Bruselas extiende a toda Europa la protección de víctimas de maltrato
Los países emitirán un certificado de reconocimiento automático en la UE
Lucía Abellán Bruselas 8 MAR 2013 - 21:39 CET45
Europa completó ayer el engranaje que permitirá garantizar a las víctimas, especialmente las de maltrato, una protección equiparable en todos los países miembros. Los ministros de Justicia desbloquearon el último eslabón de la cadena para aplicar plenamente la llamada euroordende protección a las víctimas, en vigor desde 2010. Con esta medida, las autoridades judiciales de los 27 Estados comunitarios reconocerán de manera automática la orden expedida por cualquier país miembro, algo que hasta ahora no ocurría por los diferentes tratamientos (civil, penal o administrativo) que cada territorio aplicaba a estos procedimientos.
“Las víctimas de la violencia de género no solo se verán protegidas en su país, sino que se llevarán la protección consigo al trasladarse por Europa. Este ha sido un regalo de los ministros de Justicia en el Día de la Mujer”, agradeció la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, al término del Consejo de Justicia. El texto aprobado ayer es definitivo y solo queda que el Parlamento Europeo lo ratifique, algo que hará en primera instancia el próximo 19 de marzo.
Seguramente Cospedal, no ha padecido discriminación, dijo la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, quien defendió la discriminación positiva para avanzar hacia una sociedad igualitaria. Pero “hay millones de mujeres en el mundo que sí la sufren y sí la sienten, y sus afirmaciones son casi un insulto para todas ellas”, continuó. “A lo largo de la historia nos han llamado de todo, desde tontas a floreros”, y lo de Cospedal fue un insulto más, dijo la secretaria de Igualdad de UGT, Almudena Fontecha. “Este es el discurso que siempre han utilizado los hombres”, se quejó la presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo. Tanto ella como la directora ejecutiva de la Federación Española de Mujeres Progresistas, Rosa Escapa, defendieron las cuotas como un medio en el camino de la igualdad.
La principal ventaja de lo acordado reside en el “reconocimiento automático” de las órdenes de protección emitidas por cada país, según recoge el documento de conclusiones. Las autoridades del territorio donde reside la víctima emitirán, de oficio o a petición de esta, un certificado común muy básico en el que figure la identificación de la víctima, la de la persona o personas de las que necesita protegerse, el tipo de protección adoptada (por ejemplo, un alejamiento) y la fecha en que ha entrado en vigor. También existirá un modelo común para revocar esa orden, en caso de que el riesgo desaparezca.
El avance tiene un efecto potencial importante en toda Europa. Aunque no hay cifras precisas, las instituciones comunitarias estiman que cada año se dictan más de 100.000 órdenes de protección en los países comunitarios, la mayoría por violencia de género. La Comisión Europea estima que hasta un 15% de la población comunitaria corre el riesgo de convertirse en víctima. En el caso del maltrato, el 15% de las mujeres europeas han sufrido abusos domésticos en algún momento de su vida, según datos del Consejo de Europa.
“Lo aprobado por los ministros es una buena noticia porque desbloquea una medida que llevaba tiempo parada. Es satisfactorio para el Parlamento porque recoge todos los elementos que consideramos necesarios: implicación de la sociedad civil, de las ONG, el primer contacto de los funcionarios con las víctimas...”, explica Teresa Jiménez-Becerril, una de las eurodiputadas más implicadas en las normas sobre protección de víctimas.
La euroorden encontraba hasta ahora barreras para aplicarse plenamente, según detalla la diputada del Partido Popular Europeo, porque fue pensada para aplicarse en procesos penales mientras que en países tan significativos como Alemania, Francia y Luxemburgo la protección de víctimas se tramita por la vía civil porque es más ágil. El reglamento aprobado ayer da cobertura a los procesos civiles y se aplicará directamente, sin necesidad de que los Estados legislen. De esa forma, ningún juez podrá objetar al reconocimiento de una orden emitida por otro país miembro, como ocurría hasta ahora. La entrada en vigor, no obstante, aún tardará en llegar.
