Diez canciones del rock duro español contra la violencia machista
CARLOS MARCOS Madrid 3
Ska-P, Reincidentes, Barricada y Soziedad Alkohólica son algunos de los grupos que han compuesto contra el maltrato
Diez canciones del rock duro español contra la violencia machista
Ska-P, Reincidentes, Barricada y Soziedad Alkohólica son algunos de los grupos que han compuesto contra el maltrato
Está siendo un verano trágico. De junio a agosto se han registrado 12 asesinatos por violencia machista, seis más que en los mismos meses en 2013. En lo que va de año ya son 39 víctimas. La música española siempre se ha volcado en la denuncia de esta lacra. Existen decenas de canciones que tratan el tema: Bebe (Malo), Alejandro Sanz(Completamente loca), Amaral (Salir corriendo), Víctor Manuel (El club de las mujeres muertas) o El Barrio (Verbo sufrir), entre otros muchos. El rock fuerte español también le ha dedicado al tema un puñado de canciones. Y lo hace con sus señas de identidad: visceral y expeditivo. De las muchas que existen hemos seleccionado 10, cada una poniendo en foco en alguno de los muchos aspectos que llevan a este drama.
¡Ay Dolores!, de Reincidentes
Estremece escuchar el estribillo de esta canción, entonada como un lamento heavy aflamencado: “Ay Dolores, los palos en tu espalda, la tortura en tu mente/ Ay Dolores, con el silencio de la sociedad”. Los sevillanos Reincidentes nunca se quedan en la superficie. Cavan hondo y atizan. Lo hacen con sus letras sociales, políticas y comprometidas. Como en Ay Dolores, donde denuncian al maltratador, pero también a una consentidora sociedad. Y siempre desde la crudeza: “Las llaves tornan gris tu habitación, entrando con el odio tras sus ojos./ Ya no tienes su calor, el alcohol es su sabor./ Empezando con reproches, los insultos, el desprecio”.
El grupo apuesta por un final feliz y esperanzador para su Dolores: “Por fin esta historia ya terminó./ Dolores cambió su nombre por Libertad./ Escapando del cabrón que tu vida destrozó./ Porque la vida es solo un cuento que hay que vivir en el momento”.
Pégame a mi, de LosDelGás y El Drogas
Los guipuzcoanos LosDelGás en compañía del barricada El Drogas se muestran desafiantes. El estribillo dice: “No se puede ir por la vida siendo tan imbécil./ No se puede ir machacando a la gente por ahí./ La maltratas a ella porque sabes que es más débil./ Pues si tantos huevos tienes, pégame a mí”.
La canción va trazando el perfil de maltratada y maltratador. Sobre este último, incide en que este tipo de sujetos puede nacer en cualquier clase social: “David era un tipo de lo más sencillo, el novio que todas querrían tener, de buena familia e incluso un poco pijo, trabajador intachable y un amigo fiel…/ Quién iba a sospechar que tiene una cara oculta”.
No le grites, de Los Suaves
Un lector deja el siguiente comentario sobre esta canción de Los Suaves: “Es como un libro de texto para trabajar contra la violencia de género”. Un halago nada exagerado. Es la letra más larga de nuestra lista y es difícil decir que le sobran palabras. Sí, cruda, pero también extraordinariamente poética. El indomable Yosi (cantante y letrista de los gallegos) demuestra una gran sensibilidad al contar la historia de esta mujer valiente que no dio con la persona que ella soñaba. Yosi canta con esa voz que parece forjada a base de cuchillas en la garganta. El cantante le habla al maltratador: “¿No se rompe tu corazón cuando la ves deformar sus manos en un taller de sol a sol?/ Horas extras de trabajos forzados./ Tal vez cuando el día se va y la ves regresar agotada./ Tú sigue aplastando el sofá, a ella aún le quedan las cosas de casa./ Sigue cometiendo errores, empujando su vida a la desgracia./ Zapea tirado en la sala mientras sola solloza en la cama”.
En la parte principal, Yosi espeta al maltratador: “No le grites, a tu mujer no le grites./ No le grites, nunca le grites a tu mujer”. Como casi todos los antihéroes de Yosi, la historia acaba en derrota.
