viernes, 20 de septiembre de 2013

TESORO DE CANILLA ► África, la próxima frontera | Opinión | EL PAÍS

África, la próxima frontera | Opinión | EL PAÍS

África, la próxima frontera

Se olvida con frecuencia que el agua es condición de supervivencia


SOLEDAD CALÉS

Economistas, sociólogos y profetas se dicen convencidos de que los grandes movimientos políticos del futuro inmediato (el de los próximos 50 años, para entendernos) estarán impulsados no por el petróleo, Wall Street o los fichajes de futbolistas por encima de los 100 millones, sino por los alimentos. Los politólogos más avispados sugirieron que en las primaveras árabes influyó poderosamente el alza del precio del trigo. Si suponemos que la próxima frontera para la humanidad no es el espacio —todavía no hay tecnología para la explotación planetaria— sino África, será allí donde se libren las guerras para abrir nuevos mercados. Mientras llega ese futuro pluscuamperfecto, en Kenia, región de Turkana, acaban de descubrir el presente pluscuamperfecto: cinco extensos acuíferos, dos de ellos confirmados, uno con 207.000 hectómetros cúbicos de agua fresca y limpia, y el segundo con 10.000 hectómetros cúbicos. Agua para abastecer al país (y a Uganda, de donde procede parte del líquido) durante los próximos 70 años.

Para un urbanita occidental, acostumbrado a que corra el líquido cada vez que abre el grifo de la cocina y probablemente incapaz de precisar cuánto paga de agua al mes, la apoteosis keniata por los acuíferos le parecerá exagerada; para los turkanos es cuestión de vida o muerte. Se olvida con frecuencia que el agua es condición de supervivencia, primero, de riqueza agrícola y ganadera después, y, por último, de desarrollo económico y financiero en las ciudades. La secuencia empieza en el Nilo, el Tigris y el Éufrates y acaba por el momento en el Dow Jones. Para Kenia, la posibilidad de supervivencia holgada y riqueza futura acaba de empezar.

Resulta esencial que no se confundan los órdenes de desarrollo. Dicho en plata, que las inmensas reservas de agua descubiertas por los técnicos de Radar Technologies International no se utilicen antes para refrescar campos de golf que para calmar la sed de sus habitantes, mantener vivo el ganado y organizar una agricultura racional. Las estructuras antes que las superestructuras. La aparición bienaventurada de grandes masas de recursos naturales suele despertar de inmediato muchas lujurias. Por ejemplo, la inmobiliaria.



el dispreciau dice: abres la canilla, sale el agua, no adquieres consciencia de lo que ello significa... sin embargo, la mayoría de los lugares de la Tierra humana tienen graves deficiencias de aguas dulces... y en muchos de ellos, tal vez la mayoría, una bomba de extracción de agua es tan raro como una canilla. Miles de millones de personas desconocen el sentido de los grifos... no tienen ni idea de lo que una canilla significa... recorren largos trechos en busca de un poco de agua que les permita transcurrir sus tareas y sus rutinas... si bien no hay estadísticas ni indicadores que revelen semejantes carencias, tal vez más de dos tercios de la humanidad no tiene acceso al agua como servicio público, no tiene acceso al agua para beber, lavar, higienizarse, o simplemente refrescarse... por ello, en la mayoría de las comarcas del mundo, la canilla implica un tesoro... una aspiración inimaginable, una esperanza que difícilmente se cumpla... porque en verdad, a ningún estado político le importan sus gentes... y prudente es reconocer que, si hoy, la clase gobernante del planeta Tierra, tuviese que asumir las obras generadas por sus antecesores a mediados del siglo pasado, no tendrían la iniciativa solidaria, no les importaría, no lo harían, y hasta lo negarían. África, Asia, y hasta la propia América Latina son ejemplos de las carencias en la disponibilidad del líquido elemento imprescindible para cualquier vida humana o de cualquier especie... de allí que el grifo sea un tesoro, al que un tercio de la humanidad no le otorga el valor que guarda intrínsecamente... un valor que sería necesario inculcar a las generaciones venideras a efectos que tomen consciencia... porque cursamos un tiempo donde los falsos mesías se adueñan de las fuentes que nos pertenecen a todos y cada uno de nosotros, los anónimos, mortales, desconocidos... sean estos aguas, aires, suelos, y hasta fuegos. SEPTIEMBRE 20, 2013.-

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