RUSIA | Piden nuevos comicios
Miles de personas protestan en Moscú contra el supuesto fraude electoral de Putin
Manifestantes por las calles de Moscú este sábado. | Foto: Ap
Foto: Afp/Yuri Kadobnov
Decenas de miles de personas participan en las manifestaciones contra el supuesto fraude electoral en Rusia, convocadas en un centenar de ciudades del país, en medio de fuertes medidas de seguridad.
Alrededor de 30.000 personas han pasado por los detectores de metales instalados en el perímetro de la avenida Académico Sájarov de Moscú, para sumarse a la protesta, según la policía capitalina. Por su parte, los organizadores de las concentraciones han informado de que más de 120.000 personas respondieron a la convocatoria en Moscú.
Varios testigos dijeron que la citada avenida, acordonada por las fuerzas de seguridad y furgones con policía antidisturbios, ya no puede acoger a más manifestantes y que se detecta la presencia de provocadores situados cerca del escenario para abuchear a los líderes de la protesta.
Las protestas contra el fraude electoral también se celebran en San Petersburgo, Barnaul, Novosibirsk, Ufa entre otras decenas de ciudades rusas, sin que las fuerzas policiales intervengan, según los últimos informes.
La comunidad rusa en otros países también convoca a través de Facebook concentraciones en París, Londres, Barcelona, Vancouver, Washington, Nueva York y otras ciudades para expresar su rechazo a los resultados de las elecciones parlamentarias que dieron la victoria al partido oficialista Rusia Unida (RU).
En la anterior protesta del pasado 10 de diciembre, la mayor en 20 años, alrededor de 50.000 personas exigieron la celebración de nuevos comicios parlamentarios, la anulación de los resultados falsificados, la liberación de los presos políticos y la investigación de todos las irregularidades.
El partido del primer ministro ruso, Vladímir Putin, logró conservar la mayoría absoluta en la Duma con 238 diputados, 12 más de los necesarios para alcanzar la mayoría (226), según los resultados oficiales definitivos de las elecciones.
Con todo, el partido del Kremlin perdió 77 escaños con respecto a los pasados comicios legislativos, por lo que no tendrá la mayoría constitucional.
Alrededor de 30.000 personas han pasado por los detectores de metales instalados en el perímetro de la avenida Académico Sájarov de Moscú, para sumarse a la protesta, según la policía capitalina. Por su parte, los organizadores de las concentraciones han informado de que más de 120.000 personas respondieron a la convocatoria en Moscú.
Varios testigos dijeron que la citada avenida, acordonada por las fuerzas de seguridad y furgones con policía antidisturbios, ya no puede acoger a más manifestantes y que se detecta la presencia de provocadores situados cerca del escenario para abuchear a los líderes de la protesta.
'¡Putin, ladrón!
Los manifestantes corean gritos de "¡Putin fuera!" y algunos llevan carteles con la inscripción: "Putin ladrón", "Queremos nuestros votos y no sus limosnas", en alusión a los votos que consideran robados en el recuento.Las protestas contra el fraude electoral también se celebran en San Petersburgo, Barnaul, Novosibirsk, Ufa entre otras decenas de ciudades rusas, sin que las fuerzas policiales intervengan, según los últimos informes.
La comunidad rusa en otros países también convoca a través de Facebook concentraciones en París, Londres, Barcelona, Vancouver, Washington, Nueva York y otras ciudades para expresar su rechazo a los resultados de las elecciones parlamentarias que dieron la victoria al partido oficialista Rusia Unida (RU).
En la anterior protesta del pasado 10 de diciembre, la mayor en 20 años, alrededor de 50.000 personas exigieron la celebración de nuevos comicios parlamentarios, la anulación de los resultados falsificados, la liberación de los presos políticos y la investigación de todos las irregularidades.
Réplicas en varias ciudades
Manifestaciones similares tuvieron lugar entonces en San Petersburgo y en las principales ciudades de la Rusia europea, Siberia y el lejano oriente, sin que las fuerzas del orden intervinieran para dispersar a los opositores, ni siquiera en los casos en que las marchas no estaban autorizadas.El partido del primer ministro ruso, Vladímir Putin, logró conservar la mayoría absoluta en la Duma con 238 diputados, 12 más de los necesarios para alcanzar la mayoría (226), según los resultados oficiales definitivos de las elecciones.
