jueves, 28 de marzo de 2013

LOS MIEDOS || Sembradores de miedo | Opinión | EL PAÍS

Sembradores de miedo | Opinión | EL PAÍS

EDITORIAL

Sembradores de miedo

Facturar las crisis bancarias a los depositantes como regla es un error contrario al euro


Si el formato del rescate de Chipre, con una cuantiosa quita en los depósitos superiores a 100.000 euros, se convierte en modelo general para futuras crisis bancarias en la Unión Europea, es como para inquietarse gravemente por el futuro de la unión monetaria. Que ello está en los planes de los dirigentes comunitarios lo apuntó primero el torpe e incompetente presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, un individuo que no duda en conculcar las directivas europeas que debe aplicar, por lo que su continuidad supone un peligro para la eurozona. Pero la propia Comisión confirmó que el principio de la inseguridad de los depósitos forma parte de sus borradores para el fondo de resolución bancaria, un organismo clave, junto al de supervisión, para la futura unión bancaria.

La propuesta supone, formulada con carácter general, un error. Es lógico que en caso de quebranto de un banco sus accionistas pierdan todo su capital, y enseguida sus bonistas. Pero incluir sin más a los depósitos en la secuencia de activos responsables carece de sentido jurídico, porque un depósito difiere esencialmente de una inversión. Por eso solo puede someterse al riesgo de pérdida en casos especialísimos, como el de Chipre, pues la cuantía, el tipo de interés con que se remuneraban y otras circunstancias venían a equipararlos entre sí.

También resulta peligroso su impacto económico, pues la expropiación de depósitos, o su sola contemplación, es susceptible de sembrar el pánico y la tormenta financiera en el área del euro. Además, una norma así puede atentar contra la neutralidad debida y distorsiona el mercado, al desviar a los clientes hacia cierto tipo de bancos de determinados países.
El coste de las crisis bancarias debe recaer primero sobre sus responsables y dueños, antes que sobre el contribuyente. Usar la base de pruebas del caso chipriota para colgar ese coste del bolsillo de los depositantes —primero de los modestos y al cabo solo de los más ricos— no solo es imprudente, también es inmoral. Y acudir a este sendero como atajo para diluir la recapitalización directa de bancos, la potencia del fondo europeo de rescate y la ambición de la unión bancaria en ciernes, minimizando la ineludible mutualización de responsabilidades, sería una marcha atrás imperdonable.

Casi como las demás empresas, los bancos han de poder quebrar, desguazarse o recapitalizarse, según convenga en cada caso, y sin predeterminación. De lo contrario, el incentivo a la gestión irregular o disparatada (el riesgo moral) se dispara. De hecho, muchos bancos echan el cierre cada año en muchas partes del mundo, notoriamente en Estados Unidos. Pero a nadie se le ocurre, como al lenguaraz presidente del Eurogrupo, aterrorizar a clientela y mercados. No lo hizo el Gobierno holandés cuando capotaba el ING, ni el alemán cuando inyectó 18.200 millones de euros del contribuyente para salvar al gigantesco Commerzbank.


el dispreciau dice: así como los realitys han impuesto la costumbre del conflicto en escena, en escenario, como mecanismo de vida, de ocupar espacios, de despreciar a los otros para recibir un premio por exhibir y demostrar la condición de imbécil... así como hay guiones televisivos que, por carencia de ideas, han establecido la guerra entre los sexos, los ninguneos, y las burlas, como herramientas de vida que dan sustento a los ignorantes e incapaces... del mismo modo, los estados ausentes y las corporaciones vacías, han inventado las crisis para robar las ilusiones y las esperanzas a las personas que viven de sus esfuerzos y sus voluntades, y no tienen más que eso (esfuerzos y voluntades, o bien voluntades y esfuerzos). Desde hace algunos años han ido acostumbrando a la población mundial a un estado de crisis secuencial, perfectamente diseñado bajo las estrategias sostenidas por el FMI, el Banco Mundial, los socios y miembros de Davos, y numerosos inútiles que viven como parásitos de la humanidad... chupándoles las sangres a través de destinos hipotecados. Tuvieron éxito en su primer intento que trajo como consecuencia a la Segunda Guerra Mundial... después del hecho aberrante, descubrieron que la venta de armas servía a las finalidades corporativas, a lo que más tarde agregaron el tráfico de esclavos (negocio que se ha ido ampliando), y el suculento negocio de la producción y tráfico de drogas, cuyos lavados permiten subsistir a los reinos quebrados, a los virreinos asociados, y a diversos hados que se han ido consumiendo las democracias, las repúblicas, y hasta las dictaduras, imponiendo el modelo del "infierno para todos", aquí mismo en la Tierra. Dado que últimamente las fórmulas no les están brindando los resultados esperados, se están ensañando con los "descartables" de la población mundial, e intentan imponer el miedo como mecanismo de supervivencia de los espíritus más despreciables, los banqueros, los agentes de bolsa, los funcionarios de corporaciones, los funcionarios obsecuentes de gobiernos esencialmente aberrantes, los funcionarios de organismos internacionales que regulan para asaltar y luego negar... y agréguele Usted los etcéteras que desee... todos, bien conocidos y hasta bien identificados. Sucede que cuando las gentes, es decir, "los descartables"... ya no tienen nada que perder... los miedos se evaporan... y no habiendo miedos, las reacciones sociales se encadenan hasta exterminar a los esclavizadores... así ha sido siempre... y así se repetirá esta vez... aún cuando los ignorantes en uso y abuso del poder, no lo crean. Marzo 28, 2013.-

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