“Las víctimas de la violencia de género no solo se verán protegidas en su país, sino que se llevarán la protección consigo al trasladarse por Europa. Este ha sido un regalo de los ministros de Justicia en el Día de la Mujer”, agradeció la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding, al término del Consejo de Justicia. El texto aprobado ayer es definitivo y solo queda que el Parlamento Europeo lo ratifique, algo que hará en primera instancia el próximo 19 de marzo.
Elena Velenciano: "Cospedal insulta a las mujeres"
EL PAÍS / AGENCIAS
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, recibió ayer un rosario de críticas por sus polémicas declaraciones de la víspera, cuando dijo que considera “machista” y “ofensivo” que una mujer entre en política por cuotas. En el Día Internacional de la Mujer, sus palabras cobraron más resonancia.Seguramente Cospedal, no ha padecido discriminación, dijo la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, quien defendió la discriminación positiva para avanzar hacia una sociedad igualitaria. Pero “hay millones de mujeres en el mundo que sí la sufren y sí la sienten, y sus afirmaciones son casi un insulto para todas ellas”, continuó. “A lo largo de la historia nos han llamado de todo, desde tontas a floreros”, y lo de Cospedal fue un insulto más, dijo la secretaria de Igualdad de UGT, Almudena Fontecha. “Este es el discurso que siempre han utilizado los hombres”, se quejó la presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo. Tanto ella como la directora ejecutiva de la Federación Española de Mujeres Progresistas, Rosa Escapa, defendieron las cuotas como un medio en el camino de la igualdad.
El avance tiene un efecto potencial importante en toda Europa. Aunque no hay cifras precisas, las instituciones comunitarias estiman que cada año se dictan más de 100.000 órdenes de protección en los países comunitarios, la mayoría por violencia de género. La Comisión Europea estima que hasta un 15% de la población comunitaria corre el riesgo de convertirse en víctima. En el caso del maltrato, el 15% de las mujeres europeas han sufrido abusos domésticos en algún momento de su vida, según datos del Consejo de Europa.
“Lo aprobado por los ministros es una buena noticia porque desbloquea una medida que llevaba tiempo parada. Es satisfactorio para el Parlamento porque recoge todos los elementos que consideramos necesarios: implicación de la sociedad civil, de las ONG, el primer contacto de los funcionarios con las víctimas...”, explica Teresa Jiménez-Becerril, una de las eurodiputadas más implicadas en las normas sobre protección de víctimas.
La euroorden encontraba hasta ahora barreras para aplicarse plenamente, según detalla la diputada del Partido Popular Europeo, porque fue pensada para aplicarse en procesos penales mientras que en países tan significativos como Alemania, Francia y Luxemburgo la protección de víctimas se tramita por la vía civil porque es más ágil. El reglamento aprobado ayer da cobertura a los procesos civiles y se aplicará directamente, sin necesidad de que los Estados legislen. De esa forma, ningún juez podrá objetar al reconocimiento de una orden emitida por otro país miembro, como ocurría hasta ahora. La entrada en vigor, no obstante, aún tardará en llegar.
No hay progreso sin la mitad de la población
La igualdad de sexos es crucial en los objetivos de la política exterior de EE UU
Durante mi primera semana como secretario de Estado de Estados
Unidos, tuve el honor de reunirme con un grupo de birmanas valientes.
Dos habían sido presas políticas, y a pesar de haber padecido todas
increíbles dificultades en sus vidas, cada una estaba comprometida con
seguir adelante: seguir adelante para ofrecer educación y formación a
niñas, buscar trabajos para las paradas y propugnar mayor participación
en la sociedad civil por parte de la mujer. Estoy seguro que seguirán
siendo potentes agentes de cambio y que llevarán el progreso a sus
comunidades y su país en los próximos años.
Son oportunidades como esta las que nos recuerdan por qué es tan vital que Estados Unidos siga trabajando con Gobiernos, organizaciones y personas en todo el mundo para proteger y hacer avanzar los derechos de las mujeres y las niñas. Después de todo, al igual que en nuestro propio país, los problemas económicos, sociales y políticos más urgentes del mundo no pueden resolverse sin la plena participación de la mujer.