Con todo, el partido del Kremlin perdió 77 escaños con respecto a los pasados comicios legislativos, por lo que no tendrá la mayoría constitucional.
el dispreciau dice: la NAVIDAD del mundo humano está quebrada... la clase política, además de impresentable, está más ausente y más ciega que nunca antes. Alguna niebla les ha inundado sus mentes y ya no les permite ver lo que hacen, lo que dicen, los argumentos que usan, la barbarie que trasmiten en cada acto de sus pobres vidas... indudablemente, además de haber perdido totalmente la capacidad de lectura que aporta la realidad, han perdido el eje reflexivo necesario para estar donde están. Rusia, China, el mundo árabe sin primavera alguna, la Europa Medieval de una Alemania que "no entiende" y de una Francia que "no comprende, un Reino Unido para la foto pero desunido en sus consistencias, un Estados Unidos quebrado por las corporaciones que dicen "quererlo", enseñan un mundo humano sin brújula, sin destino, repleto de marginaciones y pobrezas, con muchísimos más excluídos que incluidos, con hambre por doquier y con atropellos injustificables que hacen de los estados políticos, meras "ausencias"... todo indica que el 2012 enseñará un nuevo modelo mundial (global) de la Revolución Francesa agiornada al incipiente siglo XXI, con el estallido y consecuente desaparición del modelo (anti-modelo) económico que supo arrasar el planeta Tierra en su conjunto... una revolución que, además de dejar establecido el "que se vayan todos", derramará sangre de inocentes al no separar a las víctimas de los victimarios. Dado que la clase política y empresario-corporativa ya no saben leer el día a día, se consumirán en los fuegos que supieron fabricar y ello exterminará a reyes, virreyes, príncipes devenidos en sapos, y mucho más, incluyendo en ello a funcionarios obsecuentes que no saben pensar por sí mismos y dicen todo que sí para ocultar y disfrazar sus corrupciones. Dicha barbarie se reflejará en todos los rincones del planeta humano, incluyendo en él, claro está, a la propia y deslucida América Latina, plagada de inequidades y de ilusionistas que venden "ilusiones" a los pobres, diciéndoles que los espejismos se comen. 2012 quebrará la historia humana de cara al futuro, mal que les pese a los soberbios y a los que desprecian... y nada volverá a ser igual... alcanza con sentarse en el umbral de la casa para asistir a lo que sucederá, más allá de los cultores de todos los atropellos gestados desde hace cuatro siglos (o muchos más, claro está). Finalmente, los que dicen conducir no conducen nada... y ahora se muestran como pobres marionetas de las corrupciones que los sostienen, sin darse cuenta que el mundo humano ya no tiene capacidad para tolerar, aceptar, disimular, burlar, admitir, un sólo acto de corrupción más... y con ello, se acaba todo el sistema que ha servido para empobrecer al mundo. Bríndese por esta NAVIDAD, porque será la última tal fue conocida y reconocida... Diciembre 24, 2011.-
TRIBUNA: Laboratorio de ideas PAUL KRUGMAN
¿Estallará China?
PAUL KRUGMAN 24/12/2011
Plantéense el siguiente panorama: últimamente, el crecimiento se ha basado en un fuerte auge de la construcción, impulsado por una escalada de los precios inmobiliarios, y muestra todos los signos clásicos de una burbuja. El crédito ha crecido rápidamente, pero gran parte de ese crecimiento no ha venido a través de la banca tradicional, sino más bien a través de una banca en la sombra, no regulada, que no está sometida a la supervisión del Gobierno ni está apoyada por avales oficiales. Ahora, la burbuja se está pinchando, y hay verdaderas razones para temer una crisis financiera y económica.
¿Estoy describiendo Japón a finales de la década de 1980? ¿O estoy describiendo EE UU en 2007? Podría ser. Pero ahora estoy hablando de China, que asoma como otro punto de peligro en una economía mundial que verdaderamente no lo necesita en estos momentos.
He sido reacio a criticar la situación china, en parte porque es muy difícil saber qué está pasando
verdaderamente. Lo mejor es considerar todas las estadísticas económicas como una forma particularmente aburrida de ciencia-ficción, pero las cifras de China son más ficticias que la mayoría. Recurriría a verdaderos expertos en China para que me orienten, pero no parece que haya dos expertos que cuenten la misma historia.
Aun así, incluso los datos oficiales son inquietantes, y las últimas noticias son suficientemente dramáticas como para disparar las alarmas.
Lo que más llama la atención sobre la economía china a lo largo de la última década es la forma en que el consumo de las familias, a pesar de ir en aumento, iba a la zaga del crecimiento general. En estos momentos, el gasto del consumidor apenas representa el 35% del PIB (aproximadamente, la mitad del nivel de EE UU).
