Un español no identificado caza al león más querido de Zimbabue
El hombre, del que todavía se desconoce su nombre, ha pagado 50.000 euros por matarlo
EL PAÍS Madrid 24 JUL 2015 - 20:09 CEST
Con un arco, una flecha —y previo pago de 50.000 euros — un español ha cazado al león más querido de Zimbabue. Tenía 13 años y, como el felino más grande de la región, era toda una atracción turistica para el país. Según cuenta National Geographic, todavía se desconoce el nombre y el origen del hombre que ha puesto fin a la vida de este animal, llamado de manera afectuosa Cecil.
Las primeras hipótesis apuntan a que, tal y como cuenta el diario El Correo, engañaron al animal, que paseaba tranquilo a las afueras del parque nacional de Hwange. Le colocaron un animal muerto como cebo para llamar su atención y sacarlo de la reserva donde habitaba. Se quedaron su cabeza como trofeo.
Jonny Rodrigues, del Grupo de Trabajo de Conservación de Zimbabue (ZCTF), una organización benéfica que se centra en la conservación y preservación de la vida silvestre en el país del sur de África, apunta que Cecil recibió un disparo con el arco y la flecha por un cazador español en la concesión Gwaai a alrededor de un kilómetro [1100 yardas] de distancia del parque nacional. Rodrigues asegura que el felino no murió inmediatamente, sino que el cazador tardó dos días en dar con el león herido. Fue entonces cuando, ayudado con un rifle, remató su "proeza". Lo único que se sabe del cazador es que pertenece a la Asociación de guías y cazadores profesionales de (ZPHGA en sus siglas en inglés), que confirmó el lunes que Cecil murió fuera del parque. La ZPHGA asegura en su página de Facebook que la investigación sigue en curso. Aunque la asociación no podrá hacerse cargo de la búsqueda del sospechoso, pretende abrir una investigación alrededor de la ética del miembro y de sus actividades. "El sospechoso violó las leyes de comportamiento", apuntan: "Será suspendido inmediatamente".
Dado que el león —que llevaba un GPS en el cuello como parte de un estudio de conservación de los felinos— caminaba a sus anchas por la reserva con total libertad cual rey de la selva, la legalidad del suceso no está todavía clara, aunque las voces de Zimbabue se han unido a condenar el suceso. Los vecinos del país africano se han volcado en los medios para expresar su horror, solo días después de que en el mismo parque Hwange capturaran y exportaran a 23 elefantes bebés, que fueron enviados a China.
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