Violencia machista, de Ska-P
“Nací y crecí en un barrio donde la violencia de género era algo normal. Cualquier vecina se podía levantar una mañana con un ojo hinchando y todos sabíamos por qué había sido”, explica el cantante de Ska-P, Roberto Gañán, en el documental Podrías ser ella, contra la violencia machista. Por ello, después de verlo de cerca, en su canción Violencia machista entona: “No merece la pena, mujer, tu pasividad./ No merece la pena, mujer, debes de actuar…”. Mezclando su habitual fórmula de guitarras duras y acelerado ska, el grupo vallecano opta por hablar a la víctima: “No, ni una más, no te dejes humillar./ Abandónale, que se pudra en soledad… Rompe de una vez las cadenas, vuelve a la libertad”.
Obsesión, de Barricada
“Desgraciadamente la situación no ha cambiado durante todos estos años”, dice El Drogas, bajista y cantante, sobre la violencia machista. Barricada, que se disolvió recientemente, aporta su visión de la tragedia en Obsesión. Después de plantear la situación (“no, de esta noche no pasa, mucho tiempo bajo su mano, aguantando como un trapo usado”), apunta a un final siniestro (“en tus manos un cuchillo, decidida a terminar; en la silla sentado, borracho está como siempre; un golpe en el corazón, ojalá nunca despierte”).
Exit, de Soziedad Alkohólika
Los expertos en violencia de género señalan que uno de los sentimientos que pueden generar estas situaciones en las mujeres maltratadas es el de culpa y fracaso. Los vitorianos Soziedad Alkohólika inciden en Exit en luchar contra esta sensación: “Te echas la culpa de todo, es lo que él te hace creer./ Te vas hundiendo en el lodo, y ya casi no puedes ver…/ Por el hombre de tu vida te sientes acorralada./ Por el hombre de tu muerte, te echas la culpa a ti misma”. Y la letra empuja a la mujer a actuar: “Tú sabes lo que hay que hacer./ ¿Cuántas mentiras necesitas?, ¿cuántos golpes, cuántas heridas?”.
Bajo el suelo, de Boikot
Banda siempre reivindicativa, Boikot también ha tratado el tema de la violencia de género. Con una visión muy expeditiva: “Y no me importa estar encerrada, si hubiera sido yo no valdría la pena./ Aún sigo viva, aguanté tus golpes, reventando en mis entrañas tu miseria”. La parte central del tema incorpora un logrado coro infantil: “Y volveré a ver el cielo, y tú estarás 10 metros bajo el suelo./ Y tocaré de nuevo el viento, y tú estarás 10 metros bajo el suelo”.
A golpes, La Fuga
El grupo cántabro La Fuga se mete en la piel de la mujer para cantar sus desdichas. El terror empieza cuando una llave trastea para abrir la puerta: “Miedo, la noche está cerca./ Sientes que se abre la puerta./ Tiemblas, suda tu cuerpo./ Callas, su fiesta empieza”. Lamentablemente, y como pasa muchas veces, la historia tiene el peor de los finales: “Esta noche no aguantó./ Hubo paliza y, al final, disparó a tu corazón./ A tu corazón”.
Ellas denuncian, Def Con Dos
“Ellas denunciaron, no las escucharon./ Ellas murieron, los jueces consintieron”. Es lo que cantan, con su habitual explosión de rap y metal, Def Con Dos. Es otra visión del drama: denunciar el, a su juicio, mal funcionamiento de determinados estamentos. En otra parte de la canción, el grupo de Cesar Strawberry escupe: “¿Quién acusa al cazurro cobarde que pega a su mujer y le dice que calle? ‘Ya se lo advertí entre puñetazos: si me denuncias te mato’./ País de mierda, país infame, que ataquen a las mujeres no le importa a nadie./ Las torturas y las amenazas según los jueces son cosas de casa”.
Espinas en el corazón, Lujuria
Lujuria siempre se ha mostrado muy activo en la lucha contra la violencia machista. Sobre todo su vocalista, Óscar Sancho, que ha ofrecido charlas sobre el tema, ha acudido a manifestaciones y está en contacto con asociaciones que luchan para erradicar esta tragedia. Justo después de un verano especialmente dramático, Sancho decidió escribir sobre el tema. “Me llamaba la atención que el Telediario tuviera noticias constantemente sobre nuevos casos de violencia machista. Y siempre pensé que el rock debería servir para algo más que divertir”, ha declarado el cantante. Así que compusieron Espinas en el corazón, donde cantan: “El anillo de oro en el dedo, en grilletes se transformó./ Donde antes había caricias, cada día hay un moratón”. La historia finaliza trágicamente: “Cuando al fin cerró la maleta, un hierro frío quema su sien./ Para nadie será tu sonrisa./ Suena un disparo: ha sido él”. Lujuria donó lo generado por la venta de este disco a asociaciones contra la violencia de género.
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