ECONOMÍA | Cuantifica las fuerzas económicas y culturales que intervienen
Un modelo para salvar Europa
Celebración del día de Europa. | Alberto Di Lolli
- Un grupo de economistas concreta que uniones o secesiones entre países serían idóneas
- El estudio serviría para "analizar para qué combinación de países tendría sentido una unión fiscal"
- A Alemania le es indiferente estar dentro o fuera de la Unión Europea
- Irlanda, Grecia y Portugal son los países que más ganan con su pertenencia a la UE
- El PIB per cápita de España es un 4% superior estando dentro de la UE
- El País Vasco es más proclive a la secesión que Cerdeña o Escocia
En pleno debate sobre el futuro de la Unión Europea en el que conviven las voces que presagian la inminente ruptura de la eurozona y las que no entienden otra salida que la materialización de una unión fiscal para salir de esta larga crisis económica, un grupo de investigadores, economistas, ha desarrollado un modelo económico que permite cuantificar las fuerzas centrífugas y centrípetas de los países y regiones para poder concretar que uniones o secesiones serían las más adecuadas.
Este modelo serviría para "analizar para qué combinación de países tendría sentido una unión fiscal", explica Klaus Desmet, de la Universidad Carlos III. Este investigador es uno de los autores del modelo junto con Michel Le Breton (Toulouse School of Economics), Ignacio Ortuño Ortín (Universidad Carlos III) y Shlomo Weber (Southern Methodist University, Dallas, y New Economic School, Moscú). Todos economistas.
Una propuesta nada baladí la de estos investigadores si echamos la vista atrás y vemos cómo la falta de liderazgo y de toma de decisiones de nuestros mandatarios en anteriores cumbres europeas (la de julio y octubre) puede repetirse en el próximo Consejo Europeo del día 9 que pretende la reforma del Tratado de Lisboa auspiciada por Angela Merkel para lograr una política fiscal y presupuestaria común para la zona euro como vía para volver al crecimiento económico.
"Para países con diferencias económicas importantes, formar una verdadera unión fiscal puede ser demasiado difícil", ahonda Desmet quién cauteloso insiste en que este modelo no nació para aplicar a la crisis actual sino tras las modificaciones de fronteras. "Este modelo económico podría ayudarnos a entender para qué subconjunto de países sería más factible esa unión", continua este investigador que ha visto como el estudio del que es coautor ha sido publicado en Journal of Economic Growth, que difunde investigaciones sobre crecimiento económico.
Para medir esas distancias culturales hay que utilizar las distancia genéticas de su población y esta distancia se establece por el tiempo de convivencia de la misma. A más tiempo de convivencia menor distancia cultural y viceversa, y esta distancia en combinación con tamaño y riqueza de un país dará determinadas uniones o desuniones entre naciones.
Portugal gana el equivalente de 13.1% de su PIB, Grecia un 11.9%, e Irlanda un 8.9%. Son países pequeños con rentas relativamente bajas. Por tanto, pueden ganar de las economías de escala que proporciona el mercado integrado de la UE, y también pueden beneficiarse de las transferencias de los países ricos hacia los países pobres. Sin embargo, si para estos tres es muy beneficioso estar en la UE "eso no quiere decir que los demás países ganen tanto", explica Klaus Desmet.
Por su parte, el estudio predice que a Alemania ni le quita ni le pone su pertenencia a la Unión Europea, que le es indiferente, pero el modelo no ha tenido en cuenta el efecto sobre este país de una ruptura del euro. "De esa ganancia 0% se podría entender que Alemania tiene mucho poder de negociación", continúa.
España, por su parte, está en una situación intermedia frente a sus colegas de la unión. El modelo dice que su PIB per cápita es un 4% superior estando dentro de la UE que fuera por lo que le interesa quedarse pero comparada con Portugal, gana menos porque nuestro país es más rico (recibe menos transferencias) y más grande (sus economías de escala por estar en la UE son menores que las de Portugal).
Sin embargo, España gana más que Alemania por las mismas razones esgrimidas con nuestros vecinos pero al revés, España es menos rica y más pequeña que Alemania. Por otro lado, nuestro país no es tan proclive a juntarse pero si lo hiciera, el modelo económico predice que lo haría con Francia antes que con Portugal porque España ganaría poco en términos de economía de escala.
Los resultados del estudio arrojan que de estas tres regiones es la del País Vasco la más proclive a separarse porque es relativamente rica y tiene una distancia cultural importante con España, aunque tiene la desventaja de ser pequeña. Sin embargo, el País Vasco es menos proclive a la secesión que, en su día, lo fueron Eslovenia y Croacia. El modelo no predice que el País Vasco sea proclive a separarse sino que sería menos costoso en relación a otros candidatos, matiza el economista de la Carlos III.
Austria y Suiza, de un lado, y Dinamarca y Noruega, de otro, tienen más tendencia a juntarse porque son países relativamente pequeños y económica y culturalmente parecidos.
Por último, el modelo predice la secuencia de la desintegración de Yugoslavia. Por ejemplo, Eslovenia, el más rico, y Croacia, el más grande, tenían el mayor incentivo en separarse frente a Montenegro, que más pobre y más pequeña demostraba un menor interés. Y así fue en 1991 para Eslovenia y Croacia y quince años más tarde para los montenegrinos tras un ajustado referéndum, con el 55% de apoyo a la secesión.
