ENTREVISTA: CARMEN DEL RIEGO Presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid
"La sociedad debe reprocharnos a los periodistas las malas prácticas"
JUAN CRUZ - Madrid - 03/12/2011
En 116 años de historia es la primera mujer que preside la Asociación de la Prensa de Madrid. Carmen del Riego (Oviedo, 1960), periodista de La Vanguardia. Sucede a Fernando González Urbaneja. Su candidatura lleva 10 mujeres y 13 hombres. Y son mujeres tanto la presidenta como la vicepresidenta primera (Marisa Ciriza) y la secretaria general (María Jesús Chao). Del Riego va a luchar, dice, para que los periodistas cumplan el Código Ético ("que existe") "y para que la sociedad sepa que hay mecanismos para reprocharnos las malas prácticas".
Pregunta. ¿Qué la hizo periodista?
Respuesta. Quería escribir, desde los 11 años. Se lo dije a mi hermano mayor, Rafael, que murió joven. Me dio dos consejos: si quieres escribir literatura, estudia Filosofía y Letras; y si quieres escribir en periódicos, estudia Periodismo. Mi padre leía La Nueva España, y trabajaba en Mantequería Arias. Lo mandaron a Madrid, y aquí leía el Ya, hasta que salió EL PAÍS. En el Ya me encantaba leer a Josefina Carabias. A mi padre le parecía que no tendría porvenir en un oficio tan cerrado. Estudié, hice prácticas en La Nueva España y terminé siendo fija en Europa Press antes de pasar a Diario 16 y La Vanguardia, donde estoy desde hace 20 años.
P. ¿Qué sintió en una redacción?
R. Entré en Europa Press en 1982. Y fui la primera mujer que entró en Europa Press Noticias. Antonio Herrero Losada me mandó a cubrir, con Moncho Verano, un mitin del PSOE. Me dijo: "Termina a medianoche. ¿Te dejarán tus padres?". ¡Eso fue ayer! Me gustaba mucho el ruido, la actividad, las radios sonando.
P. La primera mujer presidenta en la historia de la asociación... Un récord y una tristeza.
R. Puro ejemplo de lo que es el periodismo en relación con la mujer, como ocurre en otros sectores. En el oficio somos las que más paro padecemos; en la facultad somos más que ellos. Y hay, en la asociación, más asociadas que asociados. Las redacciones están llenas de mujeres; las directoras se cuentan con los dedos de una mano y solo ahora empieza a haber cargos medios.
P. ¿Y qué efecto tiene?
R. Tanto en la organización del trabajo como en la perspectiva de la información variaría mucho el oficio si mandaran más mujeres. Valorarían aspectos que a los hombres les pasan desapercibidos. Y cuando las mujeres estén en puestos directivos la conciliación será cosa de dos.
P. El oficio atraviesa momentos críticos tanto desde el punto de vista ético como industrial.
R. Tenemos que levantar la voz para que los periodistas cumplamos el Código Ético. Y hemos de impulsar que la FAPE
[la Federación de Asociaciones de la Prensa] le confiera capacidad de castigo. Debemos hacer públicas las malas prácticas y permitir que la sociedad reproche esos malos hábitos del oficio. Así la profesión tendrá más cuidado en hacer un buen periodismo. En cuanto a los problemas industriales, estamos en tiempos de cambio. En mitad de ese marasmo hay algo que decir: el periodismo sin soporte no es nada. Y, en general, tanto en Internet como en el papel, que se cumplan los códigos, porque si no se daña gravemente el oficio.
P. Iñaki Gabilondo advertía en su blog de EL PAÍS sobre las amenazas que se ciernen sobre la televisión pública. ¿Coincide?
R. Sé que hay preocupación. Pero soy optimista. El cambio de estatuto obliga a un acuerdo amplio de la Cámara para elegir presidente. Ha sido tan positiva la experiencia de RTVE estos años, en manos de profesionales, plural y neutral, al margen de los partidos, que espero que la respeten.