Entonces, ¿quién está comprando los bienes y servicios que produce China? Parte de la respuesta es, bueno, nosotros: a medida que la parte de la economía que corresponde al consumidor se reducía, China empezó a depender más de los superávits comerciales para mantener a flote la fabricación. Pero lo más importante desde el punto de vista de China es el gasto de inversión, que se ha disparado hasta alcanzar casi la mitad del PIB.
La pregunta evidente es qué ha motivado toda esa inversión, teniendo en cuenta que la demanda del consumidor es relativamente débil. Y la respuesta, en buena medida, es que dependía de una burbuja
inmobiliaria que no paraba de inflarse. La inversión inmobiliaria como porcentaje del PIB se ha duplicado, aproximadamente, desde 2000, lo cual representa directamente más de la mitad del aumento total de la inversión. Y seguramente gran parte del resto del aumento corresponde a empresas que se han ampliado para vender al próspero sector de la construcción.
¿Tenemos la certeza de que hay una burbuja inmobiliaria? Muestra todos los signos: no solo los precios en aumento, sino también la clase de fiebre especulativa que todos conocemos bien por nuestra propia experiencia hace solo unos años; piensen en la zona costera de Florida.
Y existe otra similitud con la experiencia de EE UU: a medida que el crédito se expandía, gran parte de él procedía no de los bancos, sino de un sistema de banca en la sombra sin supervisión ni protección. Hay grandes diferencias en cuanto a los detalles: la banca en la sombra al estilo americano tendía a implicar a prestigiosas empresas de Wall Street e instrumentos financieros complejos, mientras que la versión china tiende a extenderse mediante bancos clandestinos e incluso casas de empeño. Pero las consecuencias son similares: en China, como en EE UU hace unos años, el sistema financiero puede ser mucho más vulnerable de lo que revelan los datos sobre la banca convencional.
Ahora es evidente que la burbuja está pinchándose. ¿Cuánto daño hará a la economía china y al mundo?
Algunos analistas dicen que no nos preocupemos, que China tiene líderes fuertes e inteligentes que harán lo que sea necesario para hacer frente a una recesión. La idea implícita, aunque no se suela expresar, es que China puede hacer lo que haga falta, porque no tiene que preocuparse de exquisiteces democráticas.
Sin embargo, a mí me parece que del dicho al hecho hay mucho trecho. Después de todo, recuerdo muy bien haber oído declaraciones similares sobre Japón en la década de los ochenta, cuando los brillantes burócratas del Ministerio de Finanzas, supuestamente, tenían todo bajo control. Y más tarde oímos afirmaciones de que EE UU no repetiría jamás los errores que llevaron a la década perdida de Japón, cuando, en realidad, estamos haciéndolo incluso peor que Japón.
Por si sirve de algo, las declaraciones sobre la política económica de las autoridades chinas no me parecen especialmente lúcidas. En concreto, la forma en que China ha estado agrediendo a los extranjeros -entre otras cosas, imponiendo una tarifa punitiva a las importaciones de automóviles fabricados en EE UU que no va a hacer nada para ayudar a su economía, pero que servirá para envenenar las relaciones comerciales- no es propia de un Gobierno maduro que sabe lo que hace.
Y los casos de los que se tiene conocimiento dan a entender que aunque el Gobierno de China no esté constreñido por el Estado de derecho, sí lo está por la omnipresente corrupción, que significa que lo que sucede de hecho en el plano local puede tener poco que ver con lo que se ordena en Pekín.
Ojalá esté siendo innecesariamente alarmista. Pero es imposible no preocuparse: la historia de China se parece demasiado a las crisis que ya hemos visto en otros sitios. Y una economía mundial que ya padece el desastre en Europa, verdaderamente no necesita un nuevo epicentro de crisis.
La noticia en otros webs
La historia se parece demasiado a las crisis que ya hemos visto en otros sitios
La inversión inmobiliaria como porcentaje del PIB se ha duplicado desde 2000
He sido reacio a criticar la situación china, en parte porque es muy difícil saber qué está pasando
verdaderamente. Lo mejor es considerar todas las estadísticas económicas como una forma particularmente aburrida de ciencia-ficción, pero las cifras de China son más ficticias que la mayoría. Recurriría a verdaderos expertos en China para que me orienten, pero no parece que haya dos expertos que cuenten la misma historia.
Aun así, incluso los datos oficiales son inquietantes, y las últimas noticias son suficientemente dramáticas como para disparar las alarmas.