Este modelo serviría para "analizar para qué combinación de países tendría sentido una unión fiscal", explica Klaus Desmet, de la Universidad Carlos III. Este investigador es uno de los autores del modelo junto con Michel Le Breton (Toulouse School of Economics), Ignacio Ortuño Ortín (Universidad Carlos III) y Shlomo Weber (Southern Methodist University, Dallas, y New Economic School, Moscú). Todos economistas.
Una propuesta nada baladí la de estos investigadores si echamos la vista atrás y vemos cómo la falta de liderazgo y de toma de decisiones de nuestros mandatarios en anteriores cumbres europeas (la de julio y octubre) puede repetirse en el próximo Consejo Europeo del día 9 que pretende la reforma del Tratado de Lisboa auspiciada por Angela Merkel para lograr una política fiscal y presupuestaria común para la zona euro como vía para volver al crecimiento económico.
"Para países con diferencias económicas importantes, formar una verdadera unión fiscal puede ser demasiado difícil", ahonda Desmet quién cauteloso insiste en que este modelo no nació para aplicar a la crisis actual sino tras las modificaciones de fronteras. "Este modelo económico podría ayudarnos a entender para qué subconjunto de países sería más factible esa unión", continua este investigador que ha visto como el estudio del que es coautor ha sido publicado en Journal of Economic Growth, que difunde investigaciones sobre crecimiento económico.
Grupo internacional
El trabajo de este grupo internacional de investigadores surgió hace varios años con un mapa del mundo cambiante con secesiones y rupturas, como la de la Unión Soviética y Yugoslavia, por ejemplo, y uniones y coaliciones como la de Alemania o la de la Unión Europea.Su aspiración no era otra que aportar un modelo que pudiera cuantificar, más allá de los debates de los politólogos, las distintas fuerzas que intervienen en estos procesos de unión o secesión como son la economía (el tamaño de los países y sus diferencias económicas) y la cultura (las diferencias culturales entre países).
Para medir esas distancias culturales hay que utilizar las distancia genéticas de su población y esta distancia se establece por el tiempo de convivencia de la misma. A más tiempo de convivencia menor distancia cultural y viceversa, y esta distancia en combinación con tamaño y riqueza de un país dará determinadas uniones o desuniones entre naciones.
Curiosos resultados
El método aplicado al actual mapa europeo, no sólo al de la Unión Europa, da curiosos resultados. Por ejemplo, que Irlanda, Grecia y Portugal son los países que más ganan con su pertenencia a la Unión Europea que estando fuera.Portugal gana el equivalente de 13.1% de su PIB, Grecia un 11.9%, e Irlanda un 8.9%. Son países pequeños con rentas relativamente bajas. Por tanto, pueden ganar de las economías de escala que proporciona el mercado integrado de la UE, y también pueden beneficiarse de las transferencias de los países ricos hacia los países pobres. Sin embargo, si para estos tres es muy beneficioso estar en la UE "eso no quiere decir que los demás países ganen tanto", explica Klaus Desmet.
Por su parte, el estudio predice que a Alemania ni le quita ni le pone su pertenencia a la Unión Europea, que le es indiferente, pero el modelo no ha tenido en cuenta el efecto sobre este país de una ruptura del euro. "De esa ganancia 0% se podría entender que Alemania tiene mucho poder de negociación", continúa.
España, por su parte, está en una situación intermedia frente a sus colegas de la unión. El modelo dice que su PIB per cápita es un 4% superior estando dentro de la UE que fuera por lo que le interesa quedarse pero comparada con Portugal, gana menos porque nuestro país es más rico (recibe menos transferencias) y más grande (sus economías de escala por estar en la UE son menores que las de Portugal).
Sin embargo, España gana más que Alemania por las mismas razones esgrimidas con nuestros vecinos pero al revés, España es menos rica y más pequeña que Alemania. Por otro lado, nuestro país no es tan proclive a juntarse pero si lo hiciera, el modelo económico predice que lo haría con Francia antes que con Portugal porque España ganaría poco en términos de economía de escala.
El País Vasco, proclive a la secesión
Un ejemplo de lo que pronostica el modelo en cuanto a los países de la Unión Europea, pero también recoge sus predicciones si hablamos de secesiones, aunque sólo ha estudiado quién saldría más beneficiado en el caso de regiones como el País Vasco, Cerdeña y Escocia. No se ha estudiado el caso de Bélgica.Los resultados del estudio arrojan que de estas tres regiones es la del País Vasco la más proclive a separarse porque es relativamente rica y tiene una distancia cultural importante con España, aunque tiene la desventaja de ser pequeña. Sin embargo, el País Vasco es menos proclive a la secesión que, en su día, lo fueron Eslovenia y Croacia. El modelo no predice que el País Vasco sea proclive a separarse sino que sería menos costoso en relación a otros candidatos, matiza el economista de la Carlos III.
Austria y Suiza, de un lado, y Dinamarca y Noruega, de otro, tienen más tendencia a juntarse porque son países relativamente pequeños y económica y culturalmente parecidos.
Por último, el modelo predice la secuencia de la desintegración de Yugoslavia. Por ejemplo, Eslovenia, el más rico, y Croacia, el más grande, tenían el mayor incentivo en separarse frente a Montenegro, que más pobre y más pequeña demostraba un menor interés. Y así fue en 1991 para Eslovenia y Croacia y quince años más tarde para los montenegrinos tras un ajustado referéndum, con el 55% de apoyo a la secesión.
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