Según el Foro Económico Mundial, los países en que los hombres y las mujeres se aproximan más a una igualdad de derechos son mucho más competitivos económicamente que aquellos en los que la división entre los sexos ha dejado a las mujeres y las niñas con un acceso limitado o nulo a la atención médica, la educación, los cargos elegidos y al mercado. Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura calcula que si las agricultoras tuvieran el mismo acceso a las semillas, los fertilizantes y la tecnología que los hombres, el número de personas malnutridas en el mundo se reduciría de 250 millones a 150 millones de personas.
Sin embargo, en demasiadas sociedades y hogares se infravalora a las mujeres y las niñas, privándoles de oportunidades para ir a la escuela, y forzándoles a casarse siendo niñas. Demasiadas vidas han sido perdidas o cambiadas para siempre a causa de la violencia de género. Como padre de dos hijas, no puedo ni imaginar el dolor sufrido por los padres de la joven conocida como Nirbhaya, la estudiante de medicina de 23 años que fue asesinada en un autobús en Nueva Delhi simplemente por ser mujer; ni la angustia de los padres de Malala Yousafzai, la niña paquistaní tiroteada por extremistas al ir ella también a bordo de un autobús, simplemente por querer asistir a la escuela. Me inspira el compromiso de Malala, sin arredrarse, para con su causa, la resolución de Nirbhaya, aún moribunda, por llevar a sus atacantes ante la justicia, y el valor de sus padres al levantar sus voces en nombre de sus hijas y de todas las mujeres.
Ningún país puede progresar si deja atrás a la mitad de su población. Por eso, Estados Unidos considera la igualdad de sexos como un aspecto crucial de nuestros objetivos compartidos de prosperidad, estabilidad y paz. Por esa razón, invertir en mujeres y niñas en todo el mundo es clave en la política exterior de Estados Unidos.
Invertir en la formación y acompañamiento de mujeres emprendedoras para que puedan no solo levantar a sus propias familias, sino también hacer que crezcan las economías de sus países. Invertimos en la educación de las niñas para que puedan eludir el matrimonio forzado a una edad temprana, romper el ciclo de la pobreza, y convertirse en líderes de sus comunidades y en ciudadanas activas. Aumentar el nivel educativo de las niñas y las mujeres, así como su acceso a los recursos, también redunda en más salud y educación para la próxima generación.
Trabajamos con aliados en todo el mundo para mejorar la salud materno-infantil, fortalecer a las agricultoras e impedir y abordar la violencia de género, porque beneficia a todas las sociedades contar con mujeres sanas y seguras que pueden aportar su trabajo, su liderazgo y su creatividad a la economía mundial.
Los diplomáticos estadounidenses están trabajando en todas partes del mundo para integrar a las mujeres plenamente en negociaciones de paz y esfuerzos de seguridad, ya que poner las experiencias, preocupaciones y la perspicacia de las mujeres sobre la mesa puede ayudar a impedir futuros conflictos y construir una paz más duradera.
Hoy, Día Internacional de la Mujer, es un día de celebración. Es también un día en que cada uno de nosotros debemos renovar nuestro compromiso con poner fin a la desigualdad que impide el progreso en cada rincón del mundo. Podemos y debemos dedicarnos a este fin para que nuestras hijas puedan ir en autobús a la escuela, para que todas nuestras hermanas puedan realizar su gran potencialidad, y para que cada mujer y niña pueda desarrollarse plenamente.
Son oportunidades como esta las que nos recuerdan por qué es tan vital que Estados Unidos siga trabajando con Gobiernos, organizaciones y personas en todo el mundo para proteger y hacer avanzar los derechos de las mujeres y las niñas. Después de todo, al igual que en nuestro propio país, los problemas económicos, sociales y políticos más urgentes del mundo no pueden resolverse sin la plena participación de la mujer.