P. Un nuevo poder en España cuando usted llega a la presidencia. ¿Qué relación prevé de Mariano Rajoy con los medios?
R. Lo conozco bastante por mi trabajo. Dice siempre ante los órganos de su partido que él es independiente de todos y que no le debe nada a nadie. Lo empezó a decir después de que algunos medios le dijeran, tras su derrota en 2008, lo que tenía que hacer... Creo que cumplirá lo que ha dicho. Y si no, tanto los periodistas como los órganos de su partido tendrán que recordarle que siempre dijo que es independiente y no le debe nada a nadie.
"Que sea la primera presidenta ilustra cómo es con la mujer el periodismo"
"Los códigos deben cumplirse en papel y en Internet. Si no, se daña el oficio"
Respuesta. Quería escribir, desde los 11 años. Se lo dije a mi hermano mayor, Rafael, que murió joven. Me dio dos consejos: si quieres escribir literatura, estudia Filosofía y Letras; y si quieres escribir en periódicos, estudia Periodismo. Mi padre leía La Nueva España, y trabajaba en Mantequería Arias. Lo mandaron a Madrid, y aquí leía el Ya, hasta que salió EL PAÍS. En el Ya me encantaba leer a Josefina Carabias. A mi padre le parecía que no tendría porvenir en un oficio tan cerrado. Estudié, hice prácticas en La Nueva España y terminé siendo fija en Europa Press antes de pasar a Diario 16 y La Vanguardia, donde estoy desde hace 20 años.
P. ¿Qué sintió en una redacción?
R. Entré en Europa Press en 1982. Y fui la primera mujer que entró en Europa Press Noticias. Antonio Herrero Losada me mandó a cubrir, con Moncho Verano, un mitin del PSOE. Me dijo: "Termina a medianoche. ¿Te dejarán tus padres?". ¡Eso fue ayer! Me gustaba mucho el ruido, la actividad, las radios sonando.
P. La primera mujer presidenta en la historia de la asociación... Un récord y una tristeza.
R. Puro ejemplo de lo que es el periodismo en relación con la mujer, como ocurre en otros sectores. En el oficio somos las que más paro padecemos; en la facultad somos más que ellos. Y hay, en la asociación, más asociadas que asociados. Las redacciones están llenas de mujeres; las directoras se cuentan con los dedos de una mano y solo ahora empieza a haber cargos medios.
P. ¿Y qué efecto tiene?
R. Tanto en la organización del trabajo como en la perspectiva de la información variaría mucho el oficio si mandaran más mujeres. Valorarían aspectos que a los hombres les pasan desapercibidos. Y cuando las mujeres estén en puestos directivos la conciliación será cosa de dos.
P. El oficio atraviesa momentos críticos tanto desde el punto de vista ético como industrial.
R. Tenemos que levantar la voz para que los periodistas cumplamos el Código Ético. Y hemos de impulsar que la FAPE
[la Federación de Asociaciones de la Prensa] le confiera capacidad de castigo. Debemos hacer públicas las malas prácticas y permitir que la sociedad reproche esos malos hábitos del oficio. Así la profesión tendrá más cuidado en hacer un buen periodismo. En cuanto a los problemas industriales, estamos en tiempos de cambio. En mitad de ese marasmo hay algo que decir: el periodismo sin soporte no es nada. Y, en general, tanto en Internet como en el papel, que se cumplan los códigos, porque si no se daña gravemente el oficio.
P. Iñaki Gabilondo advertía en su blog de EL PAÍS sobre las amenazas que se ciernen sobre la televisión pública. ¿Coincide?
R. Sé que hay preocupación. Pero soy optimista. El cambio de estatuto obliga a un acuerdo amplio de la Cámara para elegir presidente. Ha sido tan positiva la experiencia de RTVE estos años, en manos de profesionales, plural y neutral, al margen de los partidos, que espero que la respeten.
P. Un nuevo poder en España cuando usted llega a la presidencia. ¿Qué relación prevé de Mariano Rajoy con los medios?
R. Lo conozco bastante por mi trabajo. Dice siempre ante los órganos de su partido que él es independiente de todos y que no le debe nada a nadie. Lo empezó a decir después de que algunos medios le dijeran, tras su derrota en 2008, lo que tenía que hacer... Creo que cumplirá lo que ha dicho. Y si no, tanto los periodistas como los órganos de su partido tendrán que recordarle que siempre dijo que es independiente y no le debe nada a nadie.
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