miércoles, 27 de marzo de 2013

ENTRE EL HAMBRE Y LA VERGÜENZA || “He visto familias que pasan hambre por vergüenza” | Sociedad | EL PAÍS

“He visto familias que pasan hambre por vergüenza” | Sociedad | EL PAÍS

“He visto familias que pasan hambre por vergüenza”

El Defensor del Pueblo andaluz publica un libro sobre sus experiencias con los excluidos



José Chamizo de la Rubia, sacerdote español, Defensor del Pueblo Andaluz desde 1996 hasta la actualidad. / BERNARDO PÉREZ

Días atrás José Chamizo hizo lo que no había hecho nunca en sus 16 años como Defensor del Pueblo andaluz. Apagó el ordenador y se fue a estirar los nervios. Por primera vez en 16 años se sintió sobrepasado con el encadenamiento de mensajes en los que bajo la desesperación del remitente se traslucía la amenaza de suicidio.

A la oficina de un Defensor siempre llegan gritos desesperados. Haya vacas flacas o vacas gordas. Y el sacerdote José Chamizo de la Rubia (Los Barrios, Cádiz, 1949) conoce otros tiempos duros, en los ochenta, en los noventa. Que su experimentada voz sostenga que esta crisis es diferente encoge más que las tinieblas que periódicamente el comisario Olli Rehn promete a los españoles. Que no se le ve fin. Que cada día que pasa pisa más firme, como si hubiera venido para quedarse. Que se está llevando por delante a la clase media. “Veo cómo familias típicas con dos hijos universitarios están bajando la escalera hacia la exclusión y entrando en depresiones terribles porque creen que su vida ha sido un fracaso”.

De gentes así, venidas a menos, y de gentes casi nunca idas a más habla en su libro ¿Quién ha dicho que vivir sea fácil? (Espasa), una mezcla de memorias, reflexiones y guía sobre su trabajo con presos, menores, prostitutas, mayores, discapacitados, inmigrantes y todos los desheredados de la tierra. Si piensan que tal combinación deriva en un océano de lágrimas, se equivocan. Chamizo conjura ese riesgo con su habitual humor, que logra arrancar risas con la peripecia de Manuel, un sin techo que le pide trabajo durante años y se indigna cuando el Defensor le encuentra un empleo para recoger fresas en Huelva porque él aspira a algo de ocho a tres.

Hubo tiempos en los que hasta un mendigo soñaba con ser funcionario por las mañanas. Ahora Chamizo negocia con los bancos salidas para desahuciados y atiende a pudorosas clases medias: “Tienen que pedir ayuda si la necesitan. No es un tópico, hemos encontrado familias que pasaban hambre porque les daba vergüenza pedir”.

Nuevos caballos de batalla. “A mi vida le da sentido servir a la gente, ya sea como defensor, párroco o en una ONG, a las que sin duda volveré”, cuenta antes de que se incorpore al almuerzo su adjunto, Luis Pizarro. Tampoco le da grandes vueltas al futuro porque siempre le ha salido por la tangente. Se veía como profesor de Teología —se licenció en Historia de la Iglesia en Roma— y un toxicómano, Rafi, le torció el rumbo mientras se estrenaba como cura en una parroquia del Campo de Gibraltar, una comarca gaditana diezmada por la heroína en los ochenta. “Vivir es apasionante, pero complicado. Yo también he tenido épocas de dificultades personales y económicas, aunque luego la vida se ha ido organizando”.

Tampoco pensó que se convertiría en Defensor del Pueblo andaluz en 2006 y ahí sigue, aunque ahora con carácter interino, quizás el peaje de haberle espetado a los políticos en junio pasado: “La gente está hasta el gorro de todos ustedes”. En su boca, que se ha distinguido por una diplomacia de filigrana vaticana, sonó a filípica sobrenatural. “Soy consciente de que el tiempo termina, pero me gustaría irme cuando se acabe la fase más aguda de la crisis”. En broma, o tal vez no, sentencia: “He nacido para esto”.


el dispreciau dice: a alguien le sirve, estoy convencido de ello... entiendo que no son muchos, pero seguramente les sirve... les sirve dominar a través de las pobrezas, de las marginaciones, de las indigencias, y mucho más, si cualquiera de ellas se asocia con la ignorancia, ya que ésta (ignorancia) se asocia con la violencia, tal útil para los fines políticos de imponer miedos a través de la inseguridad ciudadana, por ende social, por ende jurídica... entonces, ya son unos cuantos a los que les sirve el "modelito". Más hambre... más dominados... gentes atrapadas en sus vergüenzas, en temores a ser despreciados por terceros que nunca faltan, hipócritas que hacen el ridículo viviendo en él... cínicos que hacen del cinismo un culto... te sonrien... pero en cuanto te alejas dos pasos hacen de tu vida una caldera, descalificando, difamando, ya que ése es el negocio que los mantiene con vida. Raro este mundo humano... sucede que antes, no hace tanto, no eran "tantos" los que estaban marginados, empobrecidos por inducción de los estados ausentes, pero resulta que ahora, a pesar de las falsas y falaces estadísticas de las Naciones Unidos... más de dos tercios de la población mundial padecen algún tipo de esclavitud, o están sometidos a algún tipo de dominación, sea por hambre, sea por falta de agua, sea por carencia de recursos suficientes para poder acceder a la salud o a la educación, o a ambas... pero no es lo único, claro está, les quitan los techos, les roban las casas, les hipotecan los futuros, les condicionan los destinos... y cuando te "afanan" (roban) la dignidad... detrás no queda nada. Se ve lo ve en la Argentina como en España, se lo ve en Venezuela como en cualquier país de la América Central, en México, en Brasil, y desde luego en Asia, en África, en... y Dios mío, qué asco todo esto!. Al mundo le queda apenas un tercio de población incluída en el sistema económico perverso, inventado por el FMI y sus socios corporativos, mafias de billetes falsos y títulos robados... se habla de capitalismo, pero en verdad es no más que un mecanismo de dominación imperial, sólo que esta vez el imperio no tiene nombre de país... son personas sin escrúpulos que viven de las incapacidades de las clases políticas, de las corrupciones de los reyes, los virreyes, los príncipes, los duques, los condes... todos ellos cazadores de especies indefensas y en extinción... incluyendo en ellas, al propio humano. Usted pensará...madre mía!, visión apocalíptica... NO, antes bien, es una visión bien real... que no se siente, ni se ve, ni tampoco se percibe, hasta que uno la padece, la sufre en carne propia, sin atenuantes. La raza humana viene perdiendo humanismo... viene perdiendo "sociedad"... viene perdiendo "tribu"... viene perdiendo vínculos... viene perdiendo valores... al sólo efecto de darle de comer a las corrupciones corporativas y políticas que funcionan en bloque protectivo. Para ello, la humanidad viene ganando exclusión, viene ganando hambre, viene ganando ignorancia... es decir, viene ganando todo aquello que la hace perder y verse dominada. ¿Sirve?... NO a la humanidad... SÍ a algunos perversos en uso y abuso de la injusticia reinante. Esta crisis es un invento de las conveniencias... NO más que eso... la avaricia es una pobreza mayúscula, al igual que la angurria o el desprecio... cuidado poderes!, las gentes se han dado cuenta y están reaccionando, y cuando la reacción se encadena y se desata... es imparable... aún cuando "compren" custodias y logren obsecuencias militares. Marzo 27, 2013.-

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