Según el Foro Económico Mundial, los países en que los hombres y las mujeres se aproximan más a una igualdad de derechos son mucho más competitivos económicamente que aquellos en los que la división entre los sexos ha dejado a las mujeres y las niñas con un acceso limitado o nulo a la atención médica, la educación, los cargos elegidos y al mercado. Asimismo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura calcula que si las agricultoras tuvieran el mismo acceso a las semillas, los fertilizantes y la tecnología que los hombres, el número de personas malnutridas en el mundo se reduciría de 250 millones a 150 millones de personas.
Sin embargo, en demasiadas sociedades y hogares se infravalora a las mujeres y las niñas, privándoles de oportunidades para ir a la escuela, y forzándoles a casarse siendo niñas. Demasiadas vidas han sido perdidas o cambiadas para siempre a causa de la violencia de género. Como padre de dos hijas, no puedo ni imaginar el dolor sufrido por los padres de la joven conocida como Nirbhaya, la estudiante de medicina de 23 años que fue asesinada en un autobús en Nueva Delhi simplemente por ser mujer; ni la angustia de los padres de Malala Yousafzai, la niña paquistaní tiroteada por extremistas al ir ella también a bordo de un autobús, simplemente por querer asistir a la escuela. Me inspira el compromiso de Malala, sin arredrarse, para con su causa, la resolución de Nirbhaya, aún moribunda, por llevar a sus atacantes ante la justicia, y el valor de sus padres al levantar sus voces en nombre de sus hijas y de todas las mujeres.
Ningún país puede progresar si deja atrás a la mitad de su población. Por eso, Estados Unidos considera la igualdad de sexos como un aspecto crucial de nuestros objetivos compartidos de prosperidad, estabilidad y paz. Por esa razón, invertir en mujeres y niñas en todo el mundo es clave en la política exterior de Estados Unidos.
Invertir en la formación y acompañamiento de mujeres emprendedoras para que puedan no solo levantar a sus propias familias, sino también hacer que crezcan las economías de sus países. Invertimos en la educación de las niñas para que puedan eludir el matrimonio forzado a una edad temprana, romper el ciclo de la pobreza, y convertirse en líderes de sus comunidades y en ciudadanas activas. Aumentar el nivel educativo de las niñas y las mujeres, así como su acceso a los recursos, también redunda en más salud y educación para la próxima generación.
Trabajamos con aliados en todo el mundo para mejorar la salud materno-infantil, fortalecer a las agricultoras e impedir y abordar la violencia de género, porque beneficia a todas las sociedades contar con mujeres sanas y seguras que pueden aportar su trabajo, su liderazgo y su creatividad a la economía mundial.
Los diplomáticos estadounidenses están trabajando en todas partes del mundo para integrar a las mujeres plenamente en negociaciones de paz y esfuerzos de seguridad, ya que poner las experiencias, preocupaciones y la perspicacia de las mujeres sobre la mesa puede ayudar a impedir futuros conflictos y construir una paz más duradera.
Hoy, Día Internacional de la Mujer, es un día de celebración. Es también un día en que cada uno de nosotros debemos renovar nuestro compromiso con poner fin a la desigualdad que impide el progreso en cada rincón del mundo. Podemos y debemos dedicarnos a este fin para que nuestras hijas puedan ir en autobús a la escuela, para que todas nuestras hermanas puedan realizar su gran potencialidad, y para que cada mujer y niña pueda desarrollarse plenamente.
John Kerry es secretario de Estado de EE UU.