Lo que más llama la atención sobre la economía china a lo largo de la última década es la forma en que el consumo de las familias, a pesar de ir en aumento, iba a la zaga del crecimiento general. En estos momentos, el gasto del consumidor apenas representa el 35% del PIB (aproximadamente, la mitad del nivel de EE UU).
Entonces, ¿quién está comprando los bienes y servicios que produce China? Parte de la respuesta es, bueno, nosotros: a medida que la parte de la economía que corresponde al consumidor se reducía, China empezó a depender más de los superávits comerciales para mantener a flote la fabricación. Pero lo más importante desde el punto de vista de China es el gasto de inversión, que se ha disparado hasta alcanzar casi la mitad del PIB.
La pregunta evidente es qué ha motivado toda esa inversión, teniendo en cuenta que la demanda del consumidor es relativamente débil. Y la respuesta, en buena medida, es que dependía de una burbuja
inmobiliaria que no paraba de inflarse. La inversión inmobiliaria como porcentaje del PIB se ha duplicado, aproximadamente, desde 2000, lo cual representa directamente más de la mitad del aumento total de la inversión. Y seguramente gran parte del resto del aumento corresponde a empresas que se han ampliado para vender al próspero sector de la construcción.
¿Tenemos la certeza de que hay una burbuja inmobiliaria? Muestra todos los signos: no solo los precios en aumento, sino también la clase de fiebre especulativa que todos conocemos bien por nuestra propia experiencia hace solo unos años; piensen en la zona costera de Florida.
Y existe otra similitud con la experiencia de EE UU: a medida que el crédito se expandía, gran parte de él procedía no de los bancos, sino de un sistema de banca en la sombra sin supervisión ni protección. Hay grandes diferencias en cuanto a los detalles: la banca en la sombra al estilo americano tendía a implicar a prestigiosas empresas de Wall Street e instrumentos financieros complejos, mientras que la versión china tiende a extenderse mediante bancos clandestinos e incluso casas de empeño. Pero las consecuencias son similares: en China, como en EE UU hace unos años, el sistema financiero puede ser mucho más vulnerable de lo que revelan los datos sobre la banca convencional.
Ahora es evidente que la burbuja está pinchándose. ¿Cuánto daño hará a la economía china y al mundo?
Algunos analistas dicen que no nos preocupemos, que China tiene líderes fuertes e inteligentes que harán lo que sea necesario para hacer frente a una recesión. La idea implícita, aunque no se suela expresar, es que China puede hacer lo que haga falta, porque no tiene que preocuparse de exquisiteces democráticas.
Sin embargo, a mí me parece que del dicho al hecho hay mucho trecho. Después de todo, recuerdo muy bien haber oído declaraciones similares sobre Japón en la década de los ochenta, cuando los brillantes burócratas del Ministerio de Finanzas, supuestamente, tenían todo bajo control. Y más tarde oímos afirmaciones de que EE UU no repetiría jamás los errores que llevaron a la década perdida de Japón, cuando, en realidad, estamos haciéndolo incluso peor que Japón.
Por si sirve de algo, las declaraciones sobre la política económica de las autoridades chinas no me parecen especialmente lúcidas. En concreto, la forma en que China ha estado agrediendo a los extranjeros -entre otras cosas, imponiendo una tarifa punitiva a las importaciones de automóviles fabricados en EE UU que no va a hacer nada para ayudar a su economía, pero que servirá para envenenar las relaciones comerciales- no es propia de un Gobierno maduro que sabe lo que hace.
Y los casos de los que se tiene conocimiento dan a entender que aunque el Gobierno de China no esté constreñido por el Estado de derecho, sí lo está por la omnipresente corrupción, que significa que lo que sucede de hecho en el plano local puede tener poco que ver con lo que se ordena en Pekín.
Ojalá esté siendo innecesariamente alarmista. Pero es imposible no preocuparse: la historia de China se parece demasiado a las crisis que ya hemos visto en otros sitios. Y una economía mundial que ya padece el desastre en Europa, verdaderamente no necesita un nuevo epicentro de crisis.
Paul Krugman es profesor de Economía en Princeton y premio Nobel 2008. © 2011 New York Times Service Traducción de News Clips.
http://www.elpais.com/articulo/primer/plano/Estallara/China/elpepueconeg/20111225elpneglse_17/Tes
http://www.elpais.com/articulo/primer/plano/Estallara/China/elpepueconeg/20111225elpneglse_17/Tes
No hay comentarios:
Publicar un comentario