas transacciones. El fraude del tipo de cambio tuvo lugar entre diciembre de 2007 y octubre de 2013.
UBS pagará 495 millones
El banco suizo UBS deberá pagar 545 millones de dólares (495 millones de euros) a las autoridades de EEUU para zanjar su implicación en el escándalo de manipulación de los tipos de cambio en el mercado de divisas, según ha anunciado la entidad en un comunicado.
Como resultado de los acuerdos alcanzados con el Departamento de Justicia (DoJ), la Reserva Federal y el Departamento de Banca de Connecticut (CTDOB), UBS no deberá afrontar cargos criminales por su conducta en el mercado de divisas.
Asimismo, la entidad helvética se beneficiará de inmunidad condicional en la investigación por colusión de las autoridades 'antitrust' como reflejo del papel jugado por la primera entidad en reportar potenciales malas prácticas as al DoJ y la plena cooperación con las autoridades.
No obstante, UBS ha aceptado declararse culpable de manipulación del indicador Libor, por lo que abonará una multa de 203 millones de dólares (184 millones de euros) y quedará sometido "a un periodo de prueba" de tres años.
Por otro lado, la entidad abonará una sanción de 342 millones de dólares (311 millones de euros) a la Reserva Federal de EEUU y acometerá una serie de reformas. UBS subrayó que ha provisionado completamente estas cantidades, por lo que los acuerdos alcanzados no tendrán impacto financiero alguno en sus resultados del segundo trimestre.
"La conducta de un pequeño número de empleados fue inaceptable y hemos adoptado las medidas disciplinarias apropiadas", declaró el presidente de UBS, Axel Weber, quien subrayó que fue la propia entidad la que "autodetectó" esta situación y la puso en conocimiento de las autoridades.
"Nuestras acciones demuestran nuestra determinación de seguir una política de tolerancia cero con las malas prácticas y el deseo de fomentar la cultura correcta dentro de nuestra industria", añadió el expresidente del Bundesbank.
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