el dispreciau dice: a pesar de los estados ausentes, la mujer está presente en mucho más del 50% de las actividades humanas... a pesar de las justicias injustas, la mujer forma parte de mucho más del 50% de las actividades que la humanidad desarrolla en el planeta que ocupa... a pesar de ser negada por propios pares (otras mujeres), ellas intentan despegarse de las atrocidades sociales que tienen atrapado al mundo humano en un falso y falaz patriarcado... indudablemente, dado los tiempos que corren, la mujer necesita estar respaldada por derechos humanos legítimos y por otros derechos ciudadanos genuinos... para lo cual, el primer paso es reconocerle que en el matrimonio, ella no deja de ser quien era para pasar a pertenecerle a un hombre, atada al famoso ... de... ya que tiene pleno derecho a sostener su condición de individuo tanto como de persona. Por ende no tampoco guarda de condición de esclavo que se compra y se vende según leyes bíblicas estúpidas, propias de escrituras deformadas por las miserias humanas de sacerdotes que han vendido sus almas al mismo diablo, o bien de una Iglesia Católica u otra judía, que se han dedicado a negar la condición femenina desde tiempos inmemoriales... ni siquiera considerar el ejemplo musulmán que es tan degradante como las aberraciones religiosas del África o del Asia, donde ellas son consideradas "animales" cuyo "amo" es el hombre. Curiosamente, las leyes humanas occidentales no han avanzado mucho para quebrar tales desatinos... y el "de" sigue siendo una condición de denigración del rol. La mujer no tiene por qué pertenecer a nadie, aún en su decisión de contraer matrimonio con un varón... y tiene derecho a despegarse de quien se trate, por sola decisión unilateral, sea con motivos o sea porque se le antoja. Crudo, pero real y justo. Más allá de ello, la violencia de género existente en el mundo de estas horas, tanto en oriente como en occidente, no es desde varones hacia mujeres (solamente), antes bien es bidireccional y deshumanizada en número significativo de casos, por ende las leyes deberían contemplar una reconsideración de los daños tangibles tanto como de los intangibles. Es inadmisible que las leyes europeas exijan a las mujeres quitarse el atuendo de sus culturas, como también es inadmisible que culturas de conveniencias, impongan mutilaciones a niñas por el sólo hecho de serlo. Si el mundo humano se precia de humanismos, entonces debe modificar la tragedia de los géneros, ya que de lo contrario, todo... será un más de lo mismo... esto es, miserable. Marzo 10, 2013.-
el dispreciau dice: a pesar de los estados ausentes, la mujer está presente en mucho más del 50% de las actividades humanas... a pesar de las justicias injustas, la mujer forma parte de mucho más del 50% de las actividades que la humanidad desarrolla en el planeta que ocupa... a pesar de ser negada por propios pares (otras mujeres), ellas intentan despegarse de las atrocidades sociales que tienen atrapado al mundo humano en un falso y falaz patriarcado... indudablemente, dado los tiempos que corren, la mujer necesita estar respaldada por derechos humanos legítimos y por otros derechos ciudadanos genuinos... para lo cual, el primer paso es reconocerle que en el matrimonio, ella no deja de ser quien era para pasar a pertenecerle a un hombre, atada al famoso ... de... ya que tiene pleno derecho a sostener su condición de individuo tanto como de persona. Por ende no tampoco guarda de condición de esclavo que se compra y se vende según leyes bíblicas estúpidas, propias de escrituras deformadas por las miserias humanas de sacerdotes que han vendido sus almas al mismo diablo, o bien de una Iglesia Católica u otra judía, que se han dedicado a negar la condición femenina desde tiempos inmemoriales... ni siquiera considerar el ejemplo musulmán que es tan degradante como las aberraciones religiosas del África o del Asia, donde ellas son consideradas "animales" cuyo "amo" es el hombre. Curiosamente, las leyes humanas occidentales no han avanzado mucho para quebrar tales desatinos... y el "de" sigue siendo una condición de denigración del rol. La mujer no tiene por qué pertenecer a nadie, aún en su decisión de contraer matrimonio con un varón... y tiene derecho a despegarse de quien se trate, por sola decisión unilateral, sea con motivos o sea porque se le antoja. Crudo, pero real y justo. Más allá de ello, la violencia de género existente en el mundo de estas horas, tanto en oriente como en occidente, no es desde varones hacia mujeres (solamente), antes bien es bidireccional y deshumanizada en número significativo de casos, por ende las leyes deberían contemplar una reconsideración de los daños tangibles tanto como de los intangibles. Es inadmisible que las leyes europeas exijan a las mujeres quitarse el atuendo de sus culturas, como también es inadmisible que culturas de conveniencias, impongan mutilaciones a niñas por el sólo hecho de serlo. Si el mundo humano se precia de humanismos, entonces debe modificar la tragedia de los géneros, ya que de lo contrario, todo... será un más de lo mismo... esto es, miserable. Marzo 10, 2